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Tres improbables héroes para los Gigantes

Entrando al quinto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, los Gigantes de San Francisco no habían conectado un cuadrangular contra los Cardenales de San Luis pero el jueves consiguieron tres de ellos de parte de tres improbables héroes que probaron que las decisiones del gerente general, Brian Sabean, que muchos cuestionaron.

Joe Panik, Michael Morse y Travis Ishikawa, combinado con una joya monticular del Jugador Más Valioso de la serie, Madison Bumgarner, fueron factores determinantes en la victoria de los Gigantes que terminó una emocionante serie y dejó el panorama para una Serie Mundial contra los Reales de Kansas City.

Al comienzo de la postemporada, lo lógico hubiera sido pensar que la victoria de los Gigantes sería dictada por Buster Posey, Hunter Pence o Brandon Belt, pero lo cierto es que en los momentos cruciales de este Juego 5, fueron esas decisiones de Sabean el denominador común.

Panik, seleccionado en el sorteo de novatos en el 2011 tras jugar pelota colegial en St. Johns, comenzó el año en las menores, bateando .321 para la filial Triple A en Fresno, pero tras la lesión que sacó de acción a Marco Scutaro, Sabean decidió que su segunda base del futuro tenía que entrar en acción ahora. Tras 73 partidos con los Gigantes en la temporada regular, el dirigente Bruce Bochy lo mantuvo en la alineación titular y en fue su cuadrangular el que rompió la sequía de poder y le dio a San Francisco su primera ventaja del juego.

Muchos pensaban que la carrera de Morse ya había terminado cuando terminó el 2013 bateando apenas .103 para los Orioles de Baltimore tras comenzar el año con los Marineros de Seattle, bateando .226 en 76 partidos. En la temporada muerta, Sabean -- a instancias de Bochy-- le ofreció un contrato de un año y $6 millones. Su cuadrangular en la octava entrada, como bateador emergente, empató el partido e inyectó nuevamente a AT&T Park.

Tras ser parte de los Gigantes que fueron a la Serie Mundial del 2010, la carrera de Ishikawa había ido cuesta abajo significativamente. En el 2013, Ishikawa jugó un total de siete partidos en las mayores con los Orioles y Yankees de Nueva York. Firmó como agente libre con los Piratas de Pittsburgh, solo para ser dejado en libertad en abril de este año.

Los Gigantes, quienes lo seleccionaron en el draft del 2002, los recogieron con un contrato de ligas menores y, tras las lesiones de sacaron de carrera a Ángel Pagán y Morse, movieron a Ishikawa de primera base al jardín izquierdo y el jueves le devolvió al equipo el favor con el cuadrangular definitivo que enviará a San Francisco a su tercera Serie Mundial en cinco años.

Y esa es una de las bellezas del béisbol. Los campeonatos se construyen teniendo en cuenta las necesidades y las improbabilidades del equipo como un conjunto completo.
Hay veces que las estrellas se alinean y hay veces que no, pero en esta noche esas decisiones de Sabean fueron la razón por la cual la champaña fluyó en el camerino de los Gigantes.