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Un equipo eficaz e inteligente

BUENOS AIRES -- River tiene la facultad de convertir lo previsible en real, una finalidad que persigue cualquier entrenador, pero son pocos los que logran alcanzarla. No se trata de algo tan común de observar en el fútbol de estos tiempos. Cuando aquellos partidos que en los papeles se presentan como sencillos y finalmente lo son, es porque hay una conjunción de cosas que se están haciendo bien. Esto es producto de desplegar un fútbol ambicioso, que sabe lo que quiere y que tiene bien aceitada el arma para herir a su oponente. Sin importar los intérpretes que coloquen en cancha. Porque los recambios le están permitiendo a Marcelo Gallardo llegar a los objetivos trazados. La base es el equipo, el conjunto, el colectivo. Aunque hay futbolistas que están atravesando por un buen nivel, siempre es el funcionamiento el que termina sobresaliendo por sobre los nombres. Tal vez por este motivo cuesta encontrar una figura que se destaque mucho del resto. Este pensamiento llega al punto de que, hablando con la gente en los diferentes estadios, cuesta encontrar una idea homogénea respecto de la figura. Quizás Teo Gutiérrez se convirtió en el emblema, pero también destacan a Carlos Sánchez, a Leonardo Pisculichi, a Jonatan Maidana y así continúa la lista hasta completar a los once titulares. Todos aportan algo positivo.

En el caso del choque de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana, ante Libertad, la premisa fundamental era no dejarse llevar por lo seductor del resultado de ida (3 a 1 en Paraguay). Ese rumor general de "asunto liquidado", podría haber resultado un arma de doble filo. Pero no lo fue. River estuvo concentrado y, más allá de algunos sofocones, eso le valió superar la fase y además benefició al técnico porque pudo hacer que descansen algunos futbolistas base de la formación. Participando en las dos competencias, el técnico debe armar el equipo pensando mitad en el compromiso más cercano y la otra mitad en el subsiguiente. Casi como un partido de ajedrez. Para mover una ficha hay que estar seguro del otro paso que deben dar.

El Muñeco está mostrando inteligencia y capacidad para regular los esfuerzos de cada engranaje. En esta semana que paso, casi todos tuvieron un tiempito para reposar los entumecidos músculos. Y los resultados cosechados fueron óptimos: tres jugados y tres ganados.

No sólo por su buen fútbol River es el equipo más observado. Hay muchos que siguen esperando que el cansancio lo aleje del objetivo. Y ahí regodearse con ese pensamiento resultadista del equipo que no ganó nada. Más allá de lo que suceda de aquí en más, no habría que cometer la torpeza de sacar a la luz temas vinculados con lo estético. Sería injusto para los propios futbolistas. Trataremos de evitar esos caminos. Porque despojarse de lo que ocurra en el epílogo sería fundamental para analizar el fútbol en su estado más puro.