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Cambio de escenario y de estrategia

La Serie Mundial cambia de escenario durante viernes, sábado y domingo, cuando las acciones se trasladan al AT&T Park de San Francisco, la casa de los campeones de la Liga Nacional.

Dos veteranos derechos, Jeremy Guthrie, por los Reales de Kansas City, y Tim Hudson, por los Gigantes de San Francisco, subirán a la lomita en el tercer encuentro del clásico de octubre, que se encuentra empatado a un triunfo por bando tras los dos primeros choques en el Kauffman Stadium.

A juzgar por el historial de ambos serpentineros, podría pensarse que la ventaja la tiene San Francisco.

A lo largo de 16 temporadas en las Mayores, Hudson suma balance de 214-124 y efectividad de 3.45, números muy superiores a los de Guthrie, con 83-100 y promedio de 4.23 en 11 campañas.

Sin embargo, el diestro de los Reales cerró fuerte el calendario regular, con victorias en sus tres últimas salidas, en las que sólo toleró una limpia 20.1 episodios y luego se fue sin decisión en su única apertura de postemporadas en su carrera, en la que trabajó cinco innings con una carrera y tres hits frente a los Orioles de Baltimore.

Además, las exigencias para Guthrie serán trabajar cinco o seis innings a lo sumo, caminar hasta entrar en la zona de los intratables Kelvin Herrera, Wade Davis y Greg Holland.

Hudson, en tanto, dominó a su antojo a los Nacionales de Washington en la serie divisional, con una carrera en 7.1 capítulos, aunque se fue sin decisión, al igual que en su apertura contra los Cardenales de San Luis en la serie de campeonato de la Liga Nacional, aunque en esa ocasión fue bateado con libertad, con cuatro limpias y siete cohetes en 6.1 tramos.

Además, tuvo un último mes del calendario regular para el olvido, con cuatro derrotas en cinco aperturas y efectividad de 8.72.

Para su alivio, Kansas City no podrá contar en su alineación con Billy Butler, pues no habrá bateador designado en estos tres partidos.

Butler estuvo caliente en los dos primeros juegos de la Serie Mundial y ha sido consistente a lo largo de toda la postemporada, con siete carreras impulsadas.

Su ausencia le hace un hueco a la alineación, mayor que el de Michael Morse en la tanda de los Gigantes. Una opción arriesgada sería colocarlo en un jardín, sobre todo por la mala racha del japonés Norichika Aoki, en blanco en siete turnos en la Serie Mundial.

Pero Butler es si acaso primera base y mandarlo a los bosques debilitaría considerablemente la defensa y podría costar demasiado caro. Mejor tenerlo como un emergente de lujo, el mismo papel que le quedará reservado a Morse con San Francisco.