LOS ÁNGELES -- Semana de Halloween. Y Miguel Herrera liberó fantasmas. Especialmente el de los conflictos en las convocatorias de Carlos Vela. Aunque hay más morbo que pánico saliendo de las criptas.
En la zoología despectiva del futbol mexicano, El Piojo muerde y La Hiena ríe.
Ojo: no hay sorpresas. Se había anticipado ya. Eduardo Hernández, representante de Vela, y su propio club, la Real Sociedad de San Sebastián, estaban enterados de la convocatoria.
El delantero sabía desde hace una semana que sería oficialmente convocado este martes. Su propio representante se lo debió informar. Y el propio club hizo lo mismo.
Es decir: si no hay sorpresa, no hay emboscada; si hay advertencia, no hay trampa. O en términos proverbiales: bajo aviso no hay engaño.
Y Vela sabe que no puede equivocarse. Es una decisión que marcará su futuro futbolístico a nivel internacional. Ya se dijo aquí: en el mercado de transferencias, despertó resquemor y recelo contratar a un jugador que reiteradamente decía no a su selección nacional.
La negativa de Vela sería punto final. No habrá más convocatorias y él seguirá viviendo bajo sus propias reglas en su primera patria futbolística y en su segunda patria estatutariamente.
Será, entonces, insisto, un apátrida futbolístico. Sin uniforme ni bandera que le pertenezca, como desertor deportivo, aunque eso no le convierte en un traidor a nada ni a nadie.
El derecho inalienable de elegir lo ejerce. No es un enemigo de los mexicanos, ni del futbol mexicano, aunque se le declare persona non grata en la selección mexicana.
Y si finalmente acepta, sin canonjías ni privilegios; sin reglas especiales ni prerrogativas, estará bajo la lupa de todos, especialmente del cuerpo técnico que empezará a estudiar comportamiento, devoción, compromiso y que en verdad decida integrarse al grupo.
Bien lo había explicado Miguel Herrera en Raza Deportiva de ESPNDeportes Radio. No le preocupaban los vestigios de la fascitis plantar, especialmente después de verlo 90 minutos con la Real Sociedad.
Es un hecho que de aceptar, serán Vela y diez más en los juegos contra Holanda y Bielorrusia. Es al jugador que el cuerpo técnico va a forzar y se va a esforzar, especialmente para que cumpla los cánones de cancha de Miguel Herrera: presión sobre la defensa en la salida, respetar la zona de recuperación hasta el primer tercio de cancha del Tri.
Pero, además, eso lo sabe El Piojo, Vela despierta respeto. Un tipo que apareció en la terna para mejor delantero de España, despierta escozor en cualquier entrenador rival. Un jugador que genera más amarillas y faltas en España, obliga a los adversarios a ser más prolijos en la marca.
Hay que recordar que la primera entrevista de Miguel Herrera con Carlos Vela, concretamente en San Sebastián, fue menos festiva y agradable que con el resto de los jugadores mexicanos en Europa, porque incluso quienes cuestionaron no ser invitados ante Nueva Zelanda, generaron buen impacto entre la comitiva del Tri, que prefería tipos inconformes, increpadores y proactivos, que la actitud displicente, relajada y casi desdeñosa de Vela en esa charla.
Con la madurez que van adquiriendo jugadores como Giovani y Chicharito, la experiencia de Guardado, reencauzado totalmente, el estupendo nivel de Héctor Herrera, hasta lo que alcance a aportar aún Oribe Peralta, con el talento de Vela integrado, sabe Miguel Herrera que ofensivamente cuenta con un plantel de garantía para la eliminatoria de la Copa del Mundo Rusia 2018.
Claro, aún hay personaje que el Tri no conoce. El mismo Oier Fano del Diario Vasco de San Sebastián, reconoció el trato especial que recibe el jugador, y para definirlo ejemplificó que por reglamento está prohibido que los futbolistas usen sandalias y ese es el atuendo preferido del mexicano, y que ha sido el origen de la fascitis plantar que recurrentemente le aqueja.
Y como en tiempos de Halloween, al soltar los fantasmas Miguel Herrera, veremos en quienes despierta pánico y en quienes despierta carcajadas.