<
>

El Clásico... corrompido por los desertores

LOS ÁNGELES -- Hay una tregua intolerable. Ocurre cuando ambos bandos desertan. No negocian, no pactan, sino que desertan. Y la deserción es un acto de traición.

Así ocurre en el Clásico Nacional. Se han estancado en una deshonrosa y lamentable tregua por deserción.

Era, en la cancha, el Clásico entre Chivas y América, una declaratoria de guerra despiadada deportivamente, pero inocua, inofensiva. Sin cuartel pero sin damnificados, a no ser los resultados deportivos.

Por años, por lustros, por décadas, el Clásico Nacional era una conminación a la pausa. El futbol mexicano, por años, se regía por la atención al concilio supremo de los dos rivales más populares, entonces y hoy.

Pero, hoy, qué ocurre. Leamos, aclarando que no se trata de fingir dramas ni teatralidades innecesarias. La autenticidad del Clásico nunca se prestó para hipocresías, aunque haya iniciado, aunque haya nacido, es cierto, como un mecanismo de mercadotecnia desesperado, porque la expectación por los agarrones entre Atlante y Necaxa se diluía.

1.- Hoy, el presidente del América, el líder general, a 18 puntos de distancia de Chivas, esgrime que "no me importaría perder el Clásico, si ganamos el título". ¿Puede de verdad Ricardo Peláez relegar o desdeñar una victoria sobre Chivas?

La respuesta más oportuna, digna, inteligente, genuina, debería haber sido algo como "ganar el Clásico hará más brillante el ganar el título". Pero, si el presidente de las Águilas piensa así, está en su derecho de ser genuino. El problema es que su mensaje dista mucho el de ser un líder de El Nido.

2.- Hoy, el director técnico del América, uno de los pocos en la historia del club que se ha especializado en perder clásicos, explica que tras las humillaciones ante Cruz Azul y Pumas, "tenemos una espinita clavada y trataremos de sacarla ante Chivas, pero más importante que ganarle es ser campeones".

¿En verdad Antonio Mohamed cree que un discurso complaciente como este puede estar a la altura de un Clásico Nacional, manejando con salidas conformistas, la falta de compromiso a la victoria?

3.- Hoy, el técnico de Chivas, agradece al América, a Televisa, a los directivos de ambas empresas, el haberlo formado como entrenador y el haberle dado las bases "para la preparación tan importante como director técnico".

¿En verdad José Manuel de la Torre cree que es el momento oportuno, en la víspera de un Clásico, para promulgar y hacerle caravanas a sus adversarios en turno como los mecenas de su carrera y de su aprendizaje?

Y entonces si pierde, será un abono a la deuda de gratitud que tiene con el América y con Televisa. ¿Si pierde, será empezar a devolverle la inversión de tiempo, dinero y esfuerzo que América y Televisa hicieron en él?

Es sin embargo, entendible en el caso del Chepo, que la alabanza a El Nido sea una andanada lanzada en otra dirección. Jorge Vergara ha dicho que De la Torre se formó en Chivas, y de esta manera, el Chepo, cobra venganza desprestigiando a su patrón y desvinculándose como técnico del cobijo vergarista.

Pero, se valen ese tipo de venganzas con la institución que es Chivas, su cuna amada, según él, de por medio.

4.- Néstor de la Torre ha dado un toque de congruencia al prohibir el intercambio público de camisetas, lo que no significa que en el túnel del Azteca no se pueda consumar el protocolo. Puede prohibirlo, pero no podría sancionarlo.

5.- Y hasta Jorge Vergara rehúye su devoción de provocador y bravucón en los Clásicos. Evita tanto hasta molestar al americanismo que prefiere desviar la atención del choque de este sábado y prefiere asegurar que a quien menos le vendería Chivas sería a Carlos Slim, porque "no tiene identidad con el Guadalajara".

Y esto tolera dos acotaciones: ¿embiste a Slim porque es el enemigo público número uno, financiera y futbolísticamente de Televisa, América y Azcárraga Jean?

¿En verdad habla de falta de identidad cuando Vergara fue atlista declarado toda su vida y de hecho antes de pretender comprar a Chivas, hizo reiteradas ofertas a los accionistas rojinegros, pero sin éxito?

6.- Y están los otros, los despistados. Ángel Reyna asegura que al pisar la cancha del Estadio Azteca espera los abucheos de 70 mil aficionados. Ojo Ángel, puede ser que no sólo te abucheen los americanistas, sino también los chivas, que en este momento se encuentran defraudados y estafados por tu paupérrimo rendimiento.

7.- El Diario Mural del Grupo Reforma ha descubierto que el autobús de Chivas es el mismo que desechó el América hace unos meses, porque simplemente no le gustaba. El Nido lo devolvió a la Mercedes Benz, y con una manita de gato pasó de ser el transporte americanista a transporte chiva. Plato de segunda mesa o vehículo de segunda mano.

Deserciones disfrazadas de treguas. Traiciones disfrazadas de treguas.

Sí: este Clásico Nacional es cada vez más corrompido por los desertores.