<
>

Una Copa "santificada"

ESPN

Podemos refutarle muchas cosas a Santos, unas de ellas es que si no se clasifica a la Liguilla, afrontará, indudablemente, una temporada apegada al fracaso, pero nadie puede objetar que este equipo ha crecido más que nadie en los ultimos 30 años y que casi siempre presenta una faceta altamente competitiva. Los grandes clubes están para ganar trofeos, no importando el valor de estos. Y Santos lo hizo.

LOS ANGELES, CA.- Sentí una profunda emoción cuando el joven portero Julio González detuvo el penalti que convirtió en gloria la húmeda, torrencial y dramática noche de futbol en Torreón. Santos levantaba el título de la Copa MX, cuyo valor, como torneo, puede ponerse en entredicho, pero de ninguna manera el trabajo y el desarrollo que Santos ha tenido como entidad futbolística en los últimos años.

Y puede que algunas voces hayan aparecido alrededor de este triunfo en la Copa para recordarnos, en medio de la celebración, de las medallas y el trofeo, que el equipo santista ha ligado siete jornadas sin victoria en el torneo y que su clasificación puede depender incluso de un tercero. Que el éxito -o relativo éxito- del martes por la noche ni siquiera garantizará la continuidad de Pedo Caixinha como entrenador.

Me parece que estamos ante un escenario distinto.

Ninguna otra organización del futbol mexicano -a menos que se quiera comprar con el Pachuca- ha tenido tan notable crecimiento en el futbol mexicano de los últimos 30 años. Un equipo pequeño que jugaba en un estadio pequeño en una economía mediana y que creció a niveles desproporcionados, hasta convertirse en un verdadero protagonista de nuestro futbol. Primero fue bajo el auspicio de Grupo Modelo (la tradicional empresa cervecera mexicana de orígenes hispanos) y luego -tras una terrible vacilación que incluyó a un personaje de poco celebre recuerdo llamado Carlos Ahumada- apareció, por fortuna, la figura de Alejandro Irarragorri, quien ha tenido la capacidad para encontrar los apoyos económicos y deportivos, tomar las decisiones adecuadas, rodearles de las personas idóneas y devolverle a Santos el rumbo con el que había redirreccionado su historia a finales del siglo anterior.

Irarragorri ha tomado algunas de las decisiones más trascendentes en la historia moderna de esta institución: fue el hombre que empujó y logró la construcción de un nuevo y moderno escenario (el Territorio Santos Modelo). Fue también el personaje clave en la desvinculación de Grupo Modelo -tras la llegada de los nuevos propietarios de la cervecería- y en la búsqueda de capitales locales para afianzar al equipo y ha sido el hombre importante también en el deseo de darle otro sentido a la parte deportiva. Santos se comporta hoy en día casi como una entidad europea, donde la disciplina, el trabajo y la planeación están muy por encima de la improvisación de otros en la misma liga. El resultado ha sido evidente: fuerzas básicas que producen futbolistas, jugadores extranjeros de altísimo nivel y de gran espectacularidad que han jugado en la camiseta verde e insisto, un equipo ganador, la imagen de un equipo que puede sufrir
tropiezos, sinsabores, perder finales o meterse en una mala racha, pero que siempre se preocupa por presentar un estado competitivo.

Estoy seguro de que Alejandro sabrá reconocer que Caixinha ha hecho un buen trabajo y que encontró, en el portugués, a un entrenador diferente que puede sembrar las bases del futuro futbolístico en la organización.

No hay Copas de primera o de segunda categoría. Las vitrinas de los grandes clubes siempre tienen espacio para Copas. Y Santos, en las últimas tres décadas, ha sido un equipo de alto protagonismo en la cancha. Felicidades para su gran afición, para los jugadores, para Don Pedro, para Alejandro, para Alberto Canedo y para todas las personas que hicieron del futbol, en La Comarca, otra vez, un auténtico "santuario".

@Faitelson_ESPN