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Matt Schaub y el frágil andar de un QB

MÉXICO -- La posición más aclamada dentro del emparrillado, con el jugador que toca el ovoide en prácticamente todas las jugadas ofensivas, es la de mariscal de campo.

Las líneas entre el éxito, los resultados moderados y el fracaso rotundo bajo centro son muy delgadas. Los ejemplos son diversos y las causas aún más, no obstante que siguen existiendo casos inexplicables tras el desplome de una carrera prometedora o incluso ya consolidada.

Matt Schaub encaja perfecto en la última referencia. Suplente de Michael Vick durante tres años en los Atlanta Falcons, Schaub fue canjeado a los Houston Texans por dos selecciones de segunda ronda previo a la temporada del 2007. Al cabo de siete campañas en Houston, Schaub se volvió el rostro de la franquicia y tuvo tres temporadas superiores a las 4 mil yardas.

Actualmente, el veterano de 11 campañas firmó un contrato con los Baltimore Ravens para ser suplente de Joe Flacco en el 2015. Ser suplente de Joe Flacco es el tercer puesto más seguro donde NO tendrás actividad detrás de la línea ofensiva, toda vez que el JMV del Super Bowl XLVII goza la racha más larga de juegos iniciados detrás de Eli Manning y Philip Rivers en la NFL.

El resultado de Schaub no me lo explico aunque el camino es fácil de rastrear. En el 2012 lanzó para 22 touchdowns y 4,008 yardas al frente de unos Texans que llegaron a la Ronda Divisional. Un año después, Schaub lideró la liga en pick-6's, fue a la banca y por primera vez en su carrera como titular lanzó más intercepciones que touchdowns.

En la Semana 1 de la temporada 2013, Schaub lideró una remontada de 21 puntos en la segunda mitad para vencer a los San Diego Chargers, con una actuación de tres touchdowns y 346 yardas por parte del mariscal de campo. Exactamente 363 días después, en la Semana 1 del 2014, Schaub fue testigo desde la banca mientras el novato Derek Carr se estrenaba bajo las luces de la NFL al mando de la ofensiva de los Raiders.

¿Cómo pasó un mariscal de campo seguro, ganador y de postemporada a ser suplente de un novato de segunda ronda... en menos de un año?

Aquí es cuando entran en acción las delgadas líneas que mencionaba. Schaub nunca fue espectacular ni hubiese brindado a los Falcons lo que Matt Ryan pudo desde su llegada. Solía tener un apoyo crucial en los acarreos de Arian Foster y llegó a comandar la ofensiva más eficiente de la NFL tras el engaño de carrera o play-action. Los factores se acumularon en su contra: en el 2013, Foster se perdió la mitad de la campaña por lesiones y la incapacidad de establecer el juego terrestre derivó en 21 capturas al cabo de 358 intentos de pase.

Schaub encabezó la purga de los Texans junto al entrenador en jefe Gary Kubiak al final de esa temporada, aunque firmó con Oakland poco después y acordó cifras salariales con tinte de titular. La historia ya la saben, Schaub tuvo su peor producción profesional detrás de Carr y ese mismo contrato que le devolvió la esperanza de alinear en la NFL fue demasiado costoso para mantenerlo en Oakland.

Algunos expertos plantearon el retiro inminente de Schaub, quien ha visto sus posibilidades de volver a iniciar un partido profesional disminuidas hasta casi cero. Ahora, le toca esperar sentado nuevamente a que Flacco se pierda su primer juego de campaña regular en 112 semanas consecutivas.

Una carrera que tardó más de cinco años en florecer y llevar un nombre --y un hombre-- a la valoración brillante en la NFL, tardó una campaña en desvanecerse. Una raya más al tigre dentro de los fracasos y controversias en la posición más compleja de ejecutar en el fútbol americano.