<
>

David Ortiz vuelve a cargar a Boston de la forma que solo él sabe hacerlo

BOSTON - Incluso después de todos estos años, uno de los bateadores más oportunos en la historia de los Medias Rojas de Boston sigue sin perder su gusto por lo dramático - y por la historia.

Restando un out para perder el partido, David Ortiz envió el juego a entradas adicionales con un lineazo hacia el jardín izquierdo central que Jake Marisnick no pudo atrapar, un batazo en conteo de 0-1 en una recta de dos costuras de 88 mph lanzada por Luke Gregerson que resultó en un triple impulsador de carrera.

Y entonces en la baja de la 11ª entrada, Ortiz conectó un cambio en conteo de 2-2 hacia el triángulo del jardín central, remolcando a Xander Bogaerts desde segunda base para darle a los Medias Rojas una victoria épica 6-5 sobre los Astros, otra marca en una semana de ofensiva eléctrica por todas partes.

Con su doble para dejar tendido al rival, Ortiz se unió a Barry Bonds y Hank Aaron como el tercer jugador en la historia de Grandes Ligas con 600 jonrones y 500 cuadrangulares en su carrera.

George Springer le dio a Houston la ventaja 5-2 en la parte alta de la segunda entrada cuando logró conectar una recta cortada de 90 mph a la altura de la cintura y la envió por encima del pizarrón de ThinkEnergy en el jardín izquierdo central para su segundo cuadrangular con bases llenas de la temporada. Desde ese punto, los Medias Rojas lograron volver poco a poco al partido, impulsados por el pitcheo de calidad en las entradas del medio del partido de parte de su abridor Clay Buchholz.

Ortiz conectó cuadrangular solitario que aterrizó en el bullpen del equipo local en la parte baja de la tercera entrada, y entonces Mookie Betts logró batir un tiro para doble matanza en primera base para traer al plato a Rutledge y recortar la ventaja de los Astros a 5-4.

Momento crucial: ¿Quién mejor que uno de los bateadores más oportunos en la historia de los Medias Rojas para darle vuelta al partido en la novena entrada? Ortiz dejó escapar un grito casi tan grande como él, apretando sus puños y agitándolos en el aire luego de deslizarse quieto en tercera base para asegurar su triple impulsador de carrera que igualó el marcador.

Ryan Hanigan energizó a la fanaticada en la parte alta de la novena con un tiro certero desde el hueco en los jardines para atrapar a Carlos Correa que intentaba robarse la segunda base. Y entonces en la parte baja del episodio, Xander Bogaerts conectó un rodado luego de conseguir conteo de 3-0, pero logró vencer el tiro de doble matanza en la primera base, dejando abierto el escenario para dramático hit de Ortiz.

Lo que significa: Desde la victoria del pasado domingo en la noche 5-1 en el partido final de su serie ante los Yankees, los bates de los Medias Rojas han estado encendidos en candela, a un ritmo casi histórico. Este es el sexto partido consecutivo en el que logran por lo menos 10 imparables, desde el pasado lunes donde desmantelaron a Oakland 14-7 y donde comenzaron una racha de cuatro victorias seguidas en la que lograron por lo menos 10 carreras en cada partido.

Pulgares arriba: Jackie Bradley Jr. finalmente fue colocado al puesto que ansiaba en la alineación, como segundo bate mientras Dustin Pedroia recibió el día libre. Se embasó por partido No. 20 de forma seguida, la mejor racha en las mayores en lo que va del 2016, colocando un cambio en conteo de 2-2 en el jardín central en la parte baja de la primera entrada. Desde el comienzo de su racha de bateo el 24 de abril, batea .415.

Pulgares abajo: Aunque sus cuatro entradas finales fueron más que adecuadas, trabajando casi de espaldas con su cambio y curva para provocar cinco ponches y un puñado de swings tirándole fuera de la zona, las primera dos entradas fueron Clay Buchholz fueron olvidables. Encabezado el grand slam de Springer, la gráfica de pitcheo en la segunda entrada de Buchholz se pareció a una pintura abstracta de Jackson Pollack, con puntos en todo el lienzo. De sus primeros 50 pitcheos, solo 29 fueron strikes.

Qué es lo que sigue: Los Medias Rojas cerrarán una estancia en casa sumamente productiva con un partido diurno de despedida, antes de salir hacia Kansas City el lunes para una serie de tres partidos ante los campeones defensores de la Serie Mundial.