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No todo es tenis

MAR DEL PLATA -- Estaba terminando de tomar un café con leche en la confitería del hotel, pronta a salir para el estadio Islas Malvinas, cuando el ruido de bombos y gritos invandió el salón.

Pensé primero que quizás eran hinchas argentinos que empezaban a manifestar su euforia copera o tal vez aficionados españoles que plantaban bandera en la calle para amedrentar a los locales. Nada de eso.

En la calle Hipólito Irigoyen, frente a la Municipalidad, un grupo de 100 guardavidas protestaba cortando la calle.
Acostumbrada a ver a los guardavidas en la playa bajo el sol, su hábitat natural, era raro ahora verlos en el asfalto, vestidos y golpeando bombos.

"Depende de vos, Gustavo", se leía en los carteles que sostenían algunos de los que manifestaban, en referencia al intendente de Mar del Plata, Gustavo Pulti.

¿Qué reclamaban? La inmediata municipalización del sindicato, que desde hace 18 años está fragmentado entre el sector público y privado.

Me acerqué a una señora para saber algo más sobre lo que estaba pasando y me señaló a un hombre: "Hablá con Ramón, él sabe todo".

Fui hasta Ramón Ruiz, secretario del sindicato de guardavidas de la ciudad, que me contó enojado que ya no quieren que haya empleados dependientes del sector privado, cuyos recursos serían más precarios de los que proporciona el Estado y, además, "no tiene en cuenta las necesidades de los trabajores".

Yo pensaba que la vida de los guardavidas era relajada, alejada de conflictos gremiales... tan cerca del bronceador y el mar.

Pero su trabajo no se reduce a plantar la banderita para que sepamos si el mar está peligroso o no, ni tampoco su vida es la de "Baywatch"... Son trabajadores que tienen la responsabilidad de la seguridad de las playas y que pretenden condiciones dignas de trabajo.

Seguramente a Ramón y a sus colegas no les importe demasiado que está por comenzar la final de la Copa Davis en su ciudad. Para ellos, hoy las expectativas pasan por otro lado. Y es bueno no ser indiferentes a lo que también pasa en Mar del Plata, más allá del tenis.