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De oreja y rabo

Bienvenidos a este blog de Golpe a Golpe, donde tendremos invitados especiales que comentarán los combates del momento y porsupuesto su participación en el mejor programa del pugilismo mundial.

Toca el turno al conductor del programa: Jorge Eduardo Sánchez

MÉXICO -- Hola amigos de ESPNDeportes.com, de antemano muchas gracias por leer este blog y también por seguir el programa por ESPN.

Lo hecho por Juan Manuel Márquez el sábado pasado en Houston ante Juan Díaz es digno de aplaudir, admirar y difundir.

Lamentablemente el público mexicano que gusta del boxeo, no pudo seguir esta pelea a través de televisión abierta, pues el combate fue transmitido solamente por HBO.

De cualquier manera, Márquez ha dado un paso que lo encumbra como uno de los mejores de todos los tiempos en las divisiones pluma, superpluma y ligero.

Márquez, se convierte apenas en el cuarto mexicano en ganar tres títulos en tres divisiones diferentes, al lado de figuras como Eric Morales, Marco Antonio Barrera y Julio César Chávez.

LA PELEA
Juan Manuel Márquez, estuvo en la cuerda floja ante Juan Díaz, el Dinamita sufrió en los primeros rounds, no pudo controlar los embates de Díaz en los dos primeros episodios. Su rival era un león hambriento que se estaba comiendo vivo al veterano. Márquez llegó a estar en malas condiciones, sobre piernas flojas, y con Díaz tirando izquierdas muy poderosas que se impactaban de lleno en su rostro. Márquez no sabía que hacer para sacarse de encima al Torito.

Inclusive, Márquez trataba de salir de los embates de su rival respondiendo golpe por golpe, lo que complicaba aún más su situación en esos momentos. Ese ha sido el error de Juan Manuel cuando ha enfrentado a Manny Pacquiao. Márquez, un peleador técnico, con un contragolpe soberbio, se "calienta" y cuando se ve lastimado, acepta intercambios prolongados, lo cual lo pone en una posición desventajosa para él. Es cierto, es un boxeador, y los peleadores se manejan por instinto en determinado momento, en su momento nos explicaba Nacho Beristáin ( manager de Márquez) que eso es algo, incontrolable, es la naturaleza de los peleadores. Es decirle al rival, no me has hecho nada, estoy bien y te lo voy a demostrar.

Sin embargo el sábado, Márquez fue obligado a refugiarse contra las cuerdas, la peor posición que puede llegar a tener un peleador como él que vive y sobrevive por el espacio.

Como pudo, Márquez, logró salir de esos dos primeros rounds, con el rostro maltrecho y con dos puntos debajo de un rival que no se puede más que elogiar. Díaz hizo el combate perfecto, acorraló a su rival, lo apretó, lo impactó varias veces de manera violenta y estuvo cerca de conseguir una victoria que lo hubiera colocado en un pedestal.

Juan Manuel Márquez tras su nocaut sobre Juan Díaz

Sin embargo, Márquez tuvo paciencia, no se desesperó, trabajó con cautela pero siempre incrustando sus limpios ganchos a las zonas blandas que fueron minando la resistencia de Díaz, pero que sobretodo fueron bajándole el ritmo ofensivo al Torito, justo lo que necesitaba Márquez para comenzar a trabajar. Es decir, primero sobrevivió y a partir del tercer round, comenzó realmente el combate.

Márquez, no perdía oportunidad de meter los uppers que tantas puertas han abierto en sus peleas, y esta no fue la excepción, Díaz utilizó una buena guardia, alta y cerrada que no permitía que entraran ganchos al rostro, por ello, el Dinamita tuvo que recurrir mucho más a los ganchos al cuerpo que Díaz trataba de bloquear dejando resquicios para que entrara el upper de Márquez.

La pelea fue muy cerrada, sin embargo, cuando Díaz bajó el ritmo, todos sabíamos que era cuestión de tiempo. Beristáin se dejó escuchar al término del séptimo round, diciéndole a Márquez en la esquina. "Ya le estás dando una paliza".

En el noveno fue el desenlace, pero la pelea realmente se acabó en el octavo. Márquez metía combinaciones largas y limpias, muy difíciles de defender. Por si fuera poco, Díaz había perdido velocidad, y la defensa de Márquez ya había diagnosticado cómo y por donde llegaban los golpes.

Díaz se cansó, y llegó el corte. Ahí sintió Márquez que era el momento, pasó de cazado a cazador. En el noveno, Márquez salió a terminarlo y así sucedió, y tenía que ser, con lo que no pudo defender el Torito toda la noche, con uppers. Un upper salvaje terminó con la pelea, encumbró a Márquez y lejos de pensar que Díaz hizo un papelón por perder con un hombre diez años mayor que él, más bien hay que darle su lugar. Díaz cayo con la cara al sol, y seguirá siendo un rival muy difícil de vencer, Díaz es un animal en el ring que muy pocos podrán controlar.

Hoy más que nunca hay que entender la trascendencia de Juan Manuel Márquez, un peso pluma que está noqueando ligeros naturales, sin tener la pegada de gente como Pacquiao, Valero, Alexis Arguello o Wilfredo Gómez. Y por si fuera poco, ha noqueado a peleadores que nunca habían perdido por esa vía.

Márquez, la vio cerca, y así será de ahora en adelante, veremos a Márquez sufrir cada vez más para ganar porque la oposición cada vez es más calificada, cada día que pase jugará en su contra y la posibilidad de la derrota será cada vez más cercana.

Márquez hizo un esfuerzo sobrehumano para ganar. A los 35 años, el Dinamita vivió un infierno y acabó con más gas que su joven rival, algo que solo se puede hacer cuando llevas una vida sana y completamente entregada al trabajo.

En México, no entienden la trascendencia de este atleta. Es más importante un empate a cero goles entre Tecos y Morelia, que el observar, disfrutar y difundir lo realizado por el mejor exponente en el boxeo actual de ese país.

Juan Manuel Márquez quiere enfrentar a lo mejor de lo mejor, sabe que el momento pasa, que el padre tiempo no perdona y que la hora del retiro está cerca. No tiene nada de malo que Márquez quiera ganar dinero, para eso ha trabajado toda su vida y realmente no ha logrado ganar grandes bolsas como en su momento lo hicieron Barrera, Morales, y ahora Pacquiao, Hatton, Hopkins O De La Hoya. Y, ¿quién puede decir que no se lo merece?.

Márquez debe ser selectivo de ahora en adelante, le quedarán 4 o 5 peleas de alto nivel con buena paga. Que quiera enfrentar a Floyd Mayweather parece un error, sin embargo, luce más como una provocación a Pacquiao que verdaderamente un reto al Pretty Boy.

Ahora lo que sigue, es voltear a Inglaterra para dentro de unos días, Observar a otro grande del boxeo mexicano en la recta final: Marco Antonio Barrera.