SAN JUAN, Puerto Rico -- Una vez más, Puerto Rico cumplió su asignación en el Clásico Mundial de Béisbol. Y lo hizo en el terreno, las gradas y las oficinas.
En el terreno, la tropa del dirigente José Oquendo ganó invicta el Grupo D y avanzó a la segunda ronda, que comenzará el sábado en Miami, junto a Holanda, Estados Unidos y Venezuela.
En las gradas, el estadio Hiram Bithorn celebró cinco grandes fiestas de colores y entusiasmo, casi siempre a casa llena, entre sábado y miércoles.
En las oficinas, tanto el comité gestor de la sede San Juan 2009 como las autoridades municipales, estatales y de las Grandes Ligas hicieron todo lo que tenían que hacer para que el show marchara casi a la perfección.
Si alguien no siguió el libreto del Grupo D fue República Dominicana, que se marchó temprano a casa luego de dos resonantes derrotas ante Holanda, pero ese es un asunto que escapó al control de los organizadores.
Ocho lanzadores se combinaron para lanzar blanqueada de seis hits y 13 ponches para que la escuadra boricua derrotara 5-0 a Holanda el domingo en el juego por el primer lugar del Grupo D. Ambos clubes ya estaban clasificados a la ronda de Miami.
Puerto Rico (3-0) se despidió de su público en gran forma y obtuvo un premio en metálico como líder y la ventaja de jugar en el partido nocturno de la doble cartelera inaugural en Dolphins Stadium. Los boricuas enfrentarán a Estados Unidos a las 8:00 pm, mientras que Holanda chocará con Venezuela a la 1:00 pm.
"Lo más importante era ganar frente a nuestra gente, dejar esa buena impresión", dijo José Oquendo, el manager de Puerto Rico. "Todo lo demás era secundario el domingo porque ya estábamos clasificados".
Los pitchers puertorriqueños fueron intratables por los bateadores rivales al permitir una carrera en 28 entradas (efectividad de 0.33) con 16 hits, ocho bases por bolas y 28 ponches.
De hecho, excepto por Panamá, que fue apaleado dos veces, el pitcheo dominó a su antojo toda la semana en San Juan.
Holanda, que consiguió los dos triunfos que le dieron su histórica clasificación a base de brazos, blanqueó a los contrarios en 30 de 37 entradas y terminó la primera ronda con efectividad global de 2.50.
A pesar del tremendo resbalón que significó salir del Clásico en apenas tres juegos, República Dominicana solamente permitió una carrera limpia en 29 episodios para liderar el grupo en promedio de efectividad con 0.31.
En el caso de Puerto Rico, su fortaleza más conocida es la ofensiva, que lideran los "Carlos", Beltrán y Delgado, el jardinero Alexis Ríos y los receptores Iván Rodríguez y Geovany Soto.
"Si alguien está sorprendido con la actuación de nuestros lanzadores, yo no me encuentro en ese grupo, porque todo el staff de coaches esperaba algo parecido", dijo Oquendo.
El capataz puertorriqueño anunció que en Miami repetirá la misma rotación de lanzadores abridores (Javier Vázquez, Ian Snell y Jonathan Sánchez) y de receptores (I-Rod, Yadier Molina y Soto) que utilizó en San Juan.
"Todos sabían que ese era el plan hasta el final", dijo Oquendo.
El manager de Holanda, el norteamericano Rod Delmonico, anunció que Sidney Ponson abrirá contra Venezuela el sábado.
"Estoy realmente orgulloso de Sidney, dentro y fuera del terreno. Alguien debería darle un trabajo, él puede lanzar en las Grandes Ligas", dijo Delmonico.
"El ahora tiene una niña de siete semanas que cuidar y pienso que alguien debería contratarlo", agregó.