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Aprendamos de la historia de Jacob Beltré

La semana pasada, sin mucho ruido ni fanfarria, el prospecto receptor dominicano Jacob Beltré, de 16 años, llegó a un acuerdo con los Padres de San Diego por un bono de $60,000, una fracción de lo que muchos creían que conseguiría hace unos pocos meses, cuando era considerado uno de los mejores prospectos de América Latina.

A principios de año, Beltré tenía la atención de decenas de cazatalentos de las grandes ligas. La demanda era tal que a fines de enero -- durante una práctica en San Pedro de Macoris -- su agente Kevin Nova me mostró un organizador diario repleto de pruebas programadas en varias academias de MLB en la República Dominicana.

Los equipos no sólo estaban impresionados con las habilidades de Beltré -- durante las prácticas de bateó solía sobrepasar por lejos los muros del jardín -- sino también con su actitud. Un director de talento internacional de la Liga Nacional, acostumbrado a lidiar con prospectos descarados y poco colaboradores, estaba prácticamente asombrado por la forma en la que Beltré seguía las instrucciones sin problemas y con entusiasmo durante las prácticas.

Los evaluadores de talento consideraban a Beltré uno de los mejores prospectos para el 2 de julio, un jugador que sin duda conseguiría un bono de seis dígitos. Sin embargo, pasado el 2 de julio, varios de los otros grandes prospectos habían firmado y sido presentados por sus equipos en conferencias de prensa formales en hoteles de lujo de la República Dominicana, pero Beltré seguía siendo agente libre.

Gary Sánchez, otro receptor dominicano de 16 años quien era considerado la mayor competencia de Beltré, recibió un contrato de $3 millones de los Yankees, lo que cambió las expectativas de Nova, Beltré y la familia del jugador. No pretendían recibir una oferta igual, ya que Sánchez era considerado un prospecto más desarrollado, mientras que muchos equipos se estaban preguntando si Beltré, un muchacho morrudo de 6'3 pies de altura, podía seguir desempeñándose como receptor. Sin embargo, la gente de Beltré esperaba, al menos, que su muchacho alcanzara los siete dígitos. Pero la oferta nunca llegó.

La suerte de Beltré empeoró poco después del 2 de julio, cuando contrajo un parásito que lo debilitó severamente. Su familia inicialmente pensó que se trataba de un virus estomacal. Pero tras varias visitas al médico descubrieron que era algo mucho más serio.

Beltré estuvo inactivo casi dos meses mientras intentaba recuperarse. El primer mes, estaba tan drenado que apenas podía comer, y mucho menos entrenar. Perdió casi 15 libras en una semana. Durante el segundo mes, Beltré rápidamente recuperó el apetito, pero no su fuerza física, lo que significaba que aún no podía entrenar. Al poco tiempo, resultó estar fuera de forma por tanto comer. Muchos equipos ya habían perdido el interés.

"Llegó un momento en el que Jacob ya ni siquiera sabía si quería seguir jugando al béisbol", dijo Nova en una entrevista telefónica el martes. "Estaba tan frustrado que ni siquiera quería asistir a las prácticas".

Hasta las ofertas de seis dígitos se habían esfumado. En enero, Beltré había estado en excelente estado físico y con la forma fisica de un "tight end" en el football americano. Para otoño, todo su trabajo había desaparecido. Si Beltré quería recibir un bono importante, tendría que transformar su cuerpo completamente, lo que hubiera significado meses de trabajo. Y Beltré simplemente no tenía el ánimo.

"Quería que estuviera listo para marzo", dijo Nova. "Iba a contratarle un entrenador personal. Pero perdió la paciencia. Vio que todos sus pares habían sido fichados. No podíamos hacerlo entrar en razón. Sólo quería firmar. Había creado un problema con la familia. Su padre también se estaba enojando. Yo sólo era su agente. No podía meterme con su padre. Tristemente, ya no quería trabajar".

Lo que sucedió con Beltré sirve de advertencia para todos los prospectos que aún no han firmado, e ilustra los riesgos que corren y la presión que deben soportar en el intento de cambiar la forma de vida de su familia. Beltré viene de una familia pobbre de Bani. Y aunque se perdió un cheque millonario, su familia igualmente se verá beneficiada por el bono de $60,000 que recibirá de San Diego.

"El padre no está encantado", dijo Nova. "Pero fue la decisión de Jacob. Ahora todos simplemente quieren verlo jugar".

Los Padres, por su parte, están contentos de haber fichado a un jugador quien alguna vez fue considerado un prospecto de primera por el monto que suelen fichar a los prospectos mediocres. Aunque el valor de Beltré había disminuido, el riesgo era bajo para los Padres, quienes ficharon a varios prospectos latinoamericanos de primera en el 2008 pero ninguno en el 2009, por ajustes presupuestarios. El acuerdo de Beltré con el equipo aún pende los resultados de una investigación de edad.

"Beltré se ve muy bien, esbelto y fuerte", escribió el director de talento internacional Randy Smith en un e-mail. "Su trabajo aeróbico aún está un poco bajo, pero no demasiado. Pensamos darle la oportunidad de trabajar como receptor y también usarlo en primera base para mantener su bate en la alineación. En Beltré vemos a un muchacho grande y fuerte con mucha fuerza en el brazo y potencia cruda. Si la potencia cruda no se transfiere al juego, tiene una opción adicional fuera de la lomita. Es difícil dejar pasar semejante físico y potencia".

Por ahora, la principal tarea de Beltré es recuperar el estado físico que tenía a principios de año y prepararse para el inicio de su carrera profesional. Aún no resulta claro a donde será asignado.

Otro prospecto de Nova fichado

El mes pasado, el lanzador Jochy Ogando, otro jugador representado por Nova, firmó con los Marineros de Seattle por un bono de $275,000. Nova dijo que Ogando esperaba recibir un bono más importante, pero que su valor disminuyó a causa de cansancio en el brazo.

"Su mecánica había cambiado", dijo Nova. "El muchacho estaba cansado de tanto lanzar, y entonces comenzó a arrastrar el brazo. No estaba repitiendo su descarga. Su velocidad disminuyó".

Nova dijo que Ogando firmó con los Marineros en parte para trabajar con el entrenador de pitcheo de ligas menores Nasusel Cabrera. También indicó que Ogando había estado cerca de firmar con los Angelinos de Los Ángeles el verano pasado, pero el acuerdo quedó en la nada cuando el equipo despidió al director de talento internacional Clay Daniel por irregularidades con los bonos.