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Las 5 bancarrotas de Gerardo Martino

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Álvaro Morales: "'Tata', si perdemos con Canadá, presenta tu renuncia" (2:04)

El especialista de 'Futbol Picante' habló fuerte al DT de la Selección Mexicana de cara al choque en Edmonton por la eliminatoria de Concacaf. (2:04)

LOS ÁNGELES -- La esperanza de Gerardo Martino está en Canadá, donde sólo hay iglúes en pie de guerra. Otra derrota, será el Waterloo para este Napoleón de las 5 bancarrotas. Estados Unidos lo emparedó por tercera vez, ahora en Cincinnati. La MLS que tanto ama, ha sido la Dalila de este Sansón rosarino.

Gerardo Martino tenía un periodo de gracia. Eligió vivir en desgracia. En 100 minutos en el TQL Stadium, cambió de nicho. Del escepticismo al pesimismo, del vítor al vituperio. El “dous-a-cerouuuu” es la onomatopeya de su fracaso. #FueraTata #TataOut, su epitafio mundano en redes sociales.

Hay una secuela de lápidas tras la derrota ante Estados Unidos. Almas en pena, peregrinos y plañideras. Cinco, al menos, las viudas, tras los disparos a mansalva de Weston McKennie y Christian Pulisic. Sí, las 5 bancarrotas del Tata.

1.- RESPETO…

Ha sido un proceso. Primero le perdieron el miedo, ahora le pierden el respeto. Ante el rebaño de Concacaf, el lobo ya no viste de verde. Ni siquiera en el Estadio Azteca. El búnker de Santa Úrsula es un jardín de niños para el visitante.

Y no sólo por las tres castraciones ante Estados Unidos. Apenas pudo vencer (2-1) a la versión “C” de Jamaica, y apenas pudo empatar (1-1) ante la diezmada Canadá. Golear (3-0) a una versión timorata de Honduras fue un paseo por la mentira, tras la expulsión de Maynor Figueroa al ’49.

El Rey Tuerto de Concacaf, pasó a ser el bufón de la corte. Ya no intimida, ilusiona. Será visto en la próxima Fecha FIFA, recibiendo a Costa Rica y Panamá. En Marzo, lo visita su némesis, el heraldo del “dous-a-cerouuuu”.

Hasta los cuervos perdieron el luto. El arbitraje, urgente y emergente rescatista de México, ha perdido el miedo y el respeto. Hoy, finalmente, parece decidido a marcarle como debe y cuando debe. Ya ni los buitres se acercan a su tumba.

Hoy, en la valoración del juego de México, más que de los puntos y como actual sublíder, el repechaje es el salvavidas de este Tri-tanic.

2.- DESPLOME…

Perdió el liderato y el invicto. Y, según los algoritmos chocarreros de FIFA, el Tri sería expulsado del paraíso. Queda fuera de ese listado ficticio de FIFA. Probablemente ocupe su lugar, sin usurparlo, Estados Unidos, si vence a Jamaica este martes.

Gerardo Martino tenía pegado el memorándum en su asador: ser cabeza de grupo para la Copa del Mundo de Catar 2022. Cada vez que se acercara a cocinar un vacío o una entraña, debía recordarlo. Quedan aún 21 puntos en subasta. Pero, EEUU parecer tener mejor parrillero y mejores pinches (ayudantes de cocinero) ante su asador.

México sólo ha sido cabeza de grupo en un Mundial que no ha organizado. Ocurrió en 2006. No fue nada favorable. Clasificó a cuartos de final con la gloria del panzazo, de carambola, perdiendo ante un Portugal (2-1) sin ocho titulares, y gracias a un empate entre Angola e Irán.

Si México no es cabeza de serie para Catar 2022, perderá bonos multimillonarios por parte de sus patrocinadores, y las televisoras no podrán incrementar sus cuotas a sus anunciantes. Por eso, la derrota ante EEUU, no calcina el alma, pero sí la cartera de Emilio Azcárraga Jean. Ahí duele, cuando su vaca favorita produce menos leche.

3.- EL DIVORCIO…

Gerardo Martino hizo declaraciones desafortunadas, desde el patíbulo donde lo subió EEUU. “Entiendo la importancia que tiene tener tres derrotas ante un rival, al que los mexicanos siempre quieren ganarle”.

El compromiso dejó de ser suyo. La afición no le pide que se sienta mexicano. Pero, le pide, que por 90 minutos, palpite como mexicano. Por 4 millones de dólares al año, no parece exigirle mucho. Pero el Tata (abuelo) les puntualizó que no son sus nietos futboleros.

Aunque la gente de su entorno pretende minimizarlo, especialmente su auxiliar Norberto Scoponi, al tacharlo como un exabrupto de alcoholizados, el virulento cadalso verbal vivido en el túnel en Cincinnati, fue más que un “fuera Tata”, pero, afortunadamente, fue muchísimo menos que una agresión física.

Refleja, sin embargo, el divorcio. Ganar, gustar y golear en Canadá, algo así como una ficción de George Lucas, provocaría una reconciliación mentirosa. Como un matrimonio en camas separadas.

Esto repercutirá de inmediato. México “N” (no hay pa’ más), jugará un amistoso ante Chile “E” (con E de emergencia), en Austin, una plaza poco abusada y ordeñada por las giras de banda de pueblo del Tri, el 8 de diciembre. Obviamente, SUM llorará centavos.

Con esta cruz a cuestas, y con un entrenador al que los sentimientos de la afición mexicana, no le entran en la letra pequeña de su contrato, ni de su sentido común ni de su ética, ¿habrá peregrinos del masoquismo, invirtiendo casi mil dólares por familia?

4.- CONTRATO…

Hace casi un año revelamos aquí, cómo la FMF, en el alborozo de los resultados, había extendido ya la renovación de contrato a Martino. El técnico argentino pidió esperar hasta después del Mundial de Catar. Su obsesión es una revancha con Argentina, especialmente con una Argentina sin Lionel Messi.

Algunos dueños de clubes ya mostraron su preocupación a Yon de Luisa, por el riesgo de una nueva clasificación. Hasta hoy lunes, varios propietarios de equipos, pidieron saber qué sigue. No exigieron, quede claro, no se atreven. Ni se indignarán públicamente. La ejecución sumaria de Jesús Martinez con el #PachucaGate fue una advertencia para todos.

El costo de rescisión del contrato de Martino no asusta al Tri. Una federación que factura cerca de 900 millones de dólares en un ciclo mundialista, no se preocupa por una bicoca. El temor es al ridículo de ratificar que se han equivocado de nuevo, al elegir un técnico extranjero por segundo período consecutivo.

Entiéndase: no es el dinero que pierden, sino el título de bobos que ganan.

Por lo pronto, el tema ha quedado archivado. Algo que no inquieta a Martino, especialmente cuando el LAFC de la MLS ya sondeó a su representante.

Recuerde: el Tri es la única selección que tiene cerca de 30 anunciantes distribuidos en dos países diferentes. Ningún multicampeón del mundo goza de ese privilegio. Vaya, apenas el 10 de noviembre, la empresa electrónica LG, una de las más poderosas en el mundo, anunció su filiación millonaria con la FMF como patrocinadora del Tri.

5.- SEGREGACIÓN…

Hay más allá de las otras cuatro bancarrotas citadas. Además de la deportiva, la financiera, la de credibilidad y la competitiva, Gerardo Martino enfrenta la de su liderazgo y su jerarquía como técnico de la selección mexicana.

Más allá de que el veto de jugadores como Javier Hernández no es sólo suyo, sino orden directa de la FMF y más allá, El Tata ha perdido el control del equipo. Desde dentro y hacia afuera. El poder se vuelve decrépito en la derrota.

Él mismo cayó en el garlito de los animadores gratuitos y de los asalariados del Tri. Ese, el del “fantástico tridente”, de la “tercia de ases”, del “triunvirato goleador de Concacaf”, del “trío galáctico”, cuando ha sido la mayor decepción.

No sólo ha sido un problema de un ‘Tecatito’ Corona en modo zombie, o de un Raúl Jiménez revolucionado, o de un ‘Chucky’ Lozano obsesionado con la heroicidad personal. Es apenas la punta del iceberg.

Héctor Herrera es la misma versión frágil que ya decepcionó al Cholo Simeone; mientras que Edson Álvarez amenaza con ser un nuevo Carlos Salcedo; en tanto que Luis Romo sigue embaucado por los falaces cantos de las sirenas que le musitan sobre Europa, y la artrosis de Andrés Guardado en las rodillas, se la ha subido al espíritu. ¿Sebastián Córdova? Mientras no le pongan un cinturón de castidad y Vick Vaporub en el pechito…

¿Y de la defensa? Ni hablar. Ya que ha tenido un ataque de sinceridad al manifestarse inmune a la ira doliente de los mexicanos, por perder ante Estados Unidos, ¿por qué no atreverse a soltar un “verdadazo”, y reiterar lo que dijo Juan Carlos Osorio? “Se viene una crisis de jugadores de calidad”. De decir pues, que es una “generación perdida”.

Además, el mismo Martino volvió a escupir ácido en la herida de sus jugadores. Por enésima vez, dijo, “falta intensidad”. Testosterona, pues. Compromiso, dignidad.

Pero, Martino aceptó que en el cierre del primer tiempo, su equipo se había caído anímica, espiritual y futbolísticamente. Tuvo 15 minutos para enderezarlo y fracasó. El equipo salió muerto al segundo tiempo, y Estados Unidos lo embalsamó. Y a El Tata, en la banca, se le hicieron engrudo las neuronas.

Visto así, el proceso de Gerardo Martino está muerto. Todos parecen saberlo, menos él, porque la FMF no se atreve a escribirle su esquela, su obituario, y preparar las exequias.

El epitafio ya está listo: “dousacerouuuu”.