Stan Van Gundy y Dwight HowardNoah Graham/NBAE/Getty ImagesStan Van Gundy lleva años escuchando que Dwight Howard está descontento con él
NUEVA YORK -- No se da todos los días, pero hay que recordar que Stan Van Gundy no es un cualquiera. Por más neurótico que lo percibamos, tiene una sensatez medular que finalmente lo lleva al punto donde quiere ir y donde puede funcionar óptimamente.

El Orlando Magic no es ese punto, aparenta concluir Van Gundy, quien el jueves en la práctica previo al partido ante New York Knicks, decidió emitir declaraciones que son el equivalente profesional de jalarle la silla a un jugador ofensivo en el poste bajo.

Van Gundy lleva años escuchando que su pívot estrella está descontento con él. Howard ha dicho en el pasado que se crió en un ambiente negativo y que sabe cómo lidiar con él, implicando que la manera de lidiar con el negativismo es separándose de éste. Pocos saben a ciencia cierta su verdadero pensar, y Howard ya es reconocido como una persona que, o cambia de parecer fácilmente, o quien dice una cosa en público y otra en privado.

Podríamos interpretar su deseo de ser traspasado a otro equipo, entonces como su deseo involuntario de descartar a un director técnico cuyo estilo detesta y a un gerente general cuya capacidad no respeta en lo absoluto. Esta especulación reza que Dwight idealmente no se querría ir de Orlando, pero las circunstancias (Van Gundy y Smith y una nómina tóxica que no permite cambios de personal inmediatos) lo obligan a hacerlo, contra de sus deseos de permanecer.

Tan pronto Howard cambió de opinión por enésima ocasión y optó por jugar la temporada 2012-13 con el Magic, comenzaron a circular rumores que parte del quid pro quo con Alex Martins, el Presidente y primer ejecutivo de operaciones del Magic, y superior directo a Smith, para que Howard ejerciese su opción, era que el jugador tendría la potestad de decidir si su actual director técnico y gerente general permanecerían con la organización al finalizar esta campaña.

Durante las últimas dos semanas, ese rumor no cesaba, pese a los esfuerzos de Van Gundy, Howard y la organización del Magic por sofocarlos. Aparentemente no cesaban, porque el rumor es cierto, según Van Gundy.

"Personas en nuestra gerencia me dijeron que era cierto. Vino desde arriba", declaró Van Gundy. "No me han dicho nada [acerca de un despido] ni tienen necesidad de hacerlo. Soy el técnico hasta ahora y lo seré hasta que decidan que no debo serlo".

Justo en ese momento en que Van Gundy compartía con un pelotón de periodistas boquiabiertos, se acerca el mismo Howard, quien escucha las últimas palabras de su técnico. Abrazando a Van Gundy con su brazo derecho, Howard preguntó: "Stan, ¿no nos preocupamos de eso, no es así?" Van Gundy respondió: "Es lo que acabo de decir. Tenemos que enfocarnos en ganar partidos".

El técnico y su estrella hablaron un poco acerca del partido ante los Knicks, cuando Van Gundy pidió permiso para retirarse. En ese momento, los periodistas abordan a Howard con la reciente declaración de su técnico. Howard escuchó lo último que dijo Stan, pero no lo primero. Cuando le leyeron las palabras de su técnico a Howard, el jugador pidió que citaran la fuente. Le insistieron que era Van Gundy, hace sólo momentos.

Howard entendió entonces lo que acababa de suceder y repitió su mensaje usual: "Lo único que nos concierne ahora es ganar un campeonato. Lo que suceda a fin de temporada está fuera de mi control. No soy el gerente general, no soy el dueño Rich DeVos. No soy el Presidente Alex Martins. Esa no es mi función. No le he dicho nada a nadie acerca de nada".

"Me desperté como lo hicieron ustedes ayer y ¿de repente quiero que despidan a Stan? ¿Qué gano si despiden a Stan con 12 partidos por jugar? ¿Quién nos dirigirá?"

Van Gundy se cansó de vivir una hipocresía, aún con 12 partidos por jugar. Sus palabras crean una dinámica que provoca y acerca su despido; algunos obervadores en Orlando piensan que se concretará en cuestión de horas, o días. Podría finalizar la temporada antes que lo despidan formalmente. Sus palabras crean unas condiciones de trabajo que provocarán algún tipo de cambio.

El técnico sabe que tendrá otras oportunidades de trabajo y que Orlando es el que perderá más si él tiene que abandonar su puesto involuntariamente. "Nadie tiene que irse a otro equipo si me despiden. No creo que eso preocupe a los jugadores. Nadie se va conmigo. En cuanto a que uno de los jugadores de más alto perfil exija que despidan a su técnico, será un tema de discusión&pero nadie debe preocuparse por mí", apunta Van Gundy, con despecho apreciable.

Añade Van Gundy: "Me irá bien. Si lo necesito, puedo hallar otro empleo. He ahorrado dinero, así que no tengo que ir a buscar un trabajo de inmediato. No debe existir preocupación alguna de lo que quiere Dwight ahora, honestamente. No se trata de eso".

Van Gundy le jaló la silla a Howard. Ahora es Howard y una desorganizada gerencia del Magic que nunca apoyó a un técnico capacitado ante los caprichos de la sensibilidad frágil de una estrella, los que tienen que lidiar con este desaguisado. Van Gundy cobrará el año restante de su contrato si lo despiden, y buscará otra plaza. Los Clippers y Trail Blazers evaluarían su incorporación, como mínimo, y ni hablar de equipos como Washington y Charlotte, que ya evalúan candidatos.

¿Qué técnico respetable querrá la plaza en Orlando con un petulante Howard como el capo dei capi? ¿Conseguirá Howard un técnico más capacitado que Van Gundy que sepa cómo exigirle sin herir sus sentimientos frágiles? Y si a la postre Howard exige traspaso a fin de temporada, cambiando de opinión una vez más, ¿no acabará el Orlando Magic sin la chicha ni la limoná?

El hara-kiri de Van Gundy lo libera de tener que soportar más ese cuchicheo.

Kevin Durant, Russell WestbrookAPDurant y Westbrook son importantes, pero es la defensa el gran cambio de OKC
NEW YORK -- Oklahoma City llevaba seis triunfos al hilo, incluyendo victorias ante Clippers, Lakers, Heat y Bulls. El lunes cayeron ante los demoledores Memphis Grizzlies, en el segundo partido de una serie de seis compromisos en nueve días para el Thunder.

Los Grizzlies, quienes vuelven a jugar como el equipo en el Oeste que nadie quiere enfrentar en los playoffs, sacaron ventaja de nueve puntos con 3:15 por jugar en el último cuarto en Oklahoma City.

En ese momento, apareció un arma emergente del Thunder: su defensiva.

Tras tres tiros a distancia errados, Memphis optó por acercarse al aro. Serge Ibaka repartió tapas a O.J. Mayo y luego a Tony Allen en un espacio de ocho segundos de juego. Zach Randolph erró un triple al cierre de la próxima posesión y al no tocar aro, Memphis no pudo intentar un tiro que tocase el aro en 24 segundos, perdiendo el balón. Seis posesiones ofensivas de los Grizzlies, cero puntos. El Thunder aprovechó el torniquete defensivo para acercarse a la distancia mínima de Memphis 87-86, antes que Mayo lanzara y diese al blanco con la daga: un triple definidor.

Desde que perdieron al entrenador asistente Ron Adams a los Chicago Bulls en 2010-11, Oklahoma City no imponía su defensiva como lo hace por momentos esta temporada. Esos momentos de calidad defensiva se alargan.

Adams, otrora coordinador defensivo el Thunder y ahora de los Bulls, logró que Oklahoma City obtuviese el octavo mejor equipo defensivo en 2009-10. Ante su salida del equipo, el Thunder cayó a décimo tercer lugar en eficiencia defensiva en la temporada siguiente. Esta campaña ascienden a undécimo, con su desempeño desde el Partido de estrellas en el costado defensivo considerablemente mejorado.

Memphis se conformó con un 39% de campo y 25% de triples. Chicago sin Derrick Rose encestó mejor tras la medialuna (33%) que frente a ella (30%). El Miami Heat cometió 21 pérdidas y encestó menos del 32% de triple.

Oklahoma City cuenta con baluartes en el costado sacrificado de la cancha. Thabo Sefolosha maniata al perimetral que le asignen. Serge Ibaka es una máquina intimidante de tapas. A Kendrick Perkins no se le puede desplazar en la llave con facilidad. La mejoría defensiva del equipo, sin embargo, responde a la mejoría en defensiva individual de su figura más laureada.

El departamento de estadísticas e información de ESPN estudió las jugadas donde Kevin Durant marcó uno contra uno a un contrario, y halló que su desempeño en esta categoría ha mejorado a tal grado, que se ha convertido sigilosamente en el mejor, estadísticamente, en ese aspecto en la NBA.

Cuando la estrella del equipo se pone las pilas en el costado defensivo, los demás compañeros se inspiran de su ejemplo; es un patrón que se repite una y otra vez en la historia de la liga. En Miami, LeBron James funge ese mismo papel y en estos momentos todavía Kobe Bryant le da esa chispa a los Lakers. Durant ahora asume esa responsabilidad con mayor frecuencia y eficacia, aunque pase desapercibido.

Durant ha aumentado de peso imperceptiblemente entre temporadas y ahora con mayor frecuencia pide y le asignan a la estrella del contrario a marcar. Ante Miami el 25 de marzo, Durant tuvo 12 jugadas donde marcó a un miembro del Heat individualmente (de 98 posesiones ofensivas de Miami). El Heat encestó sólo dos de 11 intentos, con una pérdida de balón. Ocho de esas 12 jugadas involucraban a LeBron James, quien sólo encestó una canasta contra la marca de Durant.

La mejoría de Durant en su capacidad de crear su propio tiro, de asistir a sus compañeros, de manejar el balón entre esta temporada y la previa es notable. Nada impactará a su equipo si se convierte en un defensa de élite. No ha tocado techo, pero toma pasos importantes para cumplir con su promesa.

LeBron James
Steve Mitchell/US PresswireLeBron James y el Heat son efectivos cuando se hacen pequeños
NUEVA YORK -- Desde que el Miami Heat arma el tridente, se percibe una ansiedad enorme acerca de la necesidad de incorporar un pívot que le dé mayor estatura a un cuadro chico. El director técnico Erik Spoelstra aparenta haber hallado una fórmula y combinación de personal favorecedor, pero las transacciones que lleva a cabo Pat Riley delatan esa preocupación por el tamaño.

La temporada pasada, el Heat optó por Zydrunas Ilgauskas y Erick Dampier, quienes titularizaron partidos en temporada regular hasta que Spoelstra optó por usar quien comenzó esa temporada como su titular, el relativamente bajo en estatura, pero móvil Joel Anthony.

Entre temporadas, el Heat fichó a Eddy Curry y ahora tras la fecha límite de traspasos, fichan a Ronny Turiaf, cuyo contrato fue transado por los Denver Nuggets tras el traspaso a ese equipo de Washington Wizards.

Cuando examinamos las alineaciones más chicas de Miami, notamos que mejoran en todos los rubros estadísticos principales, con una notable excepción:

Esta alineación saca del partido a Chris Bosh y a Joel Anthony e inserta a Udonis Haslem y a Shane Battier o a Mike Miller (o inclusive a James Jones, como en el partido ante Portland). Miami la ha usado por 141 minutos en lo que va de temporada, pero nunca la intentó ante el Thunder cuando jugaron el 25 de marzo en Oklahoma City.

Este tipo de alineación agrava lo que aún con su complemento de internos íntegro es una debilidad del Heat: su flojera en los rebotes defensivos. Miami le permite al contrario más segundas oportunidades. Sin embargo, el Heat mejora en los rebotes ofensivos; si el rival no baja el cuadro, LeBron James es un reboteador productivo como ala-pívot, y Haslem y Battier son muy disciplinados en los cercos reboteadores.

La ventaja es que el cuadro es defensivamente muy ágil, pueden intercambiar marcas en los bloqueos y si llegan a recuperar el balón, tienen los galgos para contragolpear. Aún cuando el contrario tiene un pívot dominante, como lo es Dwight Howard del Orlando Magic, Miami intenta neutralizarlo con dobles marcas o cuando recibe el balón, o cuando intenta driblar para entrar en ritmo o acercarse a la canasta.

Otra ventaja de este cuadro es que saca del partido a un jugador quien en el costado ofensivo no aporta mucho. Anthony le permite a los contrarios de Miami a marcar a sus cuatro compañeros con cinco jugadores. La presencia de Battier, Miller y/o Jones como amenazas tras la medialuna, le abre la cancha a Wade y a James a penetrar a mansalva.

Menciono esto porque el director técnico Scott Brooks y su cuerpo de asistentes en Oklahoma City tiene la tendencia marcada de dejar en cancha a Kendrick Perkins en una alineación estándar, aún cuando sus rivales bajan su cuadro y agilizan la marcha. Miami en esos casos mueve el balón en la media cancha con agilidad y presteza, hallando a uno de los internos contrarios fuera de posición. Ese interno permite un tiro perimetral abierto o una penetración.

En su choque el 25 de marzo, el Thunder abrió ventaja en el segundo cuarto cuando el cuadro estaba compuesto por Derek Fisher, James Harden, Thabo Sefolosha, Kevin Durant y Perkins. Con Durant como armador/ala-pívot, este cuadro más ágil forzó cinco pérdidas del Heat, sacándole 14 puntos de ventaja al cuadro visitante. Será interesante apreciar el miércoles por ESPN en Miami, si Spoelstra opta por desplegar un cuadro más bajo ante el Thunder.

Jeremy Lin y Tyson ChandlerNed Dishman/NBAE/Getty ImagesEl propio Gary Payton detectó en Jeremy Lin una buena dosis de confiaza en sí mismo
NUEVA YORK -- La lesión en los isquio-tibiales de Baron Davis y lo poco que le resta en el tanque a Mike Bibby asegura que Jeremy Lin preservará un papel importante en la rotación del equipo, incluyendo la titularidad, al menos hasta que termine la temporada.

Este joven, formado en el norte de California, era seguidor de los Golden State Warriors. Como sucede mucho alrededor del mundo, en su desarrollo como jugador, acudió a mentores que se formaron en su misma región, para poder mejorar.

En el caso de Lin, en el verano septentrional del 2010, su representante le consiguió una 'audiencia' con Gary Payton, futuro miembro del Salón de la fama y armador por años de Seattle Sonics. 'Bocaza' Payton, como le apodo, se formó en el área de Oakland, y ya había ayudado a formar a otro armador destacado de su área geográfica, Jason Kidd.

A Payton le intrigó de inmediato un atributo de Lin con el que se identificó: "Es confianzudo. Esa confianza que tiene, me recuerda a mí mismo. ¿La manera que saca la lengua y se ríe? Esa es una arrogancia confianzuda y esa es la manera que juega, y la manera que debe jugar," señala Payton.

Roger Montgomey, representante de Lin, le pidió a Payton que foguease al joven antes de la liga de verano de la NBA en 2010. "No me fogueo con muchos jugadores. Éramos Jeremy, mi preparador físico y yo".

Payton sometió a Lin a una serie de ejercicios que ponían a prueba sus destrezas como menejador de balón, tirador y su perseverancia ante pantallas. "Manejaba el balón muy bien. Tenía el tamaño y la capacidad de saltar. Me dije 'este chico podría ser bueno'".

Payton le enseño un giro muy suyo: avanzas contra el defensa que cierra espacios, te le encimas al pecho y cuando el jugador ofrece resistencia en una dirección, giras hacia la otra, con camino libre al aro.

En la cancha al aire libre en casa de Payton, el retirado armador subrayó la importancia de dominar el triple, porque los equipos preferirían apertrecharse en la llave para eliminar su dote mas obvio, su capacidad de penetrar con el drible.

Al revisar vídeos de Jeremy en la universidad de Harvard, Payton le llamó la atención acerca de un rasgo de su juego que no ha eliminado del todo. "Salta y se queda atorado'" señala Payton. "No ha aprendido a controlar su juego. Control quiere decir que cuando vas al aro a 160 kilómetros por hora, puedes frenar, leer lo que plantea la defensiva y exponer su debilidad sin titubear. Todavía no incorpora esa destreza en su repertorio."

¿Y qué tal el estado de la defensiva de Lin? Payton va al grano: "Tiene mucho que aprender. No marca, punto. Pero nadie marca, de todas maneras. Así no es la NBA, no tiene mentalidad defensiva. Los únicos equipos que marcan son Chicago y Miami," apunta Payton.

La evaluación final de 'Bocaza' Payton de su pupilo es honesta y directa, como Gary siempre lo fue: "Puede convertirse en un buen armador. No será un Chris Paul, o Deron Williams. Puede ser más bien un John Stockton, donde habilita la ofensiva: completar pases, encestar el tiro si está abierto y mejorar a los que lo rodean." Payton subraya que no piensa que alcanzará el nivel de Stockton, sino que su estilo de juego es similar al del legendario base armador del Utah Jazz.

Se reunieron en dos ocasiones más ese verano, en un gimnasio en Las Vegas. Lin aplicó lo que aprendió en esas escasas sesiones para impresionar a muchos en esa liga de verano, cuando jugó con el equipo de Dallas Mavericks. Será interesante ver hasta dónde llega este jugador muy capacitado, inteligente y dichoso.

NUEVA YORK -- En una nota que apareció en la edición del 19 de marzo de ESPNtheMagazine, Henry Abbott fustiga la mentalidad del 'hero ball', esa vertiente muy potente de la cultura baloncestística estadounidense de ver el deporte a través de sus estrellas. Le llamo a esa manera de pensar y ver el deporte la mentalidad del Matador.

No pueden imaginarse cuántas veces me preguntan a través de los medios sociales ¿quién es el mejor jugador en la NBA? ¿Quién es el mejor armador de la liga? ¿Quién es el mejor definidor de partidos?

Los que me hacen esas preguntas me tratan como el espejo de la Reina Grimhilde en el cuento de hadas de Blanca Nieves: 'Espejito, espejito mágico, ¿quién es la más hermosa?' En un deporte colectivo, son preguntas por lo general irrelevantes.

Dice Abbott que 'hero ball' es a la NBA como el poliéster es a la ropa. Pocos admiten que son adeptos, pero nunca desaparece del todo. La nota presenta el análisis de la empresa fundada por Garrick Barr, otrora entrenador asistente de Mike D'Antoni en Phoenix y fundador en 2004 de Synergy Sports Technology, cuyo propósito es catalogar y codificar cada movimiento en cada partido de NBA.

Desde ese año, Barr halló que la jugada más productiva es habilitar al jugador que corta al aro sin el balón (1.18 puntos por posesión de ese tipo). La lista de eficiencia de cada tipo de jugada es interesante:

EFICIENCIA POR JUGADA

Puntos por posesión 2004-12

Corte sin balón, 1.18

Contragolpe, 1.12

Remate, 1.04

PickAndRoll al desmarcador, 0.97

Tiro a pie firme, 0.93

Saliendo de pantalla, 0.88

Entrega en manos, 0.85

Poste, 0.83

PickAndRoll al portabalón, 0.79

Uno contra uno, 0.78

Fuente: Synergy Sports Technology

Es notable ver que el uno contra uno constituye el 12% de las jugadas en un partido, pero asciende a 19% de las jugadas en momentos definitorios (cinco minutos por jugar en reglamentario y prórrogas, con diferencia de cinco puntos o menos en el marcador). Synergy halló que cuando un jugador que busca una jugada uno contra uno que produce 0.78 puntos por posesión, pasa el balón, los puntos por posesión de su equipo aumentan a un 0.93. Sin embargo, los jugadores con el balón en un uno contra uno, lo pasan a un compañero apenas en el 20% de las ocasiones y solo 16% en la chiquita. Baloncesto de Matador en su máxima expresión.

Kobe Bryant promedia 0.5 puntos por posesión en momentos definitorio, muy por debajo del promedio de 0.72 en la NBA en ese tipo de situación. No obstante esa enorme ineficacia, Bryant continúa tercamente intentando tiros en el cierre de partidos reñidos. "No sé por qué", opina su compañero Andrew Bynum. Cuando se le pide que se anime a especular por qué, dice: "Porque a algunos jugadores se les paga mucho dinero para encestar tiros bajo presión y eso es lo que tienen que hacer".

El baloncesto del Matador tiene precedentes probablemente desde el comienzo del deporte mismo, pero se enraizó y popularizó cuando la liga comenzó a mercadear a sus estrellas individuales: Wilt, Dr. J, Bird, Magic y MJ. Hasta un tirador empedernido quien jugó previo a esa época, Rick Barry, siente desdén por ese tipo de juego: "¡Es una locura! No es buen baloncesto. No es baloncesto de alto porcentaje. ¿Por qué demonios quieres colocar a tu mejor jugador a luchar contra el mejor defensa del rival?"

Barry apunta a la razón por la cual los Matadores prefieren esa dinámica poco eficiente y eficaz: "Por más sobresalientes que sean estos jugadores, dificultan su propia labor en el deporte en estas situaciones. Si LeBron James en vez de irse en un uno contra uno o uno contra todos, saliese de dos o tres pantallas, no hay defensiva en el mundo que lo pueda frenar". Para el Matador, no sólo hay que anotar la canasta decisiva, hay que hacerlo con un alto grado de dificultad, contra la oposición más encarnecida, aún si, estadísticamente, intentar ese tipo de tiro es una absoluta tontería.

El Día de Año Nuevo, Bryant intentó 22 tiros en una derrota ante los Denver Nuggets. Retornó a la cancha con el marcador empatado a 76 en el último cuarto y falló siete de 10 intentos al aro. En efecto, guió a su equipo a la derrota con su insistencia en tiros muy exigidos, con sólo una asistencia.

Tras el partido, la prensa le preguntó a Bryant si quizás debió compartir más los intentos al aro en el cierre. La respuesta de Bryant es la clásica de un Matador: "Si me preguntas si debo intentar menos tiros, la respuesta es no. Todo comienza conmigo. Hago lo que hago. El equipo se nutre de eso y ese estilo no cambiará".

Esa confianza ciega se asemeja al la de el avestruz, que entierra su cabeza en la arena si percibe una amenaza. Carmelo Anthony de los New York Knicks anota 0.72 puntos por posesión en momentos definitorios, lo que lo convierte en un jugador promedio en ese menester, pero no en su mente: "Por supuesto que intentaré el último tiro. Seamos honestos: llevo nueve años intentándolos y he encestado un montón de ellos". El Matador nunca recuerda los que erró, ni lleva el conteo.

Aprendamos a valorar el habilitar a un compañero y completar la jugada apropiada. A LeBron James, otro de los Matadores de la NBA, lo acribillaron varios colegas y miles de aficionados cuando en el cierre de un intento de resurgimiento en Salt Lake City ante el Utah Jazz cuando, frente una doble marca en el cierre del partido, James decidió pasar el balón a Udonis Haslem, quien estaba absolutamente desmarcado en su punto favorito de la cancha para tirar. Haslem falló, el Heat perdió y a James lo criticaron. Imagino que el cuerpo técnico le dijo en privado a James lo que dijeron a los cuatro vientos en público tras el partido: James tomo la decisión correcta, sencillamente no se anotó la canasta.

Pero los Matadores tomaron nota: si cuando paso y tomo la decisión correcta me matan, de ahora en adelante las tiro todas. El difícil matar la mentalidad del Matador.

Woodson Mike
APWoodson ha ganado sus primeros 4 con NYK
NUEVA YORK -- Mike D'Antoni era un injerto poco afín a la cultura baloncelística del área de New York. Su 'renuncia' del equipo tras temporadas y media no fue lamentada por los directivos del equipo, jugadores, prensa o afición. El Garden disfrutaba de las explosiones ofensivas que por momentos desplegaba la mente ofensiva fértil de este director técnico, pero lo que pasaba al otro costado daba pena y vergüenza.

No me refiero al desinterés general de los Knicks en el costado defensivo. La adquisición de Tyson Chandler y la incorporación por vía del Sorteo de 2011 de Iman Shumpert mejoró al equipo en ese rubro hasta el punto que los Knickerbockers poseían la octava mejor defensiva de la NBA, en cuanto a puntos permitidos por cada 100 posesiones.

Lo que incomodaba a la afición en el Garden era la impunidad de los jugadores estrellas ante cada lapso defensivo y cada mala decisión a la ofensiva. D'Antoni adquiere ahora una reputación de ser una persona brillante en lo táctico, pero incapaz de lidiar con las imperfecciones de sus jugadores porque sencillamente no fiscaliza, no se les enfrenta. En Phoenix ese papel lo fungía Steve Nash y Alvin Gentry, pero en New York, nadie asumió esa responsabilidad después que el dueño Jim Dolan no renovó el contrato del guardaespaldas de D'Antoni, el otrora gerente general Donnie Walsh.

Dado que cojeaba por esa pierna, la gerencia de los New York Knicks empleó entre temporadas a Mike Woodson, quien fue su selección de primera vuelta en 1980 y quien fungió como asistente de Larry Brown cuando los Detroit Pistons se apoyaron de su defensiva para obtener un campeonato de liga en 2004, y recientemente como director técnico de los Atlanta Hawks.

En Atlanta, Woodson aglutinó un grupo de jugadores talentosos, pero con un coeficiente baloncestístico relativamente bajo, y los moldeó hasta llegar a semifinales de conferencia en años consecutivos. Sus equipos aumentaron el número de victorias por cinco temporadas al hilo.

Con los Knicks, Woodson predica fiscalización: los jugadores deben ser responsables por su asignación y cuidar que sus compañeros también cumplan con la suya. "Fiscaliza a los jugadores durante los partidos'" dice Tyson Chandler de su Nuevo director técnico. "En las prácticas, antes de los partidos, entre tiempos. Te mantiene al filo."'

Otro cambio sutil ha sido la reducción de minutos de Carmelo Anthony. Cuando le das una paliza a Portland por 42 puntos, no jugarás mucho, si eres la estrella de un equipo, pero ante Indiana, Woodson retiraba a Anthony de la cancha con tres minutos por jugar en los primeros cuartos, en vez de dejarle jugar hasta el final de estos, como era la costumbre de D'Antoni.

En estos primeros tres triunfos, Woodson no ha cambiado mucho los esquemas ofensivos o defensivos del equipo, como lo muestran las estadísticas siguientes:

OFENSIVA REJUVENECIDA

New York Knicks 2011-12

Bajo D'Antoni, Bajo Woodson

Posesiones/partido 108.0, 106.5

Eficiencia ofensiva 89.5, 105.8

% de campo 43.6%, 48.7%

% de triples 31.2%, 42.5%

Ptos/contragolpe 13.0, 22.3

El ritmo de juego es un más lento, pero la eficiencia ha aumentado vertiginosamente, en gran parte porque los puntos en contragolpe han aumentado. Esto indica que la mejoría principal de los Knickerbockers nace en el costado defensivo, lo que confirman las estadísticas siguientes:

DEFENSIVA MÁS INTENSA

New York Knicks 2011-12

Bajo D'Antoni, Bajo Woodson

Posesiones/partido 107.3, 109.5

Eficiencia ofensiva 89.9, 81.3

% de campo permitido 44.7%, 39.1%

% de triples permitido 37.3%, 30.9%

El mismo Anthony lo admite en una entrevista con el diario neoyorquino Newsday: "En mis últimos tres partidos, mi enfoque era tener una energía que no había tenido hasta ahora esta temporada, especialmente en el costado defensivo. Todos en este equipo saben, todo el mundo sabe que puedo anotar con el balón. No es tan importante para mí."

El éxito de Woodson dependerá de cómo motive a Anthony a jugar a su potencial en ambos lados de la cancha. D'Antoni intentó (a medias) y fracasó. El día de su renuncia, trató de venderle la idea a la gerencia y al dueño del equipo que un traspaso de Anthony por Deron Williams mejoraría a los Knicks e incorporaría a un jugador que encajaría mejor dentro del sistema de D'Antoni. Cuando Dolan rechazó esa opción, D'Antoni mencionó que sería mejor que él se retirase del equipo como técnico. Dolan no intentó persuadirle.

El ambiente gélido que reinará en cada rincón donde D'Antoni y Anthony estén juntos por su compromiso con entrenador asistente y jugador, respectivamente del Team USA en las Olimpiadas de London 2012 debe ser incomodísimo.

Woodson busca, como mínimo, clasificar a este equipo a la postemporada. Un triunfo en primera vuelta maximizaría su oportunidad de que le eliminen la etiqueta de interino. Es posible que Woodson calcule que, como interino, quizás el pisarle los callos a una estrella que tiene las manos ensangrentadas por despedir al técnico previo, consiga un mayor rendimiento del equipo, ensille ese caballo salvaje, y lleve a un equipo con talento, pero sin mucho juicio baloncestístico o cohesión a niveles inesperados. Veremos.

Andrew BynumGarrett W. Ellwood/Getty ImagesBynum está exhibiendo todo su poder en la línea frontal de los Lakers
NUEVA YORK -- ¡Qué semanita acaba de concluir Andrew Bynum! Los Lakers no lo envían a Orlando Magic por Dwight Howard, su producción en la cancha merece la designación de Jugador de la semana de la Conferencia del Oeste y ahora su equipo anuncia que ejercerá su opción de añadir una temporada más al acuerdo existente de Bynum por $16.1 millones.

"Es el pívot titular del equipo de estrellas del Oeste. ¿Por qué no haríamos lo imposible por retenerle?," declaró el gerente general Mitch Kupchak de los Lakers. "Estamos muy contentos de contar con él en nuestro equipo". Los Lakers pueden negociar una extensión adicional entre ahora y el verano septentrional de 2013.

En el mes de marzo, promedia 24 puntos y más de 13 rebotes, encestando el 66% de sus intentos. Pero las estadísticas que más impresionan de Bynum (más allá que sus 24 años de edad) es que promedia 41 minutos de juego en marzo y que ha jugado los 41 partidos en que ha estado disponible esta temporada. Bynum jugó en 82 partidos en sólo una de sus seis temporadas previas.

Como si esto fuera poco, la emergencia de Bynum comienza a avivar los susurros acerca de cómo los Lakers deben ejecutar en el cierre de partidos. No se le puede llamar un debate, porque hasta el director técnico Mike Brown se compromete medularmente con Kobe Bryant.

En su derrota en casa ante Utah Jazz, un equipo que jugó sin Al Jefferson, Earl Watson ni Raja Bell, Bryant erró 17 de sus 20 tiros, muchos de ellos abiertos y cerca del aro. ¿Cómo reaccionó Brown? "En mi opinión, los intentos que tuvo [Bryant], es nuestro definidor. Jugaría ese partido una y otra vez y le pediría que intentase esos mismos intentos y si encestara tres de 20, entonces encesta tres de 20. Restarle protagonismo cuando consigue esa calidad de tiros es algo que no haré".

El problema de los Lakers es que, esta temporada, viven del cuento. El desempeño de Kobe Bryant en momentos definitorios afloja en 2011-12. Según Synergy Sports Technology, el promedio de puntos por posesión en momentos definitorios (definido por los últimos cinco minutos del reglamentario o en prórrogas cuando la diferencia entre los equipos en el marcador es de cinco puntos o menos) en toda la NBA es de 0.70 puntos por posesión. Kobe Bryant produce 0.52 puntos por posesión; por debajo del promedio de la liga, lejos.

En otras palabras, si le dieras a Bryant todos los tiros en un partido, bajo condiciones de partido reñido, los Lakers anotarían un poco más de 50 puntos en un partido de NBA.

Bynum no es, y seguramente nunca será el heredero de ese papel de liquidador de partidos, pero por momentos da destellos de altísimo rendimiento. Ante Utah, Bynum anotó 12 de 14 intentos al aro. Bynum no merece, en esta coyuntura de su carrera, intentar 20 tiros o más por partido.

Brown describe la coyuntura en la que Bynum se halla en su carrera: "Sólo intentará ciertos tiros por partido porque cada vez que toca el balón, lo doble marcan. Tendrá que pasar el balón al jugador desmarcado y otro tendrá que anotar. Cuando eres un pívot, es fácil que te desarticulen. El que haya anotado 33 puntos (ante Utah) cuando lo doble y triple marcaron en casi cada posesión es un testamento de su capacidad".

Bynum tiene asignaciones pendientes. La primera es durabilidad y confiabilidad, lo que intenta contestar con su marca personal de 36.2 minutos de juego. La segunda es su porcentaje de tiros libres, que este año apenas supera el 66%. Alcanzó el 74% desde la línea de los suspiros en 2009-10, nivel que sigue siendo su marca personal.

El tercer renglón de mejoría es el del control del balón. Ha acumulado cuatro pérdidas o más en 14 de los 41 partidos en los que ha jugado, incluyendo siete en la derrota ante los Washington Wizards. Bynum no anticipa las doble marcas, no reconoce a tiempo la zona que se evacúa para que el equipo contrario lo doble marca y no halla al compañero desmarcado. En la temporada 2007-08, sumó más asistencias que pérdidas por primera y última vez en su carrera. Acumular más asistencias que pérdidas como pívot es un logro Dwight Howard nunca ha alcanzado en una temporada en la NBA; Shaquille O'Neal lo consiguió en siete de sus temporadas en la liga.

En el Partido de estrellas en Orlando, Bynum fue el peor jugador de los 10 titulares en cancha. Desentonaba; estaba un poco lento. Quizás su siempre dolorosa rodilla derecha le molestaba más de la cuenta. Una vez fue a la banca tras jugar seis minutos y fallar sus tres intentos al aro (uno tapado por Howard), no jugó más.

En el pasado, hemos visto destellos de grandeza de Bynum por una o dos semanas, seguidos usualmente por una interrupción causada por lesión o desgaste. Todavía le queda un tramo muy largo, antes de convertirse en el pívot más completo en la NBA. En una liga que desfavorece a sus internos, impresiona presenciar a un elefante danzante que por momentos desequilibra. Le corresponde a Bynum alargar esos momentos.

LeBron James
GettyLeBron James a la ofensiva contra los Suns
NUEVA YORK -- Una seguidilla de 12 partidos fuera de casa en sus próximos 15 compromisos comenzó la noche del martes con un revés ante el Miami Heat. Los Phoenix Suns disfrutaban de una ventaja máxima de 10 puntos que perdieron con un parcial de 17-0 permitido en el último cuarto.

Ese tipo de flojera defensiva cuando hay que liquidar partidos no es un buen augurio para Phoenix, que enfrenta partidos en Orlando, Indiana y Cleveland, así como cotejos en casa ante San Antonio en esta coyuntura de la temporada.

Sin embargo, hay que reconocer una mejoría en un equipo que comenzó esta temporada tronchada con marca de 7-13 y desde entonces produce una foja de 16-10. Cuando arribó a este equipo la temporada pasada, el pívot Marcin Gortat declaró que era la peor defensiva que él había presenciado en su carrera. Gortat no mintió.

Por años, el director técnico Alvin Gentry insistía que su equipo enfatizaría más mejorar su rendimiento defensivo. Previo al comienzo de esta temporada, Gentry aprovechó la salida de Rick Adelman de Houston Rockets y su lenta incorporación a Minnesota Timberwolves para hacerse de los servicios de la mano derecha de Adelman, el especialista defensivo Elston Turner.

Curiosamente, Turner era un finalista cuando los Suns contrataron a Terry Porter como director técnico en 2008. Porter retuvo a Gentry como asistente. Gentry tomó las riendas tras el despido de Porter y este verano fichó a un Turner inesperadamente disponible.

De repente, un equipo que era el octavo peor en cuanto a porcentaje de campo permitido, ahora asciende a décimo octavo en la NBA. En cuanto a puntos permitidos por intento del contrario, los Suns se hallan en duodécimo lugar en la NBA esta temporada, comparados con su décima octava ubicación en el escalafón defensivo en la NBA en 2010-11.

Los fundamentos defensivos de Turner son fundamentales: la prioridad es proteger la llave y obligar a los oponentes a lanzar sobre un defensa (interponerse entre el tirador y el aro).

"Lo que insisto funciona, siempre y cuando cuentas con los jugadores idóneos", apunta Turner. "Tenemos algunos jugadores con los ingredientes necesarios; estatura y capacidad atlética".

Turner, quien como jugador en la NBA marcaba a escoltas y aleros primordialmente, estableció un sistema de medición estadístico de esfuerzo defensivo. No esperó a instalarlo esta temporada, sino que lo implementó con los vídeos de todos los partidos de Phoenix en 2010-11.

"Será un cambio para estos jugadores, porque adaptarse a este sistema no es fácil", observa Turner. "Anotar es divertido. Marcar es difícil. Anticipo un poco de resistencia, pero estoy preparado para este desafío".

"Cambió mi manera de pensar en algunos renglones", admite Gentry, "en cuanto a cuándo y dónde ser agresivos defensivamente, lo que nos sacaba de posición y cobertura defensiva fundamental. Elston es un poco más conservador, en cuanto a proteger el aro y la llave".

Turner y Gentry enfrentan un problema. Si es verdad que el armador Steve Nash es un maestro de eficiencia ofensiva, sus dolencias en el otro costado de la cancha debilitan a los Suns; costo que no puede ser minimizado.

"Alinearé a jugadores detrás de él para protegerle", dice Turner acerca de Nash. "Él entiende la noción de defensivo en equipo. Ocupará espacios y se colocará en los lugares correctos en la cancha. En cuanto a frenar a Russell Westbrook o a Derrick Rose, ¿quién es capaz?"

"Hemos rendido un buen trabajo conteniendo la penetración con el drible", señala Gentry. "Si no rotas ante la penetración con drible, puedes mantener a tus internos marcando a los suyos y los rebotes ofensivos dejan de ser un factor importante".

El rebote ofensivo permitido al contrario es la asignatura pendiente de este equipo. Phoenix es el octavo peor equipo reboteador defensivo en la NBA. Muchas veces están fuera de posición precisamente porque Nash permite penetraciones, obligando al resto del equipo a rotar a tiempo. No en balde el corte es el tipo de jugada mas eficiente que usan las ofensivas contrarias contra Phoenix (1.25 puntos por posesión), seguido por el remate del rebote ofensivo (1.17 puntos por posesión), según Synergy Sports Technologies.

La mejoría defensiva de Phoenix es modesta, pero eficaz. Turner, Gentry y los jugadores de los Suns entienden que mejorar su rendimiento en está área es la clave a clasificar a los playoffs.

Kaleb CanalesAPEl hombre nacido en Laredo, Texas, es el entrenador más joven de la NBA, con apenas 33 años
NEW YORK -- Cuando el dueño Paul Allen de los Portland Trail Blazers limpió la casa con su masacre de la fecha límite de traspasos el pasado jueves 15 de marzo, no sólo se deshizo de jugadores que consideraba no rendían a la altura de sus contratos, sino que despidió a un respetable director técnico que había perdido el respeto y la atención de su escuadra. Nate McMillan vio a los Blazers perder en sus últimos cinco partidos al mando por déficits de 14, 12, 12 18 y 17 puntos antes de caer por 42 ante los New York Knicks.

"Ya era hora", observa el gerente general interino del equipo Chad Buchanan. "Era injustificable que McMillan permaneciese por 22 partidos más. No se esforzaban bajo su dirección. Así lo entendía él. Él vio lo mismo que apreciábamos."

Portland era un equipo abatido, sin motivación alguna, que peligraba perder su dignidad y profesionalismo. Allen actuó tajantemente, izando la bandera blanca por el resto de esta temporada.

Con entrenadores veteranos como Bernie Bickerstaff, Bob Ociepka o el entrenador asistente y otrora jugador Buck Williams como candidatos, Allen decidió colocarle las riendas del equipo a Kaleb Canales, un joven de 33 años de edad que comenzó su carrera con los Blazers como su coordinador de vídeo. Allen ya sabía qué podía esperar de sus entrenadores veteranos, y en esencia le planteó una prueba de 22 partidos a este joven tejano de ascendencia mexicana.

De hecho, dependiendo de cómo usted perciba la identidad hispana del director técnico Mark Jackson de Golden State Warriors, cuya abuela materna era dominicana, Canales es el primer o segundo entrenador de ascendencia hispana en la NBA.

Su madre dedicó dos décadas como funcionaria del distrito escolar de Laredo y su padre barajaba dos trabajos, incluyendo uno como vendedor de ropa. A Canales le brota esa dedicación al trabajo por los poros.

Según relata David Eldridge en su excelente perfil de Canales en NBA.com, Kaleb buscaba una pasantía con un equipo de NBA que pudiera aplicar como parte del currículo de Virginia Commonwealth University. Comenzó como coordinador de vídeo (un editor de vídeo con un título despampanante), luego le agregaron responsabilidades como desarrollo de jugadores y luego entrenador asistente. Desarrolló una reputación como, el miembro de la organización más trabajador.

Kaleb Canales
APPrzybilla abraza a Canales después de la victoria ante Chicago

Apostó con el otrora gerente general del equipo Kevin Pritchard que siempre llegaría al trabajo antes que él. Lo que Pritchard se enteró tras perder varias de estas apuestas, era que Canales pernoctaba en las instalaciones del equipo, contentándose con comer lo que podía preparar en la cocina de la sede de la franquicia, bañándose en las duchas de los jugadores y durmiendo en un sofá en ese recinto.

Pritchard está a punto de publicar un libro con sus experiencias en la NBA y dedica un capítulo de su libro a la experiencia de Canales con los Blazers  capítulo escrito mucho antes que Portland ascendiera al méxico-estadounidense.

Tiene otro rasgo muy latino: enfatiza el contacto físico. Dice Rich Cho, otrora gerente general del equipo y hoy fungiendo esa misma posición con Charlotte Bobcats: "Es una de esas personas que siempre caen bien. Es sumamente positivo. Me visitaba a la oficina y me abrazaba cada día. Usa mucho el contacto físico, de una manera cabal. Es un gran trabajador. Me cae muy bien y me alegro mucho por él."

Jugó baloncesto competitivo por última vez en la preparatoria, midiendo 1.80m (5'11"), como ala-pívot. Nunca jugó en la universidad de Texas en Arlington, pero fungió como el estudiante administrador del equipo. Antes de unirse a los Blazers, era asistente de dos escuelas preparatorias en Laredo.

Pero como otros directores técnicos en la NBA, su trabajo como editor de vídeos y como desarrollador de talento lo puso en contacto y le permitió entablar un lazo muy fuerte con la joven y futura estrella del equipo. Mike Brown, Lawrence Frank y Frank Vogel siguieron ese camino. Y el ejemplo clásico es Erik Spoelstra, cuyo desarrollo del repertorio ofensivo de Dwyane Wade lo convirtió en el candidato idóneo a la jefatura técnica del Miami Heat.

En el caso de Canales, su proyecto fue LaMarcus Aldridge. "Nuestro preparador físico ya lo conocía después que lo seleccionamos en el Sorteo de 2006. Fuimos a Dallas a comenzar a entrenarlo. Nos visitó en nuestro hotel a las 8:00 de la mañana y hemos estado creciendo y conociéndonos juntos desde entonces," apunta Canales.

El tiro de media distancia que Aldridge desarrolló después de ingresar a la NBA es producto de horas de trabajo abnegado del canastero junto a Canales. Ese tiro por fin le valió al ala-pívot su primera selección a un partido de estrellas de la NBA.

De hecho, Canales usó su conocimiento de la capacidad de Aldridge para apuntarse un impresionante triunfo por 100-89 ante los Chicago Bulls en su debut como director técnico interino. Aldridge notó que en el triunfo ante Washington Wizards la semana pasada, no lo doble marcaron cuando se colocaba en los codos (el área a los extremos de la línea del tiro libre).

Ante los Bulls, Canales lo colocó en esa parte de la cancha y Aldridge respondió con un sólido partido en el que anotó más de la mitad de sus intentos de campo.

Canales tendrá que demostrar que merece perder la etiqueta de 'interino' al finalizar esta temporada. Existe un precedente que le favorece: en 1989, Allen despidió a Mike Shuler con 35 partidos por jugar en la temporada y le colocó las riendas del equipo al joven asistente Rick Adelman.

Pase lo que pase, Canales disfrutará esta oportunidad y otras que se le presentarán. "Me siento tan afortunado de haber nacido y formado en la ciudad de Laredo. Lo más emocionante es que los niños ahí pueden soñar. Quiero que entiendan que con fe, trabajo muy duro y perseverancia, esos sueños se convierten en realidad," afirma Canales.

Kevin GarnettElsa/Getty ImagesKevin Garnett está en el último año de su contrato con los Celtics.

NUEVA YORK -- Kevin Garnett juega en el último año de su contrato, un acuerdo que le paga $21.2 millones esta temporada y lo convierte en el cuarto jugador mejor pagado en la NBA. Cumplirá 36 años de edad a mediados del mes de mayo, pero al no jugar baloncesto universitario, sus rodillas y cuerpo tiene un kilometraje mayor.

Los Boston Celtics comenzaron la temporada con la esperanza que todavía le restaba a su senescente tridente una temporada más de logros. Si para el mes de marzo los Celtics eran contendientes genuinos al título, quizás la gerencia efectuaba un par de traspasos para reforzar su núcleo y rotación. El acuerdo por $10 millones también expira a fines de 2011-12. Si ambos quieren retornar a los Celtics, lo tendrán que hacer con un contrato drásticamente reducido y un papel definitivamente más limitado.

La expectativa y los planes del equipo no se cumplieron. Su capitán, Paul Pierce, comenzó la temporada lesionado y el arranque de los Celtics los condena ahora a aspirar solo a terminar en primer lugar en su división para así asegurar la localía en una primera vuelta de los playoffs. Pierce se encamina a producir su peor porcentaje de campo en las ocho temporadas en que ha jugado bajo la tutela del director técnico Glenn 'Doc' Rivers.

Lo que no anticipaba nadie en Boston, es que la posición de pívot estuviese tan desprovista. Jermaine O'Neal no sólo ha estado lesionado, también se le ha visto por momentos desinteresado al jugar en un equipo que él piensa no puede aspirar al campeonato. Se escuchan susurros que O'Neal podría transar su contrato en Boston para fichar y retornar con el Miami Heat. Boston ya no cuenta con él.

Por necesidad entonces, Rivers colocó a Garnett como pívot a partir del partido del 22 de febrero ante el Oklahoma City Thunder. Entre esos 12 partidos hasta el que jugaron ante Denver Nuggets, Garnett promedió 17 puntos, 9.3 rebotes, 1.3 tapas y un 56% de campo, casi siempre jugando como pívot.

Ese promedio de 17 puntos por encuentro lo ubica entre los cuatro mejores pivots en la NBA. Dwight Howard promedia 21, Al Jefferson 19 y Andrew Bynum 17.7 tantos por cotejo.

Como ala-pívot, ya se le notaba el paso de los años a Garnett, incapaz de desplazarse con la velocidad lateral de inclusive otros ala-pivots. Jugando como pívot, KG es uno de los más veloces, ventaja que no desaprovecha. Hemos visto cómo un pívot móvil o un ala-pívot es aprovechado una y otra vez por los rivales de Kendrick Perkins en Oklahoma City, así que Rivers halló su fórmula en un partido ante un rival que fue su jugador y conocía bien.

"Pienso que juega muy bien", opina el presidente de operaciones deportivas Danny Ainge de los Celtics. "No me sorprende. Kevin puede jugar cualquier posición y jugarla bien. Es un jugador inteligente, entusiasta y juega a un alto nivel en estos momentos, lo que es divertido presenciar".

El riesgo que presenta esta táctica es el castigo que recibiría Garnett con rivales veloces y corpulentos, como Howard, por ejemplo. Desde que Garnett se operó la rodilla hace casi tres temporadas, sólo se ha ausentado de un partido por lesión, al no jugar contra Detroit el 15 de febrero con una molestia en la cadera izquierda. Se ausentó de dos partidos más por un tema de índole personal.

"El cuerpo de Kevin es de tal tipo que no lo quiero ver estrellándose mucho. En ciertas noches, Brandon Bass marca a los pivots de mayor peso y corpulencia, así que jugarán ambos como pívot por turnos", observa Ainge.

El viernes Garnett apenas pudo contra Demarcus Cousins, precisamente el tipo de pívot veloz y corpulento que teme Ainge. Cousins anotó 20 puntos contra los 10 que aportó Garnett. El sábado Bass titularizó como pívot, para encarar la dupla Timofey Mozgov y Kosta Koufos de los pepitos.

El que la muñeca de O'Neal y la condición cardiaca de Chris Wilcox margine a los dos pívots naturales en el elenco de Boston le pone mucha presión a Garnett de que juegue en esa posición. Hasta ahora Garnett, Bass y Greg Stiemsma han suplido la posición. Pero si aparece un pívot que salde el resto de su contrato con otro equipo (por ejemplo, Chris Kaman con los New Orleans Hornets o Ronny Turiaf, recién transado por los Denver Nuggets), los Celtics estarán llamándolo antes que se seque la tinta en ese acuerdo por transar. Si no, la próxima contratación de los Celtics será un agente libre o el mejor pívot de la liga de desarrollo.

En una NBA que favorece a sus jugadores perimetrales, el pívot dominante a ambos costados de la cancha es una especie en peligro de extinción. Boston toma nota y le pide a un veterano con muchísimo kilometraje, que se adapte.

El experimento favorece al jugador y al equipo por el momento. Sin embargo, la falta de un pívot más legítimo podría costarle la supervivencia a los Celtics más adelante en los playoffs.

HowardGetty ImagesLa decisión del pívot puede dejar una marca en el futuro de la franquicia del Magic
NEW YORK -- ¡Qué semana para el Orlando Magic y su estrella Dwight Howard! Vencen a Chicago, Indiana y Miami mientras los rumores del futuro inmediato del jugador y la franquicia dominan la discusión. Tras el partido, Howard complica la situación tras meses de decir que quería abandonar Orlando sí o sí, con este comentario: "Hemos estado hablando. Les dije que quería terminar la temporada aquí y darle al equipo, nuestra afición, esperanza en el futuro. Pero creo que tienen que jugárselas. Podría ser difícil, pero creo que tenemos una gran oportunidad. Pero ellos tienen que jugárselas".

Ese comentario se opone diametralmente a la sugerencia que le hizo en el fin de semana del Partido de estrellas el mes pasado en Orlando Shaquille O'Neal, otrora pívot del Magic quien abandonó el equipo como agente libre al terminar su contrato con el equipo floridiano. Shaq opinó al respecto de la situación similar que enfrenta Howard: "¿Por qué dejar $30 millones en la mesa de negociación? Obviamente no le convence o la gerencia del equipo o sus entrenadores, así que es algo que la franquicia tendrá que encarar."

Para evaluar las opciones de Dwight Howard en la agencia libre, hay que reiterar los hechos. Al pívot del Magic le resta la opción de jugar la temporada de 2012-13 en Orlando por $19.261 millones. Howard decidirá si optar por jugar el año entrante con el Magic o no. De optar por no jugarlo, se convierte en agente libre a fin de esta temporada.

Ante esa disyuntiva, Orlando busca no quedarse con las manos vacías -si Howard se va de Orlando como agente libre, repetirán la experiencia traumática de ver a Shaq irse sin compensación alguna, evento que dejó desprovisto de talento a la escuadra- hasta que arribó Howard en el Sorteo de 2004.

Por lo tanto, el Magic tiene la opción de traspasar a Howard antes de la fecha límite de mañana jueves 15 de marzo a las 3:00 PM del Este de los Estados Unidos, si quiere asegurar un poco de talento a cambio de su pívot irremplazable.

Howard se la puso difícil al gerente general Otis Smith al comienzo de esta temporada tronchada por el cierre patronal, dejándole saber que su intención es abandonar al Magic tarde (a fin de temporada) o temprano (en la fecha límite de traspasos) y que consideraría jugar con una de tres franquicias: Dallas Mavericks, Los Angeles Lakers y New Jersey Nets, en orden alfabético.

Esta petición le ata las manos a Smith y reduce cualquier ventaja en la negociación con uno de estos tres equipos. Smith tiene la opción de enviar a Howard a uno de los otros 26 equipos en la NBA, pero esos equipos saben que Howard no tiene la intención de firmar una extensión de contrato con sus equipos. Esto es lo que se llama "alquilar" a Howard; conceder una fortuna en talento en un traspaso con el Magic, con la esperanza que Howard se encariñe de su nuevo equipo y decida firmar la extensión.

Sin embargo, hemos visto una y otra vez que un traspaso por una estrella es contraproducente. Los New York Knicks canjearon cuatro titulares y selecciones en el Sorteo a cambio de Carmelo Anthony. Howard sabe que un traspaso de talento por él debilitaría al equipo al cual él iría.

Ahora viene el tema económico. Las reglas de la agencia libre de la NBA favorecen a los equipos que tienen los derechos de un jugador por varios años. Si pasas tres temporadas con un equipo, el jugador adquiere sus 'derechos Bird' (hacen referencia a Larry Bird, un agente libre prominente en el momento en que se adoptó el término) lo que le permite al equipo ofrecerle una tasa de aumento salarial superior que lo que puede ofrecer otro equipo en la NBA. Los derechos Bird son enviados junto al jugador a otro equipo en un traspaso.

Si Howard es traspasado y el equipo que lo adquiere quiere que firme una extensión de inmediato, la tasa de aumento salarial es del 4.5%, comparada con 7.5% bajo los derechos Bird, según se negoció en diciembre en el nuevo convenio colectivo entre jugadores y dueños. Otro incentivo en el convenio colectivo para que el jugador permanezca con su equipo actual es la capacidad de ofrecer un cuarto año en un contrato, comparado con los tres años que le puede ofrecer un equipo que lo fiche como agente libre.

Según el diario Orlando Sentinel, la diferencia entre lo que puede devengar Howard como agente libre y lo que puede ganar con un equipo que retenga sus derechos Bird es lo siguiente:

Los $30 millones a los que Shaq se refiere es la diferencia de $4.8 millones entre la agencia libre y la retención de sus derechos Bird (en Orlando o en un traspaso a otro equipo) sumado al dinero que adquiriría en un quinto año ($24.7 millones). Shaquille, quien ha demostrado que la aritmética lo desafía, compara peras con olmos. La diferencia real para Howard son $4.8 millones a través de cuatro temporadas.

¿Por qué de repente Howard contradice su decisión que quiere abandonar al Magic tan pronto pueda? La única conclusión lógica es que Howard ha decidido que irse en un traspaso a otro equipo dejaría desprovisto de talento a su nueva franquicia y que la diferencia en dinero entre la agencia libre y retener sus derechos Bird será más que subsanada por endosos comerciales.

En ese caso, al terminar esta temporada, Howard abandonaría al Magic como agente libre (se repetiría la historia de Shaq) e iría a los Nets, por ejemplo, a unirse con Deron Williams, Marshon Brooks, Kris Humphries y lo que pueda conseguir New Jersey (los Brooklyn Nets el año entrante) al traspasar a su pívot titular actual Brook López. Ese equipo Nets sería uno de playoff, mejor que el elenco del Magic hoy en día. Adidas le pagaría a Howard un platal por endosar su calzado e indumentaria deportiva que cubriría el monto que dejaría de ganar al abandonar sus derechos Bird, más el 13% de impuestos estatales y locales que incurriría al mudarse al estado con una de las tasas contributivas mas altas en el país, New York (en Florida solo se pagan impuestos federales).

El comentario de Howard anoche es sumamente cínico. Su plan es abandonar Orlando de todas maneras, pero sin desproveer de talento a su nuevo equipo. Esa diferencia en compensación para Howard es un error al redondear.

Ahora bien, si eres el dueño Richard DeVos, con puentes coronarios y 85 años de edad, tras una semana en la que tu equipo acaba de vencer a todas las potencias de tu conferencia, con la posibilidad de que, aunque pierdas a Howard, te conceda el deseado campeonato antes de despedirse, ¿qué haces?

¿Te la juegas como sugiere Howard, sabiendo que si no alcanzan el campeonato el futuro inmediato de la franquicia sufre y las posibilidades de ganar un campeonato mientras viva desaparecen?

¿O proteges el futuro de la franquicia efectuando un traspaso al equipo de NBA que le de a Orlando la mejor combinación de talento comprobado y selecciones en el Sorteo atractivas?

¿Qué decidirá el Señor DeVos?

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