Luego de meses de negociaciones sobre el nuevo acuerdo colectivo, el documento está completo y en manos de los impresores, dicen las fuentes. Esto limpia el camino para las conversaciones sobre el ritmo de juego entre las Grandes Ligas y la Asociación de Jugadores que están destinadas a tener un impacto duradero en un juego que siempre se ha destacado por su atemporalidad.

Los oficiales del béisbol y los jugadores podrían terminar aceptando - o confrontando - dos palabras que parecían inimaginables hace cinco o 10 años: reloj de pitcheo. Y a medida que el sindicato y MLB intercambien ideas en los próximos meses, algunos jugadores esperan en privado que parte de la solución sea la llegada de una zona electrónica de strike, la que ellos creen que podría servir para mover los juegos tanto como un límite de tiempo entre lanzamientos.

Habrán cambios entre ahora y el inicio de la temporada 2018, pero bajo los términos del nuevo acuerdo, MLB solo puede hacer cambios de forma unilateral si no puede llegar a un acuerdo con la unión. El poder de alterar las reglas para acelerar el ritmo del juego - o para forzar la negociación de las alteraciones que quieren imponer - está contenido en el Artículo XVIII del nuevo acuerdo colectivo, página 77.

Se piensa que la redacción es un viejo resquicio de los años 70, y aunque no está claro por qué esa sección fue agregada en ese momento en particular, es práctica ahora para el comisionado Rob Manfred mientras que él se esfuerza por acelerar la manera en que se juega el deporte, para reflejar mejor los tiempos de atención de esa era: "El derecho de los equipos de hacer cualquier cambio en las reglas no se verá afectado o limitado de ninguna manera", en tanto y en cuanto MLB le notifique a la unión con una temporada de antelación - algo que ya ha hecho. Las áreas de enfoque para MLB son los tiempos entre lanzamientos y el creciente número de reuniones entre lanzadores, receptores y jugadores del cuadro.

La preferencia de ambas partes es una solución negociada - que encuentren un terreno común en las conversaciones y el intercambio de ideas. Manfred habló sobre esto en marzo, sobre cómo él quiere tener más diálogo con los jugadores, más retroalimentación sobre cómo mejorar el ritmo de los partidos. Pero algunos jugadores reconocen que, de una manera u otra, los cambios a las reglas van a llegar. Un jugador le dijo recientemente a sus compañeros que es mejor que se vayan acostumbrando a la idea de un reloj de pitcheo "porque es inevitable".

Entre los rangos y las filas de la unión, el concepto quizás no sea visto como algo tan radical como antes porque la inmensa mayoría de los jugadores en MLB han competido en juegos donde a los lanzadores se les da 20 segundos entre lanzamientos. Ese cambio en la regla fue implementado antes de la temporada 2015 en Doble A y Triple A, y como nos dice Sarah Langs de ESPN Datos, un impresionante 74 por ciento de los 1,047 jugadores en rosters activos o lista de lesionados en MLB jugaron en estos dos niveles desde el inicio de la temporada 2015, algunos por asignación de rehabilitación por lesiones.

El tiempo promedio de juego en MLB bajó en seis minutos en el 2015, pero esos avances desaparecieron en el 2016, cuando el tiempo promedio de un juego de nueve entradas aumentó de 2 horas, 56 minutos a 3 horas. Este año, el tiempo promedio de los juegos a nueve entradas es de 3 horas 4 minutos, y de 3:08 para todos los juegos. Algunos oficiales de los equipos están convencidos que el paso más deliberado es debido a los hábitos cambiantes de los jugadores.

Entre los 88 jugadores que calificaron para el título de efectividad en 2008, solo tres promediaron más de 25 segundos entre lanzamientos; Josh Beckett fue el más lento con 26.7 segundos. Sesenta y seis de los 88 lanzadores promediaron 22 segundos o menos.

En 2017, solo 21 de los 87 lanzadores abridores de Grandes Ligas están promediando 22 segundos o menos entre lanzamientos. Los lanzadores que trabajan más rápido suelen atrapar el tiro de regreso del receptor mientras retroceden por la pendiente delantera del montículo, casi nunca dándoles la espalda al plato mientras intentan crear un ritmo. Carlos Martínez de los Cardenales de San Luis promedia apenas 19.2 segundos entre lanzamientos; R.A. Dickey de los Bravos de Atlanta promedia 19.1 segundos. Pero 12 promedian más de 25 segundos. Interesantemente, cinco de los 10 más lentos pasaron sus años formativos con los Rays de Tampa Bay -- Matt Andriese (28.4), Alex Cobb (26.4), Chris Archer (26.3), Jason Hammel (25.6) y Jeremy Hellickson (25.2).

Charlie Riedel/AP PhotoJason Hammel promedia 25.6 segundoa entre lanzamientos, uno de los más lentos en MLB esta temporada.
Algunos lanzadores veteranos tienen preocupación de que sus rutinas dentro de los partidos se vean afectadas. Los lanzadores quieren asentarse en el montículo antes de hacer cada lanzamiento, lo que tiene el potencial de alterar la trayectoria del lanzamiento. Los bateadores se salen de la caja de bateo, se ajustan sus guantillas, compran algunos segundos para pensar sobre lo que el lanzador y el receptor planifican hacer después.

Algunos lanzadores y bateadores trabajan lentamente. El relevista de los Dodgers de Los Angeles Pedro Báez atrajo mucha atención durante la postemporada del año pasado por sus hábitos laboriosos. Y el jardinero de los Filis de Filadelfia Odúbel Herrera, quien promedia 30 segundos entre lanzamientos, tiene el ritmo lento más deliberado en las Grandes Ligas. Probablemente Abraham Lincoln pronunció su famoso Discurso de Gettysburg en menos tiempo que lo que le toma a Herrera terminar un turno al bate de cinco o seis lanzamientos.

"Es algo ridículo", dijo un jugador veterano sobre los turnos de Herrera. "Los lanzadores reciben la mayoría de las críticas por la gran cantidad de tiempo que se toman, pero durante mucho tiempo, han sido los bateadores quienes están haciendo las cosas más lentas".

Un reloj de pitcheo ayudaría a resolver eso, aunque se tendría que crear una capa adicional de regulaciones para las situaciones cuando hayan corredores en base, para cuando los lanzadores se salgan de la goma de lanzar, y para cuando los bateadores se salgan de la caja de bateo - vestigios de la atemporalidad única del béisbol. Después de todo, el mariscal de campo de los Patriots Tom Brady tiene que pedir tiempo fuera si quiere tiempo adicional para estudiar la defensa de un rival, y el estelar jugador de los Cavaliers LeBron James no puede detenerse a conversar con un compañero sobre cómo ejecutar un movimiento más efectivo de pick-and-roll sin consumir un tiempo fuera.

Pero MLB quiere un mecanismo formal para mejorar aún más el ritmo de los partidos, y al tener el poder de cambiar las reglas a su voluntad, se encuentra en una posición fuerte para negociar los términos de un reloj de pitcheo y restringir el número de visitas al montículo entre compañeros.

A través de la negociación, los jugadores estarían en posición de conseguir algo a cambio, y en semanas recientes algunos han mencionado en privado que su esperanza es que la unión empuje por la creación de una zona automatizada de strikes, en la que las bolas y los strikes se canten electrónicamente. Eso eliminaría el debate constante sobre las decisiones de la zona de strike, de acuerdo con los jugadores.

"Eso aceleraría tanto el juego como el reloj de pitcheo", dijo un jugador. "Piensen en lo que sucede ahora: Tienes un pitcheo pegado, y el bateador se sale para preguntarle al árbitro del plato. O el receptor se vira para preguntarle al árbitro. O el lanzador dice algo, y se tarda más tiempo porque está frustrado con una decisión. Las bancas le gritan al árbitro, y el árbitro se vira para gritarles.

"Todo eso se eliminaría. No se tendría que decir nada. Sería una bola o un strike, y todo el mundo seguiría para el siguiente lanzamiento".

MLB y la unión tendrían que sentirse cómodos con que la tecnología sea lo suficientemente buena para replicar lo que hacen los árbitros, ya que algunos de los resultados recogidos son actualmente recalibrados por MLB antes de ser presentados en las evaluaciones debido a las imperfecciones. Sin embargo, un jugador notó que MLB ya tiene suficiente confianza en la tecnología para medir el rendimiento de los árbitros utilizando resultados electrónicos.

Algunos jugadores creen que los jugadores están dispuestos a hacer concesiones importantes como esta en las conversaciones del ritmo de los partidos, sabiendo que los oficiales de béisbol se dedican a racionalizar un producto que sea más adecuado para una audiencia más joven.

"Pienso que esto va a ser bueno para ambas partes", dijo un jugador veterano.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Temprano en esta temporada, el jardinero central de Toronto Kevin Pillar hizo algo fuera de lugar, gritando un insulto antigay al jugador de los Bravos Jason Motte luego que Motte le lanzara demasiado rápido y Pillar se ponchara. Menos de 24 horas después, los Azulejos colaboraron con las Grandes Ligas en la cuestión de la disciplina y suspendieron a Pillar por dos juegos. Pillar asumió responsabilidad complete por lo que ocurrió, y la rendición de cuentas fue crucial.

Es un ejemplo que las buenas personas que corren los Gigantes de San Francisco deben considerar,, mientras ponderan sus opciones de cómo limpiar el ridículo incidente que uno de sus jugadores provocó el lunes. Luego que Hunter Strickland golpeara a Bryce Harper con una recta de 98 mph - y luego que Harper saliera corriendo al montículo e intercambiara golpes con Strickland - el lanzador le dijo a los reporteros que solo estaba intentando lanzar pegado y no golpeó a Harper a propósito. Pero un chico de 4 años con su cara llena de chocolate y que alega inocencia al ver un envase vacío de galletas de chocolate se vería más convincente.

Los Gigantes saben más que eso, porque ellos conocen el historial entre Strickland y Harper, ya que el lanzador le permitió dos monstruosos cuadrangulares al toletero durante la corrida campeonil de San Francisco en 2014. Y los oficiales de Grandes Ligas y el personal de los Gigantes saben que si esta situación sigue en su trayectoria típica, uno de sus jugadores - quizás Buster Posey, quizás Brandon Crawford -- va a ser golpeado, por la viejas reglas de compromiso que suelen entrar en vigor cuando algo así sucede. Y luego del partido del lunes, el manager de Washington Dusty Baker dijo, "Estamos aquí para ganar el juego. Pero tampoco nos vamos a quedar de brazos cruzados... no comenzamos nada, pero no nos vamos a quedar quietos".

Bryce Harper, Hunter Strickland
AP Photo/Ben MargotBryce Harper arremetió contra Hunter Strickland el lunes luego de ser golpeado por un lanzamiento en la cintura.
Los Gigantes podrían tomar acción preventiva para tratar de alterar el curso de los eventos y suspender o disciplinar a Strickland por cuenta propia, para demostrarle a los Nacionales - a todo el mundo - lo que muchos de ellos ya creen de todos modos: que las acciones de Strickland fueron increíblemente egoístas, peligrosas y bien, bien fuera de lugar, e inaceptables para la organización de San Francisco.

No solo eso sería lo correcto, pero además serviría para desactivar el potencial de cualquier tipo de represalia, porque el mensaje a los Nacionales sería: Entendemos completamente por qué están molestos; Strickland actuó solo, y tampoco estamos de acuerdo con él. Y quizás - solo quizás - esto podría reducir las posibilidades que Posey o algún otro jugador de los Gigantes sea golpeado con una recta, en aras de mantener el código del béisbol del quid pro quo.

Una respuesta similar ha sido tomada en el pasado por otros equipos. En 1995, Armando Benítez le permitió cuadrangular con bases llenas a Edgar Martínez de los Marineros, un momento de gran frustración para el tirador derecho, y Benítez golpeó al siguiente bateador, Tino Martínez. Benítez fue expulsado, y luego del juego, su casillero estaba vacío; Benítez le dijo al personal de los Orioles que iba a renunciar. Los Orioles lo enviaron a las menores por par de semanas. Tres años después, Benítez permitió cuadrangular de tres carreras a Bernie Williams de los Yankees, y Benítez - uno de los lanzadores que más duro tira en el deporte - lanzó la siguiente recta al próximo bateador, que casualmente era de nuevo Tino Martínez, desatándose una de las peores peleas en todo el béisbol. Por eso es que Martínez mantenía dos dedos en alto mientras los jugadores de los Orioles lo aguantaban, en referencia a las dos ocasiones que fue golpeado por Benítez, y por eso es que los jugadores de los Orioles reconocieron a los Yankees durante la pelea que Benítez estaba equivocado, de nuevo.

Es muy posible que los Gigantes ya hayan expresado su molestia a los Nacionales por las acciones de Strickland. Sin duda los jugadores de Washington han visto el video de Posey, capitán de facto de los Gigantes, manteniéndose en su posición en vez de moverse para interceptar a Harper cuando el bateador arremetió contra Strickland. Han visto cuánto tiempo le tomó a otros jugadores de los Gigantes llegar a Strickland, cómo el foco de los jugadores de San Francisco no fue el de ampliar la pelea y sacar a relucir otros viejos rencores; en cambio, un grupo de jugadores de los Gigantes se encargó de arrastar hacia el camerino a un enfurecido Strickland.

Pero la organización de San Francisco sería sabia en distanciarse del ridículo causado por Strickland al tomar algún tipo de medida disciplinaria, con algo sustantivo - quizás una suspensión. Y Strickland luciría astuto si verbaliza algún tipo de disculpa con los Gigantes, y asume la responsabilidad - en aras de su relación con sus compañeros, por lo menos. Porque al actuar motivado por un viejo rencor, sin duda puso a sus compañeros en gran riesgo de ser golpeados en represalia. Al final, podría ser Posey o algún otro compañero el que sufra las consecuencias de la decisión de Strickland.

Algunos oficiales de béisbol de la vieja escuela podrían argumentar que esto se debe dejar que se resuelva en manos de los jugadores, pero eso sería realmente estúpido. Ahora mismo, todo el mundo en el béisbol está bien consciente de la alta probabilidad que los Nacionales tomen algún tipo de represalia - y si la misma es ejecutada apropiadamente, una recta va a rebotar en la espalda o en el trasero de un jugador de los Gigantes. Pero también es posible que el lanzador que intente ejecutar la represalia falle su objetivo y en cambio golpee la mandícula, como casi le ocurrió a Matt Barnes cuando intentó golpear a Manny Machado el mes pasado.

Y como demostraron los Orioles y los Medias Rojas con su serie de pelotazos el mes pasado, no hay guías establecidas para una situación como esta. Equipos diferentes van a tener interpretaciones diferentes sobre lo que constituye una venganza apropiada. Eventualmente, el comisionado Rob Manfred se vio obligado a intervenir y a ordenarle a ambas partes que depusieran su actitud.

Antes de que las cosas lleguen a ese punto, los Gigantes deberían hacer algo. Sí, Hunter Strickland es su jugador, su compañero, pero eso no significa que deban sentarse cómodamente y pretender que lo que él hizo el lunes es remotamente aceptable.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


¿Kershaw es el mejor pitcher de todos los tiempos?

FECHA
28/05
2017
por Buster Olney | Escritor Senior de ESPN.com
Este es el décimo año de la carrera de Clayton Kershaw en las Grandes Ligas, lo que significa que si decide regresar hoy a su casa en Texas y dividir el resto de su vida entre la paternidad y el ping-pong o la filantropía u otras búsquedas, él sería elegible al Salón de la Fama.

Sin lanzar otro lanzamiento, él fácilmente ganaría la inducción, y sería un candidato para convertirse en el primer jugador a ser elegido unánimemente, si Mariano Rivera no lo hace en 2019 o Derek Jeter en 2020. Porque usted puede hacer un caso fuerte de que Kershaw es el mejor lanzador de todos los tiempos.

El ERA + adjustado es una estadística diseñada para crear el contexto, para medir el rendimiento de un jugador contra el panorama de su tiempo. Nos permite entender el peso de la dominación de Pedro Martínez dentro de la era de esteroides, o la actuación de Cy Young en comparación con sus compañeros en la era de la bola muerta o lo bueno que fue Lefty Grove después de la explosión de poder y jonrones que siguieron al ascenso de Babe Ruth.

El ERA + ajustado no puede explicar específicamente cada factor que afectó a los lanzadores, por supuesto -la segregación del deporte, que duró hasta 1947; o la evolución de la zona de strike; o el aumento y la caída en la altura del montículo. Pero el ERA + ajustado explica los vaivenes generacionales entre pitchear y batear, y el lanzador clasificado más alto en esta métrica es Rivera, que apareció en 1.115 juegos en su carrera, todos -menos 10- como relevista.

El abridor número 1 en ERA +: Kershaw. Y no está realmente tan cerca.

1. Clayton Kershaw 160
2. Pedro Martínez 154
3. Jim Devlin (un lanzador del siglo XIX) 150
4. Lefty Grove 148
5. Walter Johnson 147

Kershaw tiene una efectividad de por vida de 2,35, y casi todos los lanzadores que están por delante de él en la lista de todos los tiempos eran lanzadores de la era de la bola muerta. En el campo de lanzamiento independiente, una métrica diseñada para separar el funcionamiento de un lanzador de la defensa detrás de él, él está empatado en el puesto 27 de todos los tiempos, y él es el único pitcher activo entre los primeros 128. (Chris Sale es No. 129, y Madison Bumgarner es No. 170.) Kershaw es segundo de todos los tiempos en WHIP (boletos y hits por entradas lanzadas) en 0.9996. El lanzador N º 1 en esta lista, Addie Joss, lanzó en la primera década del siglo XX.

Clayton Kershaw
Jamie Squire/Getty ImagesCuando se habla de quién es el mejor pitcher de todos los tiempos en las Grandes Ligas hay que mencionar al zurdo de los Dodgers de Los Ángeles, Clayton Kershaw.
Así que Kershaw es históricamente grande en cuántos hits, boletos y carreras que permite por inning y por juego, mientras lanza en un tiempo en el que la tasa de jonrones está subiendo.

Pero él también se ha distinguido de sus compañeros en un momento en que los lanzadores nunca han tirado tan duro. Hace veinticinco años, un lanzador que consistentemente lanzara en el rango de las 90 mph con movimiento era inusual. Este año, 79 de los 91 lanzadores actualmente calificados para el título de efectividad tienen una velocidad promedio en su bola rápida de 90 mph o más.

Hay 49 relevistas que comenzaron el domingo con una velocidad de bola rápida promedio de al menos 95 mph. El miembro del Salón de la Fama Bob Feller fue considerado uno de los lanzadores más duros de su tiempo, y en 1938, la primera temporada en la que lideró la liga en ponches por nueve entradas, promedió 7.8. En 2017, hay 46 lanzadores con una tasa más alta de ponches por nueve entradas.

Si crees en la evolución del béisbol, en el impacto de una mejor nutrición y entrenamiento físico durante todo el año, entonces crees que los lanzadores son más grandes y más fuertes que nunca, e incluso dentro de ese contexto, Kershaw se ha separado completamente. Durante cuatro años consecutivos ha liderado la Liga Nacional en ERA, y la última vez que su ERA estaba por encima de 2.53 al final de una temporada fue 2011. Él fue limitado a 149 entradas debido a una lesión el año pasado, pero lo que logró en esas entradas fue extraordinario: 172 ponches y 11 boletos, para un 15.64 promedio de ponches por boletos. Como Madison Bumgarner preguntó retóricamente a principios de la temporada de 2016: ¿Estamos viendo al mejor de todos los tiempos en su mejor momento?

Bumgarner, por supuesto, generó el mejor desempeño de postemporada de todos los tiempos en los playoffs de 2014, dominando al mismo tiempo que lanzaba más del doble de entradas que cualquier lanzador. Kershaw ha lanzado en 18 partidos en la postemporada, y en esos, tiene una efectividad de 4,55. Para algunos fans, eso sería un descalificador en la conversación sobre si es el mejor de todos los tiempos. Probablemente necesite conducir a los Dodgers a un campeonato para despejar completamente esas dudas.

Pero usar la postemporada como prueba decisiva sería clasificar a Mickey Lolich como el mejor de todos los tiempos, o descartar a Greg Maddux porque perdió más de lo que ganó en la postemporada. Kershaw probablemente tendrá más oportunidades de ascender en octubre, pero incluso sin eso, lo que ha hecho durante los veranos de su carrera es lo mejor que hemos visto, o que nadie haya visto nunca.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Patrick Gorski/Icon SportswireNo quedaban muchos fanáticos en una noche fría en Chicago cuando los Yankees y los Cachorros batallaron por 18 entradas.
Era alrededor de la medianoche que la búsqueda de una carrera por parte de los Cachorros de Chicago que terminaría con la locura en entradas extras ante los Yankees de Nueva York se volvió desesperada. Con Chicago al bate - creo que estábamos en la parte baja de la entrada 16, aunque el sueño le coloca un velo alrededor de los detalles específicos - alguien en el dugout de los Cachorros comenzó a disparar semillas de girasol hacia el terreno. Docenas de semillas, una a la vez; un par de ellas llegaron a la línea de foul de tercera base, y entonces una o dos de ellas cayeron en el terreno, mientras el oficial de la antesala Alan Porter lo observaba.

En ocasiones los jugadores lanzan semillas como estas hacia el terreno en algunos partidos, pero la súbita llegada de la sexta hora de juego el domingo sugirió un brillante intento de alterar el karma de los dioses del béisbol. Semillas para cambiar la suerte. Pero al igual que los bateadores en ambos equipos en entradas extras, el truco de las semillas no funcionó; los Cachorros no pudieron anotar, de nuevo, y al final de la media entrada, el jugador responsable por haber lanzado las semillas lanzó otro puñado, como si fuera un último envío en un espectáculo de fuegos artificiales.

En la siguiente entrada, Kyle Schwarber se puso una careta de receptor en el dugout, y Ben Zobrist se puso un casco al revés. Todo para terminar el juego, el que finalmente terminó luego de 18 frías entradas, 6 horas y 5 minutos de duración y 583 lanzamientos. Como un reportero que busca cosas interesantes que ocurran, pensé que era divertido, un maratón de béisbol para contárselo en el futuro, dentro de 25 años, a los nietos. Yo amo la oportunidad del caos - el ejemplo base para el caos podría ser el partido de 19 entradas, demorado por lluvia, entre los Mets de Nueva York y los Bravos de Atlanta que comenzó el 4 de julio de 1985, y que terminó con los fuegos artificiales prometidos justo antes del desayuno.

Los jugadores y managers tienen una perspectiva muy diferente. Anthony Rizzo fue golpeado en el antebrazo por una recta de 99 mph de Aroldis Chapman en la novena entrada pero tuvo que mantenerse jugando por tres horas y nueve entradas más luego de ese incidente, por el que probablemente debió haber sido sacado de juego. El manager de los Cachorros Joe Maddon tuvo que extender el trabajo de sus relevistas, algunos de ellos ya habían comenzado el juego con mucha carga de trabajo reciente, en un área de riesgo aumentado. Y cuando todo había concluído, los Yankees y los Cachorros tuvieron que viajar toda la noche, y llegar a hotels cerca del amanecer y 12 horas antes de su siguiente juego.

Yo espero que ellos mantengan las reglas actuales en funcionamiento, porque las mismas han creado el nacimiento del ocasional maratón de béisbol memorable, y las Grandes Ligas están bien conscientes que los fanáticos quieren que las entradas extras sigan hasta que alguien gane y alguien pierda. El lunes, yo publiqué una encuesta en Twitter pidiendo la opinión de los fanáticos, y la respuesta fue una paliza: A cerca del 75 por ciento le gusta el status quo.

Pero el enfoque en la seguridad y las condiciones de trabajo en la industria ha aumentado, y sospecho que, inevitablemente, los juegos maratónicos pronto se convertirán en una especie en extinción, y pronto podrían dejar de existir, igual que los choques en el plato y los deslizamientos en la segunda base.

Sin embargo, esta no es una conclusión inevitable, como tampoco lo es la adopción de reglas como las utilizadas en el Clásico Mundial de Béisbol, con las cuales se colocan corredores en posición de anotar en las entradas adicionales para aumentar las probabilidades de anotar. MLB fue la fuerza que impulsó las alteraciones de dichas reglas en la segunda base y el plato, empujando a la unión de jugadores hacia el cambio, pero si van a haber cambios en las reglas de entradas extras luego del 12º episodio u otros ajustes, la asociación de jugadores tendrá que salirse de su cueva y buscar un trueque para ellos. Los jugadores tendrán que dirigir esa conversación.

Si ellos toman ese paso, van a ser alabados en silencio por los ejecutivos de los equipos, muchos de los cuales ven estos juegos maratónicos como una locura sin sentido. Esos oficiales notan que las escalas de riesgo/recompense se inclinan abruptamente hacia los juegos que siguen hasta tarde en la noche, con los juegos siendo empujados hacia el borde de las lesiones, si no más allá, y que sus equipos se ven afectados por días y semanas después en aras del tiempo extra que la mayoría de los fanáticos ni siquiera disfruta porque se han ido del estadio. (El domingo en la noche, un puñado de almas quedaba en los alrededores para el final del partido entre Yankees y Cachorros, pero quizás era una cuarta parte de la concurrencia original).

En esta era, los lanzadores hacen menos pitcheos y trabajan menos entradas, los jugadores de posición están en el terreno por menos partidos, y la lista de lesionados es utilizada con mayor frecuencia. El producto está siendo protegido en formas que nunca se vieron en los días de Babe Ruth y Willie Mays e, incluso, Barry Bonds. Y por esa razón, se cree que, eventualmente, los partidos maratónicos y los cascos al revés y los trucos de semillas serán cosa del pasado.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Si te metes en una pelea en un estadio, vas a ser expulsado. Todo el que entra a un estadio sabe esto, porque antes de cada juego, los anunciadores locales leen una advertencia sobre las normas de conducta.

Si tocas una pelota dentro del terreno de juego, vas a ser expulsado. Todo el que entra a un estadio sabe esto, porque antes de cada juego, los anunciadores locales leen una advertencia a los fanáticos sobre esta causa y efecto en particular.

Si entras al terreno, vas a ser expulsado, y te van a acusar de traspasar propiedad privada. Todo el mundo sabe esto, porque antes de cada juego, los anunciadores locales le recuerdan a los fanáticos sobre lo que puede ocurrir.

En esta forma, las Grandes Ligas y los 30 equipos podrían declararle la guerra al tipo de lenguaje que los fanáticos le dirigieron al jardinero central de los Orioles de Baltimore Adam Jones en Boston el lunes en la noche. Es un gesto simple que podría hacer una gran diferencia en proteger a los jugadores de este tipo de basura.

En su versión actual, los anunciadores locales en los estadios mencionan el lenguaje "abusivo" en sus anuncios pre juego: El lenguaje abusivo no va a ser tolerado...

Pero esa advertencia puede ser mucho más explícita, contundente y poderosa: Cualquier fanático que diga cosas racistas, antisemitas y anti-gay a personal del terreno o fanáticos será expulsado de inmediato y se le prohibirá su entrada al estadio de forma permanente.

Es algo que le vuelta la mente a cualquiera que este tipo de paso sea necesario, pero es ahí donde estamos y donde hemos estado. Setenta años y 17 días han pasado desde Jackie Robinson jugó su primer partido para los Dodgers de Brooklyn, pero generaciones de jugadores han reportado incidentes similares al que Jones le mencionó a los diarios USA Today y Boston Globe luego del partido del lunes: La palabra 'N' y otras palabras o frases dichas desde las gradas como armas de degradación masiva.

Muchos jugadores se relacionan con estos episodios fuera de record, intentando eludir el conflicto y tratando las burlas racistas como algo que tienen que aguantar. Pero, ¿por qué alguien tiene que aguantar algo como esto dentro de los confines de un establecimiento comercial privado?

¿Por qué Adam Jones tiene que escuchar esto? ¿Por qué cualquier jugador, cualquier fanático tiene que escuchar esto sin consecuencias, más que lo que tolerarían a algún idiota corriendo dentro del terreno por nueve entradas, o a alguien que lance puños en las gradas del jardín central?

Si las Grandes Ligas y los equipos refuerzan el lenguaje de las advertencias pre juego hechas por los anunciadores locales, entonces ellos podrían ayudar a envalentonar una mayoría silente - las decenas de miles de aficionados en cada juego que no están gritándole estupideces racistas a los jugadores y que pueden señalarle a los oficiales de seguridad a aquellos que logran degradar a todo el mundo mediante el uso de palabras como las dichas a Jones.

Las apuestas se elevarán, la culturá cambió: Si dices esas cosas, la seguridad te va a encontrar con la ayuda de 40 mil fanáticos autorizados y preparados para hacer que este sea el último día que puedas entrar al estadio.

Si dices cosas como estas, vas a ser expulsado. Y todo el mundo lo va a saber.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


¿Es este el mejor Bryce Harper que hemos visto?

FECHA
27/04
2017
por Buster Olney | Escritor Senior de ESPN.com
Scott Cunningham/Getty ImagesBryce Harper ha vuelto a tomar sus prácticas de bateo al aire libre esta temporada, luego que en 2016 las tomara casi exclusivamente en interiores.
Bryce Harper tomó sus prácticas de bateo en interiores la pasada temporada, y la explicación para ello hacía mucho sentido. Habían cosas que él quería lograr en cada sesión, cosas que él sentía que necesitaba cumplir, y cuando llevaba a cabo esas prácticas fuera del terreno, todas las distracciones quedaban bloqueadas.

Encerrado en la jaula debajo de las gradas, no hay fanáticos gritándote - a favor o en contra. La reacción que se genera cada vez que lanzas una pelota hacia las gradas queda eliminada, lo que elimina la posibilidad de sentirte tentado a jugar para ellos. No hay reporteros que puedan interceptarte en esa área, ya que está restringido el acceso. Estás solo tú, tu coach de bateo y la tarea en tus manos; estás solo tú y tu trabajo.

Y quizás es menos divertido. Antes que los Nacionales de Washington terminaran su serie de fin de semana ante los Mets de Nueva York el domingo, Harper se encontraba entre sus compañeros tomando sus prácticas de bateo al aire libre, en el terreno. Eso es algo que ha estado haciendo este año.

"Quizás es porque se siente mejor", dijo un compañero especulando sobre el asunto con una mueca en su rostro.

Harper debe sentirse mejor - debe sentirse grandioso - porque los números sugieren que la versión del toletero en el 2017 es posible que sea el mejor Bryce Harper que hayamos visto - incluso quizás mejor que lo que vimos de él en el 2015, cuando ganó el JMV de la Liga Nacional.

El promedio de bateo de Harper está en .432, su porcentaje de embasamiento es de .548. Tiene 26 anotadas, 22 remolcadas y siete cuadrangulares en los primeros 21 juegos de Washington.

Pero si miramos más profundo dentro de sus estadísticas, los números nos sorprenden aún más.

Su tasa de abanicadas a lanzamientos fuera de la zona de strike es de 23.9 por ciento, de acuerdo con FanGraphs, la más baja y la mejor de su carrera.

La tasa de abanicadas y falladas está en 8.0 por ciento, la más baja y la mejor de su carrera.

Su tasa de contacto en pitcheos en la zona de strikes está en 92.1 por ciento, la más alta y la mejor de su carrera.

Adam Eaton es nuevo en el roster de los Nacionales este año, y como explicó en esta entrevista el domingo, Harper está tan bien preparado y ahora armado con suficiente experiencia que Eaton cree que el toletero sabe lo que el lanzador va a tirarle en su siguiente pitcheo - y cuando la pelota está en la zona de strike, Harper no está fallando el pitcheo.

Los números reflejan esto. Las tasas de contacto de Harper reflejan esto. Sus tasas de extrabases y de boletos a ponches temprano en esta temporada son sorprendentes para un bateador de poder.

El año pasado, Joey Votto se ubicó entre los mejores jugadores ofensivos en el béisbol, y logró 65 extrabases, 108 boletos y 120 ponches. David Ortiz, terminó su carrera con posiblemente su mejor temporada, logró 87 extrabases, 80 boletos y 86 ponches. Freddie Freeman lideró la Liga Nacional con 83 extrabases, 89 boletos y 171 ponches.

Hasta ahora en esta temporada, Harper tiene 15 extrabases, 19 boletos y 14 ponches. Para poner esto en perspectiva: Harper batea a un ritmo que lo podría llevar a terminar con 116 extrabases, 147 ponches y 108 ponches.

Las observaciones de Eaton son similares a lo que otros jugadores decían sobre Barry Bonds: A través de su lenguaje corporal, se podía saber cuál pitcheo Bonds había anticipado, y él veía la pelota tan bien que incluso antes que llegara a la zona del plato, su cuerpo se relajaba.

Por supuesto, Harper caerá en una mala racha, algo que le pasa a todos los bateadores, y su ritmo de producción será más lento. La temporada pasada, Harper tenía 15 extrabases, 17 boletos y 13 ponches en abril, antes que su producción comenzara a descender y terminara la temporada con 46 extrabases, 108 boletos y 117 ponches.

Pero algunos compañeros sienten que Harper ha logrado recopilar algunas lecciones de sus problemas en el 2016 que logrará aplicar, como hacen todos los grandes bateadores. La perspectiva puede ser muy útil.

Hace algunos años, el ex jardinero de los Filis Shane Victorino contó la historia de las prácticas de bateo en interiores en la temporada baja con un Harper mucho más joven. Era el mes de enero, varias semanas antes del primer pitcheo de la temporada, y Harper estaba totalmente enfocado en su trabajo, según recuerda Victorino, algo que es un elogio para Victorino, quien se distingue por hablar sumamente rápido, a un ritmo de 3,000 palabras por minuto.

Según Victorino observaba en las afueras de la jaula, Harper hacía swings viciosos en cada lanzamiento, llevando la pelota con fuerza hacia las redes protectoras. Basado en la trayectoria de cada línea bateada, Harper gritaba lo que se proyectaba que sería cada batazo: ¡Doble! ¡Sencillo! ¡Jonrón!

Eso fue en prácticas de bateo. En interiores. En enero.

Cuando finalizó la sesión, Victorino le dijo a Harper que debía tomas las cosas con un poco de más calma. La temporada de béisbol es larga, y el trabajo de las prácticas de bateo puede parecer interminable, especialmente si haces que sea de esa forma. Puede ser algo sin alegría, especialmente si eres un perfeccionista y el único resultado aceptable es la grandeza, y la rutina puede terminar tragándote por completo.

En 2017, Harper ha vuelto a salir al exterior, sintiéndose mejor, y bateando más que nunca.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Hay una tremenda oportunidad ahora mismo para que la asociación de jugadores ayude a moldear el futuro, para mejorar su producto, y quizás, para otorgar algunas concesiones necesarias luego de una extenuante ronda de negociaciones colectivas que concluyó en diciembre. Pero esa posibilidad existe solo ahora mismo, hoy, y en los próximos días.

El comisionado Rob Manfred le dijo a los reporteros el martes que no habría cambios importantes en las reglas para la temporada 2017 "debido a la falta de cooperación" de parte de la unión. Con una llamada telefónica, el jefe de la Asociación de Jugadores de MLB Tony Clark pudo haber reiniciado esas conversaciones. Y él tiene que hacer eso, mover a los jugadores de una posición pasiva y reactiva a una posición de agresividad - para volver a ser un grupo que más acertadamente pueda dictar donde estará de aquí a cinco o 10 años.

Según la ley, nada va a poder cambiar a menos que los jugadores lo aprueben. Pero los cambios son necesarios, y el reloj está corriendo en contra si algunas de las alteraciones más obvias se van a poder implementar para el 2017. Los lanzadores y los receptores ya se reportaron a los entrenamientos, los jugadores ya están tomando prácticas de bateo en vivo, y pronto los equipos cederán a los jugadores para que se integren a sus selecciones nacionales para el Clásico Mundial de Béisbol. Solo quedan 39 días antes que Chris Archer (con toda probabilidad) haga el primer lanzamiento de la temporada 2017.

La inacción de los jugadores es desconcertante; es asombrosa. Ellos tienen la oportunidad tomar las riendas de este asunto ahora mismo, para moldear el juego a como ellos quieren que sea en el futuro. Esta unión no es como las uniones de las fábricas de autos. Los dueños multimillonarios en el béisbol tienen los títulos de propiedad de las franquicias, pero el juego le pertenece a los jugadores; son sus talentos los que se consumen, y ellos deberían estar comprometidos en la forma en que los mismos se presentan.

Las preocupaciones que Manfred ha expresado sobre el ritmo de los partidos deberían ser sus preocupaciones. Él no está hablando sobre esto porque él quiera parecer como alguien que se la pase quejándose o porque quiera dejar su sello en el juego. Lo está haciendo porque existe amplia evidencia de que el deporte está apelando más a las multitudes más viejas, y en un mundo en el que los fanáticos más jóvenes suelen esperar cosas rápidas, más rápidas que rápidas, el béisbol no debería ser lento y súper lento.

Hay una fecha en el horizonte para el béisbol que Manfred quiere atajar de inmediato: El actual contrato nacional de televisión vence en cinco años, y es imperativo para el deporte que se convierta en algo amigable para ver en la pantalla tanto como le sea posible, que pueda encontrar el balance entre lo que quieren los fanáticos viejos y lo que podría querer la siguiente generación.

Por lo menos, la unión tiene la oportunidad ahora mismo de ser parte de las conversaciones, porque al final Manfred quiere lo que los jugadores deberían querer también: Un producto que apele al siempre cambiante consumidor norteamericano. Las conversaciones no le cuestan nada, y el clima actual está perfecto para que la asociación de jugadores se pueda beneficiar de esas conversaciones.

Y la unión necesita una victoria. El consenso abrumador entre agentes veteranos es que la Asociación de Jugadores perdió mucho -- mucho - en las negociaciones colectivas del otoño pasado y que la masa de agentes libres sin firmar en el invierno fue apenas la primera señal de que el límite negociado para el impuesto de lujo y las tasas de impuestos tendrán un gran impacto en las nóminas y los salarios en los años venideros. Además, no hubo cambios realmente importantes para reducir el incentivo para perder a propósito, que se ha convertido en un procedimiento común de operación para los equipos en reconstrucción, lo que significa que algunos equipos escogen echarse al bolsillo sus ganancias en vez de invertir en jugadores.

Gregory Bull/AP PhotoLos jugadores podrían recuperarse de algunos de los golpes que recibieron al aprobar el nuevo pacto colectivo si se meten en las discusiones de cambios al ritmo de los partidos.
Así que una MLB comprometida con la idea de mejorar el producto, la asociación de jugadores tiene la oportunidad ahora mismo de reclamar algo de terreno perdido, pero no va a ocurrir si no se comprometen con algunas de las alteraciones de las que ha hablado Manfred públicamente.

Ritmo de los juegos

De corazón, esta discusión realmente se trata de lo que hacen los lanzadores y los bateadores pitcheo a pitcheo. ¿Se mantendrán los lanzadores en el área alrededor de la goma de la lanzar, o se podrán salir de la misma? ¿Se mantendrán los bateadores en la caja de bateo, o podrán salirse de ella constantemente?

He escuchado una idea realmente, realmente inteligente e interesante en semanas recientes: En vez de enfocarse en ponerle dientes a las reglas y tratar de pensar en formas para penalizar a los violadores, las Grandes Ligas podrían recompensar a los jugadores que cumplen con las reglas, y así gradualmente construirían una cultura con nuevos hábitos y con un ritmo más acelerado.

Expliquemos esto un poco más.

Digamos que cada bateador que no se sale de la caja de bateo en por lo menos 10 apariciones en el plato en una semana cualquiera reciba un sobre con $1,000 en efectivo.

Digamos que cada lanzador que trabaje al menos dos entradas y por semana y que promedie 22 segundos o menos entre lanzamientos reciba un sobre con $1,000 en efectivo.

Eso significaría que cada domingo, el secretario de viajes de cada equipo entraría al camerino a entregar dichos sobres. Wade Miley (quien promedió 17.8 segundos entre lanzamientos el año pasado), aquí tienes, gracias por ayudarnos. Doug Fister, he aquí algo de dinero, diviértete en el juego de poker en el vuelo hacia Seattle. Gary Sánchez, gracias por mantenerte en la caja de bateo entre pitcheos -- felicitaciones.

¿Acaso ese tipo de incentive financiero tendría un gran impacto real en el salario de un jugador que se gana $10 millones o $20 millones anuales? No. ¿Acaso sería oneroso para que MLB implemente este tipo de programa de incentivo? No. Serían apenas unos centavos para ellos, cerca de medio millón por equipo.

Pero esto apelaría a la naturaleza humana de muchos jugadores: jugadores jóvenes, quienes se ganaban casi nada en las menores; jugadores más viejos, a quienes les cae bien algo de dinero extra en la carretera; jugadores quienes podrían donar ese dinero a su entidad caritativa favorita.

¿Es esta la mejor idea? No lo sé. ¿Hay ideas mejores? Es posible. Y podría parecer tonto que jugadores tan bien pagados necesiten ser sobornados para que se adhieran a las reglas que ya están en funcionamiento. Pero es una forma diferente de atacar un problema viejo, y es el tipo de cosa que la unión puede comenzar a atender y hablar sobre ella ahora mismo.

Otra idea interesante que podría acelerar los partidos con corredores en base: Eliminar el requisito a los lanzadores que sostengan la pelota por un segundo completo antes de hacer un pitcheo. Eso reduciría grandemente la estrategia de muchos lanzadores (y coaches de pitcheo y receptores) que usan eso para reducir el juego de la carrera simplemente sosteniendo la pelota por cuatro o cinco segundos - lo que en ocasiones lleva al bateador a salirse de la caja de bateo y la necesidad de un reinicio completo antes del siguiente lanzamiento.

Aunque el ejecutivo de los Medias Rojas de Boston Tom Werner habló el otro día sobre la reducción en la duración de las pausas comerciales, eso no va a ocurrir. MLB no le va a pedir a las cadenas de transmisión que reduzcan sus oportunidades de ganar de vuelta el dinero que ellos pagaron por los derechos de transmisión de los partidos.

La peor opción es el status quo. El tiempo de duración de los juegos sigue aumentando, y los jugadores y la MLB necesitan revertir esa tendencia.

Tamaño de los rosters

MLB parece abierto a la posibilidad de expandir los rosters más allá de 25 jugadores, y añadir un 26º jugador supone un total de 5,490 días adicionales de tiempo de servicio que pueden ser acumulados por miembros de la unión este año. Existe algo de preocupación en el lado de la unión que añadir jugadores a los rosters impulsaría la tendencia hacia la especialización en el deporte - más comités, más relevistas cortos, etc. - pero las oficinas centrales que dependen de las métricas analíticas se moverán en esa dirección, de una forma u otra, con promociones rápidas (y descensos) de jugadores de liga menor.

La zona de strike

Los números muestran que la zona de strike que se está cantando ahora ha cambiado hacia abajo, y han ocurrido discusiones en torno a un reinicio - moviendo la zona de strike desde la parte inferior de la rodilla a un punto más alto.

¿Qué es lo que quieren los jugadores? ¿La querrían más alta, lo que podría ayudar a los bateadores y quizás recortar el aumento en el porcentaje de ponches? ¿Les gustaría que se quede como está, para que sea ventaja para los lanzadores? ¿Les gustaría que se le hagan algunos ajustes, pero no tantos como se han discutido? Existe buena oportunidad para que los jugadores sean un factor en la construcción de una zona de strike justa para los bateadores y los lanzadores, en una era en la que el péndulo se ha ido moviendo lenta pero sostenidamente hacia los chicos en el montículo.

Visitas al montículo

En privado, algunos jugadores están de acuerdo con que haya algún tipo de límite en el número de verces que un receptor o un jugador del cuadro sube al montículo. ¿Cuál es el número correcto? ¿Debe haber un límite en el transcurso del juego o en una entrada? Los jugadores tienen el poder de entrar al cuarto y establecer un nuevo estándar.

Reglas para los rosters de septiembre

La mayoría de los empleados y jugadores parecen odiar el ritmo lento de los partidos durante la contienda por los banderines en septiembre porque los rosters aumentaron más allá de 25 jugadores. "Sigan escribiéndo sobre esto", nos rogó un jugador en septiembre pasado, "porque es algo horrible, y eso debe cambiar".

¿Debe el manager seleccionar un cierto número de jugadores activos día tras día, como se hace en el hockey? ¿Debe haber un límite establecido a lo largo del mes -- digamos, 28? ¿Cuál es la mejor manera de manejar esto? Los jugadores podrían tener un gran impacto en hacer este cambio que es casi universalmente deseado.

Pero esta alteración, y las otras, no pueden suceder a menos que la asociación de jugadores se involucre completamente en las discusiones activas. Los beneficios para los jugadores no se pueden conocer a menos que la unión intercambie ideas. Si la respuesta a todas o a la mayoría de las cosas que pide MLB es siempre no, entonces nada va a cambiar. Es como rehusar la oportunidad de tomar un turno o de lanzar una entrada.

Hay unas grandes posibilidades disponibles, ahora mismo. Carpe diem.
Etiquetas:

MLB, Baseball

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Aroldis Chapman, Andrew Miller y Kenley Jansen
Ilustración ESPN
Mucho después de que Anthony Rizzo levantara sus brazos en celebración y guardara la pelota del último out del campeonato en su bolsillo derecho, Aroldis Chapman le recordó a todo el mundo por qué la Gran Revolución del Relevista no tiene oportunidad de ocurrir.

Cuando los Yankees de Nueva York anunciaron formalmente la firma de regreso de Chapman, él le sugirió a los reporteros en una conferencia telefónica que el manager de los Cachorros Joe Maddon lo había sobreusado en la corrida titular de Chicago.

"Personalmente, yo no estoy de acuerdo con la forma en que él me uso", dijo Chapman a través de un intérprete. "Pero él es el manager, y él es quien implementa la estrategia, ¿sabes?"

Esto fue luego que Chapman, Maddon y los Cachorros ganaran la Serie Mundial - después de todo eso terminó bien. Imagínense cómo se sienten algunos jugadores sobre decisiones agresivas en el bullpen hechas por un manager de mucho menos estatus que Maddon - en otras palabras la mayoría de los managers - cuando las cosas no salen bien.

La razón principal para que la Gran Revolución del Relevista nunca se materialice es cuestión de practicidad. La forma agresiva en la que Terry Francona manejó el bullpen de Cleveland en octubre pasado no puede ocurrir durante el verano, porque en la temporada regular no hay días libres de forma consistente; los equipos juegan casi todos los días. En los primeros dos meses que Andrew Miller lanzó para Francona, en agosto y septiembre, él tuvo exactamente una aparición en la que llegó a los 30 pitcheos (35, el 17 de septiembre). En los 32 días de la postemporada de los Indios en 2016, Miller lanzó más de 30 pitcheos en cinco ocasiones. Si Francona intentara hacer eso desde abril a septiembre, Miller no estaría disponible del todo por periodos de tres a cuatro días. Si Francona quería colocar a Miller para un problema en la quinta entrada, eso hubiese significado pedirle a Cody Allen o Bryan Shaw que se pusieran a estirarse en la octava entrada - lo que implicaría perderlos de dos a tres días.

"La postemporada es un animal diferente", dijo recientemente Francona. "La única vez que lo hice diferente durante la temporada es cuando un lanzador no ha trabajado por mucho tiempo".

Pero en el corazón de lo que dijo Chapman no existía animosidad hacia Maddon, pero los jugadores suelen buscar alguna estructura durante la temporada regular. La mayoría de los jugadores de posición quiere saber la noche antes de un partido si van a estar en la alineación. La mayoría de los lanzadores abridores quiere saber cuán largo va a ser el himno nacional para poder hacer sus calentamientos apropiadamente. La mayoría de los relevistas quiere saber, por regla general, cuándo el teléfono del bullpen va a sonar en su búsqueda.

Eso es parte de lo que distingue a Miller de muchos otros relevistas: Él ha demostrado una y otra vez, con los Medias Rojas, Orioles, Yankees e Indios, que él está dispuesto a laborar cuando se lo pidan. Él cree que se le paga para lanzar cuando se le pida que lance, y no solo como preparador, o como cerrador, o en la octava o novena entrada.

Los relevistas han establecido records en cuanto a contratos en este invierno. Pero no asuman que el recién firmado Kenley Jansen va a saltar al bullpen en la séptima entrada en abril, o que Joe Girardi va a llamar a Chapman en la octava. Los hábitos y necesidades del viejo mundo del béisbol están demasiado enraizados para evitar que ocurra la Gran Revolución del Relevista - por ahora.

Con esto en mente: He aquí un Ranking de los 10 Mejores bullpens en MLB, basado en la información de evaluadores.

1. Indios de Cleveland

Miller y el cerrador Allen están entre los 10 mejores relevistas, y Shaw ha liderado la LA en apariciones en dos de las últimas tres temporadas. Shaw, de 29 años, ha sido increíblemente consistente en su tiempo en las Grandes Ligas. Cleveland tiene algo de experiencia y profundidad, con los derechos Dan Otero y Zach McAllister. Y los Indios conocen al candidato al bullpen Ryan Merritt, quien hizo una fuerte salida de emergencia en el juego decisivo de la Serie de Campeonato de la Liga Americana ante Toronto, lanza strikes y no tiene miedo. Shawn Armstrong y Perci Garner pueden convertirse en alternativas de bullpen para Cleveland durante la temporada.

Factor X para el bullpen de Cleveland: ¿Cómo responderán los relevistas de Cleveland a la pesada carga de trabajo del 2016? Cuando un equipo llega lejos en octubre, siempre queda la pregunta de cómo sus lanzadores abridores - como un Madison Bumgarner, un Cole Hamels o un Corey Kluber -- volverán al año siguiente. La misma pregunta podría aplicársele a los principales relevistas de Cleveland, quienes fueron utilizados con bastante frecuencia en los primeros días de noviembre, acortando su descanso de temporada baja.

Entradas de Miller en 2016, total combinado de temporada regular/postemporada: 93 2/3 (el más alto de su carrera como relevista)

Entradas de Allen en el 2016: 81 2/3 (total más alto de su carrera)

Entradas de Shaw en el 2016: 77 (total más alto de su carrera)

2. Orioles de Baltimore

Detrás del cerrador Zach Britton, los Orioles tienen una sólida colección de preparadores, incluyendo a Darren O'Day (quien entrará a los entrenamientos primaverales sin restricciones médicas luego de ser limitado a 34 juegos la pasada temporada), Brad Brach y Mychal Givens.

Factor X para el bullpen de los Orioles: Va a llegar un día en los próximos dos años cuando los ejecutivos de Baltimore tendrán que atender la pregunta que cuelga sobre Britton: Si ellos no lo firman con un contrato a largo plazo más allá de su agencia libre (otoño del 2018), ¿cuándo ellos deben cambiarlo? Hablando en general, los ejecutivos del béisbol creen que se le puede sacar mayor provecho a un cambio por relevistas durante la temporada (y en la temporada baja para los lanzadores abridores). Y si los Orioles están languideciendo en lo que debe ser una División Este de la LA muy competitiva, Baltimore debería comenzar a explorar el posible valor de Britton en un cambio.

3. Cachorros de Chicago

Los Cachorros trajeron en cambio a Wade Davis y firmaron a Koji Uehara y Brian Duensing, rellenando un bullpen que perdió a Aroldis Chapman y Travis Wood en la agencia libre. Carl Edwards probablemente siga asumiendo más responsabilidades luego de dominar a los rivales en sus 36 partidos la pasada temporada, en los que maniató a los bateadores derechos a un promedio de .108 y a los zurdos con promedio de .146.

Factor X para el bullpen de los Cachorros: La salud de Davis. Se perdió más de un mes con una distensión en el antebrazo en 2016. Si el problema surge de nuevo, los Cachorros tienen una red de seguridad disponible en Héctor Rondón, que era el cerrador de Chicago antes de la adquisición de Chapman y sus 77 salvamentos de por vida. Rondón lideró las mayores en porcentaje de strike en su primer pitcheo de los turnos la pasada temporada.

4. Astros de Houston

Al final de la temporada 2016, los Astros habían desarrollado un equipo agradable de relevistas cuando tenían una ventaja que proteger, desde el lanza strikes Chris Devenski (efectividad de 1.61 en relevo) a Will Harris a Luke Gregerson al cerrador Ken Giles. ningún bullpen tuvo un WHIP más bajo que el de los Astros con 1.14 en 2016, y solo otros tres equipos generó un OPS de los contrarios más bajo que el de Houston, que fue de .672. Gregerson y Giles se ubicaron primero y segundo, respectivamente, entre todos los relevistas en tasa de abanicadas y falladas, con 20.1 y 10.9 por ciento.

Los relevistas de Houston lideraron a todos los bullpens en fWAR la pasada temporada, por mucho.

Houston: 7.9

Mets: 6.5

Dodgers: 6.5

Yankees: 6.4

Orioles: 5.5

Factor X para el bullpen de los Astros Ken Giles, quien pasó por una mala racha al principio de la temporada que le costó en ese momento el puesto de cerrador - hasta que se recuperó y retomó la labor de la novena entrada más tarde en la temporada. En sus últimas 44 1/3 entradas la pasada temporada, Giles ponchó a 74 rivales y otorgó 16 boletos.

5. Dodgers de Los Angeles

Con Kenley Jansen de vuelta para ser el ancla de este grupo, los Dodgers están posicionados para parear bien con sus rivales, con un grupo que fue particularmente bueno en la pasada temporada. He aquí algunos de los números que tuvieron que manejar Dave Roberts y Rick Honeycutt diariamente:

Bateadores zurdos vs. Grant Dayton: OPS de .428

Zurdos vs. Pedro Báez: OPS de .553

Zurdos vs. Luis Avilán: OPS de .519

Zurdos vs. Adam Liberatore: OPS de .494

Derecho vs. Josh Ravin: OPS de .120

Los Dodgers tendrán que reemplazar las 80 entradas y 75 apariciones dejadas atrás por Joe Blanton, que se fue a la agencia libre.

Factor X para el bullpen de los Dodgers: L.A. tiene un superávit de lanzadores abridores que eventualmente terminarán en el bullpen, que bien podrían ser Alex Wood, Ross Stripling, Brandon McCarthy u algún otro. Los Dodgers lideraron las mayores en entradas de bullpen la pasada temporada debido a sus problemas de rotación.

6. Yankees de Nueva York

Dellin Betances tuvo problemas en el rol de cerrador en agosto y septiembre luego que los Yankees cambiaran a Chapman y Miller. Betances parecía haber desarrollado un caso de parálisis de los "yips" cuando lanzaba a las bases. Me preguntó si esto podría afectar la percepción de Betances y el potencial del bullpen de los Yankees entre los evaluadores, y la respuesta corta es: absolutamente no. Betances lideró las mayores con 15.53 ponches por cada nueve entradas, y el 40 por ciento de las carreras limpias que permitió fueron anotadas en septiembre. Ahora regresa al rol de preparador, con Chapman volviendo al rol de cerrador. Además los Yankees tienen al relevista veterano Tyler Clippard, al versátil Adam Warren, y a los zurdos Chasen Shreve, Tommy Layne y Richard Bleier.

Factor X para el bullpen de los Yankees: Las entradas generadas por la rotación. Los Yankees no necesitan necesariamente un pitcheo abridor dominante para ayudar a su bullpen, pero no se pueden dar el lujo de depender demasiado de lo que debe ser un bullpen bastante bueno. Así que la habilidad de CC Sabathia y Michael Pineda de llegar consistentemente a la sexta entrada será crucial. El año pasado, la rotación de los Yankees llegó en el puesto 15 en entradas, que es algo que deben tratar de evitar para proteger a sus relevistas de la erosión.

7. Medias Rojas de Boston

El cerrador de Boston Craig Kimbrel tiene 256 salvamentos, y el manager de Boston John Farrell tiene muchos derechos de donde seleccionar, incluyendo a Tyler Thornburg, Matt Barnes, Joe Kelly y Heath Hembree. Los relevistas de los Medias Rojas podrían tener una enorme ventaja sobre aquellos con otros equipos debido a la enorme estabilidad de la rotación de Boston: Chris Sale, David Price y Rick Porcello son fuentes estables de entradas y deberían permitirle a Farrell mantener descansado su bullpen.

Factor X para el bullpen de los Medias Rojas: El comando de Kimbrel. En sus últimas 25 2/3 entradas, otorgó 22 boletos, dejando a algunos evaluadores preguntándose si estuvo completamente saludable en el último par de meses.

8. Cardenales de San Luis

Seung Hwan Oh fue una estrella en su primera temporada con los Cardenales, y se espera que vuelva a encabezar la parte trasera de un grupo que incluye además al zurdo Kevin Siegrist y al derecho Jonathan Broxton. Dada la incertidumbre sobre Trevor Rosenthal y la necesidad de un zurdo, los Cardenales gastaron $30.5 millones para firmar a Brett Cecil.

Factor X para el bullpen de los Cardenales: Rosenthal. Él perdió el puesto de cerrador la pasada temporada en el medio de una temporada en la que dio 29 boletos en 40 1/3 entradas y tuvo un gran declive en el porcentaje de swings de los bateadores rivales ante lanzamientos fuera de la zona. Dado su extenso historial, su actuación dictará la importancia del rol que asuma en esta temporada. Los Cardenales apostarán a él, si pueden.

9. Vigilantes de Texas

El gerente Jon Daniels asintió recientemente que tiene intención de dejar a Matt Bush en el bullpen, luego de una temporada estelar para el derecho. En el 2016, Bush contuvo a los bateadores a promedio de .196 en 61 2/3 entradas, con 14 boletos y 61 ponches. Los Vigilantes están bien equipados alrededor de Bush con derechos (el cerrador Sam Dyson, Jeremy Jeffress) y zurdos (Jake Diekman, Alex Claudio).

Factor X para el bullpen de los Vigilantes: Su carga de trabajo. La parte trasera de la rotación de Texas no está definida, y, al igual que le ocurre al grupo de los Yankees, el cuerpo de relevistas de Texas se beneficiaría grandemente si el manager Jeff Banister y el coach de pitcheo Doug Brocail encuentran soluciones sólidas para el puesto de cuarto y quinto abridor; Andrew Cashner y A.J. Griffin serán asignados cuando comiencen los entrenamientos primaverales.

10. Piratas de Pittsburgh

Parece que los Piratas tienen muchas de las piezas necesarias para tener un buen bullpen, incluyendo a Tony Watson, Felipe Rivero, el recién firmado Daniel Hudson y Jared Hughes.

Factor X para el bullpen de los Piratas: Watson como cerrador. Tuvo algunos días difíciles luego de asumir el puesto tras la salida de Mark Melancon. En 19 salidas del 5 de agosto al 19 de septiembre, Watson permitió seis jonrones en 17 1/3 entradas y tuvo efectividad de 5.19. Los Piratas necesitan que él mejore para mantener en pie su estructura de bullpen.

Mención de honor

Azulejos de Toronto: Los Azulejos recibieron muchas nominaciones entre los 10 mejores de parte de los evaluadores dada la presencia del cerrador Roberto Osuna. La pérdida de Brett Cecil podría lastimarle.

Marlins de Miami: Los grandes planes del dueño Jeffrey Loria eran firmar a Chapman o a Jansen. Pero cuando eso no ocurrió, probablemente hubo algunos ejecutivos de los Marlins que se sintieron aliviados, quienes lograron evitar otro elemento de gran atracción. Los Marlins añadieron a Brad Ziegler y Junichi Tazawa para servir de preparadores del cerrador A.J. Ramos, y Miami ya tiene a Kyle Barraclough, quien logró 113 ponches y permitió apenas 45 hits (un cuadrangular) en 72 2/3 entradas la pasada temporada.

Reales de Kansas City: Kelvin Herrera asumirá el rol de cerrador de Kansas City, y los Reales necesitan una temporada de recuperación en la actuación de Joakim Soria.

Marineros de Seattle: El surgimiento de Edwin Díaz la pasada temporada convirtió el cuerpo de relevistas de Seattle en uno mucho más peligroso. Díaz y Steve Cishek lograron 164 ponches en 115 2/3 entradas la pasada temporada.

Mets de Nueva York: Ellos tuvieron un fuerte 2016, pero todavía no está claro por cuánto tiempo estarán los Mets del 2017 sin su cerrador Jeurys Familia luego de su incidente de violencia doméstica.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Buster Olney's Top 10s
ESPN Illustration
Ningún manager en el Clásico Mundial de Béisbol tendrá mejor trabajo que Edwin Rodríguez, quien deberá escoger al torpedero titular del equipo de Puerto Rico de un grupo que incluye a Francisco Lindor, Carlos Correa y Javier Báez.

Nadie tampoco tendrá un trabajo más arduo. Porque hacer esa elección será algo así como escoger un favorito entre tus hijos, aunque el analista de ESPN Eduardo Pérez, que tiene profundas raíces en Puerto Rico, cree que la opción de Rodríguez está clara.

"Es sobre la bandera puertorriqueña", escribió Pérez en un texto. "Lindor es el mejor campocorto defensivo de la Liga Americana. Es un ganador del Guante de Oro y el de Platino. Los Astros no tienen ningún inconveniente con Correa jugando la tercera base. Si Correa se queja al respecto, no sentará muy bien a sus compañeros de equipo y a la fanaticada, y ese es un camino que él no querrá tomar. El mejor equipo es con Lindor en las paradas cortas y Correa en tercera base".

Y Báez en segunda, a pesar de su pasado como torpedero. El campocorto actualmente es una posición repleta de más talentosos jóvenes que en cualquier otro momento desde que Derek Jeter, Alex Rodríguez, Norman Garciaparra y Miguel Tejada estaban empezando sus respectivas carreras.

En otra propuesta de nuestra serie de clasificación de los diez mejores por posición, aquí está como se ubican los campocortos, basados en los criterios de los evaluadores de béisbol.

1. Francisco Lindor, Indios de Cleveland

Incluso en los primeros minutos después de que los Indios perdieran la Serie Mundial en un desgarrador Juego 7, Lindor parecía capaz de aplicar el equilibrio interno que es su dinámica de comportamiento. Tiene un estilo y un talento que hace recordar a otro campocorto de los Indios, el venezolano Omar Vizquel. Pese a su ecuanimidad, también irradia una alegría distintiva por el juego día tras día.

Lindor tiene la velocidad y la capacidad de batear primero en una alineación, y tiene la consistencia para batear de tercero si es necesario. Sólo 257 partidos en su carrera en las Grandes Ligas y tiene un promedio de .306, además de un OPS de .810. Virtualmente igualó esos números en su carrera en la postemporada, bateando .310 con un .820 de OPS. Fue cuarto en carreras salvadas a la defensiva la temporada pasada, segundo en la Liga Americana detrás de Andrelton Simmons, y fue nombrado ganador del Guante de Platino como el mejor defensor de su liga.

2. Corey Seager, Dodgers de Los Ángeles

La gran disyuntiva sobre todos los jugadores jóvenes es cómo se adaptarán a medida que los lanzadores busquen sus debilidades y los desafíen con diferentes secuencias. Lo que el resto del béisbol aprendió acerca de Seager en su temporada de novato es que parece ser un sabio haciendo ajustes. Constantemente enfrentó a los mejores zurdos, pero fue competitivo contra ellos, promediándoles un respetable .250 con 20 extrabases en 196 turnos al bate, e inmediatamente demostró una habilidad para conducir la pelota a todas las partes del campo. Sólo 13 jugadores de Grandes Ligas tuvieron una tasa más alta de bolas fuertemente golpeadas la temporada pasada, y probablemente hayas oído hablar de los jugadores que lideraron esa categoría - David Ortiz, Freddie Freeman, Mike Trout, Matt Carpenter, Miguel Cabrera. Seager conectó 71 extrabases de 193 hits en total, con 54 boletos y 105 carreras anotadas, números lo suficientemente buenos como para ubicarle tercero en la votación del MVP de la Liga Nacional a los 22 años.

A pesar de que la expectativa en la Industria es que su tamaño acabará forzándole a mudarse a la tercera base, Seager jugó con regularidad en el campocorto, como creían algunos evaluadores de los Dodgers. Dada la inversión de los Dodgers de cuatro años y 64 millones de dólares en Justin Turner, Seager parece ser el parador corto de L.A. -y permanecer en la parte superior de esta lista- durante bastante tiempo.

3. Carlos Correa, Astros de Houston

Hubo gran expectativa en Correa entrando a la temporada pasada, cuando tenía 21 años, y tuvo una muy productiva primera temporada completa pese a las lesiones. "Creo que aprendió mucho sobre sí mismo", dijo el manager A.J. Hinch. "Él tuvo que ajustar su swing a través de algunas lesiones, aprendió a golpear con el juego en línea. Creo que encontró algunas áreas para mejorar, pero sabe aún más cómo puede ser productivo".

Así es como los evaluadores siguen viéndolo - como un MVP futuro que va a poner grandes números de potencia. "Una gran ventaja", acotó un funcionario.

Con el tiempo, Correa probablemente golpeará la pelota al aire con más frecuencia. La temporada pasada, su tasa de bolas por el suelo a los elevados fue de 1,83, el 20 más alto en las mayores.

4. Brandon Crawford, Gigantes de San Francisco

Su ausencia del equipo All-Star el año pasado fue probablemente la más evidente, porque es posiblemente el mejor campo corto defensivo de la Liga Nacional y se ha convertido en un gran productor.

Su wRC + ha aumentado en gran medida a lo largo de su carrera:

2011 - 68
2012 - 81
2013 - 93
2014 - 101
2015 - 114
2016 - 107

5. Xander Bogaerts, Medias Rojas de Boston

Debido a que comenzó en la Serie Mundial poco después de su 21 cumpleaños y ha estado alrededor por un rato, es fácil olvidar que Bogaerts está apenas en los primeros compases de su viaje a través de las ligas mayores y sólo tiene 24 años de edad. Al igual que Jose Altuve, parecía ser más paciente en sus turnos al bate la temporada pasada, e hizo aún más daño. Sus boletos subieron de 32 en 2015 a 58 el año pasado, y su cuadrangulares saltaron de 7 a 21. También ganó su segundo Bate de Plata. A los pitchers no les gusta lanzarle bolas rápidas, por supuesto: sólo 15 ligas mayores vieron un porcentaje menor de ese lanzamiento la temporada pasada.

La conversación sobre un contrato a largo plazo probablemente comenzará en serio este verano en Boston. Debido a que Bogaerts tiene más de tres años de servicio, es elegible para la agencia libre después de la temporada 2019 -y su agente es Scott Boras-, que casi siempre lleva a sus clientes a la agencia libre. Si los Medias Rojas no lo firman a un acuerdo a largo plazo, Bogaerts está en camino de terminar su temporada de 27 años justo antes de llegar al mercado -y se le pagará gran cantidad de dólares.

6. Addison Russell, Cachorros de Chicago

David Ross cuenta una gran historia acerca de la confianza de Russell en el campocorto desde el primer entrenamiento de primavera con los Cachorros. Russell está callado, y mientras él y Ross miraban a los Cachorros jugar una exhibición, un jugador de cuadro no consiguió sacar out en una bola rodada.

-¿Puedes hacer esa jugada? Ross preguntó, y antes de que el eco de la última sílaba de Ross se disipara, Russell respondió: "Sí".

La oficina de los Cachorros creyó en él, por supuesto. Ellos negociaron por él, despejando el camino al campocorto moviendo a Starlin Castro y, la temporada pasada, Russell tuvo un .321 de porcentaje de embasamiento, pegó 21 jonrones y remolcó 95 carreras. Tiene 81 turnos al bate de postemporada, obtuvo un voto de MVP entre los 10 primeros y fue el torpedero de un equipo campeón de la Serie Mundial. Addison Russell cumple 23 años a finales de este mes, con muchos grandes días por delante.

Él lo aplastó en cuenta de bateadores la temporada pasada:

1-0 1.322 OPS
2-0 2.518 OPS
3-1 1.250 OPS

Esas cifras sugieren que anticipó las bolas rápidas y se aprovechó cuando las consiguió, y sus problemas cuando quedó atrás en el conteo indican que tiene más trabajo que hacer. Pero él ha demostrado la confianza para hacer esos ajustes.

7. Trea Turner, Nacionales de Washington

Basado en el porcentaje de evaluadores que lo catalogaron relativamente alto en sus 10 primeros puestos, Turner hizo una increíblemente fuerte impresión con su actuación en 2016, aunque la mayor parte de ella llegó mientras él servía como jardinero central temporal para Washington. Turner volverá a su posición natural a tiempo completo en 2017.

La temporada pasada Turner bateó .379 abriendo entradas, con un porcentaje de embasamiento de .405. Empató para el décimo lugar entre todos los jugadores con por lo menos 300 apariciones al plato en wRC+ -una métrica que refleja funcionamientos creados- y con un promedio que estaba justo detrás de Kris Bryant y apenas delante de Anthony Rizzo. En apenas 73 juegos para los Nacionales, robó 33 bases, conectó 35 extrabases y anotó 53 carreras.

De un evaluador: "Si puede jugar como un paracorto promedio en la defensa, su velocidad y bate lo moverán para arriba en la lista".

8. Jean Segura, Marineros de Seattle

A medida que se une a los Marineros, Segura irá de vuelta desde la segunda base al campocorto después de su destacada temporada de 2016. El año pasado, encabezó la Liga Nacional en hits, anotó 102 carreras, acumuló extrabases y robó 33 bases, terminando 10º entre todos los infielders medios en fWAR con 5.0. Su disciplina en el plato mejoró perceptiblemente, con su índice de swines a lanzamientos fuera de la zona cayendo de 38.6 por ciento a 31.4 por ciento. Los Diamondbacks de Arizona se enfrentaron a la realidad de que si la oleada de producción de Segura continuaba, no podrían firmarlo una vez que se convierta en agente libre después de la temporada 2018, y si disminuye su producción, su valor comercial se agotará. Así que los Diamondbacks lo trasladaron a los Marineros, que tienen a tres jugadores en el cuadro que están en el top 10 de mejores jugadores. (Alerta: Kyle Seager está entre los 10 mejores jugadores de la tercera base.)

9. Troy Tulowitzki, Azulejos de Toronto

En su primera temporada completa con los Blue Jays, Tulowitzki se desempeñó casi igual a como lo hizo después de unirse a Toronto en 2015, golpeando con poder con un relativamente ligero porcentaje de embasamiento .318. Pero Tulowitzki, de 32 años, sigue siendo un excelente defensor, y ahora que Edwin Encarnación y, probablemente, José Bautista se han trasladado a otras partes del mundo, Tulowitzki tendrá que jugar un papel importante en la alineación de Toronto.

10. Andrelton Simmons, Angelinos de Los Ángeles

Un evaluador resumió la opinión de la industria sobre Simmons: "ofensiva inferior a la media", escribió, "con una defensa por encima de la media". En camino ascendente. Desde que Simmons irrumpió en las Grandes Ligas a principios de 2012, estos son los líderes de la MLB en carreras defensivas salvadas:

Simmons - 131
Jason Heyward - 92
Nolan Arenado - 84
Alex Gordon - 78
Manny Machado - 75

El próximo mejor campocorto de la lista es Brandon Crawford con 61.

Así es, muy por encima de la media. Y Simmons pegará algunos hits, bateó .281 la temporada pasada y algún poder ocasional.

Mención honorable

Didi Gregorius, Yankees de New York: Un bateador zurdo, que ha mejorado constantemente en la ofensiva, aprendiendo a dirigir la pelota y aprovechar las dimensiones del Yankee Stadium, y es un buen defensor. "Podría ser el jugador más completo de Yankees ahora mismo", dijo un evaluador.

Alcides Escobar, Reales de Kansas City: Los Reales ganaron la Serie Mundial con Escobar bateando de primer bate en 2015, pero después de un tiempo, su incapacidad para conseguir bases forzó su movimiento fuera de esa posición en la alineación de Kansas.

Zack Cozart, Rojos de Cincinnati: Una vez más, será uno de los nombres más grandes disponibles en el mercado, el primer veterano que los contendientes considerarán si pierden un campocorto con una lesión a largo plazo. Un fuerte defensor, Cozart será elegible para la agencia libre después de la próxima temporada.

Dansby Swanson, Bravos de Atlanta: Su impacto para los Bravos fue inmediato la temporada pasada, en sus 38 primeros partidos. Atlanta tuvo balance de 23-15, y en ese tiempo bateó .302 y aparentemente solidificó el campo defensivo.

Elvis Andrus, Rangers de Texas: Tuvo su mejor temporada ofensiva a los 27 años, bateando .302 (.362 OBP) con 31 dobles, siete triples y ocho cuadrangulares. Parece que ha superado el malestar que le afectó hace unos años.

Adeiny Hechavarría, Marlins de Miami: Hace jugadas majestuosas todo el tiempo.

Trevor Story, Rockies de Colorado: Es posible que hubiera sido el Novato del Año de la Liga Nacional si no hubiera debutado el mismo año que Corey Seager y si no hubiera perdido agosto y septiembre. Bateó 52 extrabases en sus primeros 97 juegos.

Aledmys Díaz, Cardenales de San Luis: Un novato tremendo que no mostró más por una lesión.
Etiquetas:

MLB, Baseball

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Jansen, Betances
ESPN Illustration
Nunca ha habido un mejor momento para ser un relevista en el béisbol de Grandes Ligas. Después de Andrew Miller, Cody Allen, Kenley Jansen y Aroldis Chapman brillaban sobre las últimas entradas en octubre, los equipos pagan grandes sumas de dinero a los relevistas de cualquier tipo esta temporada baja. Mark Melancon consiguió el acuerdo más grande para un relevista en todos los tiempos el 5 de diciembre y dos semanas después fue borrado por los contratos de Chapman y Jansen. Brett Cecil consiguió $30 millones y una cláusula de no-cambio con los Cardenales de San Luis. Brad Ziegler obtuvo $16 millones con los Marlins de Miami. Mike Dunn consiguió $19 millones, con los Rockies de Colorado.

Los relevistas son tomados cade vez más en cuenta, y los equipos cada vez se enfocan más en tener a los pitchers que destacan en los momentos más apremiantes --y se disponen a invertir fuertemente en los que tienen esas habilidades.

En el segundo de nuestro ranking posicional, estos son los 10 mejores relevistas del beisbol, basados en el aporte y comentarios de los evaluadores de MLB y los jugadores.

1. Zach Britton, Orioles de Baltimore

Matt Wieters contó mi historia favorita sobre la naturaleza única del sinker de Britton: cuando los Orioles jugaron ante los Marineros de Seattle, Dae-Ho Lee, un toletero que juega su primera temporada en las Grandes Ligas, caminó a la caja de bateo para batear ante Britton. Lee es un producto de Corea y su inglés es limitado, pero por un tiempo pronunció una respuesta universal la primera que vio el sinker de Britton: ''¡Woooaaaaahhh!''.

El sinker de Britton siempre ha sido imbateable ante cualquier otro lanzamiento y si parece una exageración, considerar que bateadores de oposición generaron un OPS de.430 contra el cerrador de los Orioles. Durante la carrera de Mariano Rivera, el legendario cerrador tuvo una temporada más que buena --en 2008, cuando los bateadores de oposición tuvieron un OPS de.423.

Britton tuvo 74 ponches en 67 entradas, con solamente un jonrón permitido, y aceptó solo una carrera limpia en los últimos cinco meses de la temporada regular. Tuvo una carrera limpia admitida en 58 apariciones. Britton tuvo un porcentaje de rolas al cuadro de 80 por ciento, fácilmente el más alto en las Grandes Ligas.

¡Woooaaaaahhh!.

2. Andrew Miller, Indios de Cleveland

Después de que Miller se unió a los Indios, se enfrentó a 176 bateadores, combinando la temporada regular y la postemporada, y entre los dos, ponchó a 76 y caminó a siete. Su total dominio sobre los Medias Roja de Boston y los Azulejos de Toronto en las dos primeras rondas de los playoffs, parece poner la bara alta de cómo utilizarse a los relevos y cuánto puede afectar en cualquier juego. Parte de la grandeza de Miller fue abrumadora ante bateadores de cualquier tipo: bateadores zurdos, bateadores derechos, jonroneros o de la mitad del orden al bate. Durante la temporada regular 2016, Nº 3 y Nº 4 en el orden al bate contrario --lo mejor de lo mejor, por lo general-- se fue de 8-61, con un doble, un jonrón y 29 ponches contra Miller.

En las negociaciones por Miller, los Indios eran el único equipo involucrado verdaderamente de mercado pequeño y estructuraron una oferta más allá que los Cachorros de Chicago o Nacionales de Washington o Dodgers de Los Ángeles o Rangers de Texas estaban dispuestos a pagar o lo que los Gigantes de San Francisco podían pagar. Al moverse primero, el pago dado llevó a Cleveland a la Serie Mundial, y ahora pagará $ 9millones anuales durante los próximos dos años, muy por debajo del promedio con el cual compensan a relevistas de elite ahora.

3. Kenley Jansen, Dodgers de Los Ángeles

Como Miller lo hizo, Jansen parecía elevarse en superioridad durante la postemporada, gracias a su capacidad para lanzar múltiples entradas y en cualquier entrada. Frente a los Cachorros en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, Jansen permitió sólo un hit en 6 1/3 entradas, con 10 ponches y no bases por bolas. Durante la temporada dijo en repetidas veces que estaba dispuesto a contribuir en salvados de más de tres outs, y cuando llegó la oportunidad, Jansen se entregó. Ahora que los Dodgers han comprometido $80 millones con Jansen durante los próximos cinco años, probablemente es una apuesta segura que lo hará y no sólo en la novena entrada.

Sobre todo mediante el uso de su recta cortada, Jansen ponchó a 104 bateadores en 68 2/3 entradas, con sólo 11 pasaportes y cuatro jonrones permitidos. Ningún subconjunto de bateadores fueron tan indefensos contra Jansen como los bateadores derechos: Ellos le batearon .109 en 119 turnos al bate, con un porcentaje de slugging de .202. Cuando había corredores en posición de anotar contra Jansen, le batearon .149, con 31 ponches en 67 apariciones. ''Todo lo que tira arriba de la cintura es intocable'', dijo un evaluador.

El ex receptor tiene 29 años de edad.

4. Aroldis Chapman, Yankees de Nueva York

La posición de Chapman de ser el relevista mejor pagado de todos los tiempos, con $85 millones de dólares por cinco años, podría seguir para los próximos años, tal vez hasta que Britton entre a la agencia libre. No hay nada sutil sobre Chapman qué --sin embargo. Algunos evaluadores rivales creen que inevitablemente su velocidad disminuirá y será más hábil para ordenar sus cosas, incluyendo su slider, en lugar de simplemente lanzar la bola para pasar a los bateadores. Los Yankees ciertamente creen en eso y esperan.

Pero por ahora, Chapman puede dominar bateadores con la mejor recta en la historia del béisbol. En 2016, promedió más de 100 millas por hora con su bola rápida, fácilmente la mejor de cualquier lanzador en una época en que los lanzadores están tirando más fuerte que nunca. Chapman ha enfrentado a 1.494 bateadores en la temporada regular en su carrera, y de esos, ha ponchado al 43 por ciento y permitió hits a sólo el 13 por ciento.

5. Wade Davis, Cachorros de Chicago

La única razón por la que cayó en esta lista es debido a las preocupaciones sobre su codo que desarrolló el año pasado, cuando tuvo una temporada en la lista de lesionados. Más allá de eso, Davis debe ser el mismo eliminador.

Los últimos tres años, Davis ha permitido 104 hits en 182 2/3 entradas, con 234 ponchados, sólo 59 pasaportes, solamente tres jonrones y una efectividad de 1.18. No es de extrañar porque los Cachorros se movieron agresivamente para tenerlo.

6. Mark Melancon, Gigantes de San Francisco

No tiene el sinker de Britton o la velocidad de Chapman, pero Melancon ha sido un modelo de efectividad con su recta cortada sutilmente viciosa. Tuvo enorme éxito en las pasadas tres temporadas, por lo que los Gigantes lo recompensaron generosamente: desde 2013 hasta 2016, Melancon tiene 1.80 de ERA, con sólo 45 bases en 290 entradas y 10 jonrones permitidos.

7. Dellin Betances, Yankees de Nueva York

Se desempeñó como el cerrador después de que Chapman y Miller fueran cambiados, y tuvo sus problemas, particularmente en lanzar a las bases, un tema que sin duda será un tema de conversación en los entrenamientos de primavera. Este año, volverá a la función de preparador, en la cual él ha prosperado: en las pasadas tres temporadas, Betances tiene 392 ponchados en 247 entradas. Una pesada carga de trabajo podría haber sido un factor en los problemas que presentó al final de la última temporada: en 2014, Betances hizo 15 apariciones al lanzar en días consecutivos. El año pasado, hizo 24 apariciones con cero días de descanso.

8. Edwin Díaz, Marineros de Seattle

Hizo su debut en Grandes Ligas el 6 de junio y dejó una impresión inmediata en evaluadores y bateadores rivales. Diaz enfrentó a 217 bateadores la temporada pasada, y de ésos, ponchó a 88, con una bola rápida con un promedio de 97.3 mph y un slider hacia afuera.

9. Seung Hwan Oh, Cardenales de San Luis

Pudo haber sido la mejor adquisición al valor-dólar en las Grandes Ligas en 2016. Los Cardenales firmaron el relevista hace un año, cuando tenía 33 años de edad, a un contrato de $2.5 millones, y valía mucho más que eso. Teniendo una fuerte carga de trabajo --sólo seis relevistas lanzaron más entradas que sus 79 2/3-- Oh ponchó a 103 y dio 18 bases. Él fue utilizado inicialmente en un rol de preparador, pero cuando Trevor Rosenthal batalló con su comando, Oh eventualmente ascendió en el papel de cerrador, acumulando 19 rescates. Tuvo uno de los mayores índices de abanicar y no pegar en el beisbol la temporada pasada, con un 18 por ciento, al batallar los bateadores para conectar su slider.

10. Cody Allen, Indios de Cleveland

Miller fue para los Indios el puntal en el bullpen durante la postemporada, pero el desempeño de Cody Allen también fue bueno. Él no permitió una carrera en 13 entradas y dos tercios, caminó a cinco y ponchó a 24. Contra los mejores bateadores en el momento más importante del año, un evaluador dijo, ''Mostró que podía manejar la presión y los bates se perdieron''.

MENCIONES DE HONOR

Craig Kimbrel, Medias Rojas de Boston: Presentó su primeras fallas en su rendimiento la temporada pasada, en un año en el que tuvo problemas de rodilla y los evaluadores se preguntaron cómo es que le afectó mucho en su rendimiento.

Jeurys Familia, Mets de Nueva York: Desde el desarrollo de su pesado sinker, se ha convertido en un gran problema para los bateadores de oposición. Familia enfrenta a una probable suspensión de la violencia doméstica en el principio de la temporada de 2017.

Roberto Osuna, Azulejos de Toronto: Tiene 56 salvados en Grandes Ligas, y tiene 21 años de edad. ''Él tiene grandes cosas, y probablemente va a mejor'', dijo un evaluador.

Kelvin Herrera, Reales de Kansas City: Se convertirá en cerrador de los Reales después de tres temporadas dominantes. De 2014 a 2016, Herrera tuvo 209 ponches en 211 entradas y dos tercios.

Matt Bush, Rangers de Texas: Después de llegar a las Grandes Ligas con los Rangers la temporada pasada a los 30 años, fue excepcional.

Etiquetas:

MLB, Baseball

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


AL INICIO