Oct. 15 - Kirk Gibson beats Dennis Eckersley, A's (1988)
AP Photo/Rusty Kennedy¿Habrá algún otro momento más emocionante en la postemporada que el batazo de Kirk Gibson en 1988?
¿A quién ustedes le van en el torneo de la NCAA? Yo siempre selecciono a Gonzaga. Oigan, ¡el truco casi me salió el año pasado!. En honor a la Locura de Marzo, mi editor me propuso esta idea: ¿Cuál ha sido la mayor sorpresa en postemporada para los 30 equipos de Grandes Ligas?

Gran error que cometiste, Dan, porque este que está aquí va a despacharse con la cuchara grande y va a escribir mucho - pero va a valer la pena. Bono: No solo voy a seleccionar la sorpresa para cada equipo, sino que también voy a hacer un ranking de las sorpresas en orden descendente desde el No. 30 (la menos impresionante) al No. 1 (el equivalente en la postemporada del béisbol de la victoria de North Carolina State sobre Phi Slamma Jamma). ¡Qué lo disfruten!

30. Rockies de Colorado: Vencieron a los Filis en la SDLN del 2007

Los Rockies han llegado a la postemporada cuatro veces en la historia de la franquicia y han ganado dos series de playoffs, ambas en 2007, el año de la famosa corrida del 'Rocktober' a la Serie Mundial. Ellos jugaron para 13-1 en sus últimos 14 juegos, vencieron a los Padres en un juego de desempate para ganar el comodín y luego barrieron la SDLN y la SCLN, una impresionante corrida de 21-1. Realmente, la sorpresa en primer lugar fue llegar a la postemporada. El grupo de equipos de playoffs de la Liga Nacional en el 2007 fue uno de los más débiles de la historia. Los Diamondbacks tuvieron el mejor record con 90-72, pero tuvieron un diferencial de carreras negativo. Los Rockies terminaron con 90-73 y tuvieron el mejor diferencial de carreras. Los Filis ganaron 89 juegos y los Cachorros se quedaron con la Central con apenas 85 triunfos. Así que en realidad no fue tanta la sorpresa.

Momento clave/juego: Kaz Matsui conectó un grand slam con dos outs ante Kyle Lohse en la cuarta entrada del Juego 2 para darle a los Rockies ventaja de 6-3.

29. Cerveceros de Milwaukee: Vencieron a los Angelinos en la SCLA del 1982

Los Rockies han ido a postemporada cuatro veces en 25 temporadas, pero los Cerveceros tienen cuatro viajes en 49 campañas - una historia de miserias que tiende a pasarse por alto. El equipo de 1982, conocidos cariñosamente como los Harvey's Wallbangers por el manager Harvey Kuenn y su equipo de toleteros - fue la mejor edición en la historia de la franqucia. Esto califica como una sorpresa solo por el hecho de que los Angelinos ganaron los primeros dos partidos antes que los Cerveceros se llevaran los siguientes tres en casa.

Momento clave/juego: Abajo en el marcador 3-2 en la séptima entrada del Juego 5, Cecil Cooper conectó sencillo remolcador de dos carreras con dos outs ante Luis Sánchez para darle a los Cerveceros ventaja de 4-3.

28. Expos de Montreal: Vencieron a los Filis en la SDLN de 1981

Los Nacionales han perdido sus cuatro series de playoffs en su historia, así que tenemos que remontarnos al extraño año de 1981, dividido por la huelga, y la única aparición en postemporada -- y su única victoria - en los días de la franquicia en Montreal. Los Expos eran el mejor equipo, aunque los Filis eran los campeones defensores de la Serie Mundial.

Momento clave/juego: El gran Steve Rogers trabajó una blanqueada de seis hits para vencer a Steve Carlton 3-0 en el decisivo Juego 5.

27. Azulejos de Toronto: Vencieron a los Bravos en la Serie Mundial de 1992

Vamos a etiquetar la primera de las dos Series Mundiales conseguidas por los Azulejos como una sorpresa menor. Los Azulejos jugaron para 96-66, los Bravos para 98-64 (aunque con una ventaja de siete juegos en el record Pitagoreano). En una Serie Mundial que muchos pasan por alto - cuatro de los seis juegos se decidieron por una carrera - los Azulejos ganaron el partido final en 11 entradas.

Momento clave/juego: El doble de Dave Winfield con dos outs que trajo dos carreras al plato en la parte alta de la entrada 11, los Bravos anotaron una carrera antes que Mike Timlin lograra el out final cuando Otis Nixon intentó tocar para hit.

26. Rangers de Texas: Vencieron a los Yankees en la SCLA de 2010

Liderados por su JMV Josh Hamilton, los Rangers estuvieron en los playoffs por primera vez desde 1999. Jugaron para 90-72 con un diferencial de carreras de más-100 mientras que los Yankees jugaron para 95-67 y un más-166. Hamilton bateó .350 con cuatro cuadrangulares, ocho boletos y siete remolcadas mientras los Rangers ganaron la serie en seis juegos.

Momento clave/juego: Bengie Molina conectó cuadrangular de tres carreras ante A.J. Burnett en el Juego 4 para darle a los Rangers ventaja de 5-3 en la sexta entrada. Ellos siguieron su camino para llevarse la victoria 10-3 y colocar la serie 3-1 a su favor.

25. Cachorros de Chicago: Vencieron a los Cardenales en la SDLN de 2015

La Serie Mundial de 2016 pudo haber sido la que quebró la maldición de la Cabra, pero no fue una sorpresa. El año antes los Cachorros mejoraron de 73 victorias a 97 y luego vencieron a sus rivales, que habían logrado 100 victorias, en la serie divisional. Aunque los Mets los barrieron en la SCLN, el vencer a los Cardenales dejó el escenario establecido para el 2016.

Momento clave/juego: Los Cachorros conectaron seis jonrones en el Juego 3 para tomar ventaja 2-1 en la serie.

24. Angelinos de Los Angeles: Vencieron a los Yankees en la SDLA de 2002

Los Angelinos del 2002 ganaron 99 partidos, pero esto se sintió en ese momento como una sorpresa monumental. Los Yankees habían ganado cuatro banderines consecutivos de la Liga Americana, llevaban record de 56-22 en la postemporada desde 1996 y ganaron 103 juegos en el 2002. Los Angelinos, que llegaban a los playoffs por primera vez desde 1986, los barrieron en cuatro juegos, al promediar .376 en la serie.

Momento clave/juego: Los Angelinos anotaron tres carreras en la octava entrada del Juego 3 en ruta a la victoria 9-6. Tim Salmon conectó cuadrangular de dos carreras ante Steve Karsay para la victoria decisiva. Los Angelinos siguieron su ruta hasta su primer y único cetro de Serie Mundial.

23. Diamondbacks de Arizona: Vencieron a los Yankees en la Serie Mundial de 2001

Quizás los Angelinos deban agradecerle a Curt Schilling y Randy Johnson, quienes le pusieron una abolladura a la casi invencible armadura de los Yankees el año antes con su victoria en la Serie Mundial. Recuerden, los Marineros que lograron 116 victorias parecían destinados a la inmortalidad antes que los Yankees con 95 victorias los sorprendieran en la SCLA. Los Diamondbacks lograron 92 victorias, pero se apoyaron en sus dos caballos en la postemporada.

Momento clave/juego: El elevado corto de Luis González ante Mariano Rivera que coronó el ramillete de dos carreras que evitó que los Yankees ganaran su cuarta corona de Serie Mundial consecutiva, pero no olvidemos que Mark Grace fue quien inició el ramillete con un sencillo para abrir la entrada.

22. Atléticos de Oakland: Vencieron a los Dodgers en la Serie Mundial de 1974

Los Atléticos tienen nueve Series Mundiales en su historia contando las conseguidas en sus días en Filadelfia, aunque ninguna de ellas cumple con los estándares de una gran sorpresa. Esta si tuvo como protagonista un diferencial de carreras importante, ya que los Atléticos llegaron con 90 victorias mientras los Dodgers habían logrado 102. Los Atléticos lucieron muy por debajo de lo que indicaba su record Pitegoreano (97-65) y, oh, además eran los dos veces campeones defensores. Pero ganaron su tercer cetro en fila con una victoria en cinco partidos.

Momento clave/juego: Ken Holtzman conectó cuadrangular y lanzó 7T fuertes entradas para ganar el Juego 4.

21. Yankees de Nueva York: Vencieron a los Bravos en la Serie Mundial de 1996

Antes de la dinastía, estuvieron los valientes Yankees de 1996, una mezcla de estrellas jóvenes en ascenso -- Derek Jeter era novato mientras Mariano Rivera tuvo su temporada de salto al estrellato en el bullpen - y veteranos que habían visto pasar sus mejores días como Wade Boggs, Cecil Fielder y Tim Raines. Los exMets Dwight Gooden y Darryl Strawberry también formaron parte de esto, 10 años después de sus días de gloria en 1986. Esta mezcla extraña en la primera temporada de Joe Torre como manager terminó con marca de 92-70 y entonces vencieron a los Bravos, que llegaron con marca de 96-66, en la Serie Mundial.

Momento clave/juego: Mark Wohlers, te presento a Jim Leyritz.

20. Orioles de Baltimore: Vencieron a los Dodgers en la Serie Mundial de 1966

Cuando eran los St. Louis Browns, esta franquicia era la broma más grande en el béisbol. Tras su mudanza a Baltimore en 1954, eventualmente se convirtió en la franquicia por excelencia en la Liga Americana por un periodo de dos décadas, con apenas una temporada perdedora entre 1963 y 1985. Este fue el primer viaje de Baltimore a la Serie Mundial y los Orioles barrieron a los Dodgers de Sandy Koufax y Don Drysdale de forma impresionante, con blanqueadas en los tres partidos finales. Los tres abridores de Baltimore eran Dave McNally de 23 años, Wally Bunker de 21 y Jim Palmer de 20.

Momento clave/juego: Palmer venció a Koufax 6-0 en el Juego 2 mientras el jardinero central de los Dodgers Willie Davis cometía tres errores en la quinta entrada (dejó caer dos elevados en el sol e hizo un error en tiro) mientras los Orioles tomaban ventaja de 3-0 en la serie.

19. Marineros de Seattle: Vencieron a los Yankees en la SDLA de 1995

Los Yankees estaban en la postemporada por primera vez desde 1981. Los Marineros estaban en ella por primera vez en su historia, tras vencer a los Angelinos en un juego de desempate en la División Oeste. Eso significaba que su as Randy Johnson no estaría listo hasta el Juego 3. Los Marineros perdieron los primeros dos juegos en el Yankee Stadium, Johnson ganó el Juego 3, Edgar Martínez rompió un empate 6-6 en el Juego 4 con un cuadrangular ante el cerrador John Wetteland, y luego volvió a ser el héroe en el Juego 5.

Momento clave/juego: Con Johnson lanzando en relevo, los Yankees anotaron en la parte alta de la entrada 11, pero el doble de dos carreras de Martínez ante Jack McDowell trajo al plato a Ken Griffey Jr. desde la primera base para darle la victoria y dejar tendido al rival.

18. Tigres de Detroit: Vencieron a los Cachorros en la Serie Mundial de 1935

Una explosión del pasado ya que los Tigres con 93 victorias vencieron a los Cachorros con 100 victorias en seis partidos. Fue la primera victoria de Detroit en una Serie Mundial, ya que habían perdido las series de 1907, 1908, 1909 y 1934. Seis semanas después de la victoria, el veterano dueño del equipo Frank Navin sufrió un ataque cardiaco al montarse en un caballo y falleció.

Momento clave/juego: Tommy Bridges lanzó partido completo en el juego decisivo y el sencillo de Goose Goslin trajo al plato al jugador/manager Mickey Cochrane con la carrera que les dio la victoria para dejar tendido al rival.

17. Indios de Cleveland: Vencieron a los Yankees en la SDLA de 1997

Los Indios llegaron a los playoffs en cinco temporadas consecutivas en la década de los 90, pero no todos esos equipos eran considerados poderosos. Esta edición terminó con marca de 86-75 con un diferencial de carreras de más-53 (nadie más en la Central LA terminó por encima de los .500). Los Yankees jugaron para 96-66 con un diferencial de carreras de más-203. Por supuesto, cualquier equipo con Jim Thome, Manny Ramírez, David Justice y Matt Williams en su alineación es capaz de dar una sorpresa. Rayos, incluso Sandy Alomar bateó .324/.354/.545 ese año.

Momento clave/juego: Alomar empató el Juego 4 en la octava entrada con un cuadrangular ante Mariano Rivera y el hit de Omar Vizquel para ganar el partido en la novena ante Ramiro Mendoza y que evadió a Derek Jeter para traer a Marquis Grissom al plato desde la intermedia.

16. Rays de Tampa Bay: Vencieron a los Medias Rojas en la SCLA de 2008

¿Una sorpresa? Quizás no. Después de todo, los Rays ganaron la división con 97 victorias mientras que los Medias Rojas terminaron con 95 triunfos. Aun así, estos eran los Rays - conocidos como los Devil Rays antes del 2008 - y habían perdido 96 juegos en 2007. Y 101 en 2006. Fue una corrida un tanto divertida hacia la postemporada, pero no había manera que ellos pudieran vencer a los campeones defensores de la Serie Mundial. Pero lo lograron en siete juegos.

Momento clave/juego: El novato David Price, con 14 entradas de experiencia en Grandes Ligas, entró en la parte baja de la octava entrada del Juego 7 con ventaja 3-1, las bases llenas y dos outs. Abanicó a J.D. Drew y luego terminó la labor para conseguir su primer salvamento en Grandes Ligas.

15. Astros de Houston: Vencieron a los Cardenales en la SCLN de 2005

Detrás de Jeff Bagwell y Craig Biggio, los Astros tuvieron algunos equipos poderosos al final de la década de los 90 y el 2000. Pero este no fue uno de esos. Bagwell se perdió la mayor parte del año, Biggio estaba en declive y apenas ganaron 89 juegos. Los Cardenales consiguieron 100 victorias por segunda temporada seguida. Sin embargo, los Astros tenían un imponente trío de abridores -- Roger Clemens, Andy Pettitte y Roy Oswalt - quienes terminaron con efectividad por debajo de 3.00 (Clemens terminó con 1.87). Todo el mundo recuerda el batazo de Albert Pujols para ganar el Juego 5, pero Houston ganó la serie en seis juegos.

Momento clave/juego: Oswalt permitió una carrera y tres hits en siete entradas para ganar el Juego 6.

14. Piratas de Pittsburgh: Vencieron a los Yankees en la Serie Mundial de 1960

Esta parece una sorpresa mayor de la que es en realidad, en parte porque los Yankees ganaron partidos con anotaciones de 16-3, 10-0 y 12-0. Los Piratas terminaron con marca de 95-59 mientras los Yankees jugaron para 97-57 y los Piratas tuvieron el mejor diferencial de carreras. Aun así, estos eran los Yankees de Mickey Mantle y Yogi Berra y Whitey Ford y los Piratas, que fueron perdedores perennes durante gran parte de la década de los 50, habían ganado su primer banderín desde 1927. La derrota le costó a Casey Stengel su trabajo como manager de los Yankees.

Momento clave/juego: Bill Mazeroski ganó el dramático Juego 7 con un cuadrangular para dejar tendido al rival y darle a los Piratas la victoria 10-9 en lo que muchos consideran el mejor juego jamás disputado.

13. Cardenales de San Luis: Vencieron a los Filis en la SDLN de 2011

Los campeones de la Serie Mundial 2006 solo ganaron 83 juegos, así que podemos seleccionar su victoria en la SCLN ante los Mets con 97 victorias, o su triunfo en la Serie Mundial sobre los Tigres con 95 victorias, pero yo seleccioné su sorpresa sobre los Filis. Los Filis eran una de las potencias de ese momento, con 102 victorias y una de las mejores rotaciones de todos los tiempos. Los Cardenales habían logrado 90 victorias, alcanzando la postemporada en el último día de la campaña regular.

Momento clave/juego: Chris Carpenter venció a Roy Halladay 1-0 en el Juego 5 con un juego completo de apenas tres hits. Los Cardenales terminaron ganando la Serie Mundial.

12. Marlins de Florida: Vencieron a los Yankees en la Serie Mundial de 2003

Los Marlins nunca han terminado en primer lugar, y comoquiera tienen dos cetros de Serie Mundial - nunca han perdido una serie de postemporada. El béisbol es extraño e injusto, alegre y horrible. ¿Cuál fue la sorpresa más grande? ¿Los Marlins de 1997 con 92 victorias venciendo a los Bravos con 101 victoria en la SCLN o los Marlins de 2003 con 91 triunfos venciendo a los Yankees con 101 victorias en la Serie Mundial? Yo le doy la ventaja a la sorpresa en la Serie Mundial.

Momento clave/juego: Los Marlins ganaron el Juego 4 gracias al cuadrangular de Alex González para dejar tendido al rival en la entrada 12 ante Jeff Weaver -- Mariano Rivera nunca entró al partido - pero esta Serie Mundial es recordada por la blanqueada de cinco hits lanzada por Josh Beckett en el Juego 6 con tres días de descanso.

11. Filis de Filadelfia: Vencieron a los Bravos en la SCLN de 1993

Los Filis del 93 eran un grupo de locos que vivía duro y les gustaba la diversión. Por un año, fueron un equipo legítimamente grande - el 1993 fue la única temporada ganadora de la franquicia entre 1987 y 2000 - pero nadie esperaba verlos vencer a los Bravos con 104 victorias en la SCLN. Los Bravos, quizás agotados por una cruenta contienda divisional con los Gigantes, se llevaron dos de los primeros tres juegos antes que los Filis ganaron los últimos tres.

Momento clave/juego: En el Juego 5, los Filis tomaron ventaja de 3-0 detrás de Curt Schilling al llegar a la baja de la novena. Luego de un boleto y un error, entró en relevo Mitch Williams y lo próximo que supimos era que el partido se había empatado. Se puede llamar un presagio. Sin embargo, Lenny Dykstra rescató el día con un cuadrangular ante Mark Wohlers en la 10ª entrada.

10. Padres de San Diego: Vencieron a los Bravos en la SCLN de 1998

Los Padres ganaron 98 juegos, aunque con un record Pitagoreano de 93-69, y luego vencieron a los Astros con 102 victorias en la SDLN y los Bravos con 106 triunfos en la SCLN. En el camino ellos vencieron dos veces a Randy Johnson, a Tom Glavine dos veces, y una a Greg Maddux, antes de perder ante los Yankees en la Serie Mundial. Probablemente este fue el mejor de todos aquellos grandiosos equipos de los Bravos de esta era, ya que tuvieron cinco abridores con más de 16 victorias cada uno y cuatro toleteros con más de 30 cuadrangulares. Ellos superaron a sus rivales por 245 carreras. Pero entonces chocaron contra Sterling Hitchcock.

Momento clave/juego: Hitchcock venció a Maddux en el Juego 3 y entonces a Glavine en el Juego 6 (con cinco entradas en blanco).

9. Rojos de Cincinnati: Vencieron a los A's en la Serie Mundial de 1990

Eran los 'Nasty Boys' versus los 'Bash Brothers', el máximo choque de poder contra poder. Los Atléticos eran grandes favoritos, en búsqueda de su segundo título seguido tras ganar 103 partidos - 12 más que los Rojos. Pero los Rojos no dejaron espacio para nada. Y mayormente, fue todo gracias a José Rijo. Permitió una carrera en 15 1/3 entradas al ganar los Juegos 1 y 4.

Momento clave/juego: En la parte baja de la 10ª entrada del Juego 2, el poco utilizado utility Billy Bates - había tenido solo cinco apariciones en el plato con los Rojos y bateaba .088 en la temporada (3-en-34) - llegó a base con un rodado en el cuadro ante Dennis Eckersley y luego anotó la carrera de la victoria. Fue la última aparición del jugador en su corta carrera en Grandes Ligas.

8. Bravos de Boston: Vencieron a los Atléticos en la Serie Mundial de 1914

Considerando todas las veces que los Bravos de Atlanta han sido sorprendidos en la postemporada (¡ver arriba!), no es una sorpresa que usemos a los Bravos de Boston para entonces su propia sorpresa. Los milagrosos Bravos estaban en último lugar al 18 de julio - octavos entre ocho equipos - pero jugaron para 31-8 en septiembre/octubre para ganar el banderín de la LN. En la Serie Mundial, ellos barrieron a los Atléticos de Connie Mack, quienes habían ganado en 1910, 1911 y 1913. Mack, desilusionado por la derrota y encarando problemas financieros, desmanteló el equipo luego de la derrota.

Momento clave/juego: En el Juego 3, los A's tomaron ventaja con dos carreras en la 10ª. Sin embargo, los Bravos lo empataron con una carrera gracias al cuadrangular del receptor Hank Gowdy - en ese momento los jonrones eran escasos - y entonces ganaron en 12 entradas.

7. Reales de Kansas City: Vencieron a los Cardenales en la Serie Mundial de 1985

La postemporada de 2014 y 2015 fueron de alegría trascendente, pero esta fue la mayor sorpresa de todas. Este equipo tenía a George Brett en su pico y el ganador del Cy Young de 21 años Bret Saberhagen, pero era un equipo de 91 victorias y no era tan bueno como algunos de los equipos de los Reales de años atrás que habían fallado en ganar una Serie Mundial. Los Cardenales habían ganado 101 juegos.

Momento clave/juego: Los Cardenales tenían ventaja 1-0 en la baja de la novena del Juego 6, a tres outs del título. Jorge Orta conectó un rodado por la primera base, y el lanzador Todd Worrell salió a cubrir para el out. Excepto que el oficial Don Denkinger falló la jugada. Los Cardenales se autodestruyeron desde ese momento en adelante con un elevado de foul que no pudieron atrapar y un passed ball y los Reales anotaron dos veces y luego ganaron el Juego 7 detrás de la blanqueada de Saberhagen con marcador de 11-0.

6. Mellizos de Minnesota: Vencieron a los Cardenales en la Serie Mundial de 1987

Uno de los peores campeones de Serie Mundial de todos los tiempos, los Mellizos ganaron 85 partidos y fueron superados por 20 anotaciones. Si hicieron una cosa bien: Ganaron en el Metrodome. Ellos jugaron para 56-25 en casa y 29-52 como visitantes, pero gracias a las peculiaridades de un calendario preestablecido tuvieron ventaja de local tanto en la SCLA como en la Serie Mundial. Jugaron para 6-0 en casa. Larga vida al Homer Hankie. Los Cardenales habían jugado de 95-67, aunque Jack Clark, su mejor bateador (.286/.459/.597, 35 jonrones), se perdió la serie y Terry Pendleton jugó tres de los siete juegos.

Momento clave/juego: El grand slam de Kent Hrbek abrió el Juego 6 y lo envió al Juego 7, el que ganaron los Mellizos gracias a Frank Viola.

5. Gigantes de Nueva York: Vencieron a los Indios en la Serie Mundial de 1954

Los Gigantes tenían al JMV de la LN Willie Mays, al ganador de 21 juegos Johnny Antonelli y a los ases del bullpen Hoyt Wilhelm y Marv Grissom y jugaron para 97-57 - y comoquiera esta fue una gran sorpresa. Esto debido a que los Indios habían ganado 111 juegos, en ese momento un record para la Liga Americana, detrás de la estelar rotación de Early Wynn, Bob Lemon, Mike García y un todavía efectivo Bob Feller. Larry Doby lideró la LA en jonrones y remolcadas. Y entonces los Gigantes barrieron la serie.

Momento clave/juego: La famosa atrapada de Mays llegó en la octava entrada del Juego 1, conservando el empate 2-2, y los Gigantes eventualmente ganaron en 10 entradas gracias al cuadrangular de tres carreras como emergente de Dusty Rhodes para dejar tendido al rival.

4. Medias Blancas de Chicago: Vencieron a los Cachorros en la Serie Mundial de 1906

Si tu apodo es "The Hitless Wonders (Las Maravillas que No Batean)", probablemente califique como una sorpresa. De hecho, esto podría considerarse como la mayor sorpresa en la historia de la postemporada ya que los Medias Blancas jugaron para 93-58 y los Cachorros jugaron para 116-36. Si a ustedes les gusta el béisbol de 1906 y quieren poner esta en la cima de su lista, adelante. De todos modos, los Medias Blancas batearon .230 ese año, el peor de la Liga Americana. Sin embargo, los Medias Blancas usaron el método de Moneyball 95 años antes del verdadero "Moneyball", al liderar la liga en boletos y terminando terceros en carreras anotadas. Además tuvieron un cuerpo de lanzadores que permitió la menor cantidad de carreras en la liga, liderados por el experto en la bola ensalivada Ed Walsh, quien logró 10 blanqueadas ese año.

Momento clave/juego: Walsh lanzó una blanqueada de dos hits y 12 ponches en el Juego 3. Los Medias Blancas ganaron en seis juegos con Jiggs Donahue remolcando tres ante Three Finger Brown en el juego decisivo. Nunca dejen pasar la oportunidad de escribir "Jiggs Donahue."

3. Medias Rojas de Boston: Vencieron a los Yankees en la SCLA de 2004

Se puede discutir que esta califica como la mayor sorpresa de la historia, no solo por el historial entre ambas franquicias, sino por el hecho de que los Medias Rojas se convirtieron en el único equipo en la historia en recuperarse de un déficit 0-3 en una serie postemporada. En realidad, ambos equipos estaban muy parejos: los Yankees ganaron 101 partidos, los Medias Rojas 98 y en realidad los Medias Rojas tuvieron un mejor diferencial de carreras (más-180 a más-89). Así que ¡quizás ni siquiera se podría considerar una sorpresa!

Momento clave/juego: Dave Roberts se roba la segunda base y pone todo en movimiento.

2. Dodgers de Los Angeles: Vencieron a los Atléticos en la Serie Mundial de 1988

Los Dodgers tuvieron dos jugadores que conectaron más de 10 cuadrangulares y uno de ellos solo tuvo un turno al bate en la Serie Mundial (y que clase de turno). Su tercer bateador en la Serie Mundial conectó un cuadrangular en toda la temporada. Su segundo bateador promedió .223 con OBP de .288. Su antesalista tuvo OBP de .268. Su torpedero bateó .199. Los Atléticos habían ganado 104 juegos, y los Dodgers 94. Esto se trató de la heroicidad de Kirk Gibson y Orel Hershiser cargando a un equipo sobre su espalda y un recordatorio que absolutamente cualquier cosa puede ocurrir en una serie corta.

Momento clave/juego: Como dijo Vin Scully, "Y miren quien viene a batear".

1. Mets de Nueva York: Vencieron a los Orioles en la Serie Mundial de 1969

En un nivel, quizás esto sea sobrevalorado como la mayor sorpresa. Después de todo, los Mets ganaron 100 juegos. Pero por otro lado, los Orioles ganaron 109, así que había una gran diferencia en la columna de victorias. Los Mets también superaron su record Pitagoreano por ocho victorias, así que se podría argumentar que su verdadero nivel de talento no era realmente el de un equipo de 100 victorias. Puntualmente, ellos ganaron apenas 83 partidos la temporada siguiente. Lo que hace a los Milagrosos Mets el mejor milagro en la historia de la postemporada es la historia de fondo. Ellos jugaron para 73-89 en 1968, lo que era el mejor -- ¡por 12 victorias! - en la corta historia de la franquicia. Era un equipo extremadamente joven. Hasta que consiguieron vía cambio a Donn Clendenon, el titular de posición más viejo tenía 26 años. Los primeros cuatro abridores tenían 26 años o menos. Ellos salieron de la nada y vencieron a unos poderosos Orioles en cinco juegos.

Momento clave/juego: Muchos momentos locos y grandes atrapadas a lo largo de la serie, pero la joya fue la victoria de Tom Seaver 2-1 en el Juego 4 cuando lanzó las 10 entradas.

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El lanzamiento 122 de Justin Verlander el sábado fue una recta de 97 mph que Greg Bird conectó de foul. El siguiente pitcheo fue otra recta de 97 mph, alta y pegada. Su lanzamiento final fue un slider que Bird conectó al suelo para el out final de los Yankees. Luego que entonces los Astros anotaran la carrera de la victoria en la baja de la novena entrada, Verlander había logrado el primer juego completo de nueve entradas en una serie de campeonato de liga desde que los Medias Blancas completaran cuatro de esos en fila en 2005. Eso se siente casi como una era diferente en el béisbol.

Verlander fue visto como un héroe conquistador, como si hubiese barrido las costas de Normandía para liberar a los lanzadores abridores de la tiranía del bullpen. El último lanzador en hacer más lanzamientos en un juego de playoffs fue el propio Verlander, en la Serie de Campeonato de la Liga Americana en 2012, cuando hizo 132 lanzamientos en 8S entradas. El último lanzador en hacer más pitcheos en un juego completo fue Mark Prior, allá por el 2003 en la serie divisional para los Cachorros, cuando hizo 133 en la victoria 3-1 sobre los Bravos.

Sin embargo, el dominio de Verlander, que hizo retroceder el reloj, ha sido la excepción. Él es el único abridor en lanzar hasta la octava entrada, y que ha logrado las nueve completas. Solo ocho abridores de 42 lanzadores han llegado a 100 pitcheos. Si hemos aprendido algo, es que los managers están dependiendo más que nunca de su bullpen en los partidos de postemporada. Ellos no quieren perder un partido en las entradas del medio con un abridor midiéndose a una alineación por tercera vez o mientras se acerca a los 90 lanzamientos. Échenle un vistazo al porcentaje de entradas lanzadas por los abridores en la postemporada a lo largo de los años, junto con las efectividades de los abridores y el porcentaje de salidas con siete entradas trabajadas:

Quizás esos números cambien a medida que nos adentremos en la postemporada. En la serie divisional, los managers tienen que dirigir casi con un sentido de urgencia desesperada. Vimos a Verlander, Chris Sale, Max Scherzer, Jon Lester y José Quintana lanzar en relevo.

O quizás esa urgencia continue. "Para que nosotros seamos exitosos, tenemos que ganar ocho juegos", dijo recientemente el manager de los Cachorros Joe Maddon. "Así que es un proceso mental realmente malo el pensar que vas a lograrlo con uno o dos chicos, o hacer que tus abridores tiren de 90 a 120 lanzamientos casi sin descanso, con 12 lanzamientos realmente importantes en un juego de vida o muerte en Washington".

El abridor de los Dodgers Rich Hill dijo que los lanzadores solo tienen que ajustarse al caos. "Estos juegos de playoffs, como hemos visto en toda la postemporada, son un animal completamente diferente", dijo Hill. "Uno tiene que ganar ese juego. Así que uno hace lo que sea necesario para ganar ese juego".

Así que esperen ver a más relevistas y simplemente admiren la raya joya de Verlander. Otras cosas que hemos aprendido:

Aaron Judge tiene problemas

Aaron Judge
Troy Taormina/USA TODAY Sports
Algunas veces los playoffs parecen tan largos que el juego de comodines se siente como que ocurrió en otra temporada. Judge se fue de 4-2 con un cuadrangular y un boleto en ese partido, pero desde ese entonces se ha ido de 27-2 con 19 ponches. No hay otra manera de ponerlo: Se está convirtiendo en una postemporada de ineptitud histórica. Alfonso Soriano tiene el record de ponches en una postemporada con 26, pero él los tuvo a lo largo de 17 juegos y por lo menos remolcó nueve carreras. Dan Wilson se fue de 33-2 para los Marineros en 1995, empatado con Bill North de los Atléticos de Oakland en 1974 con el menor promedio en una postemporada de al menos 30 turnos al bate.

Yo pensé que los problemas de Judge se debían parcialmente a que los lanzadores le estaban haciendo pitcheos realmente difíciles, así que le eché una mirada al porcentaje de lanzamientos que le han hecho y que ESPN Datos tiene catalogados como en la zona negra o en las esquinas. En la temporada regular, vio lanzamientos como esos en el 8.6 por ciento del tiempo. En la postemporada, ese número es un 9 por ciento. Sí, se ha enfrentado a algunos lanzadores difíciles, pero mayormente parece ser el caso de un jugador joven que cayó en una mala racha en el momento equivocado.

Sin embargo, él no es el único jugador joven en problemas. Le eché una mirada a los jugadores de 25 años o menos que están disputando esta postemporada, una lista que incluye a algunas de las estrellas más brillantes en el deporte: Kris Bryant, Bryce Harper, Cody Bellinger, Carlos Correa, Francisco Lindor, Jose Ramirez, Mookie Betts. En total, esos 22 jugadores de posición han promediado .214/.298/.422 con un wOBA de .316. Gary Sánchez batea .176/.200/.382. Bryant tiene OPS de .532. Lindor bateó .111 y Ramírez .100 para los Indios.

Sin embargo, a los jugadores de 26 o más les ha ido mucho mejor: .269/.346/.452, un wOBA de .350. ¿Acaso la experiencia importa? Después de todo, si juegas en la postemporada a temprana edad, probablemente signifique que eres muy bueno. Los números de postemporada del 2010 al 2016:

25 y menor: .234/.297/.378, .299 wOBA

26 y mayor: .248/.318/.403, .317 wOBA

Ahora, uno tiene que comparar esos números con la temporada regular para tener una respuesta analítica más importante, pero ciertamente a los jugadores jóvenes les está yendo peor en esta postemporada que en el pasado. Quizás esas sean buenas noticias para los Yankees: Judge y Sánchez tienen pendiente un despertar.

"Es estresante. Es divertido", dijo Bellinger sobre su postemporada. "Todo importa un poco más, cada turno importa un poco más. Pero uno intenta tratarlo como un juego de temporada regular".

Fácil decirlo, difícil ejecutarlo.

La defensa sí importa

Marwin González
Elsa/Getty ImagesMarwin González hizo una gran jugada defensiva en el Juego 1 de la SCLA.
Se ha sugerido que el aumento en la tasa de ponches en años recientes significa que la defensa es menos importante porque hay menos pelotas en juego. Yo no sé si estoy de acuerdo con eso - se puede argumentar que la pelota promedio en juego se batea más duro ahora que hace 10 o 15 o 20 años atrás. De todos modos, ciertamente los Indios se hicieron eco de esa teoría con su decisión de poner a Jason Kipnis en el jardín central (o al colocar a Carlos Santana en el jardín izquierdo en la Serie Mundial del año pasado). Eso hace que sean dos años consecutivos en los que llegan a la postemporada y colocan a jugadores en un puesto en el que no han participado todo el año.

Bueno, una cosa que hemos aprendido en esta postemporada es que la defensa realmente importa. Pregúntenle a los Nacionales. Pregúntenle a los Indios. Pregúntenle a los Yankees qué es lo que ocurre cuando no ejecutas apropiadamente un tiro en relevo. Han ocurrido 35 errores en 22 partidos hasta ahora; el año pasado, hubo 38 errores en 35 juegos. Y en esos números no se cuentan los passed ball y los lanzamientos salvajes.

Pregúntenle a los Astros sobre jugar buena defensa. Ellos vencieron a los Yankees 2-1 dos veces, y en el Juego 1 Marwin González puso fuera a Bird en el plato y en el Juego 2 Josh Reddick hizo una atrapada dando un salto en la cerca y comenzó el tiro en relevo que puso fuera a Brett Gardner en la tercera base.

"De lo más que me enorgullezco es de jugar béisbol limpio", dijo el manager de los Astros A.J. Hinch a los medios el domingo. "No es un béisbol perfecto... pero la limpieza de nuestro juego, el poder hacer todos esos relevos, el tiro de Marwin desde el jardín izquierdo, algunas de las jugadas que [Alex] Bregman está haciendo en la antesala. ... Esas son jugadas pequeñas de las que no se escribe mucho, que no se comentan. Pero en el ambiente ganador son grandemente apreciadas".

A Maddon se le preguntó sobre el lugar de Javier Báez en la alineación dados sus problemas en el plato. Él apuntó a la jugada en la primera entrada del Juego 5 de la SDLN, cuando Báez hizo un tiro rápido y certero al plato para poner fuera al veloz Trea Turner, lo que resultó en una jugada crucial para la eventual victoria por una carrera. "No estuvieramos hablando aquí hoy si no fuera por esa jugada en la primera entrada ante Washington con el cuadro adentro. No podemos pasar por alto estas cosas. Gran parte de nuestro éxito se basa en la defensa, y Javy es muy importante para eso".

No a todo el mundo le gusta la regla de choques en el plato

Sin embargo, cambiamos el argumento de esta manera: ¿Qué tal si Charlie Culberson hubiese chocado con Willson Contreras y pusiera a Contreras fuera por el resto de la temporada con un hombro dislocado o algo así? Esa es una razón para la existencia de la regla. La otra: Es una obstrucción. Siembre existía la obstrucción. Solo que no se llamó obstrucción por 100 años.

¿Confía Hinch en su bullpen?

Aunque el juego de Verlander fue impresionante, se puede argumentar que eso también fue una señal que Hinch no confía totalmente en su bullpen (especialmente ante el hecho de que Verlander también lanzó en relevo en el Juego 4 de la SDLA). Por otro lado, Hinch sacó bastante rápido a Brad Peacock y Charlie Morton en sus aperturas en la SDLA, así que quizás sea más una situación de que realmente confía en Verlander, Dallas Keuchel y Ken Giles. Sin embargo, en algún momento, algunos de los otros lanzadores van a tener que conseguir algunos outs grandes.

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Uno no quiere reaccionar apresuradamente tras cuatro encuentros de playoffs, pero los Dodgers parecen que han traído su juego más eficiente a esta postemporada, recuperando al equipo que tuvo balance de 56-11 en una etapa de la campaña regular. Son lo suficientemente buenos que no necesitaron que Clayton Kershaw cargara con ellos como en el pasado, simplemente estuvieron contentos de que el zurdo les brindara cinco sólidos innings en el Juego 1 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. Yasiel Puig ha explotado, el bullpen luce inmenso e incluso el campocorto suplente, Charlie Culberson, aportó un importante elevado de sacrificio y un doble en su primer juego sustituyendo al lesionado Corey Seager.

Lo más importante del día: Jon Lester tiene que caminar lo más posible en el partido. El bullpen de los Cachorros ha permitido 16 carreras en 20.1 entradas en seis partidos de playoffs, con casi la misma cantidad de boletos (15) que ponches (17). Han permitido en seis choques cinco jonrones después de permitir tres en 17 juegos la postemporada de 2016. El bullpen fue suficientemente sólido en la campaña regular, pero Joe Maddon realmente no sabe en quién realmente confiar ahora mismo. "Tenemos que poner el bullpen en orden", dijo Maddon tras el Juego 1. La buena noticia es que Wade Davis obtuvo un necesario día de descanso tras hacer 44 pitcheos en el partido decisivo de la Serie Divisional ante los Nacionales.

Juego 2 SCLN: Cachorros vs. Dodgers en Dodger Stadium (Los Ángeles lideran 1-0)

Jon Lester (13-8, 4.33) vs. Rich Hill (18-4, 2.31), 7:38 p.m. ET (TBS)

Las apuestas: Los Dodgers tienen la oportunidad de tomar una ventaja de 2-0 en la serie para entonces ir a Wrigley Field. Esta la décima postemporada para los Dodgers desde que alcanzaron por última vez la Serie Mundial -la cual sería la racha más larga en la historia de las mayores si ellos no avanzan esta vez (los Atléticos y Bravos tienen rachas activas de nueve playoffs sin avanzar a la Serie Mundial).

Si los Dodgers ganan: Ellos estarían extremadamente contentos por estar arriba 2-0 y contar con Yu Darvish para abrir el Juego 3. Con los Rangers, Darvish no tenía exactamente una gran reputación de efectividad en los partidos importantes toda vez que permitió cuatro cuadrangulares en una apertura de postemporada en 2016. Él lanzó bien contra los Diamondbacks, permitiendo una carrera en cinco entradas, pero Roberts lo sacó temprano en la sexta después de conceder un sencillo del primer bateador en el inning.

Dennis Wierzbicki/USA TODAY SportsLester intentará que la Serie de Campeonato regrese a Chicago igualada a una victoria por bando.
Si los Cachorros ganan: Estarían extasiados si ellos alcanzan una división de honores en Dodger Stadium y para lograrlo tienen al tipo indicado. Lester es uno de tipos que saben controlar sus emociones durante la postemporada, con un promedio de efectividad de 2.57 en más de 143.1 innings.

Una estadística clave para conocer: Puig conectó su primer jonrón en postemporada de su carrera y continúa brindando turnos de calidad a los Dodgers. Entrando a la postemporada 2017, él había jugado 27 partidos sin conectar cuadrangular en 76 turnos, con una línea ofensiva de .263/.325/.329. En cuatro partidos este año su línea ofensiva es de .467/.529/.933 con dos boletos y un solo ponche. La sola experiencia en playoffs suele ser sobrevalorada, pero en el caso de Puig sí parece ajustarse a la verdad. Recuerden su primera postemporada cuando él le hacía swing a todo y se engulló 14 ponches, mientras apenas negociaba un boleto. Su bate es tan importante porque con la salida de Seager, los Dodgers no tienen tanta profundidad en su alineación, especialmente contra los zurdos. Puig ha tenido problemas contra los zurdos en la campaña regular (.197 de promedio), pero su jonrón se lo conectó al relevista zurdo Mike Montgomery.

El duelo que importa más: Kris Bryant y Anthony Rizzo contra el cuerpo de pitcheo de los Dodgers. Los Cachorros están abajo y es tiempo para que los mejores bateadores de Chicago den un paso al frente. Bryant tiene 11 ponches en seis partidos de postemporada -para ser justos, ustedes traten de batearle a Stephen Strasburg y Max Scherzer- y requiere embasarse para brindarle a Rizzo algunas oportunidades de impulsar carreras. Rizzo, mientras tanto, está de 24-3 en estos playoffs.

La predicción: Veremos el mismo tipo de juego, con los dos abridores batallando y dejando las acciones empatadas. Pero Lester, lanzando con tres días de descanso después de tirar 55 pitcheos en el Juego 4 de la SDLN, no podrá caminar mucho en el encuentro. El bullpen de los Cachorros vuelve a fallar y los Dodgers ganan 4-3.

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Terminamos una muy buena ronda de Series Divisionales. Dos series se fueron a cinco juegos, gracias a la joya de Stephen Strasburg en un miércoles mojado en el Wrigley. Tuvmos un partido de 13 entradas en la serie Indios de Cleveland-Yankees de Nueva York, un par de duelos de pitcheo tensos, una defensiva bastante mala, un juego de tres jonrones de José Altuve, Chris Sale y Justin Verlander batallando frente a frente como relevistas y un caso controversial de enfermedad por moho. Yo le daría a esta ronda un B-menos, con el potencial de aumentar la nota si tenemos un partido clásico el jueves en la noche.

Lo más importante del día: ¿Estará disponible Max Scherzer para los Nacionales, y por cuántos lanzamientos? Sabemos que a los managers les gusta concentrarse con tantas entradas como les sea posible con sus mejores lanzadores - vimos a Joe Maddon using Jon Lester lanzar por 3.2 entradas en el Juego 4 - especialmente en un juego de vida o muerte. Scherzer podría lanzar con dos días de descanso luego de lanzar 98 pitcheos en el Juego 3.

SDLN Juego 5: Cachorros en Nacionales (series empatada 2-2)

Kyle Hendricks (7-5, 3.03) versus TBD, 8 p.m. ET (TBS)

Lo que está en juego: Los Cachorros terminaron su maldición la temporada pasada, pero los Nacionales no han podido desprenderse de la suya: ¡la maldición de los deportes en D.C.! Los cuatro equipos profesionales de la ciudad han jugado un total de 68 temporadas combinadas (en 19 años) sin alcanzar una final de conferencia o de liga, fácilmente la mayor cantidad de cualquier ciudad. Los Capitals fueron el último equipo de D.C. en llegar a una final, en 1998. La ciudad que le sigue en esa lista de sequía campeonil es Cincinnati, con 44 temporadas.

Más allá de eso, solo algunas cosas, como el hecho de que los Cachorros buscan cimentar una potencial dinastía; Dusty Baker y quizás Joe Maddon buscan aumentar su potencial para llegar al Salón de la Fama; Bryce Harper y Strasburg, esos seleccionados No. 1 de forma consecutiva en el draft, catalogados como futuras superestrellas antes de debutar en Grandes Ligas, intentan ganar un título de serie Mundial; y una batalla colosal ante los Dodgers, sin importar cuál equipo gane.

Si ganan los Nacionales: Ellos finalmente lograrían sobrepasar esa barrera de la SDLN. Ellos tendrían su revancha contra los Dodgers tras perder ante ellos en cinco partidos en la SDLN del año pasado, una serie que terminó con Clayton Kershaw logrando los últimos dos outs en relevo.

Si ganan los Cachorros: Una revancha ante los Dodgers en la SCLN. Dado el hecho que Jake Arrieta, Lester y Hendricks habrían trabajado en los juegos finales de esta serie, eso le daría la pelota a José Quintana para ser el abridor del Juego 1 - esto asumiendo que no se necesite como relevista en el Juego 5.

Una estadística clave que hay que saber: Hendricks fue brillante en el Juego 1, con dos hits en siete entradas en blanco. Lanzó rectas en el 65 por ciento del tiempo ese juego, la segunda mayor tasa de cualquier apertura esta temporada (su media en la temporada fue de 48 por ciento). Logró cinco abanicadas y falladas, lo que no es mucho, pero fue su segunda mayor cantidad ante su recta en cualquier apertura. Además provocó ocho batazos de foul y 24 strikes cantados de un total de 69 rectas lanzadas. En otras palabras, para un chico que lanza a 87 mph: localización, localización, localización. Ya veremos si Hendricks se mantiene utilizando su combinación de recta con movimiento quebrado/cambio, ya que su recta cortada (OPS permitido de .976 en la temporada) y su curva (OPS permitido de 1.188) no fueron pitcheos efectivos.

El choque que más importa: ¿Con quién comenzará Maddon? En la apertura de Gio González en el Juego 2, se fue con Javier Báez en la segunda base, Ben Zobrist en el jardín derecho, Albert Almora en el central y Ian Happ en el izquierdo, con Jason Heyward en la banca (Kyle Schwarber no es titular ante los zurdos). Dada la defensiva de mala calidad de los Cachorros en la serie (siete errores) ¿utilizará Maddon la defensiva de Heyward en el jardín derecho?

Baker todavía no ha anunciado el abridor de los Nacionales, y es posible que se saque de la manga una estrategia vieja: Abrir con González, y luego traer a Tanner Roark en relevo. Pero esa idea queda mitigada un poco porque Zobrist y Happ son ambidiestros. A menos que González venga en su mejor día, esperen que Baker utilice todo su bullpen para conseguir tantos choques a su favor como pueda. Incluso aunque Sammy Solís y Oliver Pérez permitieron hits el otro día, ellos siguen siendo buenos en choques de zurdo vs. zurdo cuando es necesario.

La predicción: No hay nada mejor que un juego decisivo en el béisbol, con la tensión palpitante en cada lanzamiento desde el primer hasta el último bateador. Maddon tiene un par de problemas en el bullpen: sin Lester como relevo largo (aunque yo no descartaría la idea de verlo en una o dos entradas) y con Carl Edwards permitiendo un cuadrangular a Harper en el Juego 2 y dar dos boletos en la lluvia en el Juego 4, definitivamente Maddon necesita que Hendricks lance bastante. El cerrador Wade Davis también apareció antes de la novena apenas una vez en la temporada antes de venir el miércoles y permitir el grand slam de Michael Taylor, así que él es un lanzador que Maddon preferiría utilizar por una sola entrada. Los Cachorros tienen la ventaja en su lanzador abridor, y probablemente los Nacionales tienen la ventaja en el bullpen. Este juego podría decidirse por un cuadrangular. Yo digo que los Nacionales conectarán dos - uno de Harper y otro de Anthony Rendón -- y ganarán 4-3. Sí, una victoria por una carrera para Dusty Baker.

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Jonathan Daniel/Getty ImagesA Anthony Rizzo le gustaría que se acortara la duración de la temporada.
Oigan, un juego es mejor que ninguno. Luego de la cuádruple cartelera del lunes en la que vimos a los Astros ponchar su boleto a la siguiente fase con drama, a los Yankees mantenerse con vida y entonces a los Dodgers completar la barrida a los Diamondbacks, nos quedamos con los Nacionales y los Cachorros - pero hay suficiente drama para saciar nuestro apetito de béisbol.

La cosa más importante del día: Jake Arrieta lanzó apenas 10S entradas en septiembre mientras se recuperaba de una lesión en la corva sufrida a principios del mes. Su última aparición ocurrió el 26 de septiembre, cuando permitió cinco carreras y dos jonrones a los Cardenales en tres entradas.

Juego 4 SDLN: Nacionales en Cachorros (Cachorros en ventaja 2-1)

Tanner Roark (13-11, 4.67) vs. Jake Arrieta (14-10, 3.53), 5:30 p.m. ET (TBS)

Lo que está en juego: ¿Les hemos mencionado en este espacio que Dusty Baker nunca ha ganado una Serie Mundial? ¿O que los Nacionales intentan evitar una cuarta derrota en la serie divisional en seis temporadas sin haber siquiera llegado a la Serie de Campeonato de la LN? Los Nacionales han bateado apenas para .121/.200/.231 en los primeros tres juegos, y a pesar de lo doloroso que fue perder el Juego 3 luego que Baker sacara a Max Scherzer y dejara a Sammy Solis y Óliver Pérez permitir los hits para empatar y perder el juego sin que Ryan Madson o Sean Doolittle pudiesen entrar al juego, la ofensiva anotó apenas una carrera y esa entró gracias a un elevado que cayó entre tres.

Si los Nacionales ganan: Tendrían el derecho de volver a casa, donde batean mucho mejor (con OPS de 83 puntos mayor), con Stephen Strasburg en el montículo con cinco días de descanso. Incluyendo su apertura en el Juego 1, Strasburg tiene efectividad de 0.78 en 11 aperturas desde el receso del Juego de Estrellas mientras sus rivales promedian .166.

Si los Cachorros ganan: Se echarían champaña unos encima de los otros y celebrarían su cuarta victorias consecutiva en una serie de playoffs.

Una estadística clave que deben conocer: La temporada de Arrieta tuvo sus altas y sus bajas pero parecía haber llegado a su mejor momento en julio y agosto con efectividad de 2.25 y 1.21, respectivamente. Pero sus mejores meses fueron abril y mayo y su peor fue julio. Su tasa de dejados en base fue terrible en la primera mitad, y mucho mejor en la segunda. Se puede decir esto de casi todos los lanzadores, pero todo se trata del comando de la recta: Los bateadores tuvieron slugging de .429 y .526 ante su recta en abril y mayo, .263 y .293 en julio y agosto. Arrieta tuvo grandes diferencias en sus números ya que los zurdos tuvieron un OPS de 228 puntos mayor. Baker debería considerar poner a Adam Lind en el jardín izquierdo para tener un bate zurdo extra ahí.

El choque que más importa: Roark versus los bates zurdos de los Cachorros, Anthony Rizzo y Kyle Schwarber. Roark es el típico lanzador de cinco pitcheos con una recta de cuatro costuras, una de dos costuras, más un slider, una curva y un cambio. Sin embargo, tiene grandes diferencias en sus números:

vs. LHP: .284/.362/.474
vs. RHP: .223/.277/.341

Con eso en mente, esperen que el manager de los Cachorros Joe Maddon rellene su alineación de zurdos, lo que probablemente signique que veremos a Jon Jay en los jardines y Ben Zobrist en la segunda base (o quizás le dé a Ian Happ una oportunidad titular). Noten que los Cachorros tienen en su roster de la serie a 14 jugadores de posición, lo que le dá a Maddon más flexibilidad en su banca en caso que Baker traiga a uno de sus relevistas zurdos.

La predicción: Arrieta es una especie de incognita con su salud, pero este podría ser un partido en el que ambos managers tengan que recurrir a su bullpen. Maddon tiene a John Lackey en reserva. Esperen algo más de ofensiva, pero los Cachorros utilizarán su ventaja de estar en casa para terminar la serie con una victoria 5-4. Sí, otra derrota por una carrera para los Nacionales.

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FiveThirtyEightLa versatilidad en el juego de Francisco Lindor es lo que lo convierte en un legítimo candidato al premio de JMV.
Hubo unos 750 jugadores activos en los rosters del Día Inaugural de Grandes Ligas. Todos ellos juegan al béisbol mejor que tú y que yo (a menos que, digamos, David Ortiz esté leyendo este artículo. Todos ellos tienen su estilo interesante, y algunas veces hasta divertido, de jugar, y hemos aprendido a amar las pequeñas peculiaridades de los jugadores en nuestro equipo favorito.

Sin embargo, algunos jugadores merecen más atención que otros. Esta es mi lista de los 30 jugadores que hay que ver para la temporada 2017, uno por cada equipo. Algunos de ellos son los mejores jugadores en el béisbol. Otros son los más emocionantes o simplemente los más intrigantes por ciertas razones. Y algunos otros están aquí simplemente porque disfruto su estilo de juego.

Liga Americana

Orioles de Baltimore: Mark Trumbo

Esto no es un golpe en contra de Manny Machado. ¡Machado es sensacional! Es uno de los 10 mejores jugadores en el deporte y mil millones de veces más divertido de ver que Pedro Báez. Aunque nosotros sabemos que Machado será grandioso, Trumbo vale la pena observarlo porque no sabemos lo que va a hacer. ¿Conectará de nuevo 47 jonrones? ¿Cuánto tiempo pasará en los jardines?

Medias Rojas de Boston: Chris Sale

A la prensa en Boston y a los fanáticos de los Medias Rojas les gusta creer que jugar en Boston es de algún modo más difícil que jugar en otras ciudades (excepto Nueva York) debido al intenso escrutinio. Yo no estoy totalmente de acuerdo con esa teoría, pero se puede decir que eso le añade otra dimensión al observar a Sale esta temporada.

Yankees de Nueva York: Greg Bird

Bateó para .451 en los entrenamientos primaverales con ocho jonrones y más boletos que ponches. Probablemente no termine siendo el próximo Joey Votto, pero ¿quizás lo pueda lograr?

Rays de Tampa Bay: Kevin Kiermaier

Observar a este chico jugar en el jardín central me hace feliz. Ha ganado dos Guantes de Oro en forma seguida y merecidos los tiene, ya que atrapa todo lo que debe atrapar y también algunos batazos que no debería. Además ha mejorado lo suficiente en el plato para convertirse en un bateador promedio con el potencial de conectar 20 jonrones.

Azulejos de Toronto: José Bautista

Me encanta ver lanzar a Marcus Stroman, y Josh Donaldson siempre juega como si tuviera sus pantalones encendidos en fuego, pero la actitud de juego de Bautista es siempre como si tuviera una viga en el hombro del tamaño del CN Tower luego de que básicamente nadie lo quisiera como agente libre y se viera forzado a volver a Toronto. Luego de perder tiempo de juego por lesiones en el 2016, él quiere problema que sigue siendo el mismo jugador que conectó 40 jonrones en el 2015.

Medias Blancas de Chicago: Tim Anderson

En un año de reconstrucción, el joven torpedero es dinámico y atlético, con la velocidad y la fuerza de brazo para hacer tiros de igual forma que Derek Jeter desde la parte más profunda del hoyo. Lo que no sabemos es cuán bueno va a ser, particularmente sis u estilo agresivo le limita su producción ofensiva.

Indios de Cleveland: Francisco Lindor

Los Indios deben ganar su división, y si Mike Trout parpadea, el modo de juego doble de Lindor lo podría convertir en candidato al JMV. Por supuesto, no es solo el hecho que pueda batear para .300 con algo de poder mientras juega defensiva de Guante de Oro. Es también el hecho que juega el deporte con la alegría de un chico que acaba de conectar su primer jonrón en Pequeñas Ligas.

Tigres de Detroit: Miguel Cabrera

Cabrera ha conectado para .300 o más en 11 temporadas en su carrera. Algo que no es particularmente inusual. Es uno de 38 jugadores que ha hecho eso desde 1901. Si le cambiamos el parámetro a "desde 1947", que abarca la era post integración y elimina un gran grupo de jugadores de la década de los 20 y los 30 (cuando todo el mundo bateaba .300), ese número baja a 15 jugadores. Solo siete de ellos eran derechos. Tres de ellos -- Jeter, Paul Molitor y Roberto Clemente - no tenían el poder de Cabrera. Así que realmente estamos viendo un grupo compuesto por Hank Aaron, Vladimir Guerrero y Manny Ramírez (Albert Pujols, Willie Mays y Edgar Martinez están cerca con 10 temporadas de .300). Es solo otra forma de decirles lo que ya ustedes saben: Cabrera es una leyenda viviente.

Reales de Kansas City: Eric Hosmer

Yo estoy fascinado no solo por ver lo que Hosmer hace, sino con la posibilidad de que sea cambiado antes de llegar a la agencia libre luego de la temporada. Si logra batear .300 (algo que ya hizo una vez, en el 2013) con más de 20 jonrones (algo que ya hizo una vez, la pasada temporada), podría recibir un buen contrato. Pero su OPS-plus de por vida es el mismo que el de Kiermaier, y mucha gente piensa que los Rays le dieron a Kiermaier demasiado dinero al firmarlo con una extensión que podría terminar costándoles $66.15 millones en siete temporadas, con un salario máximo anual de $13 millones. Nota: Hosmer no juega el jardín central.

Mellizos de Minnesota: Byron Buxton

Él ya hizo dos atrapadas en zambullida en el Día Inaugural. Coj Buxton, Kiermaier, Kevin Pillar y Jackie Bradley Jr., nos encontramos en una era dorada defensiva en el jardín central en la Liga Americana. Queda la interrogante de si Buxton va a batear, pero lució excelente en la recta final de la pasada temporada luego de regresar de las menores (.287 y nueve jonrones en septiembre).

Astros de Houston: José Altuve

¡Es más pequeño que mi abuela y terminó tercero en la votación del JMV!

Angelinos de Los Angeles: Mike Trout

Quiero decir, no es una ofensa para C.J. Cron o Ricky Nolasco.

Atléticos de Oakland: Khris Davis

Hasta ahora bola.

Marineros de Seattle: Edwin Díaz

Normalmente no consideraría a un cerrador para esto, pero Díaz no es un cerrador normal. Con una recta que puede llegar al triple dígito, abanicó 88 bateadores en 51 2/3 entradas. Si lo vieron lanzando por Puerto Rico en el Clásico Mundial, pudieron ver a un lanzador con presencia y energía dinámica en la loma. Él tiene que aprender a llevar esa energía en una temporada completa, pero tiene el potencial de ser el siguiente mejor cerrador en el juego.

Vigilantes de Texas: Rougned Odor

Tiene una combinación fascinante de poder (33 jonrones) y frustración (135 ponches ante apenas 19 boletos), pero además tiene apenas 23 años. Ah, y nunca se sabe cuándo va a golpear a alguien en la cara.

Rougned Odor
Ronald Martinez/Getty ImagesLa combinación de poder y temperamento de Rougned Odor lo convierte en un jugador que hay que ver.

Liga Nacional

Bravos de Atlanta: Dansby Swanson

¿Acaso es el siguiente gran torpedero joven?

Marlins de Miami: Giancarlo Stanton

RIP, José.

Mets de Nueva York: Noah Syndergaard

Uno se preocupa que quizás, como le pasó al final de su carrera a Nolan Ryan, el alboroto supere los resultados actuals. Pero, al igual que Ryan, Syndergaard es tan único, con tanto potencial de dominio, que uno siente que tiene la oportunidad en cada salida de hacer algo asombroso y maravilloso.

Filis de Filadelfia: Odúbel Herrera

Nunca cambies, Odúbel.

Nacionales de Washington: Trea Turner/Bryce Harper

Empatados. Sí, así que yo dije un chico por equipo. Quizás haga dos de los Nacionales y ninguno de los Padres. (Estoy bromeando, fanáticos de los Padres, estoy bromeando).

Cachorros de Chicago: Anthony Rizzo

Saben, me encanta ver a Addison Russell en el campocorto. Javier Báez hace cosas - como su out sin mirar en el Clásico Mundial - que son mitad alocadas, y mitad extraordinarias. Mirar a Kris Bryant se disfruta simplemente por lo bueno que es y porque sus ojos son tan azules como el Mar de los Sargazos. Kyle Schwarber juega con su almuerzo en su bolsillo trasero. Jake Arrieta tiene el potencial de lanzar un partido sin hits en cada salida. Pero ninguno de ellos ha hecho una referencia a "Anchorman" en el medio del Juego 7 de la Serie Mundial.

Rojos de Cincinnati: Joey Votto

Asumo que la mayoría de ustedes podría decir que es Billy Hamilton, y no hay duda que Hamilton será más mostrado en los videos de repeticiones. Pero en el día a día, yo sigo apreciando una buena base por bolas y un tipo que pueda batear .300.

Cerveceros de Milwaukee: Jonathan Villar

¡Diversión con los números! Jugadores con al menos 60 robos, 19 jonrones y promedio de bateo de .285 en la misma temporada: Villar, José Reyes, Rickey Henderson y Joe Morgan. Esa es como la lista más asombrosa de poder-velocidad de todos los tiempos (aunque debería incluir a Eric Davis, quien tuvo temporadas de 27 jonrones/80 robos y 37 jonrones/50 robos. Y sí, esta fue una mera excusa para mencionar a Davis).

Piratas de Pittsburgh: Tyler Glasnow

El gran derecho luce imbateable por momentos, maniatando a los contrarios a promedio de .189 en las menores. Pero también luce como Nuke LaLoosh en ocasiones con su control, así que su rango de posibles actuaciones varía desde un potencial abridor No. 1 que aplasta los corazones de los bateadores contrarios a un futuro brazo de bullpen si no puede lanzar suficientes strikes.

Cardenales de San Luis: Carlos Martínez

Luego de observar la devastación hecha a los Cachorros en el Día Inaugural, estoy totalmente con él.

Diamondbacks de Arizona: Paul Goldschmidt

Lo sé, ustedes probablemente esperaban a Robbie Ray -- ¡Miren esa tasa de ponches! - pero le tengo un afecto especial a un inicialista que se robó 32 bases. Una corta lista de jugadores que nunca se robaron 32 bases: Bo Jackson, Ken Griffey Jr., Dustin Pedroia, David Eckstein, Andruw Jones, Bernie Williams, Speed Kelly, Horace Speed. Rayos, Joe DiMaggio apenas se robó 30 bases en toda su carrera. Él se parece mucho como el recién electo al Salón de la Fama Jeff Bagwell, un tipo que se convirtió en un gran corredor de bases a pesar de ser uno de los mejores bateadores en el deporte y un gran defensor.

Rockies de Colorado: Nolan Arenado

El Club de Fanáticos de Gerardo Parra todavía no ha podido superar en números al Club de Fanáticos de Nolan Arenado.

Rich Hill
Sean M. Haffey/Getty ImagesRich Hill ha logrado sobresalir para los Dodgers de Los Angeles.
Dodgers de Los Angeles: Rich Hill

Les lancé aquí una curva, ¿noI? Quiero decir, por supuesto que Clayton Kershaw y Corey Seager son asombrosos, y Joc Pederson es algo digno de observar con su "modo de intentar batear todo a 500 pies de distancia". Pero Kershaw es tan bueno que en estos días casi luce de forma automático. Hill, por otro lado, es tan único con esa curva que no hay nadie más como él hoy en día. No se olviden que solo Kershaw tuvo una efectividad más baja entre los lanzadores con 100 entradas la pasada temporada.

Padres de San Diego: Ryan Schimpf

Oigan, él está en mi equipo de fantasía. Además, fue una de las historias más divertidas del pasado año, un jugador de 28 años que tuvo slugging de .533 con 20 jonrones en 276 turnos y está listado como de 5 pies 9 pulgadas de estatura (Pista: No mide 5-9).

Gigantes de San Francisco: Madison Bumgarner

Por lo menos cuando está bateando, aunque supongo que él también luce bien en el montículo.

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El gran Harry Caray dijo alguna vez que son los fanáticos los que necesitan entrenamiento primaveral. Nos despierta de nuestro sueño invernal con el recordatorio que el béisbol está a la vuelta de la esquina.

Ya comenzaron los partidos en Arizona y Florida, así que hay algo que ver durante estos entrenamientos, que serán más largos que lo normal, en lo que concierna a la lucha en algunas posiciones importantes. Con la ayuda de nuestros amigos en FanGraphs, he seleccionado 10 potenciales puestos débiles en ocho equipos contendientes.

Tigres de Detroit: jardín central (WAR proyectado de 0.5, el 30º en las mayores)

Mapa de profundidad: Mikie Mahtook, Tyler Collins, JaCoby Jones

Tigres en el CF desde 2007 (16.1 victorias sobre la media): Los Tigres tuvieron excelente producción de Curtis Granderson y un jugador sólido en Austin Jackson. Ellos cambiaron a Jackson en el momento correcto pero tuvieron problemas para llenar el jardín central en los pasados dos años. Cameron Maybin lució regular en el plato en el 2016 pero su defensiva estuvo por debajo de la media, y fue cambiado a los Angelinos para bajar salario.

La reciente muerte del dueño Mike Ilitch trajo muchos elogios sinceros para el hombre que compró a los Tigres en el 1992 por $82 millones y que siempre le dijo a la prensa que no había una cosa que quisiera más que un título de Serie Mundial. Sin embargo, a pesar que el valor estimado de la franquicia sobrepasa los mil millones de dólares, los Tigres siempre han lucido poco dispuestos a gastar ese dinero adicional - otro relevista, un buen jardinero reservista - que ayude al equipo que dar el paso que le ha faltado para llegar a la cima.

Esa tendencia continúa en el 2017 ya que los Tigres entran sin buenas opciones en el jardín central. Mahtook y Collins probablemente terminen en un comité, pero ambos tienen problemas defensivos y ninguno de ellos ha bateado mucho en sus primeras apariciones en Grandes Ligas. Es difícil creer que un equipo que se ve a sí mismo como contendiente a playoffs pueda entrar la temporada con un hueco tan grande en el jardín central.

Ryan Zimmerman
Thearon W. Henderson/Getty ImagesSi Ryan Zimmerman no tiene una buena temporada, los Nacionales podrían terminar sin mejorar la primera base.
Nacionales de Washington: primera base (WAR proyectado de 0.8, 30º)

Mapa de profundidad: Ryan Zimmerman, Adam Lind, Clint Robinson

Nacionales en la 1B desde el 2007 (WAA de menos-10.7): Esta ha sido un área problemática para los Nacionales. Adam LaRoche tuvo una gran temporada en el 2012, pero han sido peor que la media en siete de 10 temporadas, incluyendo el año pasado, cuando Zimmerman tuvo problemas.

Zimmerman se perdió tiempo de juego por una lesión en un oblícuo y luego en la muñeca tras ser golpeado por un lanzamiento. Sus métricas de pelotas bateadas sugieren que tuvo una racha de mala suerte, así que tiene oportunidad de regresar. Lind, quien tuvo un terrible 2016 con los Marineros (OBP de .286) fue firmado como opción a la zurda, así que al menos los Nacionales están admitiendo que no están 100 por ciento seguros con Zimmerman. Aun así, en un mercado lleno de opciones para la primera base, los Nacionales - con un dueño cuya fortuna se estima en $5.7 billones - se rehúsan a mejorar, principalmente porque Zimmerman está firmado hasta el 2019. Si se quedan cortos de nuevo, es posible que la primera base sea una de las razones.

Marineros de Seattle: primera base (WAR proyectado de 0.8, 28º)

Mapa de profundidad: Danny Valencia, Dan Vogelbach

Marineros en la 1B desde 2007 (WAA de menos-19.2): Yuck. Esta ha sido la segunda peor posición en las mayores en las pasadas 10 temporadas, solo detrás de la primera base de los Marlins. Y un comité de Valencia/Vogelbach es difícilmente es uno que inspire confianza.

FanGraphs proyecta a Valencia con números de .261/.314/.426 y ha bateado .288/.346/.477 en las pasadas dos temporadas, así que quizás logre superar esa proyección, especialmente con la forma en que él hizo que volaran las pelotas fuera del Safeco el año pasado. Vogelbach se proyecta como un sólido jugador en términos de OBP, pero su defensiva y su corrido de bases es malo fuera de toda proporción. Pedro Alvarez sigue siendo agente libre, y aunque él no es exactamente un Keith Hernández en la primera base, su ofensiva sería algo más seguro que apostar por Vogelbach. De nuevo, para un equipo con un nucleo envejeciente en un modo de ganar ahora, la poca voluntad para pagar un poco más podría afectarles al final.

Diamondbacks de Arizona: segunda base/campocorto (WAR proyectado: 0.6 en 2B, 29º; 0.8 en SS, 28º)

Mapa de profundidad: Brandon Drury, Nick Ahmed, Ketel Marte, Daniel Descalso, Chris Owings

Diamondbacks en 2B/SS desde 2007 (WAA de 6.7 en 2B, 1.3 en SS): Los D-backs recibieron nivel de producción Todos Estrellas de parte de Jean Segura en la segunda base el año pasado, pero ellos lo cambiaron a los Marineros por Taijuan Walker y Marte, quien tuvo problemas tanto con el bate como con el guante en su primera temporada completa.

Los Diamondbacks no sufren por opciones, pero ¿las que tienen son las correctas? Parece que ellos están apostando por Drury para manejar la segunda base, pero yo no estoy completamente convencido de su potencial, y no creo que luzca por encima del promedio en el plato. Fue principalmente un antesalista en las menores, así que está siendo empujado a la parte profunda de su espectro defensivo, y se proyecta con un guante promedio. Eso pone mayor presión sobre su bate, donde tiene potencial si logra recibir más boletos y destapar algo de más poder. Sin embargo, la proyección lo coloca con algo de retroceso de sus números de .282/.329/.458 como novato.

Uno sabe que puede obtener con Ahmed: Es un gran defensor (32 carreras salvadas por la defensiva en las últimas dos temporadas combinadas) que no puede batear. El anterior régimen parecía creer en Owings, pero tiene porcentaje de embasamiento de por vida de .294 luego de 1,400 apariciones en el plato, así que tampoco puede batear. Marte tenía apenas 22 años la temporada pasada con la forma física para mejorar, pero no tiene poder y su tasa de boletos retrocedió luego de una mejoría en el 2015. Yo no tengo una buena solución aquí, y considerando que sus receptores se ubicaron en el puesto 29 en WAR proyectado, los Diamondbacks necesitarán que sus jugadores del medio del cuadro excedan sus expectativas, incluso con saludables regresos de A.J. Pollock y David Peralta.

Medias Rojas de Boston: tercera base (WAR proyectado: 1.1, 29º)

Mapa de profundidad: Pablo Sandoval, Brock Holt, Josh Rutledge, Marco Hernández

Medias Rojas en 3B desde 2007 (WAA de 3.5): La era de Mike Lowell terminó en 2009 y Adrián Beltré tuvo una monstruosa temporada 2010 antes de irse a Texas, pero los Medias Rojas han tenido problemas para llenar ese puesto desde ese entonces. Will Middlebrooks no fue la respuesta y Sandoval fue un desastre en el 2015 luego de firmar un acuerdo por cinco años.

Sandoval tendrá otra oportunidad este año luego de perderse casi la totalidad del año anterior, y el utility Holt es ahora el sustituto luego que Travis Shaw fuese cambiado a Milwaukee. La solución a largo plazo es Rafael Devers, uno de los mejores prospectos en las fincas de los Medias Rojas, pero todavía está a par de años de distancia. Mantengan el ojo sobre Hernández, quien se perfila más como un jugador del medio del cuadro pero que podría ser un sólido reemplazo de emergencia si Sandoval y Holt tienen problemas. Mi predicción: Sandoval termina siendo colocado como bateador designado (con Hanley Ramírez jugando en la primera base), así que pienso que veremos aquí mucho de Holt o Hernández. Sandoval todavía no ha justificado su contrato, pero probablemente no le cueste a los Medias Rojas el banderín del Este LA.

Reales de Kansas City: segunda base (WAR proyectado: 0.4, 30º)

Mapa de profundidad: Whit Merrifield, Raúl Mondesí, Christian Colón

Reales en 2B desde 2007 (WAA de menos-8.4): La última vez que los Reales se ubicaron por encima de la media en la segunda base fue en el 2008, el último año de la estancia de tres años de Mark Grudzielanek. Sin embargo, fuera de su sólido juego, los Reales tuvieron problemas para encontrar un intermedista desde que Frank White se retirara en el 1990. Qué, ¿ya se olvidaron de Chris Getz? Rubén Gotay? Carlos Febles? Terry Shumpert?

Este grupo no tiene el potencial para acabar con las temporadas subpares. Merrifield tuvo algunos buenos momentos como novato a los 27 años, pero sus números finales incluyeron un OPS de apenas .716. Mondesí ha sido un prospecto cotizado, y aunque apenas tiene 21 años y ha sido apurado en las menores, no hay señales que pueda batear a nivel de Grandes Ligas. Colón fue la cuarta selección general en el 2010, y aunque siempre vivirá en la historia de los Reales por haber conectado el hit de la ventaja en el juego decisivo de la Serie Mundial 2015, su potencial es como sustituto. Los Reales necesitan más ofensiva en el 2017, pero ellos necesitan que la misma provenga de los veteranos probados porque no van a recibir mucho en la intermedia.

Matt Kemp
Lachlan Cunningham/Getty ImagesLos Bravos están contando con un revitalizado Matt Kemp para la temporada 2017.
Bravos de Atlanta: jardín izquierdo/jardín derecho (WAR proyectado: 0.0 en LF, 29º; 0.4 en RF, 29º)

Mapa de profundidad: Matt Kemp, Nick Markakis, Jace Peterson, Chase d'Arnaud

Bravos en LF/RF desde 2007 (WAA de menos-8.0 en LF, WAA de 8.9 en RF): Los Bravos fueron muy buenos en el jardín derecho con Jason Heyward por cinco temporadas, y ellos siempre tuvieron producción sólida durante sus años de playoffs -- David Justice, Brian Jordan, Gary Sheffield, J.D. Drew. El jardín izquierdo ha sido una historia diferente, ya que el último jugador en fungir como titular por más de dos temporadas consecutivas fue Ryan Klesko en 1998.

Esto es interesante porque Kemp viene de una temporada de 35 jonrones y 108 impulsadas. ¡Los jonrones y las remolcadas son buenas! Buster Olney incluso colocó a Kemp como el quinto mejor jardinero izquierdo al entrar al 2017, y Markakis viene de una temporada con WAR de 1.7. Considerando que los Bravos se proyectan para terminar últimos en WAR proyectado en la tercera base con Adonis García y se ven a si mismos como contendientes de playoffs, ellos esperan que esos rankings que los colocan en el puesto 29 fallen miserablemente.

Así que ¿qué más se puede esperar? FanGraphs proyectan a Kemp con .266/.315/.455 con pobres métricas defensivas - algo que no es una sorpresa ya que su defensiva ha sido claramente terrible en temproadas recientes. Los Bravos cuentan con un revitalizado Kemp, quien bateó .280/.336/.519 en 56 juegos luego de llegar desde los Padres. Además se reportó a los entrenamientos con mucho menos peso -- ¡incluso en la mejor condición de su vida! - con casi 30 libras menos, de acuerdo con un reporte. Si eso le ayuda a su alcance, eso queda por verse, ya que sus malas rodillas simplemente le limitan su habilidad para moverse.

Markakis se proyecta para batear .271/.346/.380 con defensiva y corrido de bases un par de carreras por debajo del promedio. Eso no parece tan malo, pero el promedio de Grandes Ligas para los jardineros derechos en el 2016 fue de .259/.329/.434, así que Markakis no trae tanto poder a una posición de poder, y no tiene otras herramientas para ubicarse en mejor posición.

Vale la pena notar que otros sistemas de proyección son un poco más optimistas. El PECOTA de Baseball Prospectus tiene a Kemp con un WAR de 1.9, y a Markakis con 0.8. La conclusión: La defensiva, el corrido de bases y el porcentaje de embasamiento importan.

Cachorros de Chicago: jardín central (WAR proyectado: 1.1, 28º)

Mapa de profundidad: Albert Almora Jr., Jon Jay, Jason Heyward, Matt Szczur

Cachorros en CF desde 2007 (WAA de 0.6): Los Cachorros han tenido problemas para llenar el puesto de jardinero central desde... bueno, realmente desde Rick Monday en mediados de los años 70. Brian McRae tuvo un par de buenas temporadas en los años 90, pero solo Corey Patterson ha durado más de tres temporadas como titular. En el 2016, Dexter Fowler tuvo el mejor WAR para un jardinero central de los Cachorros desde Monday en 1976... y ahora está con los Cardenales.

¿Qué va a pasar aquí? Incluso Joe Maddon no sabe esa respuesta. Los Cachorros quisieran que Almora bateara lo suficiente como para mantenerse a la par de su defensiva, pero ni siquiera se espera que iguale los números de Jon Jay en su mejor momento -- FanGraphs lo tiene bateando .269/.296/.398. Jay ha perdido algo de alcance de sus días en los Cardenales y tiene seis jonrones en 970 turnos en las pasadas tres temporadas, así que en este punto es un cuarto jardinero. Eso podría dejar a Heyward recibiendo aquí tiempo de juego con Ben Zobrist en el derecho.

Si los Cachorros retroceden este año - algo que no estoy diciendo que va a pasar - la razón más probable podría ser las lesiones de su cuerpo de abridores. Pero los jardines también podrían convertirse en un problema, especialmente Heyward no se recupera en el plato, Kyle Schwarber sigue siendo un desastre a la defensiva y el jardín central termina convertido en una puerta giratoria de mediocridad.


Proyecciones de FanGraphs (basado en WAR proyectado y tiempo de juego) los equipos más débiles en cada posición:

Receptor

30. Rockies (0.7 WAR)

29. Diamondbacks (0.9)

28. Bravos (1.1)

Primera base

30. Nacionales (0.3)

29. Rays (0.7)

28. Marineros (0.8)

Segunda base

30. Reales (0.4)

29. Diamondbacks (0.6)

28. Bravos (0.9)

Tercera base

30. Bravos (0.4)

29. Medias Rojas (1.1)

28. Tigers (1.2)

Campocorto

30. Padres (-0.1)

29. Marlins (0.6)

28. Diamondbacks (0.8)

Jardín izquierdo

30. Diamondbacks (-0.3)

29. Bravos (0.0)

28. Nacionales (0.2)

Jardín central

30. Tigres (0.5)

29. Medias Blancas (0.8)

28. Cachorros (1.1)

Jardín derecho

30. Medias Blancas (0.2)

29. Bravos (0.4)

28. Cerveceros (0.5)

Bateador designado

15. Medias Blancas (-1.0)

14. Rays (0.3)

13. Reales (0.4)

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Kyle Hendricks
Dylan Buell/Getty ImagesKyle Hendricks tuvo una gran primavera en el 2016 y luego de eso tuvo una impresionante temporada regular (efectividad de 2.13 y 16 victorias).
La primavera pasada, Kyle Hendricks fue un Cachorro de Chicago que no recibió mucha atención.

Venía de una sólida primera temporada completa en las mayores, con 32 aperturas y efectividad de 3.95, y aunque fue señalado como el quinto abridor del equipo, esa posición no estaba garantizada. Los Cachorros habían adquirido a Adam Warren de los Yankees, y Trevor Cahill, Travis Wood y Clayton Richard estaban siendo considerados como posibles abridores.

Hendricks ha hablado sobre cómo pasó la temporada baja y las primeras semanas de los entrenamientos trabajando en cambiar el ángulo y la velocidad de sus pitcheos mientras se enfocaba en la secuencia de los lanzamientos. Hendricks trabajó tan bien como cualquier otro en la Liga del Cactus, liderando el béisbol con 30 ponches en 29 2/3 entradas en la primavera mientras otorgaba apenas cuatro boletos. Abrió la temporada como el quinto abridor del equipo, pero nadie esperaba lo que llegó luego: líder de efectividad en la liga con 2.13 y un tercer lugar en la votación del Cy Young.

Jean Segura no estuvo en el ojo de los noticieros tampoco en la pasada primavera. Los Diamondbacks de Arizona lo habáin adquirido de los Cerveceros, pero las expectativas eran mínimas a pesar de contar con 26 años. Viniendo de temporadas malas consecutivas, cambió su forma de pararse en los entrenamientos primaverales, bajando sus manos con la idea de que podría llegarle más rápido a la pelota. Bateó .469 con tres jonrones en la primavera y pasó a liderar la Liga Nacional con 203 hits y promedio de .319.

En el mismo complejo de Salt River Fields que los Rockies comparten con los Diamondbacks, Trevor Story estaba logrando voltear algunas cabezas. Con el cambio de la cara de la franquicia Troy Tulowitzki a los Azulejos, los Rockies necesitaban un torpedero, y Story capitalizó la oportunidad de quedarse con el puesto a pesar de tener una alta tasa de ponches en las menores que lo llevaron a salir de la lista de los 100 mejores prospectos. Story bateó .340 en la primavera con seis jonrones y slugging de .792 y entonces tuvo esa histórica primera semana al comenzar la temporada regular. Conectó 27 jonrones en 97 partidos antes de ser inactivado por una lesión de pulgar.

El calendario oficial de partidos primaverales arrancará el viernes con cinco partidos -cuatro en Florida y uno en Arizona - luego de algunos partidos preliminares entre escuadras de Grandes Ligas y equipos universitarios. Prestaremos algo de atención a los mismos, porque después de todo, habrán pizarrones y jugadas destacadas. Y tenemos que ver si Matt Kemp realmente ha perdido 30 libras, si Matt Harvey está saludable y con su recta intacta, y si Yoan Moncada se sigue ponchando con tanta frecuencia.

Pero la pregunta sigue latente: ¿Debemos prestar atención, más allá del espectáculo de un béisbol de exhibición con buen clima y venta de camisetas a $45?

Después de todo, pude haber dicho fácilmente que Maikel Franco lideró la primavera pasada con nueve jonrones, o que Michael Taylor bateó .453 con cinco jonrones, o que el lanzador de los Piratas Juan Nicasio lució tan impresionante que fue catalogado como otro exitoso proyecto de reclamación de los Piratas antes que comenzara la temporada regular.

Durante gran parte de la historia del béisbol, el entrenamiento primaveral sí importó de forma real - y no solo por el hecho de que los jugadores se ponían en condición luego de una temporada baja de fungir como granjeros, vender seguros, vender autos, o simplemente bebiendo y comiendo. Los jugadores podían ganarse sus puestos con una primavera fuerte.

Sin embargo, eso cambió cuando las oficinas centrales comenzaron a aprender a no reaccionar de forma anticipada a lo que ocurre en una muestra pequeña - especialmente en Arizona, donde la pelota sale brincando de esos estadios de la Liga del Cactus, y los jugadores regularmente logran estadísticas de bateo monstruosas con más o menos 50 apariciones en el plato. Los equipos usualmente entran a la primavera con sus rosters de 25 jugadores del Día Inaugural casi establecidos. Por supuesto, no puedes salir a decir eso. Uno tiene que por lo menos crear la ilusión de que jugar bien importa; uno no quiere ver a los jugadores holgazaneando en los entrenamientos pensando que tienen su puesto seguro. Uno tiene que decirle a los fanáticos que vienen desde Buffalo Grove y que pagan $60 por boleto para ver a Jon Jay y otros siete jugadores de liga menor que los partidos tienen algún significado.

De todos modos, el pensamiento convencional eventualmente cambió a: Las estadísticas de los juegos primaverales no importan.

Sin embargo, en el 2015 Dan Rosenheck, editor de The Economist, presentó un ensayo en la Conferencia de Analíticas de MIT Sloan argumentando que algunas de las estadísticas de la primavera sí importaban - al menos un poquito. Escribió que a pesar de la limitada cantidad de juegos y la calidad no probada de los rivales enfrentados, "el argumento de que los números de los entrenamientos primaverales son inútiles es equivocado. No solo un poco equivocado, no equivocado pero sujeto a discusión - sino equivocado de forma concluyente. Para estar seguros, los números tienen algo de ruido. Pero de todos modos contienen una señal".

La clave es saber cuáles estadísticas son las que hay que mirar. El estudio de Rosenheck demostró que los números periféricos como los boletos y la tasa de ponches se estabilizan mucho más rápido en los entrenamientos primaverales que las estadísticas más importantes como el promedio de bateo o la efectividad (esto también es cierto en la temporada regular) - y por lo tanto eran más predictivos de lo que sucederá en la temporada regular. Esto es especialmente cierto para los jugadores jóvenes. El poder aislado es otra estadística con algo de valor predictivo. Tomemos el ejemplo de Story. En Doble-A y Triple-A en 2015, tuvo una tasa de ponches a boletos de 2.76. En los entrenamientos primaverales mejoró a 2.17, con poder junto a esos números. Esa tasa no se sostuvo en las mayores (3.71), pero fue quizás una señal que estaba mejorando su forma de batea. De igual forma, los fuertes números periféricos de Hendricks en la primavera fueron una señal positiva en camino a la temporada regular. Mientras tanto, Franco tuvo 12 ponches contra apenas tres boletos. - el mismo enfoque demasiado agresivo que lo afectó una vez comenzaron los partidos que cuentan.

Esto no es para sobreestimar la importancia de las estadísticas de los entrenamientos primaverales. En su mayoría, no se debe reaccionar de más a buenas o malas actuaciones; el historial previo del jugador sigue siendo más importante. De todos modos, algunas veces nunca se sabe. En el 2010, cuando José Bautista tuvo su espectacular temporada de 54 jonrones para los Azulejos, él bateó .439 y tuvo slugging de .895 en la primavera - con apenas un ponche en 57 turnos. Además me recordó el haber visto a Félix Hernández comenzar tarde la primavera pasada, cuando tuvo problemas para llegar a las 90 mph en el radar. Yo estaba sentado junto a uno de los estadísticos de los Marineros en el palco de prensa y le pregunté si estaba preocupado. Y me dijo que no, que usualmente Hernández no luce bien en los entrenamientos primaverales.

Bueno, pues adivinen qué: Nunca pudo lucir bien tampoco en la temporada regular.

La conclusión: Sigue siendo béisbol, y eso es mejor que no tener béisbol. Pero de todos modos es béisbol de exhibición. Échenle un ojo a los jugadores que llegan a los entrenamientos en la mejor condición de su vida; échenle un ojo a los lanzadores que vienen de lesiones; disfruten ver a los chicos que vienen subiendo por el sistema de fincas. Y si alguien batea .400 con una gran cantidad de cuadrangulares - guarden su nombre en la parte trasera de su cerebro. Por si acaso.

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Así que el infierno se congeló y aquí estamos, en los terrenos del complejo de entrenamiento primaveral de los Cachorros en Mesa, Arizona, mientras los miembros de los campeones mundiales se estiran y juegan a las atrapadas mientras se preparan para la vida en la cima. Pensemos en esto por un segundo: Los campeones de la Serie Mundial Cachorros...

¿Cómo llegamos a este momento? ¿Recuerdan a Mike Montgomery lanzándole a Michael Martínez en el mejor juego en la historia de la Serie Mundial y con un total combinado de 176 años perdedores en la línea? Esa es una larga historia. Pero ustedes saben que ocurrió. Montgomery lanzó una curva de 76 mph, Martínez conectó un rodado suave hacia la tercera base, Kris Bryant corrió adelante con una sonrisa en su rostro que pasó desde el Lago Erie al Lago Michigan e hizo el tiro hacia Anthony Rizzo y sí, los Cachorros de Chicago fueron los ganadores de la Serie Mundial.

Un escritor lo catalogó como la mejor historia deportiva en los Estados Unidos. Sin duda, la narrativa que vimos en el otoño pasado fue un cuento para los libros de historia. Los ratings de television de la Serie Mundial se dispararon a los cielos y alcanzaron los mejores niveles en los últimos 25 años. Extraños se abrazaron. Cleveland lloró. Chicago tuvo un desfile de campeonato que hizo que la ciudad se paralizara como ocurre con una tienda Macy's dos días antes de la Navidad.

Sin embargo, este no es el final de la historia; aquí es donde comienza un nuevo capítulo.


¿Qué queda por jugar ahora que el 1908 simplemente podrá ser recordado como el año en el que Henry Ford produjo su primer Modelo T? ¿Ahora que la maldición de la cabra Billy ha sido rota?

Comencemos aquí, donde nos quedamos. Cuatro Juegos 7 de la Serie Mundial se han ido a entradas extras -- 1912, 1924, 1997 y 2016. Los Indios han perdido los últimos dos de esos, derrotas decepcionantes que rompen la fibra de tu ser y tus vasos capilares y que llevan a pesadillas como el error de Tony Fernández o el batazo de Ben Zobrist por la línea de tercera base, la versión de Cleveland de Leon Durham o Steve Bartman. Uno se queda tan cerca, entras a los entrenamientos primaverales y la temporada regular, y llegas al Juego 7 de la Serie Mundial a pesar de todas las lesiones en tu rotación y conectas un cuadrangular poco probable para empatar el juego en la octava entrada - y de todos modos te quedas corto por una carrera.

Quizás este sea finalmente el año de los Indios. La lista de los equipos que pierden una Serie Mundial y la ganan al año siguiente es bien corta. Solo ha ocurrido una vez en la era del comodín, cuando los Reales lo hicieron en el 2015. Los Indios vuelven con casi el mismo equipo que logró 94 victorias el año pasado. Ellos perdieron a su toletero y líder espiritual Mike Napoli. Pero lo reemplazaron con un bateador mucho más imponente en Edwin Encarnación. Ellos tendrán a Andrew Miller toda la temporada y esperan tener con salud a Michael Brantley, quien se perdió casi toda la temporada 2016, para servir de anclas de los jardines.

El contendiente al Cy Young Corey Kluber sigue ahí, viniendo de una corrida dominante en octubre - al menos hasta el Juego 7 - y a pesar de lo bueno que él es, la estrella de este equipo es ahora el brillante joven torpedero puertorriqueño Francisco Lindor. Ustedes saben que el ex torpedero de los Indios Omar Vizquel estará en la boleta del Salón de la Fama en el próximo invierno, y es un fuerte candidato a ser exaltado eventualmente. No queremos ofender a un gran jugador, pero Lindor es mejor - ya tiene en su poder un Guante de Oro a los 22 años, bateador de .300 en sus primeras dos temporadas en las mayores y un jugador sobresaliente en su primera postemporada. Es un equipo con talento y profundidad. Qué tal una victoria en el Juego 7 de la Serie Mundial... por supuesto en entradas extras.


O comencemos por aquí: Ocho franquicias nunca han ganado la Serie Mundial. Los Astros de Houston nacieron en 1962, con un nombre originalmente asociado a un arma, y luego se movieron a un estadio en el que intentaron hacer crecer césped natural bajo techo. Ellos cambiaron de nombre, de césped y eventualmente de estadio. Los viejos fanáticos de los Astros han sufrido las tortuosas derrotas de la franquicia como la de 1980 en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, la aplastante derrota ante los Mets en 1986, las decepciones en playoffs de los equipos de Jeff Bagwell y Craig Biggio, la barrida en la Serie Mundial en 2005 y las tres temporadas consecutivas de 106 derrotas o más.

Yo pienso en mi amiga Anna, la mayor fanática de los Astros que conozco. Yo he visto a sus dos hijos en Facebook vestidos con mercancía de los Astros - uno de ellos disfrazado de José Altuve para el Día de las Brujas, porque por supuesto que lo hace, cuando tienes8 años y eres fanático del béisbol. Ella apoya a su equipo de forma tan ferviente como lo haría cualquier fanático de los Cachorros. Los Cachorros no tienen un monopolio de la costumbre de los fanáticos de heredar su amor por el béisbol de generación en generación.

Rayos, el estado de Texas ha visto más de 110 temporadas de béisbol de Grandes Ligas sin un campeonato de la Serie Mundial. Los Vigilantes se quedaron a un strike en el 2011, un elevado que estuvo a par de pulgadas de ser atrapado. Los Padres, Cerveceros, Marineros, Rockies, Nacionales y Rays tampoco han logrado títulos y todos comparten este dolor, pero quizás - solo quizás - este sea el año en que el Estado de la Estrella solitaria vea su primer desfile de campeones de la Serie Mundial.

Los Astros tienen un brillante nucleo joven en Altuve, Carlos Correa, George Springer y Alex Bregman, un cuarteto similar en habilidad al que tienen los Cachorros en Bryant, Rizzo, Addison Russell y Javier Báez. Amo a Correa como potencial candidato al JMV y a Bregman como candidato a dar el salto al estrellato. Ellos añadieron a Carlos Beltrán y Brian McCann para darle al roster una necesaria presencia de veteranos, además de guía.

Adrian Beltre and Carlos Correa
USA Today Sports, Getty ImagesAhora que los Cachorros lograron su ansiado título, quizás -- solo quizás -- el 2017 sea el año en el que el Estado de la Estrella Solitaria pueda tener su primer desfile de campeones de la Serie Mundial.
Los Vigilantes perdieron la Serie Mundial en el 2011, y el año antes de ese. Ellos han perdido en la primera ronda en las últimas dos postemporadas. Desde el 2010, solo los Cardenales y los Yankees han ganado más partidos. La ventana de competencia de los Vigilantes podría estar cerrándose. Adrián Beltré no puede jugar por siempre, al menos no al nivel que nos tiene acostumbrados. Yu Darvish será agente libre luego de esta temporada. Cole Hamels tiene más de 2,000 entradas de millaje en su brazo. Ellos llenaron su roster con varias apuestas de una temporada, incluyendo a Napoli.

Ellos tienen dos potenciales estrellas jóvenes en Rougned Odor y Nomar Mazara quienes necesitan mejorar. Ellos tienen un fuerte bullpen y una temporada completa de Jonathan Lucroy detrás del plato. Ellos han pasado siete temporadas al borde de la gloria. Quizás ha llegado su hora.


Los Nacionales son una franquicia con una historia complicada, que nació como los Expos de Montreal y que se mudaron a Washington en 2005. La ciudad fue hogar de dos versiones de los Senadores de Washington de 1901 a 1971 - la primera se convirtió en los Mellizos, y la segunda en los Vigilantes - pero su único campeonato llegó por allá por 1924.

Los Nacionales han perdido en la primera ronda de la postemporada tres veces en las últimas cinco temporadas, y su manager es Dusty Baker, que con 67 años es el manager más viejo en el deporte, y un dirigente con estrellas cruzadas que siempre parece cometer un error crucial en octubre. Ha llegado a la postemporada en ocho ocasiones; ningún otro manager ha llegado tantas veces a los playoffs y no ha ganado la Serie Mundial.

Dusty Baker
Alex Brandon/AP PhotoNingún manager ha llegado a la postemporada tantas veces como Dusty Baker -- quien lo ha hecho ocho veces -- y no ha podido ganar la Serie Mundial.
Piensen en la vida de béisbol de Baker. Cuando hizo su debut en Grandes Ligas, el manager rival era Harry Walker, miembro de los Cardenales de San Luis en 1947 cuando el equipo alegadamente amenazó con irse a la huelga en vez de jugar contra Jackie Robinson. Un compañero en su primer juego fue el padre de Terry Francona. Estaba en el círculo de espera cuando Hank Aaron conectó su HR 715 y jugó con Fernando Valenzuela durante ese mágico año de 1981 para los Dodgers, y manejó a Barry Bonds. Si logra ganar la Serie Mundial, es posible que sea electo al Salón de la Fama.

Los Nacionales tienen tantas estrellas como cualquier otro equipo en el béisbol, con el ganador del Cy Young Max Scherzer, el JMV del 2015 Bryce Harper, el que llegó en segundo puesto en la votación del JMV en el 2016 Daniel Murphy, el as potencial Stephen Strasburg y la superestrella en ciernes Trea Turner. Ellos adquirieron a Adam Eaton de los Medias Blancas, y las métricas avanzadas sugieren que él es uno de los mejores jugadores en el deporte.

Un jugador clave es el primera base Ryan Zimmerman. Ha estado con los Nacionales desde el 2005 pero ha pasado de ser una estrella a un jugador franquicia en decadencia con la espalda de un jugador de 70 años. Tiene algo que probar. Dusty tiene algo que probar. Incluso Harper, que viene de una mala temporada, al menos en comparación con su monstruosa temporada 2015, tiene algo que probar.

Sobre todo, ellos tienen que probarlo en octubre. Quizás el béisbol pueda unir la capital de nuestro país. (OK, quizás no, pero vale la pena el intento).


Quizás comience con el mejor jugador en el deporte. Mike Troutno solo es el Willie Mays o el Mickey Mantle de su generación; él es Mays o Mantle y lo está haciendo ante una competencia más dura. El calibre del atleta en el deporte de hoy, tanto en el montículo como en el terreno, es mejor que nunca, y Trout es el que más sobresale, con dos premios JMV y tres segundos lugares en sus primeras cinco temporadas. Ningún jugador de posición ha logrado más victorias sobre reemplazo hasta los 24 años; ya tiene 48.5, y los únicos otros por encima de 40 fueron Ty Cobb y Mantle. Alex Rodríguez and Ken Griffey Jr. se ubican cuarto y quinto en esa lista.

Obviamente esas estadísticas son impresionantes, y es emocionante contemplar lo que podría hacer a nivel individual. Nosotros sabemos lo que le falta a su résumé, y aunque todo el mundo está descartando a los Angelinos, no los desechen tan rápido ya que tienen al mejor jugador en el deporte. Ellos apostaorn todo a su defensiva, y si la rotación se mantiene saludable, los Angelinos podrían sorprender. Entonces quizás Trout pueda tener su momento en la Serie Mundial, cuando le esté dando la espalda al plato, corriendo a toda velocidad en un jardín sin fin lleno de césped verde para hacer una trapada que vivirá por siempre en el mundo de YouTube.


Piensen en el lanzador al otro lado de la ciudad, Clayton Kershaw, un hombre que claramente ha logrado alcanzar un pináculo de excelencia que pocos lanzadores han alcanzado. Pero aun así nos hacemos la siguiente pregunta, ya que él se ha perdido algo de tiempo de juego en dos de las pasadas tres temporadas: ¿Por cuánto tiempo él puede seguir siendo mucho mejor que todos los demás? Y ¿por qué él no puede dominar en la postemporada como lo hace en la temporada regular? Sus logros son tan prodigiosos que retrocedemos en angustia cuando se muestra como un mero mortal en octubre-efectividad de 4.55 en los playoffs - pero quizás eso solo signifique que su historia tiene pendiente a escribir su capítulo final, con la gloria del oro de la Serie Mundial en su camino, cuando la historia se convierte en mitología.

Los Dodgers han logrado cuatro banderines divisionales consecutivos. Pero tampoco han logrado pasar de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, y con la nómina más alta del deporte, cualquier cosa menos que un título de Serie Mundial es casi una decepción. Sin embargo, este equipo de los Dodgers luce más fuerte que los anteriores cuatro. Corey Seager es joven y fuerte y asombroso y podría pasar de tercero en la votación del JMV como novato al primer lugar como jugador de segundo año. Este joven chico Julio Urías ya lanza con la actitud y la confianza de un Todos Estrellas veterano, y está listo para su propia campaña de estrellato. Ellos tienen un cerrador élite en Kenley Jansen, el roster más profundo en las mayores, un buen manager en Dave Roberts y una oficina central y unos dueños listos para adquirir la pieza final en la fecha límite de traspasos directos.

Sobretodo, tienen a Kershaw. Quizás este sea el año en el que pueda lograr el último out de la temporada.

Por otra parte, tal vez ninguno de ellos pueda detener al equipo que está en la cima ahora mismo. Quizás el siguiente capítulo sea una continuación de lo ocurrido el 2 de noviembre de 2016: una dinastía de los Cachorros.

Theo Epstein no tiene como meta tener un equipo que solo ganó 100 partidos una vez. Él quiere ganar 100 juegos todas las temporadas. Todo lo que hemos visto y leído en esta temporada baja de los jugadores parece sugerir que ellos quieren esta carga de grandeza, que un campeonato no es suficiente para ellos.

Todos los jugadores importantes están de vuelta, excepto el jardinero central Dexter Fowler y el cerrador Aroldis Chapman. Bryant y Rizzo son dos de los mejores jugadores en el deporte; Russell acaba de cumplir 23 años, y Báez acaba de cumplir 24. Ellos tendrán a Kyle Schwarber para toda la temporada, y su actuación en la Serie Mundial simplemente podría ser un preludio de que él se convierta en una de las caras del béisbol. Esta es una alineación suficientemente joven para mantenerse unida por varios años más, una hazaña casi imposible en la era de la agencia libre. Así es como se logra construir una dinastía.

Quizás la rotación llegó a su máximo en el 2016. Fue saludable y dominante, pero esa tremenda defensiva detrás de ella no va a ir a ninguna parte; y Jon Lester, Jake Arrieta y Kyle Hendricks deben ser nuevamente un tremendo trío de abridores. Oh, y tienen el mejor manager en el deporte en Joe Maddon.

El último equipo en ganar campeonatos consecutivos fueron los Yankees de 1998 al 2000. El último equiopo en ganar más campeonatos que esos en fila fueron los Yankees de 1949 al 1953, con cinco Series Mundiales consecutivas. Quizás eso es que va a ocurrir proximamente - los Adorables Perdedores se convierten en el Imperio del Mal.

Me encantaría ver otra dinastía en el béisbol. Eso crea un nivel adicional de pasión, como irle en contra a los Patriots. Eso le da energía al deporte y fuerza a los otros equipos a apuntar más alto. Eso crea rivalidades, y las rivalidades crean fanáticos, y los fanáticos crean recuerdos.

Nosotros nos alimentamos de esos recuerdos. De aquí a algunos años, la historia va a leer: "Déjame contarte lo que ocurrió en esa temporada 2017..."

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Ivan Rodriguez y Kris Bryant
Getty Images
Cinco equipos todavía no tienen representación en Cooperstown - al menos no en las gorras que utilizan los jugadores en sus placas en el Salón de la Fama. Tres de esos son equipos de expansión de la década de los 90: los Rockies, Marlins y Rays. El cuarto es la franquicia de los Expos/Nacionales, que comenzó a jugar en 1969 y tiene dos fuertes candidatos en la boleta este año. El quinto es los Angelinos, nacidos en 1961. Nolan Ryan pasó ocho años con los Angelinos, y nueve con los astros, pero en su placa tiene una gorra de los Vigilantes, lo que dejó a los Angelinos sin su representante al Salón de la Fama. La franquicia probablemente tendrá que esperar por Mike Trout, asumiendo que Vladimir Guerrero entre eventualmente con una gorra de los Expos.

Esto nos dio una idea divertida: ¿Quién es el próximo miembro del Salón de la Fama para cada equipo? Esto va a requerir algo de especulación no solo de quien vaya a salir electo - y las estadísticas finales de esos jugadores activos - y además predecir la gorra que utilizarían. Vamos a hacer una adivinanza (Nota: Cuando mencione las boletas públicas, me estaré refiriendo a los votantes que han revelado sus boletas, y que han sido recopiladas aquí por Ryan Thibodaux.)

Astros de Houston: Jeff Bagwell (Fecha estimada de entrada (ETA, por sus siglas en inglés) 2017). La candidatura de Bagwell se ha quedado estancada en la boleta por cinco años, situándose en el 55 por ciento del voto (una baja del 59 por ciento que llegó a alcanzar hace par de años. Sin embargo, él fue uno de los jugadores que más ayuda recibió por la eliminación de más de 100 votantes retirados e inactivos el año pasado, cuando vio aumentar su porcentaje a 71 por ciento, y en las boletas públicas que se han dado a conocer hasta el momento lleva más del 90 por ciento.

Vigilantes de Texas: Iván Rodríguez (2017). Parece ser que él será exaltado en su primera aparición en la boleta, y aunque llegó a ganar una Serie Mundial con los Marlins y jugar en otra con los Tigres, debe entrar como un vigilantes ya que con ese equipo ganó 10 de sus 13 Guantes de Oro y su premio de JMV de la LA en 1999.

Expos de Montreal/Nacionales de Washington: Tim Raines (2017). En su año final en la boleta, Raines parece tener un cupo seguro, situándose al momento en el 90 por cientos de los votos dados a conocer. Ese número debe haber un poco con los votantes anónimos - quienes nunca emiten sus votos al mismo ritmo que los votantes públicos - pero Raines debe superar fácilmente el umbral del 75 por ciento requerido para elección. En términos de valor, Raines se compara favorablemente con el exaltado en su primera oportunidad Tony Gwynn, ya que básicamente intercambia algunos de los hits de Gwynn por boletos (Gwynn tuvo porcentaje de embasamiento de por vida de .388, Raines .385), se robó más bases y anotó más carreras. Guerrero, en su primer año en la boleta, tiene el 77 por ciento del voto público, lo que significa que posiblemente se quede corto por muy poco margen y tendrá que esperar hasta el 2018.

Bravos de Atlanta: Chipper Jones (2018). Debe ser electo sin problemas en su primera aparición en la boleta, con números de por vida de .303/.401/.529, un premio de JMV, 12 temporadas en los playoffs y un WAR de 85, lo que lo ubica sexto en la lista de antesalistas de todos los tiempos.

Padres de San Diego: Trevor Hoffman (2018). Parece que se quedará corto esta temporada, ya que está en el 71 por ciento del voto público, pero se quedará tan cerca que deberá entrar sin problemas el año que viene.

Tigres de Detroit: Alan Trammell y Jack Morris (2018). Trammell nunca lució bien en las votaciones de la BBWAA, alcanzando un máximo del 40 por ciento en su año final en 2016. Probablemente sea evaluado mejor por el comité de veteranos del Juego de Hoy en Día, que cubre el periodo 1970-87, y aunque el comité de veteranos se ha ido en blanco con jugadores en años recientes, pero ha electo varios managers, ejecutivos y hasta Bud Selig, yo pienso que eventualmente Trammell va a entrar. Fue tan valioso como Barry Larkin (Trammell lo aventaja en WAR 70.4 a 70.2), quien paseó la votación de la BBWAA, excepto que Larkin no tuvo a un Cal Ripken en su liga.

La elección de Morris parece menos segura, aunque llegó a alcanzar un 67 por ciento en la boleta de la BBWAA. Su efectividad de por vida de 3.90 y su WAR de 43.8 están muy por debajo de los estándares del Salón de la Fama, pero se quedó tan cerca que sería algo sin precedentes no elegirlo. Además, para los jugadores del Salón de la Fama que se sientan en esos comités, Morris tiene el sentido de un miembro del Salón de la Fama, uno que ellos considerarán digno de entrar en su club.

Yankees de Nueva York: Mariano Rivera (2019). Es mejor que Hoffman sea electo en el 2018 porque Rivera entrará a la boleta en el 2019, y eso le costará a Hoffman algunos votos porque él palidece en la comparativa. Hoffman quizás sea segundo detrás de Rivera en cantidad de salvamentos de por vida, pero no están ni cerca en el valor de sus carreras o en su dominio: Rivera tuvo un WAR de 57.1 comparado con el 28.4 de Hoffman, y eso es antes de que entremos a la postemporada, en la que Hoffman se estrelló mientras Rivera brilló. La única pregunta aquí es si Rivera podría superar el porcentaje record logrado por Ken Griffey Jr. de 99.3.

Indios de Cleveland: Jim Thome (2019). En realidad él llegará a la boleta en el 2018, pero pienso que va a tener que esperar un año, a pesar de haber logrado 612 jonrones de por vida, 1,699 impulsadas y porcentaje de embasamiento de .402. Omar Vizquel también llegará a la boleta en el 2018, y aunque creo que finalmente será exaltado, tendrá que pasar un camino más largo.

Marineros de Seattle: Edgar Martínez (2019). Al igual que Bagwell, Martínez fue ayudado por la limpieza en el listado de votantes, y su porcentaje mejoró de 27 a 43 por ciento el año pasado. Ha visto un gran impulso en el voto público, situándose en el 70 por ciento. Además es un buen candidato - junto con Mike Mussina -- para reemplazar a Raines como el portavoz del contingente sabermétrico. Además, una vez se elija a Hoffman e incluso a Rivera, ya no se podrá mantener en contra de Martínez su estatus de bateador designado. Este será su año final en la boleta, lo que le ayudará a recibir un impulso que lo lleve a la cima.

Roger Clemens, Barry Bonds
Getty ImagesDamas y caballeros, aquí están dos terceras partes de la clase de exaltados a Cooperstown en 2020.
Gigantes de San Francisco: Barry Bonds (2020). Cuando Bonds y Roger Clemens debutaron con menos del 40 por ciento en el 2013, parecía que su camino hacia Cooperstown quedaría bloqueado. Pero desde ese entonces han ocurrido dos cosas: La limpieza en el listado de votantes - los votantes más viejos estaban más en contra de las sustancias para mejorar el rendimiento que los escritores más jóvenes o activos - llevó a un ligero aumento en su total de votos el año pasado, y la elección de este año de Bud Selig (y en menor grado la de John Schuerholz) parece que les ha ayudado, ya que ambos jugadores andan rondando el 69 por ciento en las boletas públicas. El mensaje: Si vas a elegir al comisionado que mandó durante la era de los esteroides, ¿se le puede negar la entrar a los dos jugadores más grandes de esa era?

Medias Rojas de Boston: Roger Clemens (2020). Los discursos van a ser interesantes.

Orioles de Baltimore: Mike Mussina (2020). Mussina ganó más juegos con los Orioles que con los Yankees (147 a 123) y tuvo efectividad menor (3.53 a 3.88), así que cuando su elección finalmente ocurra - está en el puesto 19 en WAR entre los lanzadores desde 1900 - entrará como un Oriol.

Medias Blancas de Chicago: Minnie Minoso (2021). Es demasiado malo que él no haya sido electo antes de su fallecimiento en 2015, pero es un candidato con méritos, un jugador que se ubicó en el octavo puesto entre los jugadores de posición en WAR en la década de los 50. Los siete que están por encima de él ya están en Cooperstown, y seis de los siete por debajo de él también han entrado. Él no llegó a las mayores hasta los 25 años por la barrera del color; añadan tres temporadas más o menos a su total estadístico y habría sido electo hace mucho. Pienso que el comité de los Días Dorados, que evalúa candidatos de 1950 a 1969, finalmente reconocerá su grandeza y su estatus de pionero como la primera estrella negra cubana.

Filis de Filadelfia: Curt Schilling (2021). Él está detrás de Mussina en el voto público este año (sus críticas políticas no le han ayudado), pero tiene un mejor caso, dadas sus prístinas estadísticas en postemporada, y sus tres anillos de Serie Mundial. Si logra entrar, ¿entraría con la gorra de los Filis?

Filis: 101-78, 3.35 ERA, 36.8 WAR

Diamondbacks: 58-28, 3.14 ERA, 26.0 WAR, un anillo

Medias Rojas: 53-29, 3.95 ERA, 17.8 WAR, dos anillos

Es una decisión complicada, pero pienso que su estancia más larga con los Filis sobresale más. Si el Salón elige ponerlo con una gorra de los Medias Rojas o de los Diamondbacks, entonces podría pasar mucho tiempo para ver otro jugador de los Filis en Cooperstown. Chase Utley sería el siguiente en fila, y aunque es un jugador con buenos números sabermétricos, sus estadísticas se quedan cortas y probablemente tendría que entrar por el comité de veteranos.

Azulejos de Toronto: Roy Halladay (2022). Este sería el cuarto año de Halladay en la boleta y quizás sea un marco de tiempo optimista, dado el lento paso de Mussina y Schilling.

Mussina: 270-153, 3.68 ERA, 123 ERA+, 82.7 WAR

Schilling: 216-146, 3.46 ERA, 127 ERA+, 80.7 WAR

Halladay: 203-105, 3.38 ERA, 131 ERA+, 65.6 WAR

El abrupto final de la carrera de Halladay lo dejó un poco corto en cantidad de victorias, pero de 2002 al 2011, promedió WAR de 6.2 por temporada, ganó dos Cy Young y terminó segundo en par de ocasiones, una increíble corrida de gran dominio que duró una década y que debe ser recompensada.

Cardenales de San Luis: Albert Pujols (2027). A Pujols le quedan cinco años en su contrato, y esta proyección asume que jugará hasta el final del mismo. Está a 480 impulsadas de Hank Aaron, líder de todos los tiempos. ¿Podrá alcanzarlo? Batear detrás de Trout ayuda, pero predigo que se va a quedar corto, para entonces entrar sin problemas en su primera aparición en la boleta como quizás el mejor primera base de todos los tiempos.

Mets de Nueva York: Carlos Beltrán (2029). La brillantez completa de Beltrán eventualmente será reconocida, y debido al hecho de que fue con los Mets quien jugó la mayor cantidad de juegos, con quien tuvo su mejor temporada (2006) y su mayor valor ha sido con ellos, yo digo que entraría con la gorra de los Mets.

Atléticos de Oakland: Mark McGwire (2032). El Big Mac fue ignorado por el comité del Juego de Hoy en Día que eligió a Selig y Schuerholz este año, y pienso que él, Sammy Sosa, Rafael Palmeiro y Manny Ramirez están en un bote diferente al de Bonds y Clemens, quienes ya eran claramente grandes jugadores antes de que alegadamente comenzarán a usar sustancias. Sin embargo, el tiempo lo cura todo, y eventualmente McGwire va a entrar.

Dodgers de Los Angeles: Clayton Kershaw (2035). Sí, él va a lograr un anillo cuando supere a Lucas Giolito en una memorable blanqueada 1-0 en el Juego 7 de la Serie Mundial del 2023. Lanzando con dos días de descanso, Kershaw trabajará por 10 entradas y ponchará a 16. Oh, además terminará con un record de ocho premios Cy Young, rompiendo el record de Clemens de siete.

Marlins de Miami: Giancarlo Stanton (2037). Ese contrato de $325 millones que firmó lució terrible al principio, pero seis temporadas consecutivas de 40 jonrones de 2017 a 2022, incluyendo su mejor temporada con 55 bambinazos en 2020, justificaran el acurdo. Sin embargo, en este punto él se saldrá de su contrato con los Marlins para firmar con los Dodgers, pero 394 de sus 605 jonrones de por vida fueron con los Marlins. Gary Sheffield es candidato futuro a ser evaluado por el comité de veteranos, y él es más un Marlin que cualquier otra cosa, así que podría entrar primero.

Angelinos de Los Angeles: Mike Trout (2038). Tengo a Trout jugando hasta los 41 años, terminando su carrera en el año 2032 (no se preocupen fanáticos de los Angelinos, él va a jugar toda su carrera en Anaheim) y uniéndose a la boleta en el 2038. Se convertirá en el primer electo de forma unánime al Salón de la Fama tras finalizar su carrera con un WAR de por vida de 158.5, tercero entre los jugadores de posición, detrás de Babe Ruth y Bonds y justo por encima de Willie Mays.

Cachorros de Chicago: Kris Bryant (2038). Se retirará con 587 jonrones, tres premios de JMV y cuatro anillos de Serie Mundial.

Rojos de Cincinnati: Joey Votto (2039). El caso de Votto será una guerra entre los adeptos a la sabermetría y los que corean que "las remolcadas lo son todo". Por supuesto, quedarán menos de esos cuando Votto se retire luego de la temporada 2024 y entre a la boleta en el 2030. Sus números de poder no igualarán a muchos otros inicialistas que ya están en el Salón de la Fama, pero su OBP y valor de por vida eventualmente lo convertirán en residente de Cooperstown. Noten lo que significa que Votto sea el próximo Rojo: Nada de Pete Rose.

Piratas de Pittsburgh: Andrew McCutchen (2040). Él pasará las primeras 10 temporadas de su carrera con los Piratas y los ayudará a un sorprendente título de Serie Mundial en 2018, cuando tenga una gran temporada final y termine tercero en la votación del JMV dos años después de haber estado en medio de rumores de cambios en la temporada baja. Al igual que Raines, su corrida como uno de los mejores jugadores en el deporte lo llevará a Cooperstown.

Rockies de Colorado: Nolan Arenado (2041). El comité de veteranos ignorará a Larry Walker y Todd Helton, convirtiendo a Arenado en el primer jugador de los Rockies en ser exaltado. Sus seis temporadas consecutivas como líder de remolcadas de la LN de 2015 a 2020 y 10 Guantes de Oro de por vida lo convertirán en una rápida selección por la BBWAA.

Diamondbacks de Arizona: Robbie Ray (2043). Él no parecía como un futuro miembro del Salón de la Fama cuando tenía marca de 14-31 luego de tres temporadas en las Grandes Ligas, pero esos 218 ponches en 174.1 entradas en 2016 fueron la señal de que está a punto de dar el salto al estrellato. Terminó con 254 victorias de por vida, un premio Cy Young y tres títulos de ponches en la LN.

Mellizos de Minnesota: Joe Mauer (2046). Su carrera dividida entre la receptoría y la primera base hace de su caso uno complicado, pero eventualmente entrará por el comité de veteranos, que recompensará su gran valor como receptor, sus tres títulos de bateo y su premio de JMV.

Cerveceros de Milwaukee: Mauricio Dubón (2047). En uno de los grandes robos en la historia de los cambios, Dubon llegó desde los Medias Rojas como parte del cambio de Tyler Thornburg en 2016 y terminó ganando cuatro cetros de bateo, robándose más de 300 bases y jugando un buen campocorto por más de una década para los Cerveceros.

Rays de Tampa Bay/Mustangs de Carolina: Evan Longoria (2052). Nunca superó el 50 por ciento en la boleta de la BBWAA pero finalmente logró entrar luego de varios años de candente debate cuando el comité de veteranos (que tenía a su ex compañero David Price, electo como miembro de los Medias Rojas en 2035) lo exalto, citando sus más de 400 jonrones de por vida, sus casi 1,500 impulsadas y su excelente defensiva.

Reales de Kansas City: Yordano Ventura (2054). Ventura nunca alcanzó su potencial como abridor, pero se movió al bullpen en el 2020 y comenzó una nueva vida como cerrador dominante, con siete temporadas de 40 salvamentos y varias más superando los 30 rescantes. Terminó siendo parte de la gran elección de cerradores en 2054, cuando el comité de veteranos, harto de qué hacer con los relevistas, eligió a Ventura, Billy Wagner, Kenley Jansen, Francisco Rodríguez, Zach Britton, Aroldis Chapman, Craig Kimbrel, Lee Smith, Jonathan Papelbon, Joe Nathan y Roberto Osuna en una elección especial, lo que desembocó en el infame debate de "¿Qué pasó con John Franco?" que lastimó la institución del Salón de la Fama y que llevó a su eventual destrucción.
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MLB, Baseball, Chicago Cubs

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