Los cambios funcionaron para Cora

FECHA
09/10
2018
por Enrique Rojas | ESPN Digital

NUEVA YORK -- Los cambios realizados por el manager Alex Cora funcionaron a la perfección para que los Medias Rojas de Boston se pusieran a un triunfo de avanzar a la Serie de Campeonato de la Liga Americana por primera vez en seis años.

Boston vapuleó 16-1 a los Yankees de Nueva York en su propio feudo para ponerse en ventaja 2-1 en la Serie Divisional pactada al mejor de cinco encuentros. El juego #4 está programado para celebrarse el martes en el Yankee Stadium.

Las 16 carreras anotadas por los Medias Rojas representan el segundo mayor total en 178 partidos de postemporada en su historia, detrás de las 23 que marcaron contra Indios de Cleveland en el juego 4 de las Series Divisionales de 1999. Para los Yankees es la mayor cantidad de vueltas que han permitido a un rival en playoffs, superando las 15 que cedieron ante los Diamondbacks de Arizona en el sexto encuentro de la Serie Mundial del 2001.

Además de nombrar a Nathan Eovaldi en lugar de Porcello para abrir apenas 24 horas antes del juego, Cora también introdujo en su alineación titular al antesalista dominicano Rafael Devers (en lugar del dominicano Eduardo Núñez), al intermedista Brock Holt (por Ian Kinsler) y al receptor puertorriqueño Christian Vázquez (por el venezolano Sandy León) contra el lanzallamas dominicano Luis Severino.

Brock Holt ciclo en SDLA (Medias Rojas Boston)
AP Photo/Julie Jacobson

Eovaldi lanzó siete entradas de una carrera, Holt se convirtió en el primer pelotero de todos los tiempos que batea para el ciclo en playoffs, Devers conectó de 6-2 con dos anotadas y una empujada y Vázquez, además de un gran trabajo detrás del plato, de fue de 6-2 con anotada y empujó la primera carrera del partido.

Los Medias Rojas han ganado 110 partidos oficiales desde abril, pero aún necesitan uno más para conquistar su primera serie desde el 2013, cuando se coronaron campeones de las ligas mayores por tercera vez desde el 2004.

''No sé si fue un mensaje, pero creo que mucha gente como que se rindió con el equipo después [de la derrota del sábado], la serie es 5-3 y sabíamos que estamos enfrentando a uno de los mejores equipos de las Grandes Ligas y es una serie dura'', dijo Cora. ''Desde el primer pitcheo del juego, Mookie Betts hizo un buen swing y como que dejamos saber a todo el mundo que estábamos preparados para el juego'', agregó.

''Los cambios tuvieron mucho que ver con el rival que enfrentábamos. Luis Severino es uno de los mejores lanzadores de las Grandes Ligas, es excepcional contra bateadores zurdos y pensamos que era la mejor alineación para atacarlo. 'Carita' Devers en su primer turno conectó bien la bola, Holt hizo lo que hizo hoy, primero de la historia en batear para el ciclo, Christian hizo un trabajo excelente detrás del plato, puso la bola en juego'', dijo Cora.

''Esta es una noche que no voy a olvidar por largo tiempo'', dijo Holt, quien conectó jonrón contra el receptor Austin Romine en la novena entrada para completar la escalera y terminar bateando de 6-4 con cinco impulsadas y tres anotadas. Romine es apenas el segundo jugador de posición que lanza en un juego de postemporada. El primero fue Cliff Pennington, de los Azulejos de Toronto, en el juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana del 2015 contra los Reales de Kansas City.

Eovaldi (1-0), quien tuvo efectividad de 1.93 en cuatro aperturas contra los Yankees en la temporada regular, ponchó cinco bateadores, no otorgó base por bolas y aisló hits para apagar la poderosa ofensiva de los lideres jonroneros de la temporada regular en su debut en postemporada y, al mismo tiempo, silenciar a una de las aficiones más ruidosas del béisbol.

Los Yankees anunciaron que 49,657 pagaron boletas para asistir a La Catedral del Bronx el lunes.

''Siempre he disfrutado lanzar aquí. Se siente como que lo único que importa es el béisbol. Grandes asistencias y una divertida atmósfera de béisbol'', dijo Eovaldi, el séptimo antiguo miembro de los Yankees que abre un partido contra ellos en el Bronx.

Luis Severino removido de loma (Yankees NY)
AP Photo/Frank Franklin II

''Cuando llegas aquí, sabes que el público estará en tu contra. Trato de mantenerlos aislados. Sabes qué si otorgas una base por bolas y te pegan dos hits consecutivos, los fanáticos se meterán de nuevo en el juego y no quieres que eso pase'', dijo Eovaldi, quien tiene 2-0, efectividad de 0.39 (una carrera limpia en 23 entradas) con 18 ponches y tres boletos contra Nueva York desde que fue cambiado a Boston por los Rays de Tampa Bay.

Eovaldi es el primer lanzador de los Medias Rojas con al menos siete episodios en un juego de postemporada desde el que el zurdo Jon Lester laboró 7.2 innings en el quinto choque de la Serie Mundial del 2013 contra los Cardenales de San Luis. Severino (1-1), quien permitió siete hits y seis carreras limpias en un poco más de tres episodios, fue el derrotado en la paliza del lunes, cuando el bullpen del manager Aaron Boone fue destruido con 11 hits, 10 carreras y seis bases por bolas en seis innings.

En total, el pitcheo de los Bombarderos permitió 18 hits y otorgó ocho bases por bolas en una noche negativa que pasará a la historia del orgulloso club.

''No hay más opción que olvidarlo'', dijo Boone. ''La buena noticia es que solamente fue un juego y por más feo que haya sido para nosotros, tenemos que cambiar la página y enfrentar que mañana será resolver o morir'', agregó.

Nueva York nunca tuvo una oportunidad en el partido del lunes. Devers bateó un sencillo a una velocidad de salida de 115.7 millas por hora, el segundo imparable más fuerte de todo el año, se robó segunda base y anotó por hit al cuadro de Vázquez en la segunda entrada.

En el tercero, Betts y Andrew Beninendi pegaron sencillos consecutivos y el bateador designado J.D. Martínez impulsó al primero con elevado de sacrificio al prado izquierdo. Un rodado de Devers remitió al plato a Benintendi para el 3-0.

Los Medias Rojas hicieron saltar del montículo a Severino en el cuarto acto, cuando Holt y Vázquez pegaron sencillos al jardín derecho y Jackie Bradley negoció base por bolas. Boone trajo a Lance Lynn para enfrentar la punta de la alineación bostoniana.

Después que Lynn transfirió a Betts para forzar la cuarta raya, Boone ordenó una formación especial donde el jardinero derecho Judge se movió un poco al jardín central, lo que aprovechó el bateador zurdo Benintendi para meter la pelota por la raya del RF y limpiar las bases para poner el marcador 7-0. El inicialista Steve Pearce impulsó la octava con sencillo y Holt metió triple que completó el abultado rally y empató el récord de carreras en una entrada en postemporada para Boston.

Los Medias Rojas han anotado siete carreras en un episodio en cuatro ocasiones y sus 18 hits se quedaron a tres de los 21 que batearon contra los Yankees en el tercer juego de la Serie de Campeonato de 1999.

''Uno quiere poner su granito de arena y cuando llega la oportunidad, hay que aprovecharla'', dijo Vázquez. ''Es un privilegio estar ahí afuera en una serie tan grande, en Yankee Stadium. Es difícil jugar en el Bronx, contra esa gran fanaticada'', agregó el boricua.

''Es bueno, se nota que estamos en equipo. Cualquier pelotero que está en la banca puede entrar a jugar y se nota que está activo'', dijo Devers.

Boston agregó una carrera en el séptimo, tres en el octavo y dos en el noveno para mejorar su marca general a 10-12 en 22 encuentros de playoffs ante Nueva York.

''Lo de hoy es un juego ganado. Puede ser por una carrera, puede ser por dos, ganar es lo importante, por la cantidad de carreras que sean'', dijo Devers.

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Lo único seguro hasta ahora en Grandes Ligas es que Medias Rojas de Boston y Indios de Cleveland ganaron sus divisiones en la Liga Americana y que 13 clubes ya están oficialmente eliminados de las posibilidades de alcanzar la postemporada.

Fuera de eso, hay muchos cabos sueltos entrando al penúltimo fin de semana del calendario regular de la campaña del 2018 en el béisbol mayor de Estados Unidos.

En uno de sus torneos menos competido de la historia, la Liga Americana ya tiene dos monarcas divisionales y otros tres potenciales invitados a los playoffs que arrancarán en la primera semana de octubre. Boston (104-49) y Cleveland (85-67) ganaron las divisiones Este y Central, respectivamente, por tercer año consecutivo, y Boston virtualmente garantizó terminar con el mejor récord de MLB y la ventaja de la casa para todas las series que disputen.

En el Oeste, los campeones Astros de Houston (95-57) superan por 3.5 juegos a los Atléticos de Oakland (92-61) y tienen el número mágico en dos para asegurar al menos un puesto comodín a la postemporada. Houston intenta conquistar banderines divisionales consecutivos por primera vez desde que se mudó de la Liga Nacional a la Liga Americana en el 2013. Los Astros ganaron tres años seguidos la Central del viejo circuito de 1997 a 1999.

Los Yankees de Nueva York (93-59) tienen ventaja de 1.5 juegos sobre Oakland en la batalla por el primer comodín y la ventaja de la casa para el juego de muerte súbita del miércoles 3 de octubre. En caso de que Nueva York y Oakland terminaran empatados en el primer comodín, con ambos clasificados, los Yankees serían locales en el choque de Wild Cards debido a su mejor récord intradivisional, que es el segundo criterio para desenredar empates.

Los sorprendentes Rays de Tampa Bay (85-67) y los Marineros de Seattle (84-58) han tenido buenos desempeños, pero están muy lejos (a 6.5 y 7.5 juegos de Oakland) con tan poco espacio (10 juegos) para maniobrar. En resumen: En el joven circuito es cuestión de tiempo para que Astros, Yankees y Atléticos se unan a Indios y Medias Rojas en el cuadro de postemporada.

En la Liga Nacional es todo lo contrario: Nada está decidido y nueve de 15 equipos siguen en la carrera por llegar a la tierra prometida.

Los que se encuentran en la situación más cómoda son los Bravos de Atlanta (85-68), que tienen ventaja de 6.5 juegos sobre los Filis de Filadelfia (78-74) en la División Este. Los Bravos, que tienen el número mágico en cuatro para atrapar su primer banderín divisional desde el 2013 y el segundo en 13 años, solamente necesitan ganar dos de tres a Filadelfia en el fin de semana, para coronarse.

En la División Central, Cachorros de Chicago (89-63), Cerveceros de Milwaukee (87-66) y Cardenales de San Luis (84-69) pelean el banderín al tiempo que dominan las dos plazas comodines del viejo circuito. Los Cachorros tienen el número mágico en ocho para conquistar la división, pero una cómoda ventaja de siete juegos sobre los Rockies de Colorado en el segundo Wild Card de la liga.

La misión de Milwaukee es acosar a los Cachorros y mantener la ventaja de la casa para el potencial encuentro de comodines. Cerveceros y Cardenales jugarán una serie decisiva entre ellos de lunes a miércoles de la próxima semana en e Busch Stadium, mientras que Cachorros y Cardenales cerrarán la vuelta regular con una serie de tres encuentros en el Wrigley Field.

Tras ser barridos en Dodger Stadium comenzando la semana, Colorado (82-70) se alejó a 2.5 juegos de los Dodgers de Los Angeles (85-68) en la recia batalla por el banderín de la División Oeste, en tanto que los Diamondbacks de Arizona se encuentran a seis de Los Angeles y a cinco de San Luis en el segundo comodín.

Los Dodgers, que tienen el número mágico en ocho para quedarse con su sexto banderín consecutivo, enfrentan a los Padres de San Diego en el fin de semana y luego visitarán a sus acérrimos enemigos Diamondbacks y Gigantes de San Francisco para concluir la temporada regular.

Colorado recibe a Arizona en el fin de semana y terminará la campaña jugando en Filadelfia y Washington, en tanto que los Diamondbacks cerrarán el año en San Diego.

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Entrando al antepunúltimo fin de semana de la serie regular de Grandes Ligas, los cinco puestos a playoffs de la Liga Americana lucen estar prácticamente decididos, contrario a la Liga Nacional, donde hay batallas muy cerradas en todos menos uno, creando las condiciones apropiadas para que se produzcan empates en divisiones o puestos comodines.

En la Americana: Medias Rojas de Boston (101-46) ya clasificó a postemporada y tiene el número mágico en seis para ganar su tercer título consecutivo de la División Este; Indios de Cleveland (82-64) posee la mayor ventaja de un líder divisional (15.0 juegos) y tiene el número mágico en 3 para ganar el centro, mientras que los Astros de Houston (92-54) están muy cerca de garantizar u n puesto comodín y dominan por 3.5 juegos el sector oeste.

Los Yankees de Nueva York (90-56) y Atléticos de Oakland (89-58) batallan ferozmente la ventaja de casa para el partido de comodines, pero no están en real peligro de quedarse fuera de la postemporada. Los Marineros de Seattle (80-66) están a 8.5 juegos del segundo Wild Card.

Getty ImagesIndios de Cleveland (82-64) posee la mayor ventaja de un líder divisional (15.0 juegos) y tiene el número mágico en 3 para ganar el centro.
En la Liga Nacional: Lo único que luce casi decidido es la División Este, donde los Bravos de Atlanta (82-64) dominan por 7.5 juegos a los Filis de Filadelfia (74-71). En el centro, los Cachorros de Chicago superan apena por 1.5 juegos a los Cerveceros de Milwaukee (84-63) y por 4.5 a los Cardenales de San Luis (81-66). En el oeste, los Rockies de Colorado (81-65) van 1.5 arriba de los Dodgers de Los Angeles (80-67) y 4.5 por encima de los Diamondbacks de Arizona (77-70).

Milwaukee y San Luis ocupan las plazas de comodides del viejo circuito, pero Los Angeles, Arizona y Filadelfia están a uno, cuatro y seis juegos. Para poner las cosas más sabrosas, Dodgers y Cardenales juegan una serie de fin de semana, cuyos resultados impactarán las divisiones central y oeste y los comodines.

Con las diferentes modificaciones que ha sufrido el sistema de determinar el campeón de la temporada, la pelota estadounidense se ha visto en la necesidad de hacer variaciones a las reglas de resolver embotellamiento en la tabla de lugares a lo largo de sus más de 140 años de historia.

Al principio todo era muy básico. Entre 1876 y 1900, el equipo que más victorias acumulaba durante la temporada regular era declarado campeón de la Liga Nacional y del béisbol (recordando que las ocho series que se jugaron entre los campeones de la Liga Nacional y la Asociación Americana entre 1884 y 1892 fueron considerados eventos de exhibición).

No fue hasta la creación de la Serie Mundial en 1903, por un título máximo entre los campeones de la Nacional y la nueva Liga Americana (fundada en 1901), que nació oficialmente la postemporada de Grandes Ligas.

Hasta 1968, los dos mejores clubes de cada liga iban directo al clásico de otoño. En 1969 se crearon dos divisiones en cada liga y se agregaron las Series de Campeonato para decidir los dos finalistas. En 1994 emergió la figura del Wild Card (comodín) y se creó una tercera ronda en los playoffs, las Series Divisionales, y en 2012, cuando agregaron un segundo comodín, se estableció el formato actual de cuatro instancias.

Desde entonces, los dos mejores equipos de cada liga que no ganaron sus divisiones, juegan un partido de muerte súbita para determinar el rival del conjunto con el mejor récord de liga en las Series Divisionales. La inclusión del segundo comodín también obligó a que se cambiaran algunas reglas en el sistema de definir empates de temporada regular.

EMPATES DE DOS EN DIVISIÓN O COMODINES

Un partido extra de desempate se juegan cuando dos equipos queden empatados con el mismo récord en una de las tres divisiones o el segundo puesto comodín de la liga. Estos partidos se jugarán el día posterior a la finalización de la temporada, en la casa del club que obtuvo la ventaja de local, que se determina usando una serie de criterios que citaremos más adelante.

Desde la implementación de la figura del comodín en 1994 hasta el final de la temporada del 2011, se implementó una regla diferente. Dos equipos empatados para una división no jugaron un desempate si sus récords eran mejores que todos los ganadores fuera de su división en su liga. Básicamente, si dos estaban empatados en la división y como sea estaban clasificados a los playoffs, se usaban varias consideraciones cuál era campeón divisional y cual era comodín. Punto y bolita.

Sin embargo, con la adopción de un segundo puesto de comodín y un juego entre comodines desde el 2012, el ganador de la división con el mejor récord de la liga enfrentaría una posible eliminación en el primer día de la postemporada, lo que obligó a variar las reglas.

Con las nuevas reglas de desempate, si dos equipos quedan empatados en la división, tendrán que jugar un partido extra incluso si ambos equipos ya se han clasificado para la postemporada. El equipo que pierde el juego de desempate ahora calificará para un puesto de comodín solo si su récord de temporada regular se encuentra entre los dos mejores récords de la liga que no ganaron una división. Esto quiere decir que empatar en la divisió no garantiza nada, más allá del juego de desempate.

Si ese equipo está empatado en el segundo puesto de comodín, entonces se jugará un segundo juego de desempate. Si el empate es en el primer comodín, no es necesario un juego extra, sino que ambos avanzan y la ventaja de la casa se determina con los criterios de desempate establecidos. Tampoco se necesita un juego extra para definir el mejor récord de la liga entre dos ganadores de división que terminen con la misma foja.

Para determinar cuál equipo tendrá la ventaja de la casa en un partido extra, tanto para desempatar una división y el segundo comodín y la ventaja de la casa como mejor récord de la liga son:

El equipo con ventaja en la serie particular, el equipo con el mejor récord global en juegos intradivisionales, el equipo con el mejor récord global en juegos intraligas, el equipo con el mejor récord en los últimos 81 juegos de la temporada, ignorando los partidos interligas, el equipo con el mejor récord en los últimos 82 partidos de la temporada (siempre que el juego agregado no esté entre los equipos empatados), se extiende hacia atrás hasta que se rompe el empate (los juegos de interliga se omiten e ignoran en este proceso).

JUEGOS DE DESEMPATE

En la historia de Grandes Ligas, en 14 ocasiones se ha necesitado jugar un partido (10 ocurrencias) o una miniserie (cuatro ocurrencias) para resolver empates de de serie regular. El fenómeno se repitió cuatro veces entre el 2007 y el 2013, pero no fue necesario en las cuatro temporadas anteriores.

En 1946, Dodgers y Cardenales debieron chocar en una serie al mejor de tres juegos para decidir el campeón de la Liga Nacional. San Luis ganó en dos choques y avanzó a la Serie Mundial, donde venció a los Boston Red Sox.

En 1948, Cleveland derrotó a Boston en un juego extra para definir el monarca de la Liga Americana y siguió inspirado para vencer a los Bravos de Boston en el clásico de otoño. En 1951, cuando Dodgers y Gigantes de Nueva York empataron en la cima del viejo circuito, se juegó una serie de tres encuentros, que terminó con el famoso jonrón de tres carreras del 3B Bobby Thomson al derecho Ralph Branca en la novena entrada para dejar a los Dodgers en el terreno en el Polo Grounds de Manhattan.

El campeón de la Nacional también se decidió en mini series después de la serie regular en 1959 (Dodgers venció a Milwaukee) y 1962 (Gigantes superó otra vez a Dodgers).

Boston y Nueva York quedaron empatados en la División Este de la Americana con 99-63 en 1978 y se tuvo que jugar un partido extra, que ganaron los Yankees 5-4 en el Fenway Park. Dos años después, Houston y Dodgers empataron en el oeste de la Nacional con 92-70 y en el juego de muerte súbita, los Astros superaron a los Dodgers en Dodger Stadium. En 1995, los Marineros ganaron a Anaheim en un encuentro por desempatar el oeste de la Americana.

Hubo desempates por el puesto comodín en 1998 (Cachorros sobre Gigantes), 1999 (New York Mets sobre Cincinnati Reds), 2007 (Colorado sobre San Diego Padres) y 2013 (Tampa Bay Rays ganó a Texas Rangers), en tanto que la División Central de la Americana necesitó un día extra en 2008 (Medias Blancas de Chicago derrotó a Mellizos de Minnesota) y 2009 (Minnesota doblegó a Tigres de Detroit).

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Cuando un jugador sale lesionado, es una desgracia para su equipo.

Pero cuando el lastimado es alguien como el japonés Shohei Ohtani y la condición es tan grave como para sacarlo de acción por casi un año, entonces toda la industria sufre las consecuencias de la lesión. Los Los Angeles Angels anunciaron el miércoles en la tarde que una resonancia magnética en el codo derecho del novato nipón reveló un nuevo daño a su ligamento ulnar colateral y se le recomendó la cirugía de reconstrucción conocida popularmente como "Tommy John". Irónicamente, Ohtani "celebró" la mala noticia bateando de 4-4 con dos jonrones en el partido nocturno contra los Vigilantes de Texas.

Esa es precisamente la gran diferencia entre Ohtani y las casi dos decenas de jugadores de Grandes Ligas que han sido operados del codo este año y los más de 260 que tuvieron la misma experiencia en las últimas cuatro décadas.

Ohtani es un pitcher derecho que puede lanzar la recta tan rápido como el dominicano Luis Severino, de los Yankees de Nueva York, y un bateador zurdo que en su primera temporada en Estados Unidos, batea un cuadrangular cada 13.7 turnos (18 jonrones en 247 turnos al bate), una frecuencia superior a las que tienen Aaron Judge (14.3) y Giancarlo Stanton (16.4), de los Yankees; Edwin Encarnación (14.8), de los Indios de Cleveland; Mookie Betts (16.1), de los Medias Rojas de Boston, y Alex Bregman (18.1), de los Astros de Houston, quienes se encuentran entre los líderes de ese departamento este año.

Shohei Ohtani
Bob Levey/Getty Images
Ohtani, quien batea .287 con un OPS de .946 en 82 juegos como bateador designado y tiene efectividad de 3.31 con 63 ponches en 53.1 entradas en 10 aperturas como pitcher, es apenas el segundo jugador de MLB con 50 innings y 15 jonrones en la misma temporada. El inmenso Babe Ruth laboró 133.1 innings y despachó 29 jonrones en 1919, su última temporada con los Medias Rojas y la última de su carrera como lanzador regular.

De acuerdo a Fangraphs.com, 75 bateadores acumulan 2.3 o más WAR (Victorias sobre Nivel Reemplazo, por sus siglas en inglés) y 61 lanzadores 1.0 o más en Grandes Ligas esta temporada. Ohtani es el único ser humano en ambos grupos. Ohtani, quien cumplió 24 años en medio de la temporada, es un fenómeno maravilloso y único de estos tiempos y su aporte en el campo no solamente impacta a los Angelinos, sino que además a todo el béisbol. Lo mismo ocurrirá si finalmente es operado y sacado del diamante por un largo tiempo. Incluso con Mike Trout y Albert Pujols en el roster, la franquicia de Anaheim no llamará tanto la atención con Ohtani fuera.

El proceso de recuperación de la cirugía "Tommy John" suele tomar un año completo para los lanzadores y alrededor de seis meses para los jugadores de posición. A pesar de que se ha convertido en un procedimiento rutinario en los últimos años y que el 80% de los lanzadores intervenidos lograron regresar en igual o parecido nivel de competencia, siempre existen riesgos de que una gran carrera termine tras la reparación del codo.

Desde que el doctor Frank Jobe comenzó a realizar la operación "Tommy John", nombrada en honor al lanzador zurdo Tommy John, quien pudo alargar su carrera 14 años más gracias al procedimiento a tal punto que ganó 288 partidos y lanzó por 26 temporadas hasta los 46 años de edad, cerca de 1,500 pitchers de las mayores y las menores pasaron por el quirófano, incluyendo John Smoltz, un miembro del Salón de la Fama.

Un estudio realizado por el béisbol entre 2012 y 2013 con jugadores activos mostró que el 25% de los lanzadores de Grandes Ligas y un 15% de los de ligas menores se había sometido a la cirugía "Tommy John" en algún momento de sus carreras.

En el 2018, 19 lanzadores y el torpedero Corey Seager, de los Dodgers de Los Angeles, han sido operados del codo. La lista de pitchers operados este año incluye al estelar derecho dominicano Johnny Cueto, de los Gigantes de San Francisco, y al prometedor zurdo Jordan Montgomery, de los Yankees.

De todos ellos, Ohtani es el único que puede aportar de manera excelsa como bateador y lanzadores a un nivel tan alto como las Grandes Ligas de Estados Unidos. Su posible partida por largo tiempo, será una desgracia para toda la industria.

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El zurdo Chris Sale y el derecho Max Scherzer han estado al frente de las carreras por el premio Cy Young de ambas ligas mayores desde el inicio de la segunda mitad de la temporada, pero cuando se acerca el inicio del último mes de la temporada, las disputas se han cerrado tanto que aparentemente habrá que recurrir a los sistemas "Photo Finish" o "TV replay" para determinar los ganadores.

De lo que no hay mucha duda es acerca de que el derecho Jacob deGrom, de los Mets de Nueva York, es probablemente el pitcher más valioso del verano, y que eso probablemente no le garantizaría un trofeo de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA) en noviembre.

Sale, quien solamente ha realizado una apertura en un mes, tiene marca de 12-4, efectividad de 1.97 y 219 ponches en 146 entradas en el 2018. Pese a que ha estado dos veces en la lista de lesionados por asuntos relacionados al hombro, todavía el "Ace" de los Medias Rojas de Boston encabeza a todos sus colegas de la Liga Americana en WAR (6.5 en ESPN/Baseball-Reference y 6.1 en Fangraphs), pero la distancia cada vez es menor.

El derecho Trevor Bauer, de los Indios de Cleveland, (5.6 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 5.9 en Fangraphs) le pisa los talones, pese a que no ha podido aportar mucho recientemente por estar en lista de lesionados debido a un golpe que recibió en la pierna derecha el 11 de agosto. Bauer tiene foja de 12-6, efectividad de 2.22 y 214 ponches en 166 innings.

El dominicano Luis Severino, de los Yankees de Nueva York, y el veterano Justin Verlander, de los Astros de Houston, no han aprovechado al máximo el parón laboral de Sale y Bauer, quienes podrían regresar en algún punto después de la primera semana de septiembre.

Severino (4.5 WAR en ESPN/Baseball-Reference y Fangraphs) lidera las Grandes Ligas con 17 triunfos, pero ha dañado sus promedios de dominio en la segunda mitad de la temporada, mientras que Verlander (4.5 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 4.6 en Fangraphs) mantiene números excepcionales (13-8, 2.72 y 229 ponches en 175.2 innings) aunque bajó recientemente.

Los que sí han ascendido en la carrera son el derecho Blake Snell, de los Rays de Tampa Bay, y el cerrador puertorriqueño Edwin Díaz, de los Marineros de Seattle. Snell, quien tiene 16-5, 2.05, acumula 5.5 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 3.3 en Fangraphs, en tanto que "Sugar" Díaz, el líder de salvamentos de las ligas mayores, ya tiene 50 rescates y podría convertirse en el tercer cerrador de la historia con 60 en una temporada.

En la Liga Nacional hay una batalla sin cuartel que se pelea en tres frentes diferentes actualmente.

Por un lado está Scherzer, quien ganó el premio en las dos temporadas anteriores y tiene tres estatuillas de ese tipo en su carrera, incluyendo la de la Liga Americana del 2013. El caballo de los Nacionales de Washington (8.1 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 5.8 en Fangraphs) lidera el circuito en triunfos (16), ponches (249) y entradas (186.2) y es segundo en efectividad (2.22) para mantenerse en el liderato de la pugna.

Pero el derecho Aaron Nola, de los Filis de Filadelfia, viene empujando fuerte, y deGrom puede gritar a los cuatro vientos que ha sido el lanzador menos bateado del béisbol desde el día inaugural de la temporada.

Nola (9.2 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 5.7 en Fangraphs) ha superado a Scherzer en duelos particulares dos veces una semana y tiene foja de 15-3, efectividad de 2.10 y 177 ponches en 176 entradas.

Mientras que el flaco de los Mets es el #1 en efectividad de ambas ligas mayores con un microscópico promedio de 1.68 y va segundo del viejo circuito en entradas (182.0) y ponches (224) y es tercero en WHIP (0.98). De acuerdo a Fangraphs, deGrom lidera a todos los lanzadores del béisbol con 6.9 WAR, mientras que ESPN/Baseball Reference lo ubica tercero con 8.0, detrás de Nola y Scherzer.

DeGrom tiene una modesta marca de ganados y perdidos (8-8), pero después de tirarle ocho entradas de una carrera y 10 ponches a los Cachorros de Chicago el martes, extendió su liderato de aperturas de siete o más innings y una o menos carreras (11) en la actual temporada de Grandes Ligas.

Mejor aún, en su carrera deGrom tiene 60 aperturas de una o ninguna carrera, la mayor cantidad en las primeras 133 presentaciones de un lanzador desde 1913. No descarten al derecho de los Mets de la carrera por el Cy Young simplemente por ser el pitcher menos apoyado del juego.

Para finalizar, deGrom lidera a todos los lanzadores de Grandes Ligas en valor probable en dinero por su desempeño en el campo, de acuerdo a una fórmula que usa Fangraphs, que se basa en el gasto anual de los clubes en salarios y el valor final de cada WAR (siglas de Victoria Sobre Nivel Reemplazo en inglés).

De acuerdo a esa tabla, en el 2018 una WAR le sale a los clubes en $7,7 millones de dólares.

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¡Play Ball el 4 de Julio!

FECHA
04/07
2018
por Enrique Rojas, ESPN Digital
AP Photo/Nick Wass
BRISTOL -- "No hay nada más estadounidense que agarrar un perrito caliente, dirigirse al estadio, y ver a nueve muchachos de la República Dominicana hacer magia en el campo": Will Ferrell, actor, escritor y comediante estadounidense. Y no hay nada más estadounidense que realizar esa visita al estadio el 4 de julio, día de la independencia de la gran unión norteamericana.

Como es tradicional el Día de la Independencia, las Grandes Ligas ofrecen una cartelera donde juegan todos sus equipos, desde antes del mediodía hasta después de la medianoche en el horario de la zona este del país, terminando con un espectáculo de fuegos artificiales en casa sede.

La capital de la nación tiene el honor de abrir el programa de 15 encuentros, con los Nacionales de Washington recibiendo a los Medias Rojas de Boston, mientras que los Bravos de Atlanta juegan con los Yankes de Nueva York en el lugar donde se supone que nació el béisbol moderno, mientras que los Medias Blancas visitarán a los Rojos de Cincinnati en donde se armó el primer equipo profesional de la historia.

Los Dodgers de Los Angeles, que están poniendo los fuegos artificiales a las ligas mayores en los últimos días, recibirán a los Piratas de Pittsburgh en Chavez Ravine. Los Dodgers batearon seis jonrones en los primeros seis innings del martes y ahora tienen 66 cuadrangulares en los últimos 30 juegos, un récord de todos los tiempos para la franquicia y la mayor cantidad en un tramo de tiempo parecido desde los Bravos del 2003.

Para los que prefieran quedarse en casa y prender el asador para compartir en familia, ESPN transmitirá 4 partidos consecutivos, comenzando a las 4 pm: Orioles de Baltimore frente a Filis de Filadelfia (4 pm); Medias Blancas-Rojos (7 pm); Indios de Cleveland ante Reales de Kansas City (8 pm, ESPN+) y Cardenales de San Luis. Diamondbacks de Arizona (10 pm).

El Día de la Independencia está lleno de acontecimientos importantes en los diamantes del béisbol. Estos son algunos de los más importantes.

En 1908, 1912 y 1983, lanzaron partidos sin hit ni carrera Hooks Wiltse, de los Gigantes de New York; George Mullin, de los Tigres de Detroit , y Dave Righetti, de los Yankees. En 1980 y 1984, Nolan Ryan y Phil Niekro se convirtieron en el cuarto y noveno, respectivamente, que llegaban a los tres mil ponches en las ligas mayores. En 1985, los Mets New York derrotaron 16-13 en 19 entradas a los Bravos en un partido que terminó a las 4 de la mañana del 5 de julio. El inicialista Keith Hernández, de Nueva York, bateó para el ciclo en el largo encuentro.

Sin embargo, ningún acontecimiento del béisbol el Día de la Independencia es más grande, famoso e importante que el retiro de Lou Gehrig con los Yankees, en 1939.

Gehrig, quien se ganó el apodo de "Caballo de Hierro" por su racha de 2,130 partidos consecutivos, fue atrapado por la esclerosis lateral amiotrófica, una condición que posteriormente sería rebautizada como "El Mal de Gehrig".

Más de 61 mil fanáticos y los miembros del equipo de de los Yankees de 1927, incluyendo a Babe Ruth, asistieron al homenaje de despedida a uno de los peloteros más importantes de la historia. Sabiendo que estaba muriendo, Gehrig pronunció su famoso discurso que incluyó la línea "Hoy, me considero el hombre más afortunado sobre la faz de la tierra".

De eso se trata, más o menos, el 4 de julio en Estados Unidos. De agradecer y celebrar el cumpleaños de la nación. Y por más de 100 años, el béisbol ha jugado un rol importante en dicha celebración.

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Casi dos semanas después de ser sacado de la nómina por los Mets de Nueva York, el inicialista Adrián González sigue desempleado, en lo que podría ser la antesala del final de la carrera del mejor pelotero ofensivo mexicano que ha jugado en las Grandes Ligas.

González, de 36 años, fue dejado en libertad en los primeros minutos del lunes 11 de junio, después que bateó .237 con seis jonrones y 26 carreras impulsadas y tuvo porcentaje de alcanzar bases de .299 en 54 partidos con los Mets. "El Titán" firmó con los Mets, el 18 de enero, tras ser dejado libre por los Bravos de Atlanta, que lo había adquirido en un cambio desde los Dodgers de Los Angeles en diciembre. Como parte del acuerdo con Los Angeles, que recibió de regreso al jardinero Matt Kemp, los Bravos son responsables de pagar $21.8 millones de dólares del salario de $22.3 millones del pelotero este año.

Una grave lesión en la espalda no solamente limitó a González a 71 partidos con los Dodgers el año pasado-- cuando cortó una racha de 11 temporadas con al menos 156 choques disputados-- sino que además lo llevó a declarar que estaba ponderando el retiro cuando terminara su contrato.

Bueno, pues al final de esta temporada terminará el contrato de $154 millones de dólares que firmó González con los Medias Rojas de Boston en 2011, después de llegar desde los Padres de San Diego, a los que había representado en los tres Juegos de Estrellas anteriores.

El inesperado despido de los Mets dejó un sabor amargo en González, muchos de sus seguidores y una gran porción de la fanaticada de Queens.

Pero incluso si no juega un encuentro más el resto de su carrera, "El Titán" González quedaría sembrado como el mejor bateador mexicano de todos los tiempos en las ligas mayores.

González, quien fue la primera selección del sorteo colegial del 2000 (vía los Marlins de Florida, ahora Miami, que lo cambiaron a los Vigilantes de Texas antes que alcanzara el big show), batea .287 con 317 jonrones, cinco Juegos de Estrellas, cuatro Guantes de Oro y dos Bates de Plata en una gran carrera de 15 temporadas que comenzó en el 2004.

Por cada 162 partidos jugados, González promedia .287, 27 jonrones, 37 dobles y 101 carreras impulsadas. Eso es superior a los promedios que tuvieron otros inicialistas, incluyendo el cubano Tony Pérez, un miembro del Salón de la Fama, y muy cercano a los que tuvo Fred McGriff, quien para muchos debería estar en Cooperstown.

Entre los jugadores ofensivos mexicanos, sólo el antesalista Vinny Castilla estuvo cerca del impacto que consiguió González en las ligas mayores. Castilla bateó .276 con 320 jonrones y 1,105 carreras impulsadas en 16 temporadas; ganó tres Bates de Plata y fue convocado a dos Juegos de Estrellas.

Pero "El Titán" es historia aparte. Comenzó el 2018 como uno de seis peloteros activos en Grandes Ligas con más de 300 jonrones y más de 400 dobles. Los otros son los dominicanos Albert Pujols, Adrian Beltré y Robinson Canó; el venezolano Miguel Cabrera y el estadounidense Matt Holliday.

Nacido en San Diego, California, pero más mexicano que muchos que vieron la luz por primera vez al sur de la frontera, González es uno de los pocos peloteros que ha participado en todas las ediciones del Clásico Mundial de Béisbol (2006, 2009, 2013 y 2017). Pegó tres jonrones y tres doble y empujó 13 carreras en 17 partidos con la camiseta del tri de béisbol en el mayor evento internacional de la pelota.

Entre los mexicanos, Adrián González es el número uno cuando se habla de bateo.

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AP Photo/Jae C. Hong¿Dónde están los fans? En los últimos cinco años, las asistencias han bajado pero en 2018 llega a niveles de preocupación
Aunque el gobierno de las Grandes Ligas finalmente admitió que hay un problema, al menos públicamente no está tratando el tema con la premura que amerita: La asistencia proyectada para la temporada del 2018 será una de las más bajas de los últimos tiempos y la continuación de una tendencia peligrosa.

Al final de la reunión de dueños de equipos de la semana pasada, el comisionado Rob Manfred habló abiertamente de la situación, aunque enfocando el asunto desde el punto de vista optimista.

"Esperamos rebotar en la segunda mitad de la temporada. Estamos teniendo una gran temporada en términos de carreras y equipos competitivos, y esperamos que con la mejoría del clima, podamos mejorar", dijo Manfred.

Echarle la culpa de la asistencia al clima-- que ciertamente afectó en los primeros días de una temporada que arrancó el 29 de marzo-- era válido en abril, pero no en junio. Sorry Manfred, trate de nuevo.

Más que el clima, la política de reconstrucciones colectivas que adoptó un 40% de los equipos, la duración de los partidos y el asombroso dominio del pitcheo sobre el bateo, podría estar jugando un rol mayor en la gran cantidad de sillas vacías que hemos tenido este año.

Es más, la asistencia final de este año no será tan mala como el hecho de que el declive ha sido consistente en los últimos años.

Cuando estamos a una semana de que la mayoría de los equipos completen la mitad de sus respectivos calendarios de la serie regular, las ligas mayores (MLB) promedia 27,622 fanáticos por partido, la cifra más baja desde 1996, cuando las ligas mayores llevaron 26,509 personas por encuentro a los parques, de acuerdo a los registros de Baseballreference.com.

Solamente los Los Angeles Dodgers, New York Yankees y St Louis Cardinals promedian más de 40,000 fanáticos por juego y menos de la mitad de la liga (13) promedian sobre 30,00, mientras que 11 están por debajo de 22 mil. Los dos conjuntos del estado de Florida, Miami Marlins y Tampa Bay Rays, promedian 10,267 y 13,467, respectivamente.

De acuerdo a Stats LLC., el descenso de la asistencia de Grandes Ligas con relación al año pasado era de un 6.5% hasta los partidos del domingo. La MLB no ha registrado un descenso superior al 6.7% desde 1995, un año después que una huelga de jugadores canceló el final de la temporada y los playoffs, incluyendo la Serie Mundial.

Pero cuando se mira el cuadro amplio de cinco o seis años, entonces es que los números dan miedo.

La MLB tuvo su punto más alto en la temporada del 2007, cuando cerca de 80 millones (exactamente 79,484,718) pagaron boletas para ver los juegos de la serie regular y aunque la cifra bajó a 72 millones en el 2017, durante cada año de los últimos tres lustros, casi siempre superó la barrera de los 70 millones.

De mantenerse la proyección actual, Grandes Ligas podría llevar menos de 70 millones de parroquianos a los parques por primera vez desde 2003 (66,6) y 2002 (67,9) y apenas por tercera ocasión en 21 años.

Tomando en cuenta que la boleta promedio de Grandes Ligas en el 2018 ronda los $38 y $42 dólares, una merma de casi 10 millones de aficionados se traduce en alrededor de $400 millones de dólares dejados de recibir para la industria. El asunto es más preocupante de lo que Manfred y MLB admiten públicamente. Los números hablan por ellos mismos.

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Getty Images
ORLANDO, Florida -- Se fueron abril y mayo y para la comunidad de las Grandes Ligas eso significa que oficialmente queda prohibida la frase "aún es muy temprano" para justificar la inacción o los baches individuales y/o colectivos. ¡Bienvenido junio!

Entrando al tercer mes de la temporada regular, Medias Rojas de Boston, Indios de Cleveland, Astros de Houston, Bravos de Atlanta, Cerveceros de Milwaukee y Rockies de Colorado lideran sus respectivas divisiones.

De acuerdo a la gran Sarah Lang, del extraordinario departamento de Stats & Info de ESPN, desde 1996 el 58% (76 de 132) de los equipos que terminaron ganando sus divisiones, estaban en primer lugar entrando al primero de junio.

Esa es una muy buena noticia para los clubes en posesión de un puesto a playoffs actualmente, sobretodo para los Medias Rojas y los Yankees, la primera pareja con porcentajes de ganados y perdidos de .650 o mejor entrando a junio desde el 2007.

Boston (39-18, .684) lidera la División Este de la Liga Americana por 1.5 juegos sobre Nueva York (35-17, .673), pero el tercero (Rays de Tampa Bay) ¡está a 10 juegos! Los Yankees tienen una ventaja de 3.0 juegos sobre los Mariners de Seattle en la batalla por el primer comodín del circuito para la primera ronda de los playoffs.

De acuerdo a Elias Sports Bureau, esta es la segunda vez que los dos grandes rivales tienen porcentajes de ganados y perdidos superior a .650 entrando al tercer mes de la campaña. También courrió en el 2002, cuando Boston jugaba para .706 y Nueva York para .655. Ese año, los Yankees terminaron con la mejor marca de MLB (103-58, .640) y los Medias Rojas (93-69, .574) fallaron en pasar a playoffs.

"Esta es una competencia fuerte que se mantendrá todo el camino", dijo el relevista cubano de los Yankees, Aroldis Chapman. "Nosotros estamos enfocados en seguir ganando cada serie y mantenernos cerca, para cuando juguemos con Boston, tener la oportunidad de quedarnos con la división", dijo.

Pero incluso los mejores equipos saben que podrían necesitar hacer movimientos y tomar decisiones importantes para mejorar sus posibilidades de alcanzar la postemporada y llegar a la tierra prometida de la Serie Mundial. Y que el calendario marque junio significa que ya es hora de comezar a ejecutar y poner menos excusas, sobretodo para Boston y Nueva York.

Boston comenzó la semana pasada sacando de su roster al inicialista y bateador designado Hanley Ramírez, al que pagarán $15 millones de dólares por los últimos cuatro meses para que juegue con otro club. Desde el punto de vista del gerente general David Dombrowski y el manager Alex Cora, el club es más flexible sin el dominicano, uno de los bateadores más importante del béisbol desde el 2006.

"Sentimos que, donde estábamos en el roster, somos mucho más flexibles con los muchachos que tenemos ahora. Obviamente, el papel de Mitch Moreland va a crecer. Tenemos un Todos Estrellas en primera base en este momento", dijo Cora.

"No es nada en contra de Hanley, pero él necesita turnos al bate diarios para poder producir como jugador, lo que ya no era posible en Boston con el regreso de Dustin Pedroia y el ascenso de Moreland", agregó.

Cora, el primer latino que dirige a los Medias Rojas, tiene muy claro que su predecesor, John Farrell, no sobrevivió en el cargo a pesar de que ganó el título divisional en los dos años anteriores y la Serie Mundial del 2013. Las expectativas son extraordinariamente altas y la única forma de cumplirlas es teniendo mucho de todo.

Mientras Boston, que lidera las ligas mayores en promedio de bateo (.267) y carreras anotadas (303), hizo un movimiento ofensivo, Nueva York podría verse obligado a tomar algunas decisiones con un hombre clave de su rotación abridora: El derecho Sonny Gray.

Gray, adquirido desde los Oakland Athletics en el mercado de julio del año pasado, no ha sido exactamente el caballo que fue en 2014-15 (cuando ganó 14 juegos, lanzó dos blanqueadas y promedió 32 salidas y 200 entradas por año en la bahía). Desde que se puso el uniforme con rayas, Gray tiene foja de 4-7 y efectividad de 4.70. Nada impresionante.

Peor aún, este año el derecho tiene 3-4 y efectividad de 5.98 en 10 salidas y sin importar quien sea el catcher, Gary Sánchez, quien es el regular y no gusta al pitcher, o Austine Romine, el sustituto y el que prefiere el lanzador, Gray ha permitido cinco o más carreras en el 40% de sus aperturas. No bueno.

El manager Aaron Boone se ha pasado cuatro meses diciendo "aún es muy temprano" para apretar el botón del pánico y buscar un abridor en el mercado.

Bueno, ya estamos en junio y no es temprano. Si Gray no mejora extraordinariamente en sus próximas dos salidas, es casi seguro que Nueva York tendrá que sacrificar al prospecto Clint Frazier o a quien sea para adquirir un abridor en el mercado de mitad de temporada.

El staff de lanzadores de los Yankees posee la cuarta mejor efectividad (3.83) de su liga (Boston es segundo con 3.58), pero los abridores se combinan para 4.12. Mientras Luis Severino (8-1), Masahiro Tanaka (6-2) y CC Sabathia se combinaron para 16-4, Gray es la nota discordante del grupo.

Todos en la directiva de los Yankees saben que para ganar la primera Serie Mundial desde el 2009 es casi seguro que se necesitará contar con al menos un tercer lanzador confiable. Y también saben que no lo tienen ahora mismo.

Y fuera de las reales necesidades, es muy probable que tanto Boston como Yankees sean mencionados en las conversaciones alrededor del futuro del torpedero y antesalista dominicano Manny Machado, quien juega los últimos partidos de su carrera como miembro de los Orioles de Baltimore.

Machado, quien batea .324 con 16 jonrones, 15 dobles y 45 carreras impulsadas en su último año de contrato, será una de las piezas más atractivas en el mercado de mitad de temporada. Incluso si Boston y Nueva York tuvieran otras necesidades (o ninguna, de todos modos), un jugador de la talla de Machado es la cura a muchos problemas, incluso para los que no existen.

Es junio, se acabó el tiempo para las excusas y postergar movimientos, especialmente para equipos como Boston y Nueva York.

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Los Medias Rojas de Boston pusieron al dominicano Hanley Ramírez en asignación para abrirle espacio en el roster al intermedista Dustin Pedroia, quien regresó el viernes de un proceso de rehabilitación de una rodilla que se operó durante la temporada muerta.

Básicamente, los Medias Rojas sacaron a Ramírez de su roster activo y ahora tienen siete días para cambiarlo o darle su libertad incondicional.

Tomando en cuenta que Ramírez tiene 34 años de edad, que bateó .163 en mayo y que aún devengará $15 millones de dólares por los últimos cuatro meses de la serie regular, un cambio a otro conjunto es poco factible. Lo más probable es que una vez declarado agente libre (el próximo fin de semana) firme con un nuevo equipo, que solamente tendrá que pagarle una proporción del salario mínimo de las ligas mayores.

Pero por cerca de $360 mil dólares (que son centavos en la economía actual de Grandes Ligas) un veterano con el historia que tiene Ramírez conseguirá más de una oferta una vez aterrice en el mercado de desempleado.

Ramírez, un tres veces Todos Estrellas y el Novato del Año de la Liga Nacional del 2006, Ramírez batea .290 con 269 jonrones y 281 bases robadas en su carrera con Marlins de Miami, Dodgers de Los Angeles y Boston. Es verdad que no tuvo un buen mayo, pero sí un grandioso abril (.330 con tres jonrones y 12 carreras impulsadas) y sus estadísticas generales (.254 con seis jonrones y 29 remolques) no son exactamente las peores del béisbol.

En un año en que todos los bateadores de las Grandes Ligas se combinan para batear .244 con más ponches que hits y la peor producción de jonrones en tres temporadas, un bate como el de Ramírez es necesario en al menos cuatro o cinco equipos con aspiraciones de alcanzar la postemporada.

Mientras la Liga Americana, que tiene el bateador designado, se mostraría más adecuada inicialmente, la capacidad de Ramírez para desenvolverse en la primera base lo convierte en una opción para la Liga Nacional.

Tomando en cuenta que una vez sea agente libre, el pelotero tendrá la última palabra acerca de su posible próximo destino, vamos a enfocarnos solo en conjuntos que están bien ubicados en el standing de sus ligas y que claramente necesitan cualquier ayuda ofensiva que esté disponible.

En la Liga Americana, los campeones Astros de Houston, Indios de Cleveland y Mellizos de Minnesota; y en la Liga Nacional, Diamondbacks de Arizona, Dodgers de Los Angeles, Nacionales de Washington y Filis de Filadelfia son los que aparentan estar más necesitados de un bate.

En una semana sabremos cómo evoluciona el asunto.

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