Los Vigilantes de Texas y los Cardenales de San Luis llegaron a la Serie Mundial de idéntica manera: a palo limpio.

Ambos utilizaron esa arma para vencer a equipos que también contaban con una férrea ofensiva. En la primera ronda, Texas impuso su poder sobre el de los Rays de Tampa Bay, para luego hacer lo mismo con uno más poderoso, Tigres de Detroit. Mientras que San Luis desvaneció a los Filis de Filadelfia y luego a los Cerveceros de Milwaukee.

Y parecía que ambos iban a sostener un verdadero duelo en el plato a ver quién iba a anotar más carreras. Pero vaya sorpresa. En estos dos primeros compromisos de la Serie Mundial ninguno hasta ahora ha enseñado su arsenal, sumando entre ambos ocho carreras, cuatro por bando, lo que quiere decir que los pronósticos no se han cumplido.

En el primer encuentro San Luis ganó 3-2 con seis hits conectados, sin cuadrangulares y dos dobles. Y en el segundo partido Texas vino desde atrás en la novena entrada y terminó venciendo 2-1 a su rival.

Vamos a remontarnos a los dos primeros encuentros de ambos durante sus respectivas Series de Campeonato de liga. Por ejemplo, Texas anotó un total de 10 carreras producto de 17 imparables, incluyendo tres jonrones, todos de Nelson Cruz. En estas primeras 18 entradas, apenas Mike Napoli ha podido engarzarla y ponerla detrás de la cerca.

Esta vez Cruz ha sido silenciado por completo por los abridores Chris Carpenter -- dos carreras en seis entradas -- y Jaime García -- cero carreras en siete entradas --, con apenas dos imparables en ocho turnos al bate.

Pero los serpentineros de Texas tampoco lo han hecho mal. A pesar de cargar con la derrota, el zurdo C.J. Wilson esta vez permitió tres vueltas, mientras que Colby Lewis tuvo una labor sólida con seis y dos tercios de entradas en las que apenas le fabricaron una vuelta.

Por su parte, los Cardenales marcaron 18 carreras al compás de 26 inatrapables, tres de ellos jonrones, en esos dos primeros compromisos ante los Cerveceros, una diferencia del cielo a la tierra con relación a lo hecho ante Texas en el Clásico de Otoño. De hecho, no han conectado de cuadrangular todavía.

La tripleta conformada por Albert Pujols (6-0), Matt Holliday (6-1) y Lance Berkman (8-2) batea de manera combinada de 20-3, un crédito que se lo lleva completo el cuerpo de relevistas.

Obviamente el pitcheo abridor ha mejorado un mundo en relación a las anteriores series y la defensa ha jugado un papel primordial para esta mejoría. En este ultimo renglón, Texas ha sacado mejor provecho de las habilidades de su torpedero, el venezolano Elvis Andrus, quien el jueves se lució con dos jugadas de ensueño, rompiendo en ambas ocasiones la posibilidad de un rally por parte de la escuadra de Tony La Russa.

El relevo está funcionando para Texas, mientras que para San Luis, su bullpen fue victimizado por el bateo oportuno de los Vigilantes. El cuerpo de relevo de los texanos no ha permitido carreras en 4 2/3 entradas, y el de San Luis ha lucido intratable por cinco entradas, con la única excepcion del Juego 2, donde su estelar taponero Jason Motte perdió la ventaja al permitir las dos vueltas del triunfo texano.

En definitiva, esta Serie Mundial quizás haya perdido un poco de resplandor ante la ausencia de su atractivo más inicial más significativo: el bateo. Sin embargo, lo que no tiene de ofensiva, si lo ha tenido de emoción con dos partidos cerrados y repletos de jugadas defensivas no sólo preciosas, sino tambiés claves en los encuentros.

Esperemos a ver qué pasa en Texas para los próximos tres encuentros.

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Ya estamos a siete partidos para el final de la temporada 2011 del béisbol de Grandes Ligas. Han sido seis largos, pero interesantes meses de la mejor pelota del mundo. Ahora, a partir de este miércoles, dos equipos definirán al nuevo campeón de las mayores.

Por un lado están los campeones reinantes de la Liga Americana, los poderosos Vigilantes de Texas, y por el otro los Cardenales de San Luis, un equipo que contra viento y marea se ciñó el cetro de la Liga Nacional. Estas dos novenas, de entre 30 que componen la gran carpa, son las encargadas de cerrar con broche de oro una temporada llena de marcas personales y emociones a granel.

En el primer encuentro, el zurdo C.J. Wilson (0-1) será el encargado de abrir por los Vigilantes, mientras que Chris Carpenter (1-0) lo hará por los Cardenales.

Pero vayamos al grano. ¿Qué podemos esperar de este Clásico de Octubre? Muchas cosas, pero sobre todo bateo.

Ambos vienen de dar una demostración de poder ante rivales que de por si son potencias en el pitcheo y en bateo como los Tigres de Detroit y Cerveceros de Milwaukee.

Por ejemplo, los Vigilantes fueron muy superiores ante un equipo depurado y con mucho mas bateo como los Tigres. La tropa de Ron Washington superó al de Jim Leyland 39-22 en carreras anotadas, esto en gran medida a los seis cuadrangulares y 13 remolcadas del jardinero dominicano Nelson Cruz, numeritos que le dieron el premio de Más Valioso de la Serie de Campeonato del más joven de los circuítos.

En lo colectivo, Texas batea en postemporada para .259, pero ha conectado 13 jonrones y ha anotado 55 carreras.

Tras eliminar a los Filis y Cerveceros, la ofensiva de San Luis, encabezada por Albert Pujols (.478-2-9) y Matt Holliday (.435-2-5), batea para promedio colectivo de .288 con diez jonrones y 62 anotadas. Esto sin olvidarnos del Más Valioso de la Serie de Campeonato, David Freese, quien se volvió loco repartiendo palos ante los Filis y los Cerveceros, con promedio de .425, 4 jonrones y 14 remolcadas en lo que va de postemporada.

Esto nos da una idea de cómo será la Serie Mundial entre estos dos equipos que cuentan con la presencia de Cruz y Pujols, respectivamente. Sera interesante ver ese choque.

El pitcheo de relevo será la clave principal

Pero no sólo el bateo jugará un papel importante. A mi entender el pitcheo de relevo será esencial para ambas conjuntos. Por ejemplo, Texas se benefició de un relevo colectivo sin desperdicio ante Detroit, acumulando un impresionante efectividad de 1.32 tras laborar en 27 1/3 de entradas.

Mientras que el cuerpo de relevistas, encabezado por Jason Motte (0.00), el dominicano Octavio Dotel (2.25), Lance Lynn (0.00), el mexicano Fernando Salas y Marc Rzepczynski (1.93), sencillamente silenció a una ofensiva como la de Milwaukee que contaba con cañones de la calidad de Ryan Braun y Prince Fielder. Los lanzadores de los Cardenales acumularon efectividad de 1.88 en 28 2/3 de entradas.

¿Pero es esto buena noticia para ambos? Claro que no.

Si el relevo en ambos casos trabajó 55 entradas combinadas eso quiere decir que el pitcheo abridor no lanzó más de seis entradas por partidos. Me explico.

Texas ganó a base de poder y de relevo Sus abridores no hicieron el trabajo y esto es algo peligroso de cara a una serie corta pero que de seguro será intensa ante los Cardenales. Su principal hombre, el zurdo C.J Wilson no pudo hacer su labor y en dos salidas tuvo 10 2/3 entradas, permitiendo ocho carreras limpias; lo mismo le pasó a Derek Holland, de buena actuación ante Tampa Bay, quien en dos salidas apenas duró siete un 1/3 de entradas con siete carreras permitidas; Matt Harrison lanzo cinco entradas de dos carreras, y Colby Lewis un juego de 5 2/3 con cuatro permitidas.

Ninguno pudo ganar un partido y la efectividad combinada fue de 6.59. Todo se lo dejaron al cuerpo de relevistas, encabezado por la combinación quisqueyana de Alexis Ogando (1.17) y Neftalí Féliz (0.00) y el estadounidense Mike Adams (2.08).

Pero peor les fue a los lanzadores de Tony La Russa. Ninguno de los de los cuatro abridores trabajo más de cinco entradas, y el único que ganó un partido fue Chris Carpenter. El mexicano Jaime García tuvo dos salidas y apenas lanzó en total ocho entradas con cinco carreras permitidas; Edwin Jackson también tuvo dos apariciones como abridor y apenas tuvo seis entradas de seis carreras limpias; mientras que Carpenter trabajó en cinco entradas de tres limpias y Kyle Lohse duró 4 1/3 entradas de tres carreras en la lomita.

En total, el promedio de efectividad combinado de estos cuatro lanzadores fue de un patético 7.03. Obviamente que estos señores tienen que mejorar para poder detener a un alineación que cuenta con jugadores del calibre de Cruz, Adrián Beltré, Josh Hamilton, Michael Young y Mike Napoli.

Si no fuera por el trabajo de Adams, Ogando y Feliz, Texas no estuviera en el Clásico de Otoño.

Pronóstico

Texas gana en seis partidos.
Ya se juegan las Series de Campeonato de la Liga América y Liga Nacional, donde los Vigilantes de Texas y Tigre de Detroit son protagonistas del joven circuito, y los sorprendentes Cardenales de San Luis y Cerveceros de Milwaukee por el viejo circuito.

Hasta los partidos del martes, los Vigilantes comandan sus series 2-1 sobre Detroit, mientras Cardenales y Milwaukee están empatados 1-1. Ahora, recordemos algunos puntos del porqué están ahí.

Como ya es costumbre en esta etapa de la postemporada de Grandes Ligas, siempre surgen figuras que se engrandecen en los momentos apremiantes, esos jugadores que dan el indiscutible en el momento preciso, aquellos que se roban la base o negocian el pasaporte de primera base. Generalmente, alguien se transforma en héroe.

Veamos a esos jugadores que se destacaron a la hora de la verdad por sus equipos durante la primera ronda de los playoffs 2011.

Texas, por ejemplo, tuvo jugadores que pusieron números impresionantes con el madero contra los Rays de Tampa Bay.

Beltré
Beltré
Napoli
Napoli
El antesalista quisqueyano Adrián Beltré apenas bateó de 15-4 ante Tampa, pero tres de esos cuatro hits fueron cuadrangulares en el cuarto partido para sentenciar la serie a favor de los Vigilantes. En total, Beltré impulsó cuatro carreras.

Por su lado, Mike Napoli se vistió de héroe para la tropa de Ron Washington al batear de 14-5 con cinco producidas y tres anotadas.

Young
Young
Cabrera
Cabrera
En la serie entre los Yankees de Nueva York y los Tigres de Detroit, se puede destacar la labor de varios peloteros. Pero al juzgar por los resultados sobresalen los nombres del venezolano Miguel Cabrera y Delmon Young por Detroit. Ambos conectaron batazos de suma importancia que al final decretaron dos importantes victorias para la escuadra de Jim Leyland.

Por ejemplo, Cabrera conectó un importante cuadrangular de dos vueltas ante Fredy García en la primera entrada del Juego 2 que abrió la brecha por los Tigres. Ese batazo, más la buena labor de Max Scherzer, fue suficiente para que Detroit dividiera honores en Yankee Stadium.

Young, por su lado, aparte de colaborar con su buena defensa en los jardines, disparó tres cuadrangulares determinantes, como el que dio ante Iván Nova en el quinto y decisivo juego ante los Bombarderos en El Bronx. Esos tres vuelacercas fueron la mayor cantidad para un jugador de los Tigres en playoffs.

Peralta
Peralta
Martínez
Martínez
Para su mala suerte y de los Tigres, el jardinero tuvo que salir del roster por una lesión muscular sufrida precisamente en ese juego en Nueva York, lo que representa una baja sensible para Leyland en la serie contra Texas.

Ahora los Tigres esperan que esos jugadores mantengan su chispa ofensiva y los ayude a vencer el gran obstáculo que representa el equipo de Texas. Y con su equipo abajo en la serie 2-0, Cabrera, Víctor Martínez y Jhonny Peralta tronaron en el Juego 3 del martes en Detroit para marcar su primer triunfo de la serie.

Braun
Braun
Fielder
Fielder
En la Nacional, Milwaukee tuvo que sudar mucho para poder vencer a los Diamondbacks de Arizona y regresar a una Serie de Campeonato por primera vez desde 1982. Los espumosos tuvieron varios protagonistas. Uno de ellos fue Ryan Braun, quien sinceramente fue por mucho el mejor bateador de la serie ante las serpientes del desierto al batear de 19-9 (.474) con cuatro dobles. Prince Fielder fue crucial en el primer juego, aunque en total se fue de 18-5, con un cuadrangular y tres remolcadas para .278 de promedio.

Pero a uno más que hay que mencionar. Nyjer Morgan se convirtió en el as debajo de la manga del dirigente Ron Roenicke y los Cerveceros al pegar un sencillo productor en la décima entrada que les dio la victoria final de la serie por 3-2 y el pase a la Serie de Campeonato de la Nacional.

Ya la combinación de Braun y Fielder comenzó a causarle estragos al pitcheo de los Cardenales en el primer juego por el campeonato de la Nacional, al conectar de cuadrangular y remolcar seis de las nueve carreras de los Cerveceros.

Pujols
Pujols
Furcal
Furcal
Y qué decir de los Cardenales. El conjunto rojo tuvo que saltar el obstáculo más grande de todos, los Filis de Filadelfia. Y lo hicieron a base de coraje y, por supuesto, aunque colectivamente no fueron la gran cosa en términos estadísticos, jugadores como Lance Berkman, Rafael Furcal, Jon Jay y Albert Pujols brindaron batazos a la hora indicada. Pujols se volvió loco en Miller Park en el Juego 2, con bateo de 5-4, tres anotadas y cinco remolques, y así los Cardenales lograron empatar la serie, que reinicia el miércoles en San Luis.

Al ver cómo se van desarrollando las diferentes Series Divisionales me hago las siguientes preguntas: ¿Qué tan importante es la ventaja de la casa en estas series cortas? ¿Es la mejor decisión de un dirigente armar su rotación con tres lanzadores solamente?

Diría que en ambos casos el beneficio es de un cincuenta por ciento. No el beneficio suficiente para asegurar la victoria, pero tampoco es un factor que se pueda ignorar.

En la Serie Divisional se juega un máximo de cinco encuentros y cualquier equipo puede sacar la mejor parte, siempre y cuando cuente con una buena rotación de pitcheo y relevo.

El otro cincuenta por ciento es cuestión de completar las jugadas rutinarias, tomar las decisiones correctas cuando haya que tomarlas y, claro está, contar con un sólido bateo que respalde a los lanzadores.

Voy a poner como ejemplo los playoffs de la temporada 2010, donde tres de los equipos con ventaja de local (Mellizos de Minnesota, Rays de Tampa Bay y Bravos de Atlanta) fueron eliminados en primera ronda. Todos ellos contaban con un buen cuerpo de abridores, pero el bateo no estuvo a la altura de las circunstancias.

Minnesota sucumbió en tres encuentros antes los Yankees, Tampa perdió el quinto partido en su casa ante los Vigilantes de Texas, y Atlanta fue eliminado por Gigantes de San Francisco en cinco.

En la presente edición, nada está asegurado para aquellas novenas que quedaron con mejor marca y ventaja de la casa.

Comencemos por la serie Rays vs. Rangers.

Los Rays entraron el último día de temporada regular a la contienda de playoffs como comodín, por lo que el destino volvió a enfrentarlos a los Vigilantes, ganadores de la División Oeste de la Americana y merecedores de tener la ventaja de local.

Ron Washington decidió en principio irse con cuatro abridores: C.J. Wilson, Derek Holland, Colby Lewis y Matt Harrison. Lo mismo hizo su colega Joe Maddon, quien sorprendió a todo el mundo al iniciar la serie con el novato Matt Moore, luego James Shield, David Price y Jeremy Hellickson.

En el primer encuentro celebrado el viernes en Arlington, Tampa hizo trizas los pronósticos y vapuleó a Texas con marcador de 9-0, gracias a una sólida y sorpresiva actuación de Moore, que supero a Wilson, ganador de 16 encuentros en la campaña regular.

Tampa le dio un susto a Texas en el segundo juego, pero el descontrol de Shields y el bateo oportuno ayudaron a que los Vigilantes ganaran 8-6 para así emparejar la serie. Pero los Rays ya habían quebrado el equilibrio de la ventaja de la casa, aunque Texas recuperó la ventaja al dominar a los Rays el lunes y el martes en Tropicana Field.

La otra serie de la Liga Americana corresponde a los Yankees y los Tigres. El equipo neoyorquino tuvo el mejor récord del joven circuito, por lo que durante toda la postemporada tendrán a su favor la ventaja de la local en las series de la Liga Americana.

En el papel, los Yankees lucen inferiores en cuanto a pitcheo se refiere con CC Sabathia, Iván Nova y Freddy García (47-20 de manera combinada) en comparación con los Tigres, que cuantan con Justin Verlander, Max Scherzer y Rick Porcello (53-23). Pero como dije, en una serie corta no sólo el pitcheo cuenta y los Yankees tienen ligeramente una mejor ofensiva que Detroit.

Tanto Joe Girardi (Yankees) como Jim Leyland (Tigres) decidieron irse con tres serpentineros, abriendo Sabathia contra Verlander, pero un fuerte aguacero suspendió el primer partido cuando iba 1-1 en la segunda entrada. Esto obligó a ambos dirigentes a cambiar el orden de la rotación, agregando cada uno un abridor extra. Y ahora la serie regresa a Nueva York empatada 2-2.

En la Liga Nacional, las cosas podrían ser diferentes. Tanto los Filis de Filadelfia como los Cerveceros de Milwaukee fueron por mucho los mejores equipos de la Liga Nacional gracias a sus envidiables cuerpos de abridores.

Filadelfia terminó con la mejor marca de las mayores (102-60) y con la ventaja de jugar la mayoría de los partidos como local contra los Cardenales de San Luis y los Arizona Diamondbacks o Cerveceros, si es que los Filis avanzan más allá de la Serie Divisional.

Ganaron ampliamente el primer encuentro ante San Luis 11-6, pero perdieron el segundo 5-4, quebrando una vez más el equilibrio de ventaja local, aunque luego recuperaron bríos en San Luis para tomar ventaja en la serie por 2-1.

Para esta serie, el dirigente Charlie Manuel armó su rotación con sus cuatro caballetes: Roy Halladay, Cliff Lee, Cole Hamels y Roy Oswalt, con Halladay encargado abrir un quinto juego en el Citizens Bank Park de ser necesario.

¿Pero es realmente esto suficiente para los Filis? Tomando en cuenta que los lanzadores no irán forzados con tres días de descanso, la oportunidad es mayor para los Filis de aprovechar su localía.

Tony La Russa hizo lo mismo, y también decidió poner cuatro serpentineros para los primeros cuatro juegos. Inició con Kyle Lohse, para seguir con el as Chris Carpenter, Jaime García y Edwin Jackson.

Por su lado, y en la misma línea de los Filis, Milwaukee comenzó la serie con los Diamondbacks con cuatro abridores: Yovani Gallardo, quien dominó al equipo del desierto 4-1, Zack Greinke, Shaun Marcum y Randy Wolf.

Daniel Hudson, Josh Collmenter Joe Saunders fueron los oponentes de los cuatro ases de los Cerveceros.

Como dije al principio, no se trata de quién tenga la ventaja local para avanzar en la postemporada, sino el que imponga su pitcheo y juegue con los fundamentos del juego.

LeeHoward Smith/US PresswireEl zurdo Cliff Lee le dio mayor peso a la poderosa rotación de abridores de los Filis de Filadelfia
Cuando el zurdo Cliff Lee rechazó el contrato multimillonario que le ofrecieron los Yankees de Nueva York y decidió firmar con los Filis de Filadelfia por menos dinero, de inmediato el equipo se convirtió en súper favorito para ganarlo todo en 2011. Y hace rato cumplieron parte del pronóstico al dominar con holgura la División Este de la Liga Nacional.

Ahora van por el premio gordo, la corona de la Serie Mundial.

Lee se unió a los consagrados Roy Halladay -- el Cy Young del viejo circuito en 2010 --, Roy Oswalt y Cole Hamels para formar un cuarteto mortal. A eso hay que agregarle que Kyle Kendrick y Vance Worley ya se asomaban en el horizonte.

Estos hombres hicieron de los Filis, desde antes de comenzar la contienda regular, el equipo a vencer en la Liga Nacional, y nada de eso ha cambiado ahora cuando comiencen este sábado la postemporada en el Citizens Bank Park ante los Cardenales de San Luis.

No es para menos. A pesar de tener un año, digamos, regular en bateo, los Filis finalizaron con la mejor marca de las mayores (102-60), y todo gracias al pitcheo. Para poner las cosas más claras, veamos qué tan bien les fue.

Terminaron primeros en efectividad en la Nacional con un promedio de 3.02, mucho mejor que el 3.67 que ligaron en 2010. A parte de eso, fue el equipo que más juegos completos lanzó (18) al igual que blanqueadas (21). En promedio de ponches por cada nueve entradas lanzadas, Filadelfia (7.92) fue sólo superado por los Bravos de Atlanta (8.10), Gigantes de San Francisco (8.07) y Dodgers de Los Ángeles (7.95), y ya todos esos equipos están fuera de la contienda.

Su rotación de abridores ligó marca combinada de 78-42: Halladay (19-6, 2.25), Lee (17-8, 2.40), Hammels (14-9, 2.79), Worley (11-3, 3.01), Kendrick (8-6, 3.22) y Oswalt (9-10, 3.69). Esto deja un saldo de 16 victorias más y cuatro derrotas menos (62-46) que en 2010.

En bateo, los Filis tuvieron un pequeño bajón (.253). Del lado derecho, sufrieron la ausencia de Jason Werth, quien firmó por $125 millones con los Nacionales de Washington. Las lesiones de jugadores importantes como el intermedista Chase Utley (.259-11-54 en 103 juegos) y Jimmy Rollins (.268-16-63 en 142 juegos) también mermaron la producción, aunque al final pudieron marcar las carreras necesarias en el último tramo para mantener la distancia.

En total, se llevaron la verja en 153 ocasiones, 13 menos que la pasada temporada. Con todo y eso, no dejan de ser peligrosos en el plato. Aparte de las figuras antes mencionadas, cuentan con peloteros de la talla del dominicano Plácido Polanco (.277), Raúl Ibáñez (20 jonrones y 84 impulsadas) y Shane Victorino (.279-17-62).

Ryan Howard volvió a ser el bateador de poder del equipo con 34 jonrones y 116 producidas, aunque su promedio de bateo (.253) bajó drásticamente en comparación con sus últimas dos campañas.

El gerente general, Rubén Amaro Jr., no hizo muchos movimientos para mejorar el bateo durante el invierno, pero volvió a hacer los ajustes necesarios en la fecha límite de cambios. Consiguió vía canje al versátil bateador Hunter Pence desde los Astros de Houston, para ayudar a balancear la falta de poder. Pence fue determinante en 54 partidos en el esquema del dirigente Charlie Manuel al batear para promedio de .324 con 11 jonrones y 35 remolques.

En postemporada los Filis han tenido problemas contra lanzadores zurdos, pero la buena noticia es que San Luis apenas tiene un abridor zurdo en Jaime García, mientras que en el relevo cuentan apenas con el veterano Arthur Rhodes y Marc Rzepczynski. También hay que decir que los Cardenales le ganaron seis juegos, cinco de ellos contra los principales abridores de los Filis (Halladay -- dos veces --, Lee, Hamels, Oswalt), contra tres derrotas en la temporada regular.

Otro ingrediente interesante de esta serie es que estos equipos han estado en las mayores desde 1892, pero nunca se han enfrentado en octubre.

En definitiva, junto al pitcheo, la experiencia del conjunto será el arma principal de los Filis contra los Cardenales y contra el resto de los rivales de playoffs. Este es, en su mayoría, el mismo núcleo que ha llevado al equipo a postemporadas consecutivas desde el año 2007 y que ganó la Serie Mundial del 2008.

Pero en una serie corta todo puede suceder, y de la forma que jugó el equipo podríamos decir que tienen oportunidades de sobra para volver a la Serie Mundial por tercera vez en cuatro temporadas y ganarlo todo una vez más.

Adrián BeltréAP Photo/Bill KostrounEn su primer año en Texas, Adrián Beltré aportó 32 jonrones y 105 impulsadas en sólo 487 turnos
En 2010, los Vigilantes de Texas jugaron por primera vez en su historia en la Serie Mundial. Perdieron ante los eventuales campeones mundiales, los Gigantes de San Francisco, pero dejaron en claro que había que contar con ellos en 2011.

El zurdo Cliff Lee se fue vía agencia libre y no le ofrecieron contrato al toletero dominicano Vladimir Guerrero, por lo que se suponía que iban a tener huecos en ambos aspectos. Pero guiado por la filosofía de competitividad del presidente de la novena Nolan Ryan, y por el reto de tratar de ganar con un presupuesto moderado, el gerente general Jon Daniels hizo varias jugadas magistrales. En su segundo año de gerencia, Daniels contrató al antesalista dominicano Adrián Beltré, y le entregó la responsabilidad de abridor al joven Alexis Ogando.

Y por lo visto a lo largo de la temporada, puedo decir que Texas es el equipo a vencer en la Liga Americana y va a repetir como campeón del joven circuito. Luce más sólido que en 2010 en todos los aspectos del juego.

El año pasado, estos fueron los números colectivos de los Vigilantes: promedio de bateo .276 (1°), promedio de embasamiento de .338 (3°), 162 jonrones (4°), total de bases 2.360 (3°), 787 carreras anotadas (4°).

Con un ano más de experiencia para el grupo, Texas luce compacto y mejor. En 2011, los texanos terminaron en primer lugar en promedio de bateo colectivo (.283), terceros en promedio de embasamiento (.340) -- Boston figuró primero con (.349) --, segundos en cuadrangulares (210), segundos en total de bases (2.591) y terceros en carreras anotadas (852) en la Liga Americana.

A nivel individual, Texas ha contado durante todo el año con el bateo de Michael Young -- el jugador que lleva más tiempo en el equipo y quien encabeza todos los departamentos ofensivos: un promedio de .338, 213 hits, 106 remolques y .380 de embasamiento. De hecho, aunque es bateador designado, es fuerte candidato para el premio de MVP. El aporte de Beltré ha sido valioso (.296, 32 jonrones y 105 remolques); lo mismo ha hecho su compatriota Nelson Cruz, que las lesiones no impidieron que bateara 29 jonrones con 87 remolques.

Los Vigilantes también cuentan por segunda temporada consecutiva con la ofensiva de calidad del reinante Jugador Más Valioso, Josh Hamilton, quien a pesar de estar en la lista de incapacitados puso numeritos muy buenos (.298-25-94). Ian Kinsler aportó 32 jonrones y 77 empujadas, mientras que Mike Napoli sacudió 30 vuelacercas con 75 producidas.

Todo esto nos indica que el cuadro ofensivo hizo los ajustes necesarios y que el cuerpo técnico hizo un trabajo envidiable. La llamada "supremacía" de Boston y Yankees en la Americana queda al desnudo con los numeritos que acabamos de mencionar.

Pero las cosas no se quedan ahí. Si la ofensiva dio un cambio radical, al pitcheo hay que sacarle su comida aparte.

Hay que recordar cuán bueno fue el pitcheo de Texas en 2010. Dominó a los Rays de Tampa Bay en la primera ronda y a los Yankees, el mejor equipo ofensivo, por el banderín de la Americana.

Este año luce que los equipos contrarios tendrán que emplease a fondo en una eventual postemporada. Los líderes del Oeste son la envidia de la liga con su espectacular cuerpo de abridores. Los cinco, encabezados por C.J. Wilson (16-7, 2.94), Derek Holland (16-5, 3.95), Alexi Ogando (13-8, 3.51), Colby Lewis (14-10), 4.40) y Matt Harrison (14-9, 3.39) forman un quinteto que da miedo.

Texas acabó quinto en efectividad colectiva con 3.79, primero en blanqueadas con 19 y cuarto en ponches con 1.179. El relevo ha conseguido 38 salvamentos, 32 de ellos del dominicano Neftalí Féliz. La defensa es sólida en el cuadro interior con Beltré en la antesala, Elvis Andrus en el campocorto y Kinsler en la segunda base.

Es obvio que la tropa de Ron Washington tiene respuesta para vencer incluso a los Tigres de Detroit, y se presenta otro enfrentamiento con los Yankees, mi apuesta es Texas. Los Yankees tienen bateo, pero su pitcheo abridor es una incógnita.

Por eso digo que los Vigilantes deben repetir como campeones del joven circuito, y de hacerlo serían los primeros en lograrlos desde que lo hicieran precisamente el conjunto de la Gran Manzana de 1998 al 2001.

Todavía hay tiempo para hacer predicciones … Usted, le va a la Liga Americana o a la Liga Nacional. Yo voy al béisbol.

El Juego de Estrellas del Béisbol de las Grandes Ligas tendrá un lanzamiento ceremonial para recordar cuando el Presidente de los Estados Unidos suba el montículo y de esa forma ser parte de la historia. Albert Pujols será quien recibirá el envío del Presidente Barack Obama. Stan Musial será quien llevará la pelota a la lomita.

El juego tiene la suerte de llevarse a cabo en la mejor ciudad para el béisbol gracias al apoyo que le dan sus fanáticos. Ya vimos el evento de la alfombra roja donde se presentaron a los jugadores y parecía un desfile como si se hubiese ganado la Serie Mundial. Y es que en San Luis sólo se sabe jugar a casa llena.

Debe ser un Clásico donde tengamos de todo: buena actuación de los lanzadores, velocidad por los senderos, batazos que haya que decirle que no a la pelota y como estamos en parque de Liga Nacional, el lanzador tendrá la oportunidad de batear. No creo que esto se va a dar a menos que sea para un sacrificio. Veremos tambien varios cambios dobles.

Es cierto, la liga que gane tendrá ventaja de localía para la Serie Mundial … Pero atención, el real ganador esta noche en Busch Stadium sera el Béisbol.

Que no se diga más, sólo "playball" …

SAN LUIS -- Este es un Festival como ningún otro...

Albert Pujols
APAlbert Pujols es uno de ocho participantes
Se puede argumentar que, de todas las celebraciones de mitad de temporada, el Festival de Cuadrangulares es el más atractivo porque ha quedado demostrado que a los fanáticos les encanta decirle que no a la pelota. Debemos esperar un Busch Stadium lleno en su máxima expresión de todos los que además buscan un "souvenir" muy especial.

La Liga Americana está bien representada con el receptor de los Mellizos de Minnesota, Joe Mauer, Brandon Inge, tercera base de los Tigres de Detroit, el jardinero derecho de Vigilantes de Texas, Nelson Cruz, y el primera base de los Rays de Tampa Bay, Carlos Peña, quien ayer recibió la noticia de que haría el viaje a San Luis. Entre ellos, conectaron 82 cuadrangulares en la primera mitad de la temporada.

La Liga Nacional, por su parte, cuenta con cuatro primeras bases. Prince Fielder, de los Cerveceros de Milwaukee, Ryan Howard, de los campeones de la Serie Mundial, Filis de Filadelfia, de los Padres de San Diego, Adrián González, y el favorito local, Albert Pujols, de los Cardenales de San Luis. El combinado de cuadrangulares de la Liga Nacional es 100.

El campeón de 2008, Justin Morneau, decidió no defender su corona obtenida en el Yankee Stadium en un Festival de Cuadrangulares donde todavía se habla de la hazaña del jardinero de los Vigilantes, Josh Hamilton.

Son momentos para el recuerdo y que uno siempre se pregunta: ¿Y esta noche quién se encargará de marcar su huella en el tiempo diciéndole que no a esa pelota? Algo especial se presenta en el horizonte.

Que no se diga más, sólo "playball"...
SAN LUIS -- No crean que este es un juego más&La imaginación aquí es algo que se permite...

Elvis Andrus
APElvis Andrus, de Texas, participó en el Juego de Futuras Estrellas
El Juego de las Futuras Estrellas presenta a Estados Unidos contra el resto del Mundo y algunos piensan que esto es simplemente una pausa en la carrera de estos prospectos para tomarse unos días y ser tratados como jugadores de Grandes Ligas. Pues no, después de conversar con varias de estas figuras nos damos cuenta que aquí esta en juego la promesa de cumplir el sueño de alcanzar el mas alto nivel de este deporte.

Dos ejemplos a considerar:

La primera edición del Juego de las Futuras Estrellas bajo este formato fue en 1999 en Fenway Park y en ese entonces el mas destacado fue Alfonso Soriano quien conecto dos cuadrangulares como antesala a lo que ha sido una carrera exitosa en el Béisbol de las Grandes Ligas pasando por equipos como los Yankees de Nueva York, Vigilantes de Texas y Cachorros de Chicago. Imagínese tener en su hoja de vida que usted fue cambiado por Alex Rodríguez.

El año pasado tuvimos la oportunidad de ver al campocorto venezolano Elvis Andrus, ese mismo que milita con los Vigilantes de Texas y que nos deleita cada vez que lo vemos con una joyita a la defensiva. Andrus tiene el sello de "no debe fallar" y con un maestro a su lado del calibre de Omar Vizquel, necesita aprovechar todo lo que le pueda enseñar "manos de seda". Imagínese tener en su hoja de vida aprender del campocorto con el mayor porcentaje de fildeo en toda la historia del béisbol.

Definitivamente que el Juego de las Futuras Estrellas tiene otra dimensión ahora que podemos detallar adecuadamente a estos jugadores que forman parte de una nueva generación y que pronto nos pondrán a vibrar de la emoción.

Por ultimo, imagínese tener como manager en el equipo de Estados Unidos a una de las figuras mas legendarias, no sólo en San Luis sino en todo el planeta. El "mago" Ozzie Smith.

Que no se diga mas, solo "playball"...