Jose FernandezCharles LeClaire/USA TODAY SportsFernández ha permitido dos carreras limpias o menos en 26 de 32 salidas en su carrera.
El programa de tele realidad más entretenido y más reciente en el béisbol -- El Increíble As, protagonizado por el único, el inigualable, el efervescente e implacable José Fernández -- tendrá su nuevo capítulo este martes en la noche en Atlanta.

 

Si tienes un plato de satellite, una caja de cable, una laptop, un iPhone o algún otro aparato en el que pueda ver este pedazo de la vida en el béisbol, les aconsejamos: Saquen el tiempo para ver a este chico hacer lo suyo.

 

No hay nada mejor que esto -- porque no existe otro chico igual a Fernández sobre un montículo en Norteamérica en estos días.

 

"Él es probablemente el mejor lanzador que yo haya visto", dijo su compañero de los Marlins, el cerrador Steve Cishek. "Es de seguro el más competitivo. Es bien divertido para observar".

 

Probablemente debemos mencionarles que los contrarios no siempre están de acuerdo con la parte “divertida” de esa evaluación. Le pueden preguntar a Brian McCann sobre eso algún día. Pero cuando el resto de nosotros posamos nuestros ojos sobre el increíble chico de 21 años de los Marlins, he aquí lo que vemos:

 

Energía. Confianza. Un disfrute incontanible en hacer lo que hace. Y, de hecho, quizás tiene el mejor repertorio en todo el béisbol.

 

Así que le preguntamos a las personas a su alrededor que nos dijeran sus historias favoritas sobre el chico que, con apenas 32 salidas en su carrera, ya ha dominado en 26 de las mismas, al permitir apenas dos carreras limpias o menos (incluyendo 13 en fila en un punto determinado). Y 27 aperturas en las que permitió cinco hits o menos (incluyendo 17 en fila). Y cinco juegos con ponches en doble figura (inclluyendo partidos consecutivos en los que ponchó 13 y 14 contrarios en el verano pasado).

 

He aquí algunas de esas historias:

 

José el estafador de bases

 

Jose Fernandez
Marc Serota/Getty ImagesCuidado, LeBron. José Fernández se está convirtiendo en una figura conocida en el Sur de la Florida.
Luego que Fernández llegara a base en una salida reciente ante los Cerveceros, el manager de los Marlins Mike Redmond vio a su as saliendo a correr hacia la intermedia, en su mejor imitación del veloz Billy Hamilton.

 

"Él estaba en segunda base, y comenzaba a amenazar como que se iría a la tercera", dijo Redmond. "Y yo dije, 'Esperen. Cuando un tipo está bateando, uno tiene que ponerlo allá afuera'. Y él estaba en la actitud como que, 'Bueno, me voy a robar la tercera. Me la están regalando, y la voy a tomar'. Y esto fue con dos outs. Así que yo dije, 'Ese no es tu trabajo. Tu no eres un robador de bases'. Y esto fue en el medio del partido. Estábamos en la banca, y estábamos teniendo esta conversación, y yo solo me reía".

 

¿Acaso es esta una indicación, le preguntamos, de que Fernández piensa que no hay nada que no pueda hacer?

 

"Uno tiene que tener cuidado cuando hablas con él y le dices, 'No puedes hacer algo'", dijo riéndose Redmond, "porque si le dices, 'Hey, no puedes tirarle un cambio a este chico porque él es realmente bueno bateando el cambio', él va a querer lanzarle nada más que cambios para tratar de sacarlo de out, solo para demostrarle que él puede sacarlo de out con cambios.

 

"Cuando jugamos ante los Rockies, hablamos sobre no lanzarle a [Justin] Morneau muchos cambios. Y él terminó lanzándole seis o siete cambios a él. ... Así que tienes que tener cuidado de decirle algo que no pueda hacer".

 

El cambio de 92 mph

 

Cuando la mayoría de los chicos hacen un lanzamiento a 92 mph, es su recta. Posiblemente su mejor recta. Cuando José Fernández llega a las 92 en la pistola de radar, ese es su cambio de velocidad.

 

"Ese fue un pitcheo", dijo su receptor, Jarrod Saltalamacchia, "donde se estaba midiendo a [Chase Headley] y le lanzó un cambio. Y Headley dijo, 'Rayos, ese fue un sinker asqueroso'. Y yo no quería decirle que ese fue un cambio".

 

Mientras más Saltalamacchia pensaba sobre ese intercambio, más se reía de él. Pero él todavía no estaba seguro de si debía estar content de que un bateador quedara tan confundido con ese pitcheo o preocupado de que su as lanzaba un cambio tan duro.

 

"No sabía cómo reaccionar", dijo Saltalamacchia, "si pensar que era algo bueno o algo malo".

 

Pero de cualquier manera, eso encaja bien en la forma completa de lanzar de Fernández -- y en su vida.

 

"Desde el inicio, el tipo está con el pie sobre el pedal todo el tiempo, y no lo quiere soltar", dijo Saltalamacchia. "Está emocionado. ¿Sabes que los árbitros, entre entradas, ted an 2 minutos y medio para reanudar la acción? Bueno, él está ya trepado en el montículo tras apenas minuto y medio. Uno piensa como que, 'Tómate tu tiempo'. Pero él le pone el pie al pedal y va hacia adelante siempre. No puedes detenerlo. Uno no quiere detenerlo. Es su ritmo, y así es que él trabaja".

 

El cuadrangular desde un tee

 

Y entonces estuvo el día en que Fernández contuvo a un grupo de jugadores de posición de los Marlins con una apuesta amistosa -- que resultó ser (¿qué más?) una trampa gigantesca.

 

"Él engañó a varios chicos el año pasado… al apostarles que él podía conectar un jonrón desde el plato con la bola sobre un tee de golf", dijo Cishek. "Y todo el mundo decía, 'No hay manera'. Eso es algo difícil de lograr, ¿cierto? Ahora no lo sé. Yo no soy bateador. Pero me imagino que sí es difícil de lograr, porque todos los bateadores decían, 'No hay manera que lo logre'.

 

"Así que consiguió que varios se apuntaran en la apuesta. Y claro. Al primer golpe. La sacó del estadio. Todos se volvieron locos. Pero lo que nadie sabía es que se la había pasado practicando todo el día. … Fue algo gracioso el verlo. Yo lo había visto practicando, analizando los ángulos y todo. Así que entonces, cuando él entró al camerino, a intentar que la gente apostara en su contra, y algunos mordieron el anzuelo, fue algo grandioso".

 

Y entonces, le preguntamos, ¿cuál es la moraleja de esta historia?

 

"No creas nada de lo que José te diga", dijo Cishek, riéndose a carcajadas. "Sí él dice que puede hacer algo, debes tomarle la palabra".

 

El espectáculo prejuego

 

Cuando la mayoría de los lanzadores se prepara para abrir un juego, ellos se retiran a su propio planeta silencioso. Pero no José Fernández.

 

"Él es único", dijo Redmond. "Él no es el tipo de lanzador que viene aquí a sentarse en su casillero y al que no le puedes hablar. Quiero decir, él está bateando en la jaula, él está intentando toques en la jaula, él está en mi oficina, él está sentado en el sofá, él me habla sobre varios bateadores. Y entonces sale, y vuelve. Está haciendo bromas con los chicos. Está en todas partes. Así que él es único. Yo nunca tuve la oportunidad de jugar con alguien así. Y así es que se comporta todos los días. … Solo que ese día que le toca lanzar, no puede esperar para salir. Realmente adora lanzar".

 

Pero cuando Fernández entra a la oficina del manager antes de una salida, según confesó Redmond, em ocasiones no es para hablar sobre pitcheo.

 

"Puede ser que quiera hablar sobre bateo", dijo Redmond. "Él quiere hacerle swing al primer pitcheo todo el tiempo, porque piensa que ese es el pitcheo que debería conectar en cada turno. Así que él te diría, 'Vamos, Red. Me debes dejar que le bate a ese primer pitcheo'".

 

Para que quede en record, Fernández ha ido a batear en ocho ocasiones este año -- y le ha hecho swing al primer pitcheo en la mitad de esos viajes. Y no ha podido conectar ni una sola de esas pelotas.

 

El premio

 

En enero pasado, Fernández fue invitado a asistir a la cena de los escritores de béisbol de Nueva York, para aceptar su premio como Novato del Año en la Liga Nacional. Así que, naturalmente, una delegación de la oficina central de los Marlins fue con él, y ocupó una gran mesa en el salón.

 

Y tal y como el gerente Dan Jennings lo recuerda, luego que Fernández aceptara el premio en el podio, él volvió a la mesa de su equipo y le dijo a todos en ella: "Quiero estar allá arriba de nuevo el año que viene también".

 

Y eso, por supuesto, solo puede significar una cosa. Que tiene planes de ganar esta vez el Cy Young, ¿cierto?

 

"Bueno, no pienso que él pueda ser el novato del año de nuevo", dijo Jennings sin expresión e su rostro. "Ya él marcó como logro esa cajita en su expediente".

 

El fuego

 

Tratamos de conseguir un reporte de los que los bateadores contrarios le dicen a sus compañeros de los Marlins luego que llegan a base ante Fernández. Pero esa tarea resultó ser más difícil que lo que habíamos previsto.

 

"De vez en cuando, alguien dirá algo como, 'Ese es el mejor repertorio que haya visto'", dijo Greg Dobbs, quien abrió 47 partidos en la primera base para los Marlins el año pasado. "Pero no hubo muchas conversaciones como esa, porque no hubo muchos chicos que llegaran a esa base. No permitió muchos imparables".

 

Sí, buen punto. En realidad Fernández tuvo mejor promedio al bate (.220) que el promedio que tuvieron sus contrarios (.182). Pero como ilustró ese episodio donde se enredó a gritos con McCann el año pasado, la extravagancia de Fernández ha servido como encendedor de fuegos ocasionales en el otro camerino. Así que sus compañeros en ocasiones tienen que dar explicaciones -- que su as no tiene malas intenciones. Es solo que su motor tiene una sola velocidad.

 

"Yo no quiero cambiar lo que él es o lo que está haciendo", dijo Saltalamacchia. "Pero uno puede ver eso en la manera en la que maneja ciertas cosas. Él quiere ser grande. No hay nada malo con eso. Pero en ocasiones uno tiene que entender la situación en la que está, y cuando echar hacia atrás, y cuando es momento de seguir adelante. Pero ahora mismo, el solo tiene un ritmo, el de ir a 100 millas por hora. Y no puedo decir que eso sea malo, porque para él, obviamente es algo que le funciona".

 

Cishek se hizo eco de eso, al mover su cabeza y decir: "Se le ve en su rostro. De la manera en que se comporta allá afuera. No es que quiera tratar de aparentar lo que no es, o de caerle mal a la gente. Es solo que quiere retirar a cada bateador al que se enfrenta. Cuando permite un hit, se molesta consigo mismo. Si estamos en las prácticas de bateo, quiere batear más que nadie. Si deja caer una pelota, se grita a sí mismo y todo. Es solo un perfeccionista".

 

Así que este no es un tipo que ni siquiera se da cuenta que puede calentar a los contrarios. Es solo que él es tan talentoso, tan confiado y tan entregado, que espera poder ponchar a 20 contrarios cada noche.

 

"Oh, él definitivamente piensa que puede hacerlo", dijo Cishek. "Te digo, si permite un hit, digamos, en la primera entrada, se molesta muchísimo. Él se pondría como, 'Mano, no puedo creer que permití un hit'. Así es que se comporta siempre".

 

Entonces se puede entender las razones por las que algunos bateadores malentiendan esa reacción de él. Pero él se está convirtiendo en una figura más querida en el Sur de la Florida con cada salida al montículo. Cuidado, LeBron.

 

"Mis hijos han estado alrededor de él, este es su segundo año", dijo Redmond. "y mis chicos se despertaron en el Día Inaugural y me dijeron, 'Papá, no podemos esperar para ver a José lanzar esta noche'. Estamos hablando de chicos de 13 y 11 años. Y no podían esperar.

 

"Él tiene mucha gente que lo adora. Uno puede ver eso cuando lanza aquí en Miami. Las multitudes son eléctricas. Mucha gente viene para verlo a él. Como dije el año pasado, él trajo mucha emoción a Miami justo cuando la necesitábamos. Y todavía la necesitamos".

 

Y una cosa que ellos aprendieron sobre José Fernández en sus primeros 32 viajes a un montículo de Grandes Ligas: Si necesitas emoción, él es el hombre que andas buscando.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.