Ni bien Rory McIlroy sacaba suficiente ventaja en la ronda final del PGA Championship, asegurando su victoria en Kiawah, comenzaban las comparaciones con Tiger Woods.

En parte es porque este joven de Irlanda del Norte, de 23 años de edad, estaba por lograr su segundo major siendo cuatro meses más joven que Tiger cuando éste ganó su segundo grande.

Y porque al ganar por ocho golpes, tal cual lo hiciera en el U.S. Open en Congressional un año atrás, volvía a demostrar que cuando está inspirado, el resto juega por el segundo lugar.

Luego de ese triunfo en el U.S. Open de 2011, Rory jugó cinco Mayors:

2011
British Open: E-25
PGA Championship: E-64

2012
Masters: E-40
U.S. Open: No pasó el corte
British Open: E-60

Consecuentemente, aprendió que ganar no es fácil, y que, aunque todos los "expertos" lo quieran comparar con Jack Nicklaus o Tiger Woods, jugar bien bajo la expectativa de todos y de uno mismo no es fácil, es un arte que el propio Tiger está tratando de recuperar.

"Es difícil saber si Rory es un jugador del calibre de Tiger", dijo McDowell. "Tiger Woods es un tipo de jugador que aparece una vez en la vida. Rory es, por lo menos, un fenómeno que aparece cada diez años".

Hasta donde llegará Rory McIlroy solo el tiempo dirá. Por ahora puede respirar hondo y disfrutar esta gran victoria en el último major del año y sumar su nombre al de Bubba Watson (Masters), Webb Simpson (U.S. Open) y Ernie Els (British Open).

Respecto a Tiger Woods, otro año pasa sin poder ganar uno de los cuatro grandes. Tiger cumplirá 37 años en diciembre y cronológicamente todavía tiene mucho tiempo más. Pero volver a ganar ha probado ser más complicado de lo que todos pensábamos, y sin embargo no podemos apostar contra él.

El 2013 traerá nuevas esperanzas y nuevos desafíos. La era post Tiger sigue tomando cuerpo y color. La cuenta hacia Augusta National comienza hoy.

Cuando los jugadores lleguen a Carolina del Sur esta semana para disputar el cuarto y último major del año, Pete Dye será uno de los nombres más mencionados.

No, Dye no es uno de los favoritos, ni siquiera será uno de los participantes en la 94ª edición del PGA Championship. Él es simplemente el genio detrás de la cancha, de la famosa Ocean Course en Kiawah Island, la creación de un artista que construyó cada detalle de la nada.

Dustin Johnson
Allan Henry/US PresswirePara evitar la situación de Dustin Johnson dos años atrás en Whistling Straits, decidieron que todo lo que sea arena jugará como zona de transición.

"Recién habíamos comenzado a construir la cancha", contaba Dye, "cuando el huracán Hugo destruyó todo lo que habíamos hecho. Por suerte, tras muchas reuniones, el gobernador nos dio permiso para reconstruir la costa. Eso nos permitió volver a hacer las dunas y crear pasos de agua y arena. Hay quienes critican la cancha y dicen que es artificial, que no es una "verdadera" cancha links. Mi respuesta para ellos es: ustedes tienen razón, yo hice esas dunas".

La primera gran prueba de la Ocean Course fue la Ryder de 1991, una batalla histórica que finalizó con la victoria de los norteamericanos sobre los europeos: 14 ½ a 13 ½. Tan emocionantes fueron los partidos, tantas cosas pasaron entre los jugadores y tanto tuvo que ver el final, que, la Copa Ryder en Kiawah pasó a ser, a partir de ese momento, la máxima expresión de dificultad y nervio.

"La cancha es tan difícil que es increíble", dijo Raymond Floyd luego de la competencia en 1991. "Si uno tuviera que jugar esta cancha con tarjeta, no veo como se puede terminar. Los tres últimos hoyos te hacen temblar aún durante los días de práctica".

Más allá del diseño, la dificultad de la Ocean Course dependerá del viento. "En buenas condiciones, algunos scores de 65, 66 o 67 no me molestarían, al contrario", dijo Dye. "Si no los hacen hay algo que está mal con la cancha, pero si hubiera un 62, eso ya no me gustaría".

El viento, de acuerdo a los locales, puede hacer que exista hasta ocho palos de diferencia en un hoyo, de un día al otro. "Uno puede pasar de jugar un wedge a un hibrido, y a veces, el cambio puede suceder entre la mañana y la tarde".

Tiger Woods, Adam Scott y Graeme McDowell estuvieron en Kiawah para jugar una ronda de práctica la semana pasada.

"Nunca la había jugado antes", dijo Scott, "solo había visto fotos en las revistas. ¿Mi opinión? Son dos nueve diferentes: la ida es normal, te deja jugar; la vuelta, es un monstruo".

"Todo dependerá del clima", agregó el australiano. "Si el viento sopla será extremadamente difícil, aún si mueven las salidas hacia adelante. Con agua de un lado y bunkers del otro, los fairways son difíciles de acertar y la penalidad es grande si uno comete un error".

Hablando de bunkers, la PGA de America declaró que no habrá bunkers en la Ocean Course. Para evitar la situación de Dustin Johnson dos años atrás en Whistling Straits, otro diseño de Pete Dye, decidieron que todo lo que sea arena jugará como zona de desecho o transición, donde el jugador podrá apoyar el palo si lo desea.

El escenario está listo. La Ocean Course, con casi 7700 yardas, par 72, será puesta a prueba por los mejores jugadores del mundo bajo la mirada atenta de Pete Dye.

¿Estarán ellos listos para la Ocean Course?

Como ha sucedido tantas veces este año en el PGA Tour, un jugador termina su ronda temprano el domingo y se sienta a esperar por la llegada de los líderes al hoyo final.

Scott Piercy fue ese jugador el domingo en Canadá. El norteamericano finalizó el día con 67 golpes y se puso a esperar, ansioso y esperanzado por un playoff, con William McGirt, que necesitaba hacer par en el hoyo final, o Robert Garrigus, que necesitaba birdie para empatar.

Scott Piercy
AP Photo/The Canadian Press/Dave ChidleyEl triunfo le dio a Piercy un lugar en el WGC-Bridgestone Invitational.

Y cuando ni Garrigus ni McGirt pudieron cerrar lo que pareció una pelea entre dos durante todo el día, Scott Piercy se quedaba con el título, y muchos premios más.

Piercy ya estaba listo para irse a Reno, Nevada, a defender el primer y único título que había ganado en el PGA Tour. En cambio, gracias a la victoria, Piercy tiene ahora un lugar en el Bridgestone Invitational esta semana en Akron, Ohio, y la posibilidad de competir con los mejores jugadores del mundo por los 8.500.000 dólares que ofrece el torneo.

Además, salta al décimo tercer lugar en la FedEx Cup y recibe dos años de exención en el PGA Tour, clasifica para el Torneo de Campeones a comienzo de la temporada en Hawaii, y lo más importante, recibe la invitación para el Masters del 2013.

Pero por ahora toda su atención estará en el Bridgestone Invitational esta semana, en el tercero de los Campeonatos Mundiales de Golf, que contará con la participación de 77 jugadores, y donde Adam Scott será el defensor.

Scott llega a Akron todavía herido por el final en Royal Lytham, pero creo que este importante torneo, que Scott ganó el año pasado con un score de 17 bajo par, y que precede al PGA Championship, es la plataforma ideal para tratar de dejar atrás la pesadilla del Open Championship.

Scott no será el único esta semana en busca de confianza y solidez camino al último Mayor del año. Phil Mickelson, Rory McIlroy, Lee Westwood, Luke Donald y Tiger Woods, entre otros, harán aquí los últimos preparativos para el PGA Championship y para llegar a Kiawah Island, en Carolina del Sur, con otra esperanza más de quedarse con uno de los grandes eventos del año.

Solo el tiempo dirá.


Kyle Terada-USA TODAY Sports/US Presswire
Ernie Els aprovechó el colapso de Adam Scott en los últimos cuatro hoyos y se llevó su cuarto Open.

Inesperado. Doloroso. Triste y al final feliz. Uno no tiene palabras para describir todas las sensaciones sentidas durante la última hora del Open Championship.

Inesperado porque Adam Scott, luego de hacer birdie en el hoyo 14 parecía en total control del Campeonato y de su juego, "con una mano ya en el Claret Jug". Porque el australiano había hecho solo siete bogeys en lo que iba del Campeonato, siete bogeys en 68 hoyos y luego, a partir del hoyo 14 hizo cuatro bogeys más.

Doloroso, porque duele ver a cualquier jugador perder el control, y tirar por la borda 68 hoyos donde, sin argumentos, había sido el mejor jugador del evento, y en cuatro hoyos todo se desvaneció.

Triste porque un golpe así puede terminar con un jugador. Ojala, como dijo Ernie Els durante la conferencia de prensa "no deje que este final lo defina como jugador, Adam es un gran amigo y un extraordinario talento, y tiene solo 32 años de edad. Es posible que en los próximos diez años gane más majors de los que yo gané".

Y feliz, por ver a Ernie Els levantar el trofeo en un major otra vez. Sin ninguna duda Ernie Els es uno de los grandes campeones que tiene el golf, ganador del U.S. Open del '94 y '97 y el Open Championship del 2002, más 15 títulos en el PGA Tour y 46 victorias internacionales. Pero a pesar de todos sus logros, los últimos diez años habían sido muy duros para el sudafricano, afectado por resultados como el que el domingo vivió Adam Scott.

"Nadie sabe mejor que yo lo que siente Scotty en este momento", dijo el campeón, "más de una vez fui yo quien se fue con las manos vacías. Es más, mi caddie me preguntó si quería ir a tirar una pelotas pero le dije vamos al putting green, a esperar el final de Adam, rogando por un playoff, pero resignado a que siete bajo par no sería suficiente. Honestamente, mientras esperaba me convencí que, pasara lo que pasara ya estaba feliz, ganara o no, por mi actuación, por volver a competir en los majors, porque tanto en el U.S. Open en Olympic como aquí en Royal Lytham he vuelto a sentir nervios, y sé y me probé a mi mismo que puedo competir en estos grandes eventos y que tengo lo que se necesita para ganar".

Mirando la entrega de premios, y luego escuchando la conferencia de prensa de Els y Scott quedé con una conclusión: que para el líder es siempre más difícil jugar, que nada está definido hasta el putt final, y lo más importante, qué maravilloso es el deporte, qué grande es el golf.

Ver a estos dos amigos comportarse en la forma que lo hicieron durante ese increíble desenlace que fue el final, y luego la forma en que se respetaron mutuamente durante la entrega de premios, reconforta, y llena de orgullo y admiración.

El Open en la mira

FECHA
16/07
2012
por Silvia Bertolaccini

En unos días más, a partir del jueves 19 de julio, Royal Lytham & St. Annes volverá a recibir a los mejores golfistas del mundo para la edición 141 del Abierto Británico. El Open Championship, como lo llaman los locales, vuelve a Royal Lytham luego de 11 años de ausencia cuando el ganador fuera David Duval.

[+] AgrandarRoyal Lytham and St Annes Golf Club's 17th Hole
Bryan Christie DesignHay 205 bunkers en el exigente campo de Royal Lytham.

Royal Lytham no es una cancha impactante, ni por su diseño ni por su belleza natural. Es, simplemente, una cancha terriblemente exigente, con 205 bunkers desparramados por toda la cancha, la mayoría pequeños y con paredes tan verticales que caer en ellos es garantizar un bogey o peor.

"Algunas canchas del Open son muy raras o difíciles y cualquiera puede ganar", comentaba Johnny Miller. "No aquí. Royal Lytham es difícil pero justa, y siempre ha producido buenos campeones".

"Comparando Lytham con otras canchas del Open", opina Peter Thomson, quien en 1958 ganara el cuarto de sus cinco Opens aquí, "creo que es la más difícil. Los fairways son angostos, los greenes pequeños, y ¡Todos esos bunkers! Es una cancha que no perdona, en todo sentido es una cancha de Campeonato. Sin ninguna duda, identificará al mejor jugador".

En 1979 ese jugador fue Severiano Ballesteros, y su ronda del día domingo para ganar su primer Mayor a los 22 años de edad, sigue siendo recordada cada vez que el Open vuelve a Royal Lytham & St. Annes.

Seve usó el driver nueve veces en la ronda final y encontró el fairway una sola vez. La puso en el bunker en el hoyo 13, el rough de la derecha en el 14, el rough de la izquierda en el 15. En el 16, cortó su tiro de salida tan a la derecha que terminó entre unos autos que supuestamente no debían estar estacionados allí. Su drive encontró el rough de la derecha en el 17 y el de la izquierda en el 18. Increíblemente jugó esos seis hoyos uno bajo el par, más que suficiente para derrotar a Ben Crenshaw y Jack Nicklaus por tres.

Los últimos seis hoyos fueron y seguirán siendo "la gran finale" como los describe Johnny Miller: seis par cuatro largos, exigentes y donde los birdies son difíciles de lograr.

"Los hoyos 15 y 17 son los más difíciles de la cancha", comenta el profesional del Club. "Así como el jugador puede sacarle ventaja a la ida, par 34, la vuelta es extremadamente complicada, sobre todo el final".

Con 7,086 yardas, par 70 (34-36) y teniendo en cuenta las exigencias de la cancha ¿Qué se necesita para ganar en Royal Lytham?

Paciencia, imaginación, y un gran carácter.

"El 90 por ciento de los jugadores no puede aguantar todas las cosas que el Open exige durante cuatro días", dijo Tom Watson. "Mal clima, viento, tiros ciegos y los bunkers más difíciles del mundo. Se necesita una gran fortaleza mental para ganar un Open".

¿Podrá Tiger seguir aquí con su cuenta en los majors? ¿O será Mickelson quien nos haga recordar a Severiano? ¿O finalmente será el turno de Westwood o Donald para lograr su primer major?

Candidatos hay muchos, pero hay una sola Royal Lytham & St. Annes. Los últimos cuatro ganadores aquí fueron: Severiano Ballesteros en 1979 y1988, Tom Lehman en 1996 y David Duval en 2001.

¿Quién será este año coronado como el nuevo campeón?

Tiger Woods siempre ha dicho que hacer cambios es un proceso. Primero hay que aprenderlos en la práctica, luego llevarlos a la cancha, luego hacerlo en 9 hoyos de competencia, luego 18 y finalmente 72.

[+] AgrandarTiger Woods
Pete Marovich/Getty ImagesTiger sigue avanzando en cada torneo y está cada vez más cerca de su objetivo: sumar majors

Tiger se embarcó en ese proceso dos años atrás con su nuevo profesor Sean Foley, y en el camino debieron aguantar muchas críticas y dudas, no solo de la habilidad de Tiger de implementar ese "nuevo" swing, sino de su capacidad de enfocarse como lo hiciera una vez.

Ayer, luego de lograr su 3ª victoria de la temporada y la Nº 74 en el PGA Tour, el ex número uno del mundo confirmó que está cada vez más cerca de ser "el viejo Tiger" y seguir avanzando con el proceso, demostrando y demostrándose que ya está listo para continuar con la cuenta que a él más le interesa, la de los Mayors, donde no ha agregado ningún título desde el U.S. Open del 2008 en Torrey Pines.

Hoy, viéndolo jugar, caminar, pensar y ejecutar dentro de la cancha, ya no hay ninguna duda, no es cuestión de si Tiger va a volver a ganar un Mayor, sino de cual será el primero que va a ganar.

El proceso del cual Tiger habla se aplica a todos los jugadores. Todos, sin excepción, trabajan incansablemente en algo para mejorar, cada uno con una meta distinta. Para algunos es retener la tarjeta, para otros es volver a ganar. El resultado del trabajo no está garantizado y por eso, en golf, paciencia es una gran virtud.

Tanto Andrés Romero como Jhonattan Vegas parecen haber encontrado algo en sus respectivos "procesos". Romero pasó el corte en sus últimos cuatro torneos, finalizando segundo en el Memorial un par de semanas atrás, detrás de Tiger Woods. Vegas, luego de finalizar empatado en el séptimo lugar en el Players Championship, agrega un empate por el cuarto lugar la semana pasada en el AT&T National.

Pero nadie avanzó más el proceso que Verónica Felibert. La venezolana, en su primer año en el Tour de la LPGA, estuvo a un paso de lograr su primer título en el Tour. Felibert, que nunca había logrado una ronda por debajo de los 70 golpes este año y había hecho un solo corte en cinco presentaciones, hizo 65-66 y 72, para finalizar empatando el cuarto lugar, a dos golpes de la eventual ganadora Ai Miyazato.

Esta semana, los hombres siguen para West Virginia a disputar el Greenbrier Classic y las mujeres disputarán el U.S. Open en Wisconsin. Nosotros nos mantendremos atentos, ansiosos por festejar sus éxitos.

Un juego raro

FECHA
25/06
2012
por Silvia Bertolaccini

Marc Leishman salió a jugar su ronda final el domingo sin ansiedad o nervios. El australiano había hecho 68-66-70 los tres primeros días y con solo 18 hoyos por jugar en el Travelers Championship iba empatado en el puesto 20, a seis golpes de los líderes.

"Antes de salir charlábamos con mi caddie de que necesitábamos llegar por lo menos a quince bajo par para tener alguna posibilidad de ganar", dijo el campeón. "Y así y todo no pensé que me iba a alcanzar".

[+] AgrandarMarc Leishman
Debby Wong/US PresswireLeishman firmó un 62 en la ronda final del Travelers y logró su primer título en el PGA Tour.

Sin ninguna presión y con mentalidad agresiva, Leishman comenzó su última vuelta a las 11:50 de la mañana, dos horas y diez minutos antes de que saliera el grupo final. En la cancha ya estaba Hunter Mahan, que había salido en el primer grupo y terminaría con 61, indicando que las condiciones estaban ideales para hacerle score a la cancha.

Leishman arrancó bien y al terminar los primeros nueve hoyos con 30 golpes se mezcló con un grupo grande de jugadores en once bajo par.

"Todo el tiempo, sobre todo de vuelta, solo pensaba en hacer otro birdie más", contó Leishman. "Sabía que iba bien pero iba tan adelante del resto que no me preocupaba el score sino aprovechar cada hoyo hasta el final".

Leishman hizo tres birdies en los últimos nueve hoyos, el último en el 17, el hoyo que terminó siendo el verdugo de Charlie Hoffman, quien llegó al penúltimo hoyo como líder, con dos golpes de ventaja sobre los demás e hizo allí un doble bogey que le costó el torneo.

El final de Hoffman abrió la posibilidad para muchos pero ninguno de los de atrás lo pudo aprovechar. El catorce bajo par que Leishman había establecido temprano fue suficiente al final para que el novato del año del 2009, de 28 años de edad se quedara con su primer título en el PGA Tour.

Leishman es el quinto jugador en siete años en ganar su primer título en el Travelers Championship (2006 J.J. Henry, 2007 Hunter Mahan, 2010 Bubba Watson y 2011 Fredrick Jacobson).

De Hartford el PGA Tour viaja a Bethesda, Maryland, para disputar el AT&T National en Congressional C.C., torneo que contará, entre otros, con la presencia de Tiger Woods, Jim Furyk y cuatro de los jugadores latinos: Camilo Villegas, Jhonattan Vegas, Andrés Romero y Ángel Cabrera.

ESPN transmitirá el torneo a partir del jueves. Los espero para seguir viviendo juntos lo mejor del golf.

No fue una sorpresa

FECHA
19/06
2012
por Silvia Bertolaccini

Aunque la victoria lo sorprendió a él, que Webb Simpson haya ganado el U.S. Open no sorprende.

Luego de una extraordinaria temporada en el 2011 cuando Simpson logró sus primeras dos victorias en el PGA Tour, y luego sumó una gran actuación en la Presidents Cup, el flamante campeón del U.S. Open llegó al Olympic Club con dudas, luego de haber fallado el corte en los dos últimos torneos que jugó.

[+] AgrandarWebb Simpson
David Cannon/Getty ImagesSimpson festejó con su mujer, Dowd, quien embarazada de 7 meses y medio lo acompañó durante todo el recorrido en Olympic.

Quizás por ese motivo, y por un 2012 mediocre, hasta el domingo, Simpson no recibió la atención de la prensa, ni siquiera después del 68 del sábado que lo ponía tres sobre par, a cuatro golpes de Furyk y McDowell que eran los líderes con uno bajo par.

"Haber salido más temprano el domingo fue una ventaja", dijo Simpson. "Sí, pensé que podía ganar, pero no salí pensando en el título, algo que hubiera sucedido si salía en el grupo final".

Luego de pasar los seis primeros hoyos en dos sobre par, su caddie le sugirió que dejara de mirar el tablero y siguiera jugando, cada tiro, cada putt, haciendo lo mejor posible... sin pensar en el resultado final.

Simpson cambió su enfoque e hizo birdies en los hoyos 6, 7 y 8. Y agregó el último del día en el 10.

"Honestamente no volví a fijarme como iba, pero me daba cuenta por los aplausos y el apoyo del público que la cosa iba bien. Los últimos hoyos fueron difíciles de jugar, estaba tan nervioso que varias veces debí golpearme las piernas porque ya no las sentía".

Nervios o no, Simpson hizo lo que muchos no pudieron hacer: terminar par, par, par. Luego de firmar su segunda ronda consecutiva de 68 golpes se fue a esperar a que llegaran los demás.

Sentado frente al televisor junto a su esposa Simpson vio pasar un pretendiente tras otro hasta que ya no quedaba nadie más por jugar.

Ahora, la edición 112 del U.S. Open ya es historia. La próxima vez que la USGA traiga el U.S. Open a San Francisco, la prensa podrá seguir contando lo enigmática que es esta cancha del Olympic Club, donde ninguno de los cinco ganadores previos: Jack Fleck, Billy Casper, Scott Simpson, Lee Janzen y Webb Simpson salieron del último grupo, y que, la última vez que jugaron aquí el score ganador fue de uno sobre par.

La historia cuenta que ningún jugador ha podido ganar el U.S. Open habiendo ganado la semana previa en el PGA Tour.

Dustin Johnson
Getty ImagesDustin Johnson volvió a lo grande de su lesión y buscará hacer historia en el U.S. Open esta semana

"Ese pensamiento nunca entró en mi mente", dijo Dustin Johnson. "Mi única preocupación era ganar. La semana que viene es una semana totalmente diferente. Lo importante es que significa que estoy jugando buen golf, y me da confianza camino al Open".

Johnson, quien había pasado seis semanas sin jugar por un tirón muscular en la parte derecha de su espalda, se encontró con una importante victoria camino a Olympic, haciendo birdies en el 16 y 17 para separarse de un pelotón de jugadores que venían empatados, o a un golpe, con solo tres hoyos por jugar.

Mientras varios de esos jugadores encontraban el agua en el hoyo final, incluyendo a Rory McIlroy, Johnson sin inmutarse o mostrar signos de nervios, cerró con par en el hoyo final y se llevó la victoria por uno sobre John Merrick.

Ahora, tanto él como Lee Westwood, quien ganara en Suecia la semana pasada, llevarán su juego y sus ilusiones al Olympic Club.

¿Qué les espera?

The Olympic Club en San Francisco, California
Distancia: 7.170 yardas Par: 70
Previos U.S. Open: 1955, 1966, 1987 y 1998.
Arquitectos: Willie Watson, Sam Whiting

Momentos Memorables: dos de los cuatro U.S. Opens jugados previamente en el Olympic Club finalizaron en desempate: en 1955, Jack Fleck derrotó a Ben Hogan en 18 hoyos por tres golpes, y en 1966 Billy Casper venció a Arnold Palmer en el playoff por cuatro. En 1987 Scott Simpson venció a Tom Watson por uno y en 1998 Lee Janzen hizo lo propio contra Payne Stewart.

Notas de diseño: nueve tees nuevos fueron agregados desde el último U.S. Open en 1998, pero el cambio más dramático es el par 3 del hoyo 8. Un nuevo hoyo fue construido a la derecha del viejo par 3 con 70 yardas más de distancia (puede jugar hasta 200 yardas, en vez de 130 como en 1998).

Cualidades de la cancha: Con nuevas delineaciones de corte y un marcado declive en los fairways será importante colocar el tiro de salida en el lugar correcto. Además, al sacar algunos árboles del campo han creado un mayor efecto del viento. Por su cercanía al Océano Pacífico, el viento y aire pesado del mar harán que la cancha juegue mucho más larga que lo que dicen las yardas. Los fairways angostos y los greenes pequeños serán un excelente desafío para estos jugadores.

Los seis primeros hoyos del Olympic Club serán los más difíciles en la historia de los Mayors, incluyendo tres par cuatro de 520, 498 y 490 yardas, más un par 3 de 247. Los hoyos más fáciles de los seis serán de 430 y 428 yardas. Si el jugador pasa el comienzo en dos o tres sobre par habrá jugado sólido golf.

Sin ninguna duda será una semana divertida por la cantidad de jugadores que llegan al Olympic Club jugando bien y con posibilidades de ganar.

Pero también será entretenido ver este maravilloso club defenderse de la potencia de los jugadores de hoy. ¿Quien ganará la batalla?

Cuando Tiger Woods llegó al tee del hoyo 15 el domingo en el Memorial, iba dos golpes detrás con cuatro hoyos por jugar. Lo que vino después fue típico Tiger, algo que hacía rato no veíamos, y lo que lo separa de los demás.

"Lo ví muy cómodo, y pegó muchos tiros buenos durante la ronda", dijo Rickie Fowler que iba jugando con él. "Pero esa no es la parte que impresiona. Verlo concentrarse en los momentos difíciles es una educación, y es en los momentos de presión cuando él realmente brilla".

[+] AgrandarTiger Woods
Andy Lyons/Getty ImagesTiger Woods pegó un tiro increíble en el hoyo 16 y nos hizo recordar a sus mejores tiempos.

Ese momento llegó en el hoyo 16, cuando Tiger, luego de fallar el green con el hierro 8, tuvo que jugar lo que hasta Jack Nicklaus consideró un tiro imposible.

"Si el approach es corto, pierde el torneo", comentó Nicklaus, "si le pega de más, termina en el agua. Entonces hace un swing entero y la pone exactamente en el lugar justo para hacer dos. He visto muchos tiros buenos en golf pero nunca uno tan bueno como ese".

La magia no podría haber llegado en un mejor momento para Tiger, quien festejó como en los viejos tiempos, como si él también hubiera estado esperando al viejo Tiger.

"Me jugué el todo por el todo", dijo el campeón. "En un momento parecía que no iba a llegar y después, al igual que sucedió en el hoyo 16 de Augusta (2005) la pelota mansamente desapareció en el hoyo".

Luego de un largo y apasionado festejo Tiger volvió a enfocarse; el torneo no estaba cerrado. Andrés Romero había terminado una hora antes con 67 golpes, y era el líder en el Clubhouse, y Sabbatini venía detrás todavía con posibilidad de ganar.

Tiger hizo par en el 17, mientras Sabbatini hacía bogey en el 16. En el 18, otra vez enfocado, en un hoyo que no lo había tratado bien (doble bogey, par, bogey) Tiger salió con un hierro y luego puso el segundo tiro a tres metros del hoyo, y otra vez, a la Tiger, embocó el putt para birdie y no le dio a Sabbatini una última oportunidad.

Al final, Tiger terminó con 9 bajo el par derrotando por dos a Rory Sabbatini y Andrés Romero, quien tuvo su mejor actuación en el PGA Tour desde la victoria en Nueva Orleans en el 2008.

Ahora viene la próxima prueba, el U.S. Open en el Olympic Club. Si bien el dominio de Tiger sobre el resto de los jugadores no es el mismo de antes, lo sucedido en el Memorial lo debe ayudar una barbaridad.

Ganar no es solamente pegarle bien a la pelota y Tiger sabe que en el momento de definir, nadie lo hace mejor que él.

"Yo seguiré trabajando" dijo el ganador de 73 torneos en el PGA Tour "esto es un proceso y seguiré tratando de mejorar. Tengo un gran evento por delante en dos semanas así que, luego de un pequeño descanso, volveré a trabajar para él y estar listo para ganar".

Camino al Olympic

FECHA
28/05
2012
por Silvia Bertolaccini

Mientras Luke Donald estaba ocupado ganando el BMW PGA Championship en Inglaterra, Zach Johnson se preparaba para derrotar a Jason Dufner en Texas. Para ambos significó una victoria importante camino al mes que viene, y al segundo Mayor de la temporada en el Olympic Club.

[+] AgrandarLuke Donald
Glyn Kirk/AFP/GettyImagesLuke Donald defendió un título con éxito por primera vez en su carrera en el BMW PGA Championship.

Luego de requerir un playoff el año pasado para derrotar a Lee Wetswood y comenzar así su reinado al tope del ranking mundial, Donald esta vez tuvo un camino más sencillo con una actuación dominante el día domingo para vencer a Justin Rose y Paul Lawrie por cuatro.

"Volver a Wentworth, y defender con éxito, y volver a ser número uno es realmente dulce", dijo el campeón. "Estaba pegándole bien y jugué bien el putt toda la semana".

"Luego del hoyo cuatro Justin (Rose) no volvió a tener el honor en el tee hasta el hoyo 18. Estoy feliz porque hice lo que tenía que hacer. Esta es una semana importante y sentí algo de presión".

"El trabajo que he estado poniendo en mi juego está empezando a pagar sus frutos", expresó Donald. Cuando le preguntaron cual era la próxima meta respondió: "obviamente ganar Mayors. Siento que estoy cada vez más cerca. Cada vez que gano suma a mi confianza".

Para Zach Johnson el octavo título de su carrera llegó luego de una seguidilla de buenas actuaciones, comenzando con un segundo lugar en Hilton Head y un empate por el segundo lugar en el Players.

Johnson, que no ganaba desde su victoria acá en Colonial en el 2010, terminó derrotando a Jason Dufner solo por un golpe luego de no reponer la moneda correctamente en el hoyo final y recibió dos golpes de multa. Por suerte para él llevaba suficiente ventaja para ganar igual.

Sin ninguna duda ganar en esta época del año es importante para la confianza. El U.S. Open en junio, un mes más tarde el British Open y luego el PGA Championship en Agosto, son el plato fuerte del calendario. Jugar bien en el verano puede ser muy productivo para el jugador.

De Texas los jugadores siguen a Ohio, a la cancha de Nicklaus y al Memorial Tournament. Con la mirada ya en el U.S Open cada uno se prepara de diferentes maneras. Johnson y Dufner se tomarán un descanso; el resto, Donald, McIlroy, Mickelson, Woods y el contingente latino: Cabrera, Romero, Villegas y Vegas seguirán su preparación camino al Olympic Club en San Francisco.

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