"Volveremos a la primera división y, mientras no lo hagamos, el Santos no usará la camiseta más gloriosa de su historia", comentó Marcelo Teixeira, presidente del club
El pasado sábado 9, justo después de ser elegido presidente del Santos, Marcelo Teixeira propuso que la camiseta número 10 del club fuera 'retirada' durante el tiempo en que compitan en la Serie B. La razón es simple, según Teixeira, la camiseta eternizada por Pelé no debería ser utilizada en la segunda división por respeto a su memoria y honor. "Anticipo también una idea: propondremos al Consejo Deliberativo que en el Campeonato Paulista juguemos normalmente con la camiseta número 10. En el Campeonato Brasileño, mientras el Santos no ascienda y esté en su posición digna, no jugaremos con la camiseta 10, en memoria y honor", dijo. "Dado que este año tuvimos el homenaje al Rey Pelé, continuaremos en esta misión. Volveremos a la primera división y, mientras no lo hagamos, el Santos no usará la camiseta más gloriosa de su historia", añadió. Pero, después de todo, ¿cómo se convirtió la camiseta 10 en objeto de deseo para todos los jugadores? La historia de Pelé puede explicarlo. Cuando se implementó la numeración en 1939, los entrenadores seguían el sistema de juego 1-2-3-5. Las camisetas seguían el orden del esquema, con el 1 para el portero, el 2-3 para los defensores, el 4-6 para los centrocampistas y del 7 al 11 para los delanteros. En la década de 1950, llegó el sistema W-M, pero el quinteto ofensivo mantuvo la secuencia de números: 8 y 10 para los mediapuntas, 7 y 11 para los extremos y 9 para el delantero centro. En 1956, Pelé debutó con el Santos, pero aún era suplente en el equipo de Lula. Sin embargo, el 9 de diciembre de ese año, una desgracia ajena cambió su vida. Vasconcelos, dueño de la 10, se fracturó la pierna después de que el defensor Mauro Ramos de Oliveira, entonces en el São Paulo, cayera sobre él. Con esto, llegó la oportunidad de ser titular para el joven proveniente de Bauru. A partir de 1957, la camiseta número 10 comenzó a tener un nuevo significado. Convocado para la Copa del Mundo de 1958 en Suecia, Pelé no era titular en la selección brasileña de Vicente Feola. "Como no fui un jugador que salió de Brasil como titular, jugaba y, coincidentemente, entrenaba con la camiseta número 8, que era la que usaba en el Baquinho, en Bauru. Antes de venir al Santos, yo era el número 8", contó en una entrevista a Esporte Interativo. Sin embargo, los "dioses del fútbol" dieron una ayuda para el reconocimiento eterno: el joven de 17 años sería el camiseta 10 del equipo canarinho. Pelé mismo dio versiones distintas para el nacimiento de la mística: "En ese momento, numeraban a los jugadores, creo que por el registro de la federación, debía ser así". "En la Copa del Mundo de 1958, en Suecia, fui el décimo jugador brasileño inscrito". "Y luego, en el sorteo de la FIFA, salió la camiseta número 10". Mario Jorge Lobo Zagallo, el extremo izquierdo de Feola, tiene otro recuerdo: "No lo sé con certeza, pero creo que enviaron la numeración que pusieron en nuestras maletas, con las que viajamos. Esa debe ser la explicación, porque recuerdo muy bien que mi maleta tenía el número siete". Titular a partir del último partido de la fase de grupos contra la Unión Soviética, Pelé llevó a Brasil al primer título mundial con seis goles en la Copa de 1958 (todos en eliminatorias). La reverencia del pueblo sueco, el asombro de los periodistas europeos y la genialidad mostrada en cada jugada colocaron al camiseta 10 de la selección en un nivel hasta entonces nunca visto en el futbol.
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