El conjunto Embajador repite este año final de Copa y se encamina a otra posible final con un buen arranque en los cuadrangulares semifinales con una victoria de visitante, mostrando un fútbol con muchas variantes tácticas, con una gran defensa y un ataque peligroso.
Enfrentará a Atlético Nacional en una serie que arranca este miércoles en El Campín y que cerrará el próximo jueves 23 de noviembre en Medellín.
Parte como favorito porque este año no ha perdido contra la escuadra paisa, sumando dos triunfos y tres empates, además, jugando en Bogotá son muy pocas las probabilidades de una derrota pues en toda la campaña solamente ha perdido un partido.
A esto hay que sumarle los buenos números que tiene Gamero enfrentando a Nacional, quien con Deportes Tolima también tuvo una racha bastante larga de encuentros sin perder, sumando la final de la Liga colombiana en 2018, ganándola por penales en la ciudad de Medellín.
El técnico samario conoce a la perfección las debilidades del equipo antioqueño y cada vez que lo enfrenta las desnuda, inclinando en la mayoría de las veces la balanza a su favor, con un juego práctico, que tiene como fundamento la solidez en defensa y la rapidez para lanzar ataques que tomen mal parado a su rival.
Viene de realizar una demostración con esta estrategia el pasado domingo en la ciudad de Medellín en donde derrotó 1-0 a Nacional, con un equipo corto, con dos líneas de cuatro muy acopladas, realizando un trabajo defensivo brillante que desconectó en muchas ocasiones el ataque verdolaga, que no encontró los espacios para llegar al arco de Álvaro Montero.
Juega de memoria
Los tres años de proceso le permiten a este Millonarios jugar de memoria y encontrar sociedades en todas las zonas de la cancha, saliendo en muchos casos de la presión del contrario y haciendo daño en campo contrario con triangulaciones entre sus jugadores más virtuosos.
Esto último, Macalister Silva lo hace repetidamente con Daniel Cataño, Daniel Ruiz y Leonardo Duque. En el partido del pasado domingo lo hicieron en varias ocasiones, llevando al desespero de Nacional y originando grietas en su defensa.
Por su parte, Atlético Nacional llega a esta final con muchas dudas en su esquema luego de la derrota frente a Millonarios. El equipo no se pudo recuperar del gol en contra, mostrando muchos problemas defensivos y muy poca creatividad en el ataque.
Nacional, en construcción
Tiene nuevo entrenador que no suma más de diez partidos al mando del equipo y con una nómina corta que tiene pocos hombres de experiencia y muchos juveniles que están empezando su carrera.
Además, el cambio de técnico (tres este año) no ha dejado consolidar una idea de juego y eso se ve reflejado en la cancha. En cada partido, el once titular cambia, no tiene una base consolidada y eso termina perjudicando el planteamiento.
Futbolísticamente, Nacional llega a esta final con pocas chances para superar a Millonarios, sin embargo, es un equipo con mucha historia y con mucha jerarquía que podría dar la sorpresa en esta Copa Colombia.
