Sábado 12 de junio de 2010
JOHANNESBURGO -- Van dos días del Mundial y todavía seguimos con apetito de fútbol. ¿Por qué? Les cuento...
Llevamos cinco partidos jugados y una cantidad de goles bastante escasa: solamente siete en total. Además, con una particularidad: ninguno de esos siete goles lo anotó un delantero.
Esperemos que esta tendencia cambie pronto. Mientras tanto, repasemos lo que dejó la segunda jornada de Sudáfrica 2010.
LA FIGURA
No tengo dudas de que el jugador más destacado del sábado fue Lionel Messi. Tuvo, finalmente, esa actuación descollante con la camiseta argentina que tanto le reclamaban los hinchas.
Messi tuvo a su favor la inocencia táctica de Nigeria. Fue llamativo, ya que es la única selección que tiene a todos sus jugadores en el extranjero, y un técnico de otro país también. El sueco Lars Lagerback, quien había dicho que sabía cómo ganarle a Argentina (la había dejado afuera del Mundial 2002 dirigiendo a su país), no mostró que realmente tuviera esa solución.
Es que Messi arrancaba suelto, se acomodaba en el lugar del campo que él quería y así hacía desastres en la defensa rival. Al ser el jugador desequilibrante que es, Messi tiene esa ventaja, que se le da carta blanca para ubicarse en el lugar del campo que quiera. Hasta puede tirarse un rato sobre un lateral para descansar cuando lo necesita.
Se merecía un 10 de calificación, y lo hubiera recibido si no fuera por Enyeama, el arquero de Nigeria, que le arruinó una y otra vez la posibilidad de irse con un gol o más.
LA REVELACION
Para muchos puede ser una sorpresa, y por eso la ubico en esta categoría. Pero yo lo vengo creyendo hace rato y lo digo luego del 2-0 ante Grecia: Corea del sur sigue progresando y será un adversario de cuidado, con ese juego agresivo, basado en un enorme despliegue físico y en su velocidad.
LA DECEPCION
Del otro lado, Grecia ofreció poco y nada. Tampoco me sorprende, ya que en lo personal, lo veo como un equipo corto de recursos. Seguramente estará entre los que menos demostraran en el Munidial.
EL ERROR
Creo que aquí nadie podrá discutir que el gran error del día (y quien sabe, quizás del Mundial) fue el de Robert Green, el arquero de Inglaterra, a quien se le escapó un tiro muy débil de Clint Dempsey que terminó siendo el gol del empate de los Estados Unidos.
A Green lo traicionó su exceso de confianza. Es lo mismo que le pasa a un delantero que sobra la situación cuando piensa que tiene el gol prácticamente anotado, y termina tirándola afuera o permitiendo que el contrario se recupere. La gran diferencia es que a ese delantero no se le reclama tanto como al arquero, a quien se suele hacer único responsable y chivo expiatorio.
Pero hay algo que a veces se le escapa a los fanáticos: el arquero no es el único responsable de que Inglaterra no le haya podido ganar a Estados Unidos. Se supone que un equipo como el de Capello debiera tener recursos para quedarse con la victoria, y la verdad es que en su partido debut mostró una alarmante falta de opciones.
LA POLEMICA
Fue una jornada con pocas jugadas que causen discusión. Escuché a algunos hablar del agarrón de Walter Samuel ante Ogbuke Obasi en el gol de Heinze, pero más allá de si hubo falta o no, de ninguna manera fue determinante en la acción. A Heinze lo pierde su marca, que se queda en el borde del área mientras el defensor argentino buscaba el punto penal como lo hizo.
En todo caso, en jugadas como la que discutimos, lo que hay que determinar también es quién agarró primero a quién: muchas veces, el jugador en función ofensiva termina manoteándose con el rival porque es quien defiende quien usa cualquier recurso para detener al que viene en busca del cabezazo en ataque.
LA ATAJADA
Hoy esta categoría se llama "LaS atajadaS". Porque quedarse con una de las que concretó Vincent Enyeama es imposible.
Empezó sacando al corner un tiro por elevación de Messi que iba hacia el ángulo izquierdo (de ese corner vino el gol). Después le sacó otra más, que se hubiera metido en el otro ángulo, con la puntita de los dedos. En el segundo tiempo lo frustró otra vez achicándole el espacio y obligándolo a tirar al bulto.
A otro al que dejó frustrado fue a Higuaín. Además del error del jugador en una de las primeras del partido tirándola afuera, después Enyeama le tapó una pelota clave en el primero y otra en el segundo. Esta fue quizá la más difícil de todas, cuando el 9 argentino, entrando por derecha. sacó un remate bajo, potente y cruzado, que Enyeama desvió arrojándose hacia su derecha.
En fin, una actuación sobresaliente que reconocieron todos los protagonistas del encuentro, inclusive los argentinos, quienes no pararon de elogiarlo.
Así me despido hasta mañana, deseándoles, como les decía al comienzo, que comiencen a aparecer los delanteros y los goles. Felicidades.