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Por la vía menos pensada: Real Madrid venció por la mínima este jueves al Alavés (1-0), con un cabezazo de Lucas Vázquez a los 92' de juego y en un partido en el que ambos equipos parecían firmar un empate sin goles, pero que termina por darle una victoria al Merengue para igualar la línea de Girona -que venía de perder puntos en un empate ante el Betis en esta jornada- e incluso superarlo por diferencia de gol en la tabla. Lo cierto es que, más allá del triunfo, el rendimiento de los dirigidos por Ancelotti fue pálido y olvidable, no sabiendo lastimar a un rival que se ubica a tres puntos de la zona de descenso. Ninguno de los equipos contó con grandes chances para abrir el marcador, y las chances del Madrid parecían esfumarse cuando Nacho vio la roja en la segunda mitad por una dura falta sobre Samu, que lo obligó a jugar casi todo el complemento con 10. Y en una jornada en la que el equipo careció de ideas, el hombre de menos no lo ayudó. Pero no slo careció de ideas, sino que tampoco tuvo un peso ofensivo que a veces logra disimular con la salida y entrada de Jude Bellingham en ofensiva, pero que fue notorio y que le permitió al Alavés desactivar los ataques con mayor facilidad. El equipo de Ancelotti salió a jugar con Rodrygo y Brahim Díaz arriba desde el vamos, y el DT le dio apenas 14' a Joselu, su '9' más de área, cuando ingresó en el segundo tiempo. Pero la historia terminaría por cambiar de la forma menos pensada. Un grave error defensivo del Alavés en un córner terminó por dejar entrar con mucha libertad a Lucas Vázquez para cabecear el envío de Toni Kroos. Con apenas 1,73 de altura, el lateral sorprendió a propios y extraños para rescatar al Merengue de manera agónica y darle un triunfo vital, conectando lejos del alcance de Antonio Sivera. Una victoria que vale más que tres puntos porque le permite no perder pisada en la pelea por LaLiga, quedando con 45 puntos al igual que Girona.
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