Fútbol Americano
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Sven Goran Eriksson cumplió su sueño y dirigió a Liverpool en el partido de leyendas ante Ajax

Una jornada de emociones en Anfield. Este 23 de marzo, Liverpool llevó adelante un partido de leyendas ante Ajax organizado por la fundación del equipo inglés, en colaboración con Forever Reds, en el que el exentrenador Sven Goran Eriksson, que padece un cáncer terminal, cumplió su sueño y dirigió al conjunto de Merseyside.

El cotejo reunió a los mejores de Liverpool de todos los tiempos. Steven Gerrard y el Niño Torres, por ejemplo, fueron algunos de los apellidos que volvieron a vestirse de rojo en Anfield para deleitar a los fanáticos, que colmaron las tribunas para ver a los míticos jugadores que hicieron historia en la institución. 

El momento más emotivo de la jornada vinculó al exentrenador Sven Goran Eriksson con el banco de suplentes de Liverpool. Durante los primeros días de enero, el nacido en Suecia reveló que padecía cáncer de páncreas y que el mismo era terminal. "Quizás puedo tener un año más de vida, o en el peor de los casos menos. En el mejor escenario podría vivir incluso más", comentó con frialdad en charla con la radio sueca P1 en aquel entonces.

Días después de conocerse la noticia, Goran Eriksson le dijo a Sky Sports que uno de sus sueños pendientes como entrenador había sido dirigir a Liverpool, algo que finalmente pudo cumplir este 23 de marzo de 2024. 

Liverpool tuvo un gesto de amor con el exentrenador de la Selección de Inglaterra y lo invitó a ser parte de la celebración de las leyendas ante Ajax. Goran Eriksson no pudo creerlo en primer momento e inlcuso afirmó que creía que era una broma. Jurgen Klopp, actual DT de los Reds hasta final de temporada, también había puesto algo de su parte para que esto ocurriera y, de hecho, recibió al sueco en la previa al partido de caridad organizado por Liverpool. 

El momento llegó y Goran Eriksson recibió todo el cariño del público de Anfield al momento de entrar al campo de juego mediante un pasillo. Una lluvia de aplausos invadió el campo de juego y el sueco caminó a través de un pasillo, fue hasta casi el círculo de mediocampo y se paró junto a las leyendas que habían sido presentadas con anterioridad. Saludó, sonrió y quedó incrédulo: su sueño había sido cumplido.

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