Las instituciones mexicanas deben entender que si queremos a un futbol protagonista en Mundiales, debe ‘invertirse’ en que los futbolistas se desarrollen en Europa.No han pasado ni dos semanas de la final de la Copa del Mundo y nuevamente queda al descubierto la vieja maña de que con el paso del tiempo, en México, las cosas se olvidan y seguimos en la misma glorieta dando vueltas a lo tonto, y cada cuatro años buscando una salida que nunca se toma. Lo digo por el caso del atacante mexicano Uriel Antuna. En tierras europeas estoy bien enterado de las negociaciones, a través incluso de gente del equipo, y me topo con la sorpresa de que Cruz Azul casi exige el pago inmediato por el jugador. Sé que los griegos piden tiempo, meses, para concretar (si pueden concretar) el fichaje, pero acá, las ‘facilidades’, hasta donde se sabe, no se han dado. El equipo europeo y los griegos ya “negociaron” y todo está acordado. El último obstáculo, increíble, es Cruz Azul, por el tema económico. Entiendo los intereses del club cuyo objetivo es que el activo sea redituable, sin embargo, con una visión más global de entenderse que es obvio que las instituciones mexicanas DEBEN sacrificar para mirar al futuro, no al presente, y entender que si queremos a un futbol protagonista en Mundiales, debe ‘invertirse’ en que los futbolistas nacionales se desarrollen en Europa. No hay más. No se necesitan fórmulas extraordinarias más que voluntad y visión a futuro, pero eso en México no existe, aquí el paradigma es otro; bolsas llenas, corazones contentos.  Panathinaikos compraría el 80 por ciento de la carta de Uriel Antuna y Cruz Azul se quedaría con el 20, y ese 80 por ciento tendría un valor de cinco millones de dólares. La oferta no suena mal. Insisto viéndolo desde un tema a futuro y por bien del balompié nacional, no del propio. Desde mi experiencia lo aseguro, los directivos siguen creyendo que aquí somos una fábrica de calidad. No, no somos malos, pero la historia dicta que muchas oportunidades se pierden por no arriesgar y los equipos mexicanos creen que somos una potencia, y NO LO SOMOS. Qatar fue el más claro rasero. Ojalá se llegue a buen puerto la negociación. Yo no convengo con los intereses de nadie, sólo con los de un futbol bien desarrollado como merecemos los que gustamos de este gran deporte. Qatar nos dio una bofetada y en vez de entenderlo parece que ahora estamos recargados para demostrarle al mundo, tenemos un futbol de pobreza en calidad, pero ‘millonario’ para exhibirlo al mundo. No no somos de primer nivel. Entiéndanlo, por favor.
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