Fútbol Americano
Eugenio Díaz 188d

Dimensión desconocida

El Ajax, un equipo acostumbrado a pelear por el título año con año, juega otro campeonato, el del no descenso


Los hijos de los dioses, el club más ganador de los Países Bajos, antes Holanda, está en zona de descenso.

Un equipo acostumbrado por pelear por el título año con año, finalmente, juega otro campeonato, el del no descenso, entrando en una zona que desconoce con implicaciones peligrosas.

Alguna vez un técnico me dijo: “es más difícil salvar a un equipo del descenso que hacerlo campeón”.

Estas palabras sabias no las he olvidado.

El Ajax es un club acostumbrado a formar a varios de los mejores futbolistas de Europa y de paso, a comprar joven talento que después vende al igual que sus canteranos.

En los últimos tiempos, quizá sin medir las consecuencias, vendieron mucho, incluyendo a suplentes, acelerando procesos con las nuevas generaciones, una granada que les explotó en la cara, sumando igualmente, el bajo nivel de los “refuerzos”.

Ya se fue el director general, dos directores deportivos, ya se fue el técnico Steijn, una apuesta arriesgada tras la salida de Heitinga y antes de Schreuder, ninguno a la altura de Ten Hag hoy entrenador del Manchester Utd. La crisis de futbol, la crisis de resultados, pegó fuerte en la afición, misma que con su mala actitud, ha desembocado en pleitos, interrupción de partidos y hasta destrozos en las inmediaciones de la Johan Cruyff Arena, metiendo más presión de la que ya hay.

Por eso digo que el estar en una zona desconocida tiene muchos riesgos; ni directivos, ni futbolistas, ni entrenadores, ni afición habían vivido tal infierno. Hoy el Ajax, el hijo de los dioses griegos, se encuentra perdido, confundido en medio de un laberinto lleno de trampas, de acertijos.

Hace tan solo cuatro años, el Ajax jugaba las semifinales de la UEFA Champions League, destacando como el club sensación, torneo que ganaría con mucha autoridad el Liverpool al Tottenham.

De aquel equipo no queda nadie; es más, del equipo del año pasado se fueron ocho titulares. En total entraron a las arcas del club 143 millones de euros netos. En contraparte se gastaron 12 millones, destacando la llegada de Chuba Akpom, goleador de la Championship inglesa qué con el Ajax, sólo ha jugado 128 minutos sin marcar gol.

Los hijos de los dioses están naufragando en la tierra del futbol. El hijo pródigo de la liga neerlandesa, la fábrica de talentos de Europa, de un equipo fantástico, histórico, cuatro veces ganador de la UEFA Champions League, literalmente no sabe qué hacer.

Recientemente Van Gaal y Danny Blind han alzado la mano, han aceptado volver a la directiva, ayudar con lo que puedan, pues la situación al día de hoy es dramática.

Queda la ventana invernal para traer refuerzos que no piensen en el campeonato, en las grandes goleadas, en los títulos en los trofeos. Se requiere más bien, futbolistas capaces de sacar el resultado, de jugadores con personalidad que soporten la presión de afición, entrenadores, directivos, periodistas; que sepan vivir en aguas turbulentas y sobrevivan, manteniendo la franquicia en la Eredivisie.

Cualquier otra cosa sería inaceptable. Cualquier otra cosa causaría un gran daño, siendo sin duda, la noticia del año, una muy mala por cierto.

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