Fútbol Americano
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Los técnicos argentinos que se pusieron el buzo de la Roja antes que Gareca

Ricardo Gareca se transformó en el nuevo técnico de la Selección Chilena, siguiendo la continuidad de estrategas argentinos que se han hecho cargo de liderar este proceso.

La tendencia de contratar técnicos de dicho país se potenció desde el arribo de Marcelo Bielsa en 2007, sin embargo, antes que él, también hubo otros nombres que se pusieron el buzo de la Roja.

Vicente Cantaore (1984), Salvador Nocetti (1968-69), Alejandro Scopelli (1966-67) y hasta un lejano José Salerno en 1956, colocaron sus nombres en los registros del primer equipo nacional.

No obstante, fue la llegada del DT rosarino la que sin dudas generó un impacto en la forma de juego de Chile, que coincidió además con la emergente Generación Dorada de grandes jugadores, cuyo ápice se logró en las conquistas de la Copa América 2015 y la Copa América Centenario de 2016.

La primera de ellas fue con la presencia de Jorge Sampaoli en la banca, quien estuvo desde 2012 hasta 2015 y es el técnico con mejor registro histórico de rendimiento, un 68.18%.

El segundo gran hito copero fue bajo la dirección de Juan Antonio Pizzi, argentino nacionalizado español, quien se mantuvo en el cargo desde el período 2016 a 2017.

Antes que ellos, otro argentino se sentó en el banquillo rojo: Claudio Borghi. Con el Bichi, Chile no logró el nivel que se había visto con Bielsa, y tras una decepcionante Copa América luego de ser eliminados por Venezuela en octavos de final, Borghi terminaría abandonando en 2012.

Fue así que, tras los procesos del DT colombiano Reinaldo Rueda y el uruguayo Martín Lasarte, se volvió a confiar en un argentino, esta vez en Eduardo Berizzo, con pasado entrenando en Chile (O'Higgins desde 2012 a 2014).

El Toto alcanzó a dirigir 16 partidos oficiales con la Selección mayor, registrando un pobre rendimiento de un 37.5%, siendo la medalla de plata en los Juegos Panamericanos Santiago 2023 su logro más destacado fuera del combinado adulto.

De esta forma, Ricardo Gareca mantiene la consigna de un entrenador argentino en la banca nacional y deberá afrontar el duro desafío de clasificar al Mundial de 2026, pese al pobre arranque chileno con apenas un triunfo en los primeros seis partidos disputados.

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