Fútbol Americano
Rafa Ramos, Analista ESPN Deportes Digital 157d

Blog de Rafa Ramos: ¿Quién sentará en el banquillo de los acusados a Jaime Lozano?

 México irá al Final Four y Jaime Lozano debe ir al banquillo de los acusados. El problema es ¿quién lo llevará ahí? Queda claro que Juan Carlos Rodríguez no sabe, aunque sí debe, sí puede, y tal vez no quiera.


LOS ÁNGELES -- Un boleto espurio, estercolado, pero boleto al fin, para que México acuda de forma directa a la Copa América.

“¡Gracias, Concacaf!”, debió ser el mensaje del “wasá” (diría Ricardo La Volpe), que envió anoche mismo Juan Carlos Rodríguez. Casi un cuarto de hora de compensación y una decena de veces #ElGrito en la tribuna, que hubiera bastado para detener el juego al menos de acuerdo con el protocolo, propuesto, ojo, por la misma FMF a través del infausto Yon de Luisa.

México irá al Final Four y Jaime Lozano debe ir al banquillo de los acusados. El problema es ¿quién lo llevará ahí? Queda claro que Juan Carlos Rodríguez no sabe, aunque sí debe, sí puede, y tal vez no quiera.

Hoy, cuando no hay una Comisión de Selecciones Nacionales legítima, genuina, funcional, con credibilidad que llame a cuentas a Lozano, ¿quién lo cuestionará? ¿Quién lo interpelará? ¿Quién lo increpará, no sólo sobre el partido en el Estadio Azteca sino principalmente sobre lo que ocurrió en Tegucigalpa? Insisto: La Bomba debe y puede, pero, ¿quiere?, aunque saber de futbol, no sabe.

Seguramente del Consejo de Sabios que iban a ser doce y hoy no aparece ninguno tendrán que comparecer de manera confidencial Ricardo Peláez y Javier Aguirre, para pedir explicaciones sobre lo que no se hizo en Tegucigalpa y lo que se dejó de hacer también en el Azteca. No, a Duilio Davino no lo toman en serio. ¿Ivar Sisniega? Ja.

Es la primera vez que en un proceso mundialista no hay una Comisión de Selecciones Nacionales, cierto, tampoco es que las anteriores hayan servido de mucho, especialmente las más recientes con Gerardo Torrado, Guillermo Cantú, Jaime Ordiales, Dennis te Kloese, Nacho Hierro y demás, tuvieran alguna utilidad. Algunos de ellos eran auténticas y eficientes secretarias ejecutivas, que hacían reservaciones de vuelo y hoteles, pero servían un mal café.

Por ello, hoy, este miércoles, debería tener lugar una auténtica encerrona. Ojo: no se trata de poner ultimátum a Jaime Lozano, pero sí se trata de presionarlo, fortalecerlo, orientarlo y ayudarlo a crecer.

De esa manera, quedarse hoy inerte, paralizado, inmovilizado, sería la decisión más pusilánime, más comodina y más peligrosa para este proceso mundialista. Callar es solapar. Callar es complicidad. Callar es claudicar.

Juan Carlos Rodríguez ha jurado reiteradamente que esta selección no será rehén del entrenador en turno. Entonces, este mismo miércoles debe profundizar, apoyado con gente que sí entienda lo que pasó, lo que debió pasar y no pasó en la cancha, en los dos partidos ante Honduras.

Ojo: el partido en Tegucigalpa no debe quedar en el olvido, no debe escondérsele, ni debe ser relegado, ni arrojado debajo de la alfombra. Por el contrario, debe prevalecer como un estigma no sólo de Lozano, sino de la turba de futbolistas cínicos y de la recua de jugadores irresponsables en ese encuentro.

Porque, si pasó entonces y pasó ya una vez, ¿qué garantías hay de que no vuelva a ocurrir?

Y la lista de cuestionamientos para Lozano y su tan elogiado cuerpo técnico, es larga, larguísima.

1.- ¿Por qué si en el primer tiempo en Tegucigalpa detectó problemas de intensidad, mentalidad y compromiso, como lo reconoció el mismo Jimmy, no hizo nada o no fue capaz de hacer nada para la segunda mitad?

2.- ¿Qué tipo de pánico o de tara competitiva se apoderó de los jugadores mexicanos en Tegucigalpa, que ni ellos mismos, ni sus supuestos líderes (Guillermo Ochoa, Edson Álvarez, Hirving Lozano) ni el mismo técnico fueron capaces de contrarrestar esa pusilanimidad moral y mental en la cancha?

3.- ¿Qué privilegios tiene Chucky Lozano para abandonar la tarea grupal, el compromiso colectivo y quererse convertir en el héroe en medio de la tragedia? Pasó en ambos partidos contra Honduras. Quien deserta de sus obligaciones hacia el grupo, traiciona al grupo.

4.- ¿Cómo es posible que la única llave ofensiva con que cuenta Lozano, él mismo la nulificó en el Azteca? ¿Sacar a Henry Martín y entonces habilitar a Julián Quiñones cuando es la única sociedad genuina que tiene ante el poco tiempo de trabajo?

5.- ¿Cuál fue la mejoría en el Estadio Azteca? Futbolísticamente no ocurrió con base en una idea clara de juego, sino fue el reflejo de que esta vez los futbolistas tuvieron la dignidad y la testosterona que no tuvieron como visitantes. Sí, en el Azteca, un seis de calificación en futbol y un ocho en compromiso.

6.- ¿Qué privilegios amparan a Orbelín Pineda y a Luis Romo? Dos futbolistas que tienen una deuda enorme con la Selección Mexicana, incluyendo que fueron los dos grandes desertores en Tegucigalpa.

7.- Quede claro: estrictamente, México elimina a Honduras recuperando la entrega, la actitud, la devoción, y, claro, aunque moleste al aficionado mexicano, con las prebendas de Concacaf, especialmente con un árbitro cuyo historial muestra adicción a favorecer al Tri.

Pero, insisto, no se trata de echar a Jaime Lozano. Se trata de que hoy mismo, cuando seguramente el Jimmy aún tiene estremecimientos a flor de piel por el desenlace dramático en penaltis, sea citado a declarar. Pero, ojo, Juan Carlos Rodríguez sólo debe enviarle el citatorio, y tal vez agregar a alguien más a las interpelaciones que puedan hacer Ricardo Peláez y Javier Aguirre. Tal vez quieran sumar a Manuel Lapuente, y eso explique que, inusualmente, le quieran hacer un homenaje especial este mismo miércoles.

Entiendo que ya no esté Ricardo La Volpe, porque, según me dicen, ya fue marginado hasta de las transmisiones de la Selección Mexicana para Televisa.

Sí, es tiempo de que La Bomba empiece a cumplir todas y cada una de sus promesas. Y las inmediatas son no permitir que por negligencia o pereza, otra vez, la Selección Mexicana sea incautada por el técnico en turno. La medida importante, y que ya está fraguando él mismo, es buscar una reducción dramática de extranjeros, modificando el tema de naturalizados y no formados en México. Veremos si se atreve en verdad.

¿Detalles rescatables del martes en el Estadio Azteca? La manifestación de Santiago Giménez. Exigir ser el primer tirador de la tanda de penaltis, y cobrar como lo hizo, ratifica que El Chaquito es de una sustancia diferente. Y Érick Sánchez es intocable, su trabajo, el martes, recuperando, relevando, apoyando y todavía apareciendo en el área. Claro, no es goleador, pero demuestra tener visión de juego, y el resto de su chamba, impecable. Grande El Chiquito.

Ahora, al Tri sólo le queda recurrir, con su selección doméstica, a partidos moleros en diciembre, febrero y marzo, para prepararse para el Final Four, y esperar que de nuevo, Concacaf, le asigne al mismo árbitro, Iván Barton. ¿Por cierto, le extrañaría a Usted que la Comisión de Arbitraje en México le ofreciera chamba a este silbante salvadoreño? Digo, si aficionados, jugadores, comunicadores, entrenadores y directivos mexicanos dicen que es tan bueno...

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