Real Madrid goleó al Atlético y encamina la clasificación

MADRID (Paola Núñez/Corresponsal) -- Real Madrid tomó la ventaja en el derbi madrileño de la semifinal de la Copa del Rey al vencer por 3-0 al Atlético de Madrid en la ida, disputada este miércoles en el Santiago Bernabéu.

Jesé, que sustituyó al lesionado Bale en la alineación titular, salió ovacionado del campo luego de una gran exhibición y haber contribuido con un tanto. Anotaron también Pepe y Di María, quien salió lesionado en el segundo tiempo.

El partido se calentó desde el primer momento, si no es que en el emparejamiento. Hacía muchos años que el derbi madrileño no tenía la intensidad y agresividad que un clásico merece, pues había pasado más de una década para que el Atlético se quitara la paternidad blanca. Pero después de dos derrotas seguidas a manos del vecino, el cuadro merengue salió dispuesto a evitar la tercera a toda costa.

Empezó animado el encuentro, dada la velocidad al contraataque de ambos. Los hombres del Cholo, moviéndose parejos, en bloque, intentaban frenar el ataque madridista mientras los locales amenazaban a los colchoneros por las bandas apenas robaban el balón. Jesé y Cristiano Ronaldo se empleaban a fondo en hacerles pasar la peor noche a Juanfran e Insúa.

La primera oportunidad, sin embargo, fue en la portería local. Con gran velocidad, Arda Turan llegó para rematar de cabeza. Iker, imbatido en el torneo, lo impidió lanzándose hacia el frente y atrapando el balón con las manos. Poco después vendría el turno del Madrid. Tras dos intentos de Jesé y Cristiano Ronaldo, el central Pepe adelantó al equipo. Al minuto 10, el portugués recibió el balón cerca de la media luna para disparar de frente al marco. Insúa intentó impedirlo, pero al cruzarse lo único que hizo fue desviar el balón para que se colara hasta el fondo de la portería de Thibaut Courtois. Pepe, con una furia absoluta, lo festejó señalándose el escudo en el pecho.

La defensa blanca se dedicó entonces a provocar a Diego Costa hasta que respondiera, aprovechando la fama de impulsivo del '19' colchonero. Álvaro Arbeloa, el más entusiasta. Pasaron al menos cinco minutos en que los blancos se dedicaron a 'bajar' al atacante sistemáticamente, hasta que en uno de esos piques, el '3' merengue se llevó la amarilla. Simeone aprovechó entonces para llamar a su jugador y calmarlo, pues el Madrid estaba a un golpe de lograr su objetivo.

A los hombres de Ancelotti no les iba mucho mejor del otro lado en cuanto empezaron a gozar de más oportunidades; primero con un remate de Modric al rechace de Courtois a un tiro de Jesé y después, con una llegada del canario, que de milagro no salió lesionado tras una barrida de Godín cuando el canterano se escapaba por banda.

El ritmo del partido en la segunda mitad, más pausado, permitió que ambos conjuntos jugaran con un poco más de elegancia; pero sólo un poco. La agresividad con que se lanzaban los hombres de la media a recuperar era brutal. En los dos bandos.

Madrid había logrado encerrar al Atlético y buscaba huecos por el centro a través de Modric y Di María. Y entonces vino Jesé, el nuevo niño dorado del Real Madrid. Una combinación fatal para el Atléico de pequeños grandes errores y un par de muestras inequívocas de calidad merengue. Di María había recibido el balón y esperó a que Jesé, ya encarrerado, se acercara a la portería, para filtrar un pase bordado entre dos rivales. El canario prendió el balón y con sutileza anotó el segundo, en parte con ayuda de Courtois, que deja que el balón resbale.

Los locales ganaban 2-0, pero continuaron a la caza de Costa hasta que consiguieron que al menos se llevara la amarilla después de que encarara a Di María por un golpe. Pepe, lejos de la jugada, sonreía satisfecho. Los rojiblancos buscaban remontar y, ya furiosos, pusieron más fuerza en el juego físico. Pudieron recortar distancias con un cabezazo de Godín al que Casillas no llegaba, pero Modric, justo en la línea, salvó el récord del capitán metiendo la pierna.

Madrid entonces decidió sentenciar, de nueva cuenta, ayudado por una imprecisión rojiblanca. A 15' del final, Di María, que previamente había sido atendido por un duro golpe, disparó después de recuperar un balón que había perdido Morata. Miranda se intentó cruzar, tapando completamente el campo de visión de Courtois, tan sólo para que el balón rebotara en su tobillo y se clavara en la red. Cinco minutos después, Di María, que continuaba tocándose el muslo pidió su cambio. Ya no podía más y las caricias colchoneras no eran precisamente de mucha ayuda. También salió de cambio Jesé, el hombre del partido, para recibir una sonora ovación de la grada y de paso dar minutos a Isco. El '23' blanco pudo rematar la faena, y la eliminatoria, en tiempo de compensación, cuando Cristiano Ronaldo le cedió el balón desde la izquierda en un contragolpe, pero el malagueño, en su ansiedad, lo mandó a un costado de la portería.