Gran alegría para el Sevilla

SEVILLA (EFE) -- El Sevilla se clasifica para la UEFA nueve temporadas después al vencer por 1-0 al Osasuna y aprovecharse del tropiezo del Villarreal en Valladolid, aunque el logro fue muy sufrido pues el conjunto visitante no facilitó nunca el camino en un intenso partido lleno de incidencias y muy brusco.

Los del técnico Joaquín Caparrós salieron con mucha intensidad, la que se presumía por lo que se jugaba el equipo, pero se encontró a un rival también muy metido en el partido y que no dio por perdido un balón, algo que, en principio, no se esperaba tanto dado que el conjunto pamplonés, después de un mal final de competición, no tenía ya opciones europeas.

Las ganas sevillistas por encontrar pronto el 1-0 se tradujeron en precipitación, por lo que al Osasuna no le costó mucho controlar el juego en su parcela e incluso salir con rapidez en busca de la portería de Esteban.

El partido estaba muy trabado, con muchas interrupciones en el juego y constantes discusiones entre los futbolistas, quizá al recordarse cuentas pendientes, como hace dos campañas cuando una derrota del Osasuna ante el Alavés impidió entrar en UEFA al Sevilla u otra en la pasada, en la que el cuadro navarro apeó al andaluz en los cuartos de final de la Copa del Rey en un choque disputado en el estadio El Sadar cuajado de nieve.

El equipo que dirige el mexicano Javier Aguirre, al que parecía desde el banquillo que le iba la vida en el envite, no bajó su ritmo en toda la primera mitad e incluso el uruguayo "Chenge" Morales, de cabeza, estuvo muy cerca de sorprender al portero local, aunque su compatriota Germán Hornos, al filo del descanso, también estuvo muy cerca de marcar para los sevillistas.

El Sevilla, atenazado por los nervios conforme avanzó el partido sin abrir el marcador, no supo jugar ante un adversario que tenía controlada la situación también en los inicios de la segunda mitad, pero el brasileño Julio Baptista, a los diez minutos de la reanudación, consiguió el objetivo con su vigésimo tanto liguero y ante el delirio de la afición.

Tras el tanto encajado, el Osasuna apretó aún más los dientes si cabe y, con Webó y Bakayoko en la delantera como hombres de refresco, se fue sin complejos a por un nuevo empate, mientras que el Sevilla intentó controlar pero sin la mordiente suficiente para encontrar el tanto de la tranquilidad.

El encuentro entró en su recta final con las espadas en todo lo alto, ya que Sevilla se veía en la UEFA con lo que se sabía de Valladolid, pero el Osasuna no estaba por la labor de facilitarle la labor, aunque el 1-0 valió.