Lanús y River empataron sin goles en el duelo de ida

BUENOS AIRES (DyN) -- En un partido con pocas luces y cargado de nerviosismo, los arqueros fueron determinantes al contrarrestar las pocas chances de peligro para que Lanús y River Plate teminaran 0-0 en La Fortaleza, por lo que la llave de cuartos de final de la Copa Sudamericana se resolverá el miércoles próximo en el Monumental.

Si bien la fricción y las imprecisiones fueron el denominador común en el juego, de a ratos el partido se hizo vibrante, aunque ninguno de los dos estuvo lúcido como para romper la paridad.

River volvió a tener en Marcelo Barovero a su mejor valor y como negativo concluyó una vez más un cotejo sin convertir y perdió para el desquite por expulsión al defensor colombiano Eder Alvarez Balanta. En Lanús se destacó el empuje de Diego González, pero, sobre todo, las acertadas intervenciones de Agustín Marchesín en momentos clave.

Estos dos equipos se volverán a ver las caras el próximo miércoles en el Monumental, donde ambos deberán mejorar, especialmente en la generación y en la puntada final para conseguir el doble premio, ya que estarán en juego el boleto para las semifinales de la Sudamericana y el ingreso directo a la Libertadores 2014. La primera parte fue de demasiado estudio y los dos equipos tomaron excesivos recaudos para evitar ser sorprendios por el adversario.

Los primeros minutos fueron favorables a River, que mostró durante ese lapso mayores variantes para atacar, sobre todo con el colombiano Carlos Carbonero por derecha, la subida de Gabriel Mercado y la movilidad de Manuel Lanzini.

Sin llegarle con claridad a Marchesín, River quiso sorprender con remates desde fuera del área grande, en un momento en que se jugaba lejos de Barovero.

Por su parte, Lanús trató de avanzar en bloque y de ser paciente, desde la adecuada contención en el medio de Leandro Somoza y Jorge Ortiz. El anfitrión de a poco presionó a un River que con el correr de los minutos se diluyó.

Ante la falta de un conductor natural en los Granates, los delanteros, Jorge Pereyra Díaz y el uruguayo Santiago Silva, tuvieron que bajar demasiado en el terreno para entrar en juego y en reiteradas oportundidades arribaron al área mal perfilados o sin resto físico.

Los 15 minutos finales Lanús merodeó el área de River, pero le faltó claridad y precisión. A los 34, Paolo Goltz remató por arriba en una inmejorable posición desde dentro del área y, a los 44, Ortiz cabeceó por encima del horizontal, cerrando una etapa friccionada y sin lucidez de parte de ambos conjuntos, aunque los sureños ofrecieron una imagen colectiva más convincente.

El segundo tiempo tuvo una ráfaga en los primeros minutos de buenas intenciones de parte de ambos y si no hubo goles fue por la excelente intervención de los arqueros. A los 4, González empalmó de llenó un balón tras un córner y Barovero sacó de manera brillante y, un minuto más tarde, fue Marchesín quien se lució frente a Lanzini.

Los dos bandos tuvieron problemas en la elaboración y, a pesar de que hubo más espacios disponibles, se nublaron en los últimos metros.

Lanús llegó de nuevo a los 12 con un mano a mano que Barovero le ganó a Pereyra Díaz y River recién respondió a los 32, con un cabezazo de Germán Pezzella que salvó Marchesín.

En el desenlace, Lanús estuvo cerca de convertir por su empuje y a los 37, tras un gran cambio de frente de Lucas Melano, fue Barovero quien lo privó del gol a Lautaro Acosta y, a los 45, fue el ex atacante de Belgrano el que se perdió la conquista ante el arco de los Millonarios.