México muere en Costa Rica: resucita en Panamá

SAN JOSÉ, Costa Rica (Por Rafael Ramos, Enviado Especial).--

México murió en San José y resucitó en Panamá. México muere víctima de sus errores y es redimido en el Canal por Estados Unidos.

Costa Rica 2-1 México y Panamá 2-3 EEUU.

México va a la repesca ante Nueva Zelanda, y se escapa gracias a EEUU de la fosa común de los desahuciados, en un suicidio prolongado, penoso, dramático, pero que al final sobrevive en un acto de escapismo por la proeza estadounidense en Panamá.

México se arrima a la repesca como menesteroso, como indigente, harapiento, apenado, como un cuarto lugar que no es capaz de conseguir por sí mismo, sino sólo gracias a los favores de su más acérrimo rival en la Concacaf: Estados Unidos.

SÍ: México murió en San José, pero lo redimieron y resucitaron en Panamá.ip

Costa Rica le hizo dos al Tri, pero pudieron ser muchos más, desde balones a los postes, un penalti no marcado, y precipitaciones de los delanteros ticos, significaron la diferencia enclenque del 2-1.

¿Culpa o responsabilidad del trámite de esta noche en San José? Los reflectores crueles e impíos se ensañan con Chicharito Hernández en una jornada patética, donde dos desaciertos suyos, arruinaron dos de las mejores oportunidades de México.

¿Costa Rica? Simplemente le pasó por encima al Tri que apenas por momentos logró equilibrar las acciones.

ENTRE ERRORES Y HORRORES...

Nervio más que nervios. Así arranca el Tri. Precipitaciones e imprecisiones en un despliegue ofensivo asfixiante de Costa Rica, que apenas a los '8 desperdicia la primera. Servicio venenoso de Oviedo que encuentra a Bryan Ruiz, pero su disparo se escurre a la izquierda de Ochoa.

Mientras tanto, ya a al '2, Walter López había mandado una señal directa de sus intenciones. Amarilla a Oviedo por una plancha sobre Zavala que imploraba la roja directa.

Costa Rica es el cacique. Presiona intensamente y recupera. México, respira menos que un pez asmático. Siente el agobio. Su mejor docencia táctica es el pelotazo a los limbos de la cancha.

La tribuna pisa la cancha azuzando. Desde oles continuos, hasta rechiflas cuando la toma el Tri, hasta gritos de "Vamos, Panamá; vamos, Panamá". Coalición centroamericana.

En un respiro, al '18, México pone a transpirar a los ticos, con la conexión Gullit-Oribe, pero torpemente, Chicharito Hernández arruina la ventaja para México en un error gravísimo de desatención y desconcentración.

Costa Rica encontraría su premio al dominio al '25. Nervios, desatención, pánico, pero la defensa de México permite que el balón se paseé por su zona de fusilamiento. Bryan Ruiz no perdona. Patea con la ansiedad, la rabia, el anhelo de toda una nación y fusila a Guillermo ochoa. 1-0.

La imagen más dramática mientras el Estadio Nacional se convulsiona de éxtasis y danza de vida y de muerte, en ese entorno, Javier Hernández se tapa el rostro. El Chicharito sabe la dimensión de su error, de su horror.

SAN ORIBE REDENTOR DE CASOS PERDIDOS...

Pero el futbol parece dispuesto a expiar el alma de Chicharito. Minuto 28. De nuevo Gullit y de nuevo dando claridad. Hernández se trompica con Navas. La pelota queda a la deriva, ansiosa de una cazador sin miedos, de un depredador sin piedad.

Y aparece Peralta, como siempre, infalible, oportuno, redentor, salvador, emancipador de los miedos colectivos y su disparo silencia el estadio, alebresta el marcador, con un alarido que rebota hasta Panamá con el 1-1, cuando los canaleros ganaban 1-0 a EEUU.

Y de nuevo, como ocurrió ante Panamá con el gol de Raúl Jiménez, hay un hombre más conmovido que el mismo anotador, es el Chicharito, quien cabalga nuevamente, en córceles de heroicidad ajena.ip

El 1-1 no aplaca ansias. Ni de unos que quieren la victoria como ofrenda para una nación sedienta de venganza, ni de los otros, que saben que hacen malabares suicidas en el precipicio de ser eliminados. No hay pausas, porque los dos quieren la reivindicación del marcador, mientras los ticos encuentran por su corredor derecho, a un frágil, tibio, asustado Torres Nilo.

Pero el alma en pena deambula y reaparece. El jugador que llegó a ser el epitome del gol para México se convierte en el epítome del ridículo: Chicharito falla de nuevo. Y al '42, cuando habría sido clave.

Layún (con Gullit los notables del Tri) a fondo. Hernández pica a la cita irrefutable de gol. Pero sus miedos a sus propios miedos se posesionan de él. El medio gol de Layún y su miedo al gol, lo canjea en un bochorno, cuando tenía perfil y un balón a modo para asesinar.

LA AGONÍA DEL DRAMA

México no hace cambios en el regreso, aunque parecía tiempo de expiación para Chicharito y Torres Nilo, pero Vucetich, enemigo de decisiones drásticas, los mantiene, y el mejor cómplice aparece en el nerviosismo y ansiedad de Costa Rica quien anhela insanamente la goleada, antes de hacer el segundo.

En la intensidad del juego, la rudeza empieza a enrarecer el juego, y una amarilla innecesaria se la lleva Chicharito Hernández, además de que fue finalmente relevado por Raúl Jiménez, en medio de una cascada de abucheos por la tribuna tica.

Pero la agonía del Tri estaba emplazada para el minuto 64. La autopista sin cuota en que está convertido Torres Nilo facilita la ventaja para los ticos. El servicio es una entrega de flores en San Valentín. Los defensas sólo contemplan la estampa de Saborío y el remate impecable 2-1 en el estremecimiento del Estadio Nacional, mientras que EEUU jugaba para México al hacer el 1-1 el mexicano despreciado por la selección mexicana: Michael Orozco.

Vucetich hace el último esfuerzo: Gio y Brizuela a la cancha. Finalmente saca a Torres Nilo y a Aquino, pero la mejor reacción es de Costa Rica a los '74. cuando estrella el balón en el poste izquierdo del vencido Ochoa. ip

Pero México ya no tiene ideas en la cancha, menos aún espíritu. Reacciona a empujones, por inercia, como estertores de un muerto, y el desaliento es mayor cuando el alarido en la tribuna les anuncia que Panamá tiene un 2-1 sobre EEUU.

México se asfixia con su propio vómito de impotencia, superado ampliamente por Costa Rica, y de esa manera el Tri muere en San José, pero resucita al final de manera penosa en Panamá, con respiración de boca a boca de EEUU, que ellos sí, con coraje, con futbol logran darle la vuelta a Panamá 3-2 en tiempo de compensación, dando una clase de orgullo y amor propio a los aztecas.