Inter es derrotado por paliza ante Cagliari en casa con un 4-0

ROMA -- Un verdadero desastre consumó este domingo Inter al caer 4-1 ante Cagliari, que era colista, ante los ojos estupefactos de su dueño, el magnate indonesio Erick Thohir, llegado desde Sumatra con su esposa Elizabeth Tjandra para lo que pensaba que sería una fiesta.

Fue todo lo contrario. Cagliari, dirigido por Zdenek Zeman y que no ganaba en San Siro desde hacía 20 años, abrió la cuenta a los 10' con Marco Sau, tras error de la zaga. Inter igualó a los 17' con el ítalo-argentino Pablo Osvaldo, tras pase de tiro libre de Rodrigo Palacio.

Pero a los 28' fue expulsado el nipón Yuto Nagatomo (doble amarilla) y a los 30' el sueco Albin Ekdal aprovechó un rebote del arquero Samir Handanovic y marcó el 2-1, que subió a 3-1 a los 33' tras estupenda jugada personal del colombiano Víctor Ibarbo.

Ekdal completó su triplete a los 43', un minuto después que Handanovic atajó un penal a Andrea Cossu.

En el segundo tiempo, el DT Walter Mazzarri hizo entrar al colombiano Fredy Guarin por el chileno Gary Medel, a Danilo D'Ambrosio por el brasileño Dodó y hasta recurrió al lesionado Mauro Icardi por Palacio.

Fue inútil. Inter, que sufrió su primera derrota y perdió la chance de subir al tercer puesto, fue despedido por una estruendosa silbatina, después que sus "tifosi" ridiculizaran a sus jugadores con sonoros "olé", festejando las jugadas con las que los hombres de Zeman retenían la pelota.

"La responsabilidad es mía. Manejé mal las rotaciones. Hay jugadores que no resisten disputar tres partidos en ocho días.

Fuimos un equipo fundido, con gente que no podía jugar, con la mente empañada y las piernas que pesaban toneladas", dijo Mazzarri.

El DT admitió que el equipo no supo llegar al entretiempo rearmando el esquema tras la expulsión de Nagatomo, un falló severo, dijo Mazzarri, que criticó al árbitro Luca Banti por no actuar de igual modo ante faltas de Cagliari.