Jovetic castiga la indulgencia sueca y salva un punto para Montenegro

MADRID (EFE) -- Jovetic salvó de penalti un empate para Montenegro en Podgorica (1-1) frente a una Suecia que fue mejor y tuvo más oportunidades, pero que desperdició la ocasión de lograr un triunfo que la acercase a la Eurocopa.

Suecia lo tuvo todo de cara, gracias a un tanto tempranero de Ibrahimovic, de vuelta con la selección tras más de un mes lesionado. Fue una jugada de carambola tras un horrible despeje de Tomasevic, que rebotó en Durmaz y dejó el gol a tiro.

El 0-1 le dio a Suecia tranquilidad para mover la pelota y para presionar arriba a Montenegro cuando la perdía, lo que dejó al descubierto la debilidad de la zaga local y dificultó la salida en ataque del equipo balcánico, que extrañó mucho a Vucinic.

El delantero del PSG perdonó el segundo en dos ocasiones claras. La primera, en una internada de Forsberg, cuyo pase atrás mandó alto cuando el gol parecía hecho. La otra, una acción individual que acabó con un remate cruzado que salió rozando el palo.

A Montenegro le costó crear ocasiones, y salvo alguna arrancada de Jovovic, sólo llevó peligro a balón parado, con un cabezazo de Savic y dos de Jovetic, sobre todo uno que Isaksson envió a córner en una gran estirada.

La segunda parte fue un ejercicio de voluntarismo y de impotencia de Montenegro frente a una demasiado conservadora Suecia.

El equipo local tuvo más la pelota, pero le costó un mundo acercarse a Isaksson. Las oportunidades más claras fueron de los visitantes, que pudieron cerrar el partido en un par de contras mal finalizadas y un tiro al palo de falta directa de Ibrahimovic.

Fue de lo poco que hizo en la segunda parte la estrella sueca, que con el paso de los minutos pagó su inactividad.

Montenegro, que ya había perdonado el empate a balón parado en un remate fallido de Basa, se encontró sin embargo con un penalti dudoso por una caída de Jovovic, que Jovetic transformó.

A Suecia le entraron de repente las prisas, pero Ekdal mandó al limbo un pase de la muerte de Durmaz con todo a favor.

El mediocentro sueco se resarció en el descuento con un remate que entró junto al palo, pero el árbitro anuló el gol al pitar una discutible falta de Thelin.

Con físico y energía, Austria se trabajó un par de ocasiones al comenzar la segunda parte, la más clara un disparo de Arnautovic desde la izquierda del área tras un pase de Christian Fuchs.

En los siguientes minutos Rusia perdió chispa y parecía conformarse por el empate, mientras que Austria no perdía la fe en la victoria.

Y en medio de un encuentro desquiciado, el técnico austríaco, Marcel Koller, leyó bien el partido: retiró a Marc Janko, un tanque de 196 centímetro, y metió al velocísimo Rubin Okotie. Todo un castigo para los pesados centrales rusos.

Okotie revolucionó el partido y tras una jugada ensayada estuvo a punto de marcar: Akinfeev salvó sobre la línea y el banquillo alpino pidió gol al considerar que el cuero cruzó la cal.

Y apenas un minuto después, en el 73, Okotie engatilló contra las redes un gran pase de Harnik al corazón del área. El banquillo ruso protestó que el austríaco estaba en fuera de juego.

Desde ese momento a los de Capello les entraron las prisas, y sin demasiados planes se lanzaron al ataque, mientras que los alpinos apostaron por la velocidad de Okotie para mantener a raya a la zaga rusa.