Espanyol cierra el año con goleada

BARCELONA (Jordi Blanco, corresponsal) -- A lomos de un Stuani omnipresente, el Espanyol cerró el año de la mejor manera. Goleó 4-2 al Valladolid para alejarse de peligros y tomarse las fiestas de Navidad con tranquilidad. Asustaba el partido por el lío en que podía meter a los blanquiazules, pero el susto duró un suspiro.

Vestido con sus mejores galas, mostrando esa imagen de principio de curso donde la ambición era la carta de presentación ideal, el Espanyol atropelló a un rival dormido bajo el sol de Cornellà. A los cuatro minutos Rueda entró a destiempo a Stuani cuando el uruguayo ingresó al área y el claro penalti transformado por Sergio García cambió el argumento esperado.

A contrapié se encontró de pronto el equipo pucelano frente a un rival enchufado como hacía tiempo no se veía. Los de Aguirre, cómodos en el campo, ataron en corto el centro del campo y la pareja formada por David López y Víctor Sánchez reencontró su mayor brillantez.

Stuani puso la tranquilidad antes de llegar al descanso rematando una jugada de Sergio García y la segunda mitad tuvo ya un discurso absolutamente distinto, con el Espanyol centrado en mantener la renta y el Valladolid tan voluntarioso como impotente.

En apenas dos minutos cerró dudas el equipo del Vasco, convirtiendo la victoria en goleada, con el doblete del uruguayo, antes de que en los minutos de la basura los castellanos salvaran el honor con el gol de rigor de Javi Guerra (suma cinco en tres partidos) y el definitivo de Víctor Pérez.

La goleada acabó convertida en un simple triunfo que pudo ocultar la solvencia del Espanyol, con un final de partido irreal en que el Valladolid a punto estuvo, incluso, de marcar un tercer gol, pero a la vista de lo contemplado durante los primeros 75 minutos, las sensaciones no pudieron ser mejores para los periquitos.

Presión arriba, intensidad, confianza, garra... Las claves que dispararon al Espanyol en el inicio de curso regresaron al primer plano en el cierre de este 2013. Al Valladolid le superó la exigencia del rival. Maquilló al final el marcador pero, para nada, tuvo la ocasión de discutir el triunfo local.