Aymen Hussein anotó el segundo gol de Irak y tras el festejo, su equipo se quedó con uno menos ante Jordania.
El futbol siempre generará decisiones discutibles, pero, considerando que esta ha sido la primera Copa Asiática de la AFC donde el VAR ha sido empleado durante todo el torneo, las cosas han ido relativamente bien hasta ahora. No obstante, todo eso cambio después de un gran momento de controversia que se vivió en el enfrentamiento de octavos de final entre Irak y Jordania, que finalmente terminó con una victoria por 3-2 para este último al producir una milagrosa remontada con dos goles en tiempo de descuento. Sin embargo, la emoción y el drama que se sirvieron durante el juego, ciertamente quedará eclipsada, y no será sorprendente si Irak está llorando por años por el polémico trabajo arbitral. En lo que resultó ser un encuentro duro, las cosas fueron inicialmente lo más justas posible, y fue Jordania quien tomaría la delantera justo en el último minuto del primer tiempo a través de un esfuerzo de Yazan Al-Naimat. Lo que siguió parecía que sería recordado como una de las celebraciones de gol más memorables de la Copa Asiática, ya que Al-Naimat salió corriendo del campo de juego antes de reunirse con otros cuatro compañeros de equipo y sentarse con las piernas cruzadas detrás de los banquillos de suplentes mientras imitaban la acción de comer con las manos, como es práctica común en muchas partes de Asia. Saad Natiq igualó para Irak en el minuto 68 y luego, ocho minutos después, llegó el momento polémico. El delantero estrella de Irak, Aymen Hussein, encontraría el fondo de la red para poner a los Leones de Mesopotamia 2-1 por delante y se dirigió al tiro de esquina, donde realizaría la misma celebración exacta que Al-Naimat había hecho en la primera mitad. Es fácil asumir que lo hizo como respuesta a Jordania, pero eso es puramente una cuestión de interpretación. Hussein no se quitó la camiseta, el acto más común en el futbol que incurre en una tarjeta amarilla por "celebración excesiva", ni salió del campo de juego, que de hecho es lo que hicieron los jugadores de Jordania. Hussein también estaba mirando hacia la línea lateral, pero en una posición del campo donde no habría tenido ningún oponente en su línea de visión, por lo que también es difícil ver cómo podría haber sido "conducta antideportiva". También debe tenerse en cuenta que ninguno de los jugadores de Jordania parecía estar particularmente ofendido por la replicación de su celebración por parte de Hussein. Por lo tanto, es comprensible por qué Hussein y el resto del equipo de Irak parecían incrédulos cuando el árbitro Alireza Faghani procedió a mostrarle una amarilla, lo que, dado que ya había sido amonestado, significaba que era expulsado. Faghani es un árbitro respetado y considerado como uno de los mejores árbitros de Asia, con más de dos décadas de experiencia, incluidas las ediciones de la Copa Mundial de la FIFA de 2018 y 2022. Debe haber pasado por un proceso de pensamiento exhaustivo antes de tomar su decisión, pero es una decisión que será discutible dado que parece derivarse de una cuestión de interpretación, razón por la cual ha surgido la controversia. Dado que también fue una segunda amarilla y no una tarjeta roja directa, eso significó que el VAR no pudo intervenir y recomendarle una revisión. Estableció el escenario para un final emocionante con Jordania ahora teniendo una ventaja numérica. A pesar de los valientes esfuerzos de Irak, concederían un empate a Yazan Al-Arab en el quinto minuto de tiempo de descuento y, justo cuando parecía que realmente podrían tener dificultades en tiempo extra, los 30 minutos adicionales ni siquiera fueron necesarios ya que serían dejados atónitos por el gol de la victoria de Nizar Al-Rashdan en el minuto 97. Jordania merece elogios por el espíritu que mostraron, pero el partido ciertamente habría sido muy diferente si hubiera sido 11 contra 11, especialmente dado lo bien que Hussein, el máximo goleador del torneo, estaba jugando. Mientras los jordanos avanzan hacia un enfrentamiento en cuartos de final con Tayikistán, Irak se dirige a casa. Y lo harán plagados por un sentimiento de injusticia ya que la edición 2023 de la Copa Asiática tuvo su primer gran momento de controversia.
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