LOS ÁNGELES -- Los Angeles Clippers sobrevivieron gran parte de la semana sin la presencia de su líder y aprovecharon su oportuno regreso para extender la actual racha ganadora a cuatro triunfos.

La victoria ante los Washington Wizards fue una nueva prueba superada y, en conjunto con los halagos ante Memphis Grizzlies, Houston Rockets y Minnesota Timberwolves les permitió tomar más envión, justo cuando se cumplió exactamente la mitad de la temporada regular.

La tropa de Vinny Del Negro debió batallar más de lo esperado el sábado, ya que su rival atraviesa su mejor momento de la campaña y vendió cara la derrota.

Para lograr el objetivo, se beneficiaron de la presencia en cancha de Chris Paul, quien se mostró un tanto fuera de ritmo pero igual de letal a la hora de la verdad.

El armador, quien tuvo una pobre noche desde el campo al igual que virtualmente todos sus compañeros, acabó con 22 puntos y 11 asistencias y fue clave para ahogar las esperanzas rivales sobre el final.

"Chris sabe lo que hace", dijo Del Negro. "Estará enojado por las pérdidas pero tuvo un gran triple con cinco segundos, otro tiro desde el codo y algunos tiros libres. Chris es un definidor para nosotros".

El base mostró secuelas de su contusión en la rodilla pero se las ingenió para dejar su marca.

El resto de la nómina también colaboró, y más que nunca el triunfo debe ser considerado un trabajo en conjunto, con el crédito repartido casi equitativamente.

Los Clippers superaron a los de Randy Wittman por 58-43 en los tableros y contaron con al menos cuatro jugadores con más de siete en su haber.

"Yo tuve 6 de 16 y Blake [Griffin] tuvo 5 de 18", apuntó Paul sobre la falta de puntería. "Eso no va a pasar la mayoría de las noches. Lo más importante es que tuvimos 93 intentos al aro y ellos 77. Ahí es donde ganamos, con los rebotes ofensivos".

Los de rojo, blanco y azul solo acertaron en 36 por ciento de sus disparos y por esto fue clave la abultada diferencia en intentos al canasto.

TODO TRIUNFO SUMA

Griffin insistió que el triunfo fue lo más importante de la noche, asegurando que muchas veces no interesa cómo se logran.

El delantero aportó un nuevo doble-doble, además de tres asistencias y un robo en una noche en la que las cosas no salieron a su favor muy a menudo.

"No sé qué pasó", reconoció. "Estaba a dos pies del aro y mis tiros no entraban. Que CP y yo tiremos ese porcentaje es duro porque nos pone en malas posiciones. Tengo que hacer un mejor trabajo".

Esta ha sido precisamente una de las marcas registradas de estos Clippers, ya que de una forma u otra generalmente son capaces de descifrar a su rival y conseguir el objetivo.

"No todos los juegos van a ser fáciles", reconoció Lamar Odom. "A veces hay que ganar con garra. Es un proceso".

Ese proceso no ha sido sin sobresaltos, pero ha devenido en una identidad defensiva que hace las veces de red protectora en noches donde la ofensiva simplemente no carbura.

"Tenemos que ser capaces de conseguir paradas", resumió Matt Barnes. "No tiramos bien y John Wall siguió atacándonos y yendo a la línea, pero pudimos controlar a los demás y eso fue importante".

OPTIMIZAN FIGURAS

El punto más importante para rescatar de esta seguidilla de los angelinos ha sido el proceso de aprendizaje y desarrollo por el que han pasado algunos de sus jugadores.

Eric Bledsoe debió tomar las riendas del equipo ante la ausencia de CP3, y los Clippers nunca perdieron el rumbo y mantuvieron el invicto ante rivales de peligro.

"No hay nada que Eric no pueda hacer", apuntó Paul. "Solo le pido que hable un poco más". Grant Hill y Odom también han sido piezas que se pudieron encajar al andamiaje angelino.

El alero hizo su debut esta semana y le causó un buen dolor de cabeza a Del Negro al obligarlo a encontrarle un lugar.

"Grant tiene que encontrar su ritmo pero cuando está ahí afuera se nota que sabe jugar", explicó el dirigente.

"Todos quieren jugar con él porque hace el juego fácil".

A Odom, por su parte, se lo ve cada día más fresco y encontrando nuevas formas de contribuir. El sábado, sus 10 rebotes (cinco de ellos ofensivos) fueron vitales.

"Lento pero seguro", opinó sobre su mayor impacto en los partidos recientes. "El baloncesto no es solo sobre anotar y hay otras maneras de aportar".

Esa actitud, viniendo de un jugador que ha ganado absolutamente todo en la NBA, es lo que define la esencia de esta plantilla.

Gracias a esto, los Clippers son un equipo con todas las letras y nunca pierden la oportunidad de aprender y mejorar, ya sea en la victoria o en la adversidad.