LOS ÁNGELES -- Los aficionados de los Dodgers ya se estaban empezando a preocupar -- lo que, considerando las circunstancias, era una reacción totalmente razonable.

Después de todo, ya había pasado casi un año desde que el equipo y el mejor lanzador de las Grandes Ligas habían empezado a discutir la posibilidad de extender su vínculo con el conjunto angelino. Ambas partes no habían llegado a un acuerdo durante el entrenamiento primaveral, el plazo planteado por el mismo Clayton Kershaw.

Para mediados del 2013, la prensa especulaba con que Kershaw había rechazado un par de ofertas que eran de las más altas de la historia para un lanzador. Mmm.

El otoño y el invierno siguieron su curso mientras los Dodgers llegaban a acuerdos que no eran característicos de este grupo de dueños. Uno casi podría llamarlos fiscalmente cautelosos.

La niebla del año nuevo se disipó y la gente se estaba empezando a preguntar si lo que Kershaw en verdad deseaba era jugar para los Vigilantes de Texas de su tierra natal. ¿O quizás era el glamour y la presión del estadio de los Yankees lo que él quería? Él esperó mucho tiempo por llegar a ser agente libre, 10 meses más no eran nada.

Miembros de la cúpula dirigencial de los Dodgers empezaron a hablar en voz baja sobre como ellos "esperaban" que él quiera ser un Dodger a largo plazo. Opa. ¿Lo esperaban nada más?

Luego llegaron noticias de verdad. No llegaron de parte de fuentes anónimas, sino que de parte de la asociación de jugadores. Kershaw aplicó para obtener un arbitraje salarial junto a otros 145 peloteros de las Grandes Ligas, incluyendo a dos compañeros suyos de los Dodgers, el martes. Uno de ellos era su mejor amigo en el equipo, A.J. Ellis.

Esto en realidad fue un procedimiento de rutina. Si has jugado en las Grande Ligas por una cierta cantidad de años, eso es simplemente lo que haces para cobrar tu sueldo.

Aun así, eso generó más inquietud todavía sobre la posibilidad de que él disputaría la temporada 2014 bajo un contrato por un año con los Dodgers -- esencialmente una alfombra roja que lo llevaría derecho a la agencia libre y muy probablemente a vestir la camiseta de otro equipo.

¿Y ahora? Con la noticia de que Kershaw ha firmado una renovación por siete años y 215 millones de dólares, todo está perfecto. El resto de la pretemporada será sobre alegría e ilusiones, no miedo y limitaciones.

Ahora los Dodgers podrían incorporar a un segunda base experimentado, podrían ir con todo en busca del as japonés Masahiro Tanaka, o podrían simplemente dejar que los rumores sobre su interés en él permanezcan en el aire y suban el precio de su contrato para los Yankees. Eso siempre es divertido.

Hasta los términos del contrato de Kershaw tienen bastante sentido para todos aquellos que están involucrados. Los Dodgers afrontan una situación bastante conveniente, ya que solo deben preocuparse por los próximos siete años en vez de los próximos 10. Kershaw, por su parte, volverá a ser agente libre en el 2020 -- o dos años antes, si él se sale del contrato -- y quien sabe cuánto estarán dispuestos a pagar algunos equipos por un lanzador de 32 años que ya habrá ganado múltiples Cy Youngs para ese entonces.

Lo que los dueños de los Dodgers han logrado al retener a Kershaw es transferir al estrés que sobrellevaban los hombros de la comunidad de simpatizantes de los Dodgers a los suyos. Eso ya es un regalo por sí mismo.

Tampoco vayamos a darle demasiado crédito. El trasfondo de todo esto es el acuerdo con Time Warner Cable, el cual creará un canal dedicado exclusivamente a los Dodgers que saldrá al aire a partir del mes que viene. Para cuando este acuerdo llegue a su fin, le habrá dado unos 6 mil millones de dólares a esos mismos dueños, lo que deposita al contrato de Kershaw bajo una nueva perspectiva. Así que date una palmada en la espalda a ti mismo por un día, ya que al pagar unos cinco o 10 dólares adicionales por mes por tu cuenta de cable permite que Kershaw siga siendo un Dodger.

La pregunta del millón ya no es si Kershaw se irá del equipo, sino que si jugará a la altura de su nuevo sueldo, el más elevado de la historia para un deportista norteamericano. Mientras que gente más inteligente que yo como Dan Szymborski argumentan que Kershaw vale cada centavo -- y hasta quizás unos miles de millones más -- no pretendamos que este acuerdo no está repleto de riesgo. Mark Walter, el principal inversor de los Dodgers, fue justamente el que declaró hace un par de años que el equipo sería cauteloso cuando se trataba de contratar lanzadores. Esto fue lo que él le dijo al diario Los Ángeles Times: "Los lanzadores se rompen".

Desde ese entonces, Walter y los Dodgers han gastado 450 millones de dólares en incorporar lanzadores. Los únicos dos que se han roto hasta ahora, Chad Billingsley y Josh Beckett, ya estaban bajo contrato cuando Walter hizo esas declaraciones.

Sin embargo, las lesiones no son la única preocupación. Ellas son parte de cualquier deporte. Si les vas a pagar este tipo de dinero a los animadores que corren y lanzan y se barren, entonces simplemente debes aceptar que las lesiones te van a preocupar y callarte la boca. ¿Pero qué pasa si no rinde como se espera que lo haga? El ultimo lanzador que había llegado a esta altura de su contrato con dos Premios Cy Young en su poder fue Tim Lincecum, y él ha tenido una marca de 20-29 con un promedio de carreras limpias de 4.76. No pretendas que Lincecum no era excepcional hace un par de años.

Así que si, esto es una apuesta, sin importar que tan bien se sientan todos con las últimas novedades. Sin embargo, la gente involucrada con el negocio del deporte también vende a la historia y a las cualidades dramáticas de este. Todo esto no se hubiese sentido tan puro si Kershaw fuese un Marinero o un Nacional o un Vigilante por los próximos años de su plenitud, no se hubiese visto de la misma manera. Si tú amas a los deportes, te gusta recordarte a ti mismo -- o al menos pretender -- que todavía queda algo de pureza en los partidos, aun si se ven corrompidos por el dinero y la presión.

Sandy Koufax ganó un sueldo de $27,500 a los 26 años y fue duramente criticado por sus colegas por ello. Antes de esa temporada, Koufax poseía una marca con apenas una victoria más que derrotas en su carrera y un promedio de carreras limpias de 3.94. Si en ese entonces los jugadores hubiesen podido ser agentes libres y Koufax lo hubiese sido, una generación previa de simpatizantes de los Dodgers nunca hubiese podido disfrutar de la gloria entre 1963 y 1966, las que quizás hayan sido las temporadas consecutivas más dominantes de un lanzador en la historia de este deporte.

Dejemos que las comparaciones con Koufax sigan su curso. Veamos a Kershaw construir su legado. Veamos si él puede borrar los recuerdos más recientes y amargos de la memoria de los Dodgers, o ese sexto juego de la serie contra los Cardenales de San Luis, el peor de la temporada para Kershaw. Sabemos lo suficiente sobre él como para imaginar que, aun con todo este dinero llegando a su cuenta bancaria, él jugará furioso esta primavera para olvidar a esa noche horrible.

La buena noticia es que él tiene siete años más para compensar a los simpatizantes de los Dodgers por ello. Si evaluamos a las aspiraciones de este equipo y a su talento correctamente, deberían haber muchos más sextos y séptimos juegos en el horizonte. Si tú eres un simpatizante de los Dodgers en este momento, deseas que Kershaw pueda jugar todos y cada uno de ellos.

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