Yasiel Puig lance del bate DodgersChristian Petersen/Getty ImagesYasiel Puig ya es considerado uno de los mejores lanzadores de bate en Grandes Ligas.
LOS ANGELES -- Uno puede decir que algo se ha convertido en un verdadero fenómeno social alrededor de los Dodgers de Los Angeles cuando Vin Scully comenta sobre ello.

Hace dos temporadas, él descubrió a Twitter. Mientras leía un nuevo mensaje en la red social de Shane Victorino, él dijo, "Los Dodgers recibieron un Twitter y el Twitter lee... O, ¿Cómo se diría, Twit?"

En esta temporada, Scully, de 85 años, en ocasiones, ha volteado su refinada mirada hacia los lances del bate de Yasiel Puig. Cuando Scully comenzó a laborar en las transmisiones de los partidos de los Dodgers hace 64 años, un lance del bate habría involucrado a un superhéroe de DC comics maniobrando para escapar de los esbirros del Guasón, no algo que Jackie Robinson habría hecho antes de correr las bases.

Ahora, a la luz de pioneros de lanzadores de bates tales como Barry Bonds y David Ortiz, es algo que ya está enraizado en el béisbol de Grandes Ligas. Como siempre, Scully se mueve al ritmo de los tiempos. Esa es una de las razones por las que él es tan bueno y tan grande.

Hace una semana atrás, luego que Puig conectara un doble contra la base de la cerca del jardín derecho ante el lanzador de los Piratas de Pittsburgh Gerrit Cole, Scully le pidió a su equipo de trabajo que le dieran hacia atrás a la cina para poder hacer algunos comentarios sobre la estética del lance del bate de Puig.

"Lanza el bate a lo alto, quiero decir, que recibe muchos comentarios por ello, pero la bola no se fue", dijo Scully.

"Wow, ese fue un lance bastante alto. ¿Lo podemos ver nuevamente?", dijo Scully, con algo de temor en su voz. "Si uno quiere realmente aprender como lanzar el bate, quiero decir que aquí está el maestro. Quiero decir, observen su lance. Oh sí, ahí lo tienen. Quiero decir, él pensaba que era cuadrangular, pero definitivamente no fue jonrón. Ya que fue solo un doble, debió haber lanzado el bate con la mitad del esfuerzo".

Puig ha llevado a muchos en torno a los Dodgers a nuevos lugares desde que llegó a las Grandes Ligas hace un año, aniversario que se cumplió el martes. Con gusto ellos se han montado en el carro de la actuación historica que él ha tenido. En ocasiones, ellos tienen problemas para seguirle el rápido paso que él tiene en el terreno, aunque ha bajado en algo el ritmo en áreas donde muchos lo catalogaban de imprudente. Ellos han luchado por mantener la imagen del equipo cuando él ha cometido un error fuera del terreno.

Y ahora, ellos están en una posición de ser la más nueva escuela dentro de la nueva escuela.

Los Dodgers decidieron tomar posición en la frontera de la reforma cultural dentro del béisbol. Luego que Madison Bumgarner de los Gigantes confrontara a Puig cerca del plato el mes pasado por su lento recorrer de las bases, el manager de los Dodgers Don Mattingly dijo esencialmente que los equipos tienen que tomarlo con calma sobre las reglas no escritas del béisbol.

"Los tiempos están cambiando", dijo Mattingly. "No creo que haya vuelta atrás. Esos tiempos quedaron atrás. Los días en los que un chico hacía algo y era castigado, porque todo el mundo lo hace, eso ya no existe".

Todavía hay unas pocas cepas de la vieja escuela que quedan en el camerino y en las oficinas de los coaches de los Dodgers, pero ellos están evolucionando también.

En realidad Puig ha puesto a los lanzadores de los Dodgers en la difícil posición de no poder objetar ninguna muestra de comportamiento considerado fuera de lugar en los otros equipos. Si el "maestro" del lance del bate usa tu mismo uniforme, ¿cómo te vas a molestar por la celebración de otro jugador?

"Personalmente no me gusta cuando me lo hacen a mí, pero uno tiene que pensarlo en dos vías", dijo el veterano de los Dodgers Dan Haren. "Cuando permito un cuadrangular y el pelotero lanza el bate, probablemente va a haber alguien en mi equipo que haga algo similar. Bumgarner se molestó con Puig. Bueno, cada vez que [Angel] Pagán se embasa, hace un tipo de gesto o saludo. Uno tiene que mirar a su propio equipo. Todo el mundo hace algo, así que yo ahora no presto realmente atención a eso cuando estoy lanzando".

Mattingly dijo, "¿Cómo podemos decir algo? ¿Cómo realmente cualquier equipo puede decir algo? No te puedes molestar con el otro equipo cuando alguien en tu mismo equipo lo hace".

Josh Beckett dijo que eso solía molestarle. Y entonces llegó a Boston y jugó con David Ortiz y Manny Ramírez.

"Solíamos echar bromas sobre eso", dijo Beckett. "No nos podíamos encoj& por eso con nadie, porque nosotros teníamos dos de los peores tipos en las liga en cuanto a celebrar jonrones se trataba. Ortiz y Manny se paraban allí a mirar sus cuadrangulares, así que uno termina pensando, los chicos de mi equipo lo hacen, los del otro equipo lo hacen, eso es lo que eso. No puedes pararte allá afuera y, ¿a hacer qué? ¿Golpear a todo el mundo? Yo he aprendido a solo tratar de divertirme".

Como es usual, lentamente el béisbol está permitiéndose a sí mismo tener un poco de más diversión. El ex lanzador de Grandes Ligas Dirk Hayhurst escribió una historia para Deadspin esta semana en la que tildó las reglas no escritas del béisbol como algo "completamente arbitrario".

"Una cosa sería si hubiese consistencia a lo largo del béisbol -- si todo el mundo siguiera las mismas reglas, entonces habría algún peso de facto detrás de ellas", escribió Hayhurst. "Pero en cambio hay 30 equipos diferentes con 30 libros de reglas no escritas".

Esto explicaría por qué un equipo, los Diamondbacks de Arizona en la temporada pasada, se quejaban bastante del comportamiento de Puig, mientras que otros equipos lo dejaban pasar repetidamente. ¿Acaso es realmente tan malo que un jugador pase cinco o seis segundos admirando su batazo? ¿Vale la pena que se le lance un objeto potencialmente letal a su cabeza a 92 mph? Uno de los compañeros de Bumgarner, Tim Hudson, dijo lo que podría ser considerado el mejor comentario sobre todo este asunto.

"Le dio en la madre a la pelota, así que yo habría lanzado el bate también", dijo Hudson.

Los fanáticos de los Dodgers adoran el estilo de Puig y los fanáticos de los contrarios de los Dodgers usualmente lo detestan. Su emoción natural tiene manera de llegar hasta las alturas del estadio y llegar hasta las salas de aquellos que ven los partidos por TV (los pocos que pueden hacerlo en L.A.). Si eso le cae mal a los otros equipos, pues que así sea. El expresarte contra eso, según piensan ellos, solo te va a colocar en el lado contrario del cambio social.

"A los fanáticos les gusta el estilo de los jugadores, les gusta cuando los jugadores tienen personalidad, así que sí es bueno para el juego, pues grandioso", dijo Haren. "Yo estoy totalmente a favor de la mejor experiencia posible para el fanático, porque realmente no habría béisbol sin fanáticos. Así que, sí les gusta, pues que lo sigan haciendo".

Y sin permiso o con él, el Maestro lo va a seguir haciendo.

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