El brillo de Kobe Bryant debería significar el brillo de Los Angeles Lakers. Nada más lejos de la realidad.

Las actuaciones de Black Mamba en el cúmulo de despropósitos laguneros son para enmarcar, a pesar de ello, su esfuerzo, efectividad y capacidad de liderazgo no están siendo suficientes para sacar a flote un navío que se hunde por momentos.

Otra vez más, Kobe dio una lección de efectividad en la derrota ante Cleveland Cavaliers al anotar 42 puntos. Se trata de la tercera ocasión que supera las 40 unidades, una cifra maldita que no se traduce en victorias: cuando Kobe llega a las cuatro decenas de puntos o más, el equipo no fue capaz de vencer a sus rivales.

Y lo hizo en la derrota ante Los Angeles Clippers en el tercer juego de esta campaña y ante Indiana Pacers. En ambas citas llegó a los 40 puntos.

El jugador promedia 33,3 puntos cuando el equipo sucumbe y 23,4 cuando vence, algo que sucedió en nueve ocasiones. Las ocho últimas citas que perdieron los laguneros, se produjeron después de que Bryant superara los 30 puntos por encuentro. Los Lakers tan solo pudieron vencer en una ocasión cuando el jugador superó la treintenta.

La dependencia del juego ofensivo en Kobe es máxima, algo que no está beneficiando a los laguneros. El desequilibrio es manifiesto en este sentido. Los Cavaliers tuvieron a cuatro jugadores que fueron capaces de superar los 17 puntos Kyrie Irving (28 puntos), Anderson Varejao (20 puntos), Alonzo Gee (17 punto), C.J. Miles (28 puntos). Tres de ellos lograron anotar más de 20.

Del lado lagunero, los únicos capaces de superar los 17 puntos fueron Kobe y Dwight Howard (19 puntos).