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Cotto y Margarito atizan vieja rivalidad

LOS ÁNGELES -- Miguel Cotto y Antonio Margarito saldarán algunas cuentas pendientes este sábado, cuando se vuelvan a enfrentar en un cuadrilátero, en este caso, en la tarima del histórico Madison Square Garden, en la Gran Manzana.

Y como sucede a menudo en los duelos pugilísticos entre puertorriqueños y mexicanos, los dimes y diretes, las brabuconerías y las actitudes propias de matones, están a flor de piel.

Es que los antecedentes entre ambos no están como para que se manden flores.

El boxeador de Tijuana terminó con el invicto de Cotto, hace poco más de tres años, en Las Vegas, en un descalabro, TKO en once episodios, que el boricua atribuye a las trampas de su rival.

A lo largo de las giras promocionales para el combate de revancha, en cada rueda de prensa, Miguel Cotto mostraba a todos los reporteros, desde su teléfono móvil, una foto de Antonio Margarito, izado en hombros por su gente, luego de aquel contundente triunfo, el 26 de Julio de 2008.

Cotto señalaba que en la imagen se advertían ciertas irregularidades en las vendas del mexicano, lo que demostraba, según la apreciación del pugilista puertoriqueño, que le había ganado utilizando un vendaje alterado.

Las acusaciones de Cotto han subido de tono y en la última conferencia, celebrada a mitad de semana, en Nueva York, ha llamado "criminal" a Margarito.

La realidad, es que resulta difícil, cuando no imposible, probar que el tijuanense utilizó algún artificio, algo illegal en sus guantes, en aquel combate frente a Cotto.

Lo que sí es un hecho juzgado, es que en su pelea del 24 de enero de 2009, en el Staples Center de Los Ángeles, que Margarito perdió ante Shane Mosley, la Comisión Atlética de California le descubrió un vendaje alterado, con una substancia no revelada, pero que provocó una suspensión de un año para el peleador mexicano, lo mismo que para Manuel Capetillo, hasta entonces, su mánager.

Sin embargo, esa sanción, no es una prueba de que Margarito haya hecho trampa alguna en combates anteriores. Aunque, tampoco existen elementos como para declararlo completamente inocente.

Y de esa duda se ha valido Miguel Cotto para vapulear verbalmente a su rival y para pisotear su imagen.

Margarito, mientras tanto, ha repetido una y mil veces que no es un boxeador sucio y que repetirá la paliza a Cotto, en un pleito en que, por aquello de las cochinas dudas, las vendas que utilizarán ambos pugilistas estarán depositadas ante la Comisión de Nueva York que sanciona la velada.

Más allá de toda la controversia que rodea a esta revancha, ambos contendientes necesitan del triunfo, para darle un nuevo aire a sus respectivas carreras, que parecen ir rumbo al sur.

Los dos han sido masacrados, en fechas recientes, por un rival en común: Manny Pacquiao.

En el caso de Margarito, llevó la peor parte, pues la paliza ante el Filipino, en Texas, casi termina por retirarlo, por las graves lesiones sufridas en un ojo.

A sus 33 años de edad, el de Tijuana no es un viejo, pero vale recordar que desde su triunfo ante Miguel Cotto, en 2008, solo ha sostenido tres peleas y fue noqueado en dos de ellas.

Es decir, una derrota frente a Cotto, lo pondría definitivamente en el umbral del retiro.

Por ello, Tony está combatiendo contra un oponente enfurecido, luchará por conservar su vigencia en el boxeo y tratará de noquear a todas las sospechas que manchan su historial.

Por lo que se refiere a Miguel Cotto, se puede concluir que, ni ganando, ni perdiendo, podrá demostrar, fuera de toda duda razonable, como se exige en materia de derecho, que Margarito cometió ilícito alguno en su primera pelea.