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¿Qué falló antes de ganarle a Detroit?

Mike Brown abandonó la ofensiva "Princeton" ante Detroit Andrew D. Bernstein/NBAE/Getty Images

LOS ÁNGELES -- Los Angeles Lakers agarraron oxígeno poco antes de tocar fondo tras vencer a Detroit Pistons. Se trató de una victoria vital, sobre todo para Mike Brown, que veía cómo sus experimentos ofensivos fracasaban una y otra vez. Con este primer encuentro ganado, los laguneros no son más buenos que antes; igual que antes no eran más malos que ahora. Simplemente hubo aspectos que no funcionaron y que ahora parecen haber ido a mejor. Pero no nos engañemos, todavía queda mucho por delante y una derrota ante Utah Jazz el miércoles volvería a encender las alarmas.

Si hay algo que se sacó en claro ante Detroit fue que Brown no abusó de la ofensiva Princeton, sino que la circulación del balón y rotaciones fueron por momentos; nunca excesiva como se pudo ver ante Dallas, Portland y Clippers. Este hecho trajo varias consecuencias directas que propiciaron una mejora no sólo del conjunto, sino en el plano individual de algunos jugadores. En el aspecto defensivo también se vieron diferencias que beneficiaron al equipo.

Entonces, ¿qué fallo antes de la victoria frente a Detroit?

Fallaron los nuevos preceptos ofensivos, que luego de un mes y 11 partidos no calaron en los jugadores y brindaron infinidad de concesiones a sus rivales.

PÉRDIDAS DE BALÓN
Fue sin duda el talón de Aquiles de los laguneros tanto en la pretemporada como en los tres primeros encuentros de competición. La excesiva circulación del esférico y las dificultades para ejecutar fueron un lastre que condicionó al equipo demasiado.

Las rotaciones no parecían naturales y se notaba que los nuevos conceptos estaban lejos de estar asentados. Faltó fluidez y confianza y el juego acaba siendo apresurado y carente de ritmo. La mejoría ante Detroit fue sustancial en este sentido.

Los jugadores estaban más sueltos, y aunque hubo momentos de buena circulación, no vacilaron en tirar de pintura antes de haber dado siete pases alrededor del perímetro. La media de pérdidas de balón después los cuatro primeros encuentros de temporada regular es de 18,5 y se concedieron casi 23 puntos por encuentro. La fluidez ante los Pistons trajo consigo 15 pérdidas y 21 puntos concedidos. No es un balance bueno para nada, pero al menos mejora lo anterior.

CONTRA ATAQUES
Se trata de una consecuencia directa de las pérdidas de balón. Las jugadas laguneras que se desvanecieron de esta manera propiciaban que sus rivales se plantaran en el aro contrario con tan solo un pase. El encuentro ante Detroit fue el que menos contra ataques permitieron los pupilos de Brown con 12. En el encuentro de apertura ante Dallas Mavericks fueron 13; ante Portland Trail Blazers, 19 y frente a Los Angeles Clippers, 21.

Pero la fluidez y la mejoría defensiva que mostraron los laguneros en su única victoria también propició un aumento de los contra ataques a favor. Ante los Pistons realizaron 11 contras, el juego en el que salieron y ejecutaron con más velocidad. Frente a los Clippers fueron 10, seis contra Trail Blazers y siete ante Dallas.

TORRES GUÍA
Pau Gasol y Dwight Howard fueron primordiales para maquillar el mal comienzo de competición y el juego directo de los Lakers desplegado el domingo les vino como anillo al dedo. La pintura se convirtió en la zona más prolífica de angelinos y se notó que hubo mucha más confianza, sobre todo en Howard.

Su envergadura le convierte en el rey de la zona, y es ahí donde expone todo su potencial. Anotó 28 puntos con un balance de 12 sobre 14 y se vieron los primeros atisbos de basket espectáculo. Firmó alley-oops y se entendió a la perfección con Gasol y Kobe Bryant. Atención al dato del número de asistencias de Bryant, que con ocho, se erigió como el jugador que más últimos pases brindó, muchos de ellos a Howard.

En los juegos anteriores, el esférico tardaba mucho en llegar al centro y en ocasiones se perdía antes de que recalara en sus manos. El mismo Bryant agarró la batuta ante los Clippers para evitar tanta circulación y ejecutó 40 puntos. Bien es cierto que lo de Howard es una cuestión de agarrar la forma después de tanto tiempo, pero ante Detroit se le empezó a ver mucho más imponente.

MAYOR SOLIDEZ DEFENSIVA
Los tres primeros encuentros mostraron las vergüenzas defensivas de los laguneros. No fueron capaces de frenar los ataques rivales y concedieron infinidad de segundas jugadas que acabaron por noquearles. Todos los contendientes les doblegaron en este aspecto, menos los Pistons.

Ante Detroit, la cosa cambió sustancialmente y tan solo concedieron 12 puntos por segundas opciones. Los laguneros se impusieron bajo el aro tras rescatar 46, de los que 16 fueron ofensivos. Se trató de otra de las diferencias que alentaron a los Lakers a vencer su primera cita sobre cuatro y que les permitió mejorar su juego.

CONCLUSIÓN

La obsesión por hacer funcionar la ofensiva Princeton como primera opción, unido a una defensa muy poco sólida fueron dos aspectos decisivos en las tres derrotas de los Lakers. La poca naturalidad en los movimientos desquició al equipo en muchas fases de los partidos y no ayudó para que se metieran la victoria en el bolsillo.

La naturalidad fue la consejera del juego de los pupilos de Brown ante Detroit. No hubo complicaciones en el esquema ni en los movimientos y eso se notó. El equipo supo medir sus fuerzas a base de circulación, en algunas ocasiones y juego zonal en otras.

Los jugadores se sienten más cómodos y el juego mejora. Abandonar la ofensiva Princeton no es la opción, trabajarla en combinación con un basquetbol más directo parece ser la solución. Al menos de momento.