ESPN Los Angeles
Rodrigo Azurmendi 11y

Reina la humildad en los Clippers

LOS ÁNGELES -- Aún luego de derrotar al campeón reinante y de sumar su cuarta victoria en fila, el tono de voz de Vinny Del Negro le hubiera dado a entender a algún distraído de que su equipo está en crisis.

Y es que estos Los Angeles Clippers entienden que los campeonatos se ganan en junio y que todo lo demás es un proceso que debe ser recorrido con calma, dedicación y humildad.

Al ser preguntado por los puntos brillantes de su performance, el dirigente respondió lo siguiente:

"No tuvimos buen ritmo en la primera mitad. No ejecutamos bien, sobre todo en frenar sus triples. A pesar de que anotamos nos costó. No me gustó el movimiento de balón y el espaciamiento".

Eso es precisamente lo que predica Del Negro. El ítalo-americano no se deprime demasiado en las derrotas ni es emociona mucho en las victorias, porque sabe que las expectativas son altas y que victorias sobresalientes en noviembre realmente no le permitirán mantenerse en su cargo luego de esta temporada si el objetivo no se cumple.

Por nivel de juego y los oponentes que han dejado en el camino los angelinos son probablemente el mejor equipo de la Conferencia Oeste por estos días, pero esto nunca saldrá de las bocas del entrenador o de ninguno de los miembros del camerino.

Chris Paul dijo que aprecia las palabras de Erik Spoelstra, quien los declaró como legítimos candidatos, pero ofreció cautela.

"Es muy temprano", apuntó. "No podemos adelantarnos".

El armador confirmó que tienen una fórmula, pero que es más simple de la que todos piensan.

"Jugar duro y en equipo", indicó. "Jugar dentro y fuera y aprovechar que a Blake [Griffin] y DeAndre [Jordan] les tienen que doblegar la marca".

La realidad es que los Clippers saben exactamente a qué juegan y si uno los observa atentamente, tras ocho juegos, se va dibujando un patrón.

Sus rivales, muchos de ellos de los mejores de la liga, han sido capaces de seguirles el ritmo por aproximadamente 30 minutos, o dos cuartos y medio.

Promediando el tercero, cuando los estelares de los oponentes enfilan hacia la banca, es cuando los angelinos aceleran y hacen el mayor daño.

En ese momento Jamal Crawford y Eric Bledsoe, descansados y hambrientos, reciben la luz verde de Del Negro para salir a matar, y hasta ahora no han decepcionado. Crawford lidera al equipo en puntos por partido y Bledsoe suma fanáticos alrededor de la liga noche tras noche.

Si a esto se le suma que Paul se salió de su letargo anotador con 13 puntos consecutivos sobre el final del tercer episodio, entonces los Clippers acaban siendo demasiado para cualquier banca conformada por mortales.

DIVERSIÓN, PERO MEDIDA

Que los integrantes de la nómina no se agranden en sus declaraciones no quiere decir que no disfruten del momento que atraviesan.

La algarabía de los jugadores que no se encuentran en cancha es imposible de ocultar, ya que se los ve saltando y animando a sus compañeros, y volviéndose locos ante las piruetas de Bledsoe o la forma en la que Crawford deja en ridículo a su marcador de turno.

Los Clippers la pasan bien. Saben que están bien. Pero también saben que pueden dar más.

Y es que a pesar del nivel deslumbrante que muestran noche tras noche, se vislumbra que aún tienen más para dar.

"Podemos ser mejores", acotó Griffin.

Y Griffin no miente. Aunque parezca increíble, este equipo no llegó a su cima.

Abróchense los cinturones. Este viaje recién comienza.

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