ESPN Los Angeles
Rodrigo Azurmendi 11y

Quiroz: Ir a USC, la mejor decisión

LOS ÁNGELES -- Roberto Quiroz es uno de los tantos miembros del inagotable semillero del tenis latinoamericano, pero lo que lo distingue es haber tomado un camino diferente hacia su objetivo.

El ecuatoriano, sobrino del gran Andrés Gómez (ganador del Abierto de Francia en 1990), se encuentra cercano a encarar su segunda temporada en el equipo de la Universidad del Sur de California.

La decisión fue la más conveniente, tanto para la cabeza como para el corazón, ya que allí cuenta con la presencia familiar de Emilio Gómez, su primo.

"Con Emilio vivimos juntos prácticamente", avisa. "Crecimos jugando tenis juntos y fuimos a la misma escuela. Es un lazo muy grande, casi de hermanos y siempre bajo la dirección de mi tío Andrés".

Su llegada a Estados Unidos fue impulsada por los lazos familiares y la recomendación de otro tenista colombiano de pasado troyano.

"Cuando yo decidí ir a la universidad mi primera y única opción era USC tanto por él como por Robert Farah, que es muy amigo mío", advirtió. "El primer año me costó mucho pero no fue tan duro por tener a Emilio cerca. Siempre necesitas alguien de la familia".

Gómez y Quiroz son los baluartes de la nueva generación del tenis en su país, una que quedó un tanto huérfana tras el alejamiento de Nicolás Lapentti.

"Con Emilio hemos tenido la oportunidad de jugar futuros y hemos ganado tres", recuerda. "Además jugamos una serie de Copa Davis juntos contra Canadá".

Esta experiencia marcó la carrera de Roberto, sobre todo por la posibilidad de medirse a uno de los mejores doblistas de la historia como lo es Daniel Nestor.

"Fue increíble", asegura. "Yo regresaba de un torneo esa semana y en migraciones Nestor estaba al lado mío. Me vio con un bolso de tenis y se me acercó y empezamos a hablar. Le dije si iba jugar en el equipo de Copa Davis y que lo conocía y él me preguntó quién era. Ahí le dije que estaba en el equipo de Ecuador. Fue todo un chiste".

A pesar de caer en sets corridos este fue un momento que nunca olvidará.

"Ver a esos jugadores que vemos por televisión y que son leyendas vivientes fue una gran experiencia", asegura.

GRAN PASADO Y MEJOR FUTURO
Quiroz llegó a estar 7mo del mundo en juveniles y su exitosa carrera incluyó los títulos de dobles de Roland Garros y el U.S. Open, ambos con el peruano Duilio Beretta.
"Esa etapa fue inolvidable", recuerda. "Estar dos meses fuera de mi casa y en Europa fue increíble. Estuve con el equipo de ITF con otros cinco jugadores. Fue un lindo grupo por ser de distintos lados".

La mejor parte fue conocer a su ídolo y ganar en donde su tío hizo historia.
"Cuando llegué a Roland Garros por primera vez en mi vida fue increíble", confiesa. "Estar ahí...también fue mi mamá y mi tío, que juega todos los años [exhibiciones]. Fue único".
Sin embargo, compartir cancha con Rafael Nadal superó todo, incluso el título de dobles.

"Entrené con Nadal dos veces", cuenta. "Haberlo conocido más allá de su vida tenística fue increíble. Se portó muy bien, yo estaba nervioso y me empezó a hablar como si fuéramos amigos. Eso es lo que lo define como una buena persona".

La noticia le llegó de sorpresa.

"La noche anterior me llama mi entrenador y me dijo que iba a entrenar... con Nadal", se acuerda. "Necesitaban un zurdo y además como no jugaba al siguiente día me dijo que me prepare porque iba a entrenar una hora y media".

La primera vez coincidió con el cumpleaños del español y vivió en carne propia el cariño de la gente hacia el de Menacor. Además, el destino le depararía una segunda oportunidad.
"Al día siguiente jugaba las semifinales contra [Jurgen] Melzer y me dijo que quería que lo ayudara a calentar otra vez pero esta vez en la Philippe Chatrier", apunta sobre el aliciente de jugar en uno de los templos del tenis. "Fue algo mágico".

LAS VENTAJAS DEL TENIS COLEGIAL
"Cuando vine acá mi pensamiento era que del puesto 1 al 3 iba a ser muy bueno y del 4 al 6 iba a ser malo", se sincera sobre su posición con el equipo. "Pero cuando me tocó jugar todo el año como 6 y hasta perdí algunos partidos me di cuenta que el nivel es muy bueno".
El efecto en su tenis ha sido más que positivo y esto se tradujo en los torneos profesionales en los que participó.

"Fui a jugar un par de challengers y futuros y me fue muy bien", comenta. "Le gané a buenos jugadores ranqueados. Todo eso sumó y lo que yo necesitaba era un poco más de entrenamiento y madurez que es lo que me está dando el college".

Tanto a él como a Emilio se los mira de manera distinta luego de esta experiencia.
"Cuando fuimos con Emilio a jugar estos torneos los jugadores mismos se dieron cuenta lo bien que nos está haciendo el college", indica. "Fuera del ranking te haces un respeto contra ellos y eso influye bastante".

Es por eso que han fomentado el arribo de otros latinos a la NCAA.

"Con Emilio hemos tratado de impulsar la venida de los jugadores acá", confiesa. "Con nuestro presente el impulso fue muy bueno. Bastantes jugadores están pensando en venir. Venir fue la mejor decisión que he tomado".

LAS METAS BIEN CLARAS
"Graduarme con 23 años y convertirme en profesional no tiene nada de malo", aclara sin tapujos. "Conozco a casi todos los jugadores que se están metiendo de mi edad. Es cuestión de paciencia".

Quiroz no quiere estar ligado toda su vida a la raqueta.
"Yo cuando hablé con mis papás les dije que no quiero ser tenista y luego ser entrenador de tenis", asegura. "Yo quisiera tener mi propio negocio, empresa. No quiero cuidar niños e irme a viajar. He viajado lo suficiente y quiero disfrutar de mi familia".

La primera meta del zurdo es conseguir el diploma universitario.

"Yo hablé con el entrenador y le dije que mi idea es quedarme los cuatro años sin siquiera tomarme semestres libres para tener mi título", expresó. "A no ser que en un verano juegue tres challengers y los gane los tres. Ahí sería sentarse a ver qué me conviene. Esto es una inversión a largo plazo".

Dadas las circunstancias y el hecho de gozar de una beca completa por ser parte del equipo, su estadía en USC ha sido un negocio redondo.

"Yo podría irme a entrenar a Argentina y gastarme tanta plata y aquí no gasto nada", asevera. "Estoy entrenando, me alimento bien y estoy estudiando".

EL DOBLES, UNA POSIBILIDAD
Vivir del tenis y tener una carrera exitosa como singlista no siempre son sinónimos. Es por eso que Quiroz mantiene sus opciones abiertas.

"Lo he pensado bastante", dice sobre la posibilidad de jugar en pareja. "Me puse una meta de que me gustaría graduarme con 24 años como máximo e intentar tres años de singles. Si en singles no llego a estar entre los 100 empezar a considerar la carrera de dobles".
Por sus resultados hasta el momento sería una transición más que normal.

"Me encanta jugar dobles y a veces lo disfruto más que el singles porque no me gusta mucho perder", asegura. "Es una muy buena opción y se ven muchos jugadores solo de dobles y que no tienen que ser tan buenos. Por ejemplo, Marc López y [Marcel] Granollers acaban de ganar el Torneo de Maestros".

La modalidad de dobles también ha cambiado durante los últimos años y ya no es todo cuestión de hacer saque y red.

"Se está jugando bastante de fondo", concuerda. "Si eres bueno en singles o si sabes un poco de dobles combinas las dos y puedes ser bueno. No me molestaría para nada y me gustaría mucho. En Copa Davis ya juego dobles. Lo que el futuro me depare estaré contento".

Pase lo que pase, Quiroz sabe que estará listo para el reto.
"En unos tres años me voy a sentir mucho mejor", sostiene. "Me he dado cuenta de lo que subió mi nivel y veo que empiezo a jugar más suelto y con más confianza".

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