ESPN Los Angeles
Gonzalo Aguirregomezcorta 11y

El objetivo: frenar a Ricky Rubio

LOS ÁNGELES-- El encuentro entre Los Angeles Lakers y Minnesota Timberwolves tiene varios atractivos que sobrepasan los problemas que ambos equipos están teniendo esta temporada.

Uno de ellos es ver a dos ases del juego bonito baloncestístico en acción como son Steve Nash y Ricky Rubio. Ambos ejemplifican la verdadera esencia de la construcción del juego de sus equipos y el duelo apunta maneras, no en vano los dos jugadores reflejan la actitud propia de dos cerebros a caballo entre la veteranía del lagunero y la inocencia del español.

"Es un jugador joven que está en continua evolución. Ha demostrado lo que es capaz de hacer y no hará más que evolucionar en su juego", señaló Steve Nash tras la práctica del miércoles.

Los elogios al armador de los Timberwolves no son gratuitos. La creatividad que Rubio muestra sobre la duela le está valiendo demasiados elogios como para pasar desapercibido. Tras su lesión en la rodilla, el base internacional regresó a las canchas el 15 de diciembre. Estuvo lejos de la competición durante un periodo de nueve meses y su vuelta apuntaba a ser un proceso de recuperación basado en agarrar el ritmo lentamente, como se espera de una lesión tan demandante.

Nada más lejos de la realidad, el jugador de los Timbers desplegó su mejor versión desde el principio a base de esa visión de juego propia de los mejores constructores y no tardó en aparecer en la exclusiva selección de Sport Center. Sus pases imposibles y esa humildad que le caracteriza le valieron el reconocimiento que no pudo tener la temporada pasada, cuando no pudo obtener el galardón de Novato del Año.

Rubio es la antítesis del mal momento que vive el plantel de Minnesota y es que en 19 partidos, acumula 8,4 puntos y 8,2 asistencias, un balance que no ha podido ayudar a los suyos. Desde su vuelta, los Wolves no han sido capaces de vencer más que en cuatro ocasiones y con un balance de 20-34, ocupan la duodécima posición de la Conferencia Oeste.

Se trata de la primera vez que los Wolves visitan a los Lakers esta temporada y la urgencia es una constante en ambas formaciones. Los laguneros vienen de caer frente a Denver Nuggets envueltos en un ambiente de necesidad implacable. Cada encuentro es una final en su pugna por alcanzar los playoffs y el recortar distancias tanto con Houston Rockets como con Utah Jazz es el reto a batir a falta de 24 citas para el final de la temporada regular.

No hay margen de error para los Lakers en su carrera hacia la salvación de una temporada con demasiados reveses. El papel de Steve Nash para cortar el buen momento de Rubio será una de las claves de la cita, la demás tendrán que ver con la capacidad de los laguneros para sobreponerse a los errores que les están acompañando este año: pérdidas de balón, transiciones defensivas, capacidad reboteadora y la necesidad de encontrar esa energía que han sido capaces de brindar en pequeñas dosis.

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