Legado de Gasol en los Lakers

LOS ÁNGELES -- Pau Gasol ha puesto fin a su segunda etapa en la NBA. Después de convertirse en Novato del Año con Memphis Grizzlies y defender los colores de la franquicia durante casi siete años, el internacional español recaló en Los Angeles Lakers, donde consiguió sus mayores logros. Durante seis temporadas y media, Gasol ha vivido todo tipo de periodos como lagunero. Ha pasado de ser campeón de la NBA dos veces y convertirse en el complemento perfecto de Kobe Bryant a ser cuestionado por una hinchada que en ocasiones le criticó más de la cuenta.

Los rumores sobre su salida de los Lakers han perseguido a un jugador que siempre supo llevar bien las posibilidades que se le presentaban. Finalmente, cuatro apariciones en el All Star y dos campeonatos después, Gasol se convirtió en agente libre este verano. Por primera vez en su carrera tuvo el futuro en sus manos. Durante 12 días hizo caso de las recomendaciones de Bryant:

"Disfruta la agencia libre, es tu momento, no sientas presión en tus espaldas", llegó a comentar la Mamba Negra.

Y tanto que lo hizo. No faltaron las reuniones con Russell Westbrook, Kevin Durant y Scott Brooks para recalar en Oklahoma City Thunder, tampoco con representantes de un Miami Heat en plena reconstrucción ni unos San Antonio Spurs que pretendían alargar su leyenda a base de jugadores internacionales con la presencia del español. Nada convenció a Gasol más que la posibilidad de representar a Chicago Bulls, una de las franquicias que más se están reforzando de cara a los próximos años.

NO TUVO LA DESPEDIDA SOÑADA
De esta manera comienza una nueva etapa para Gasol, quien según algunas fuentes acaba de firmar por tres años y 22 millones de dólares, y se enfrenta al último gran contrato de su carrera en la NBA con 34 años de edad. Atrás quedan logros y noches de gloria.

Sin embargo, su despedida de la franquicia no fue la esperada. Durante el tramo final de la temporada, Gasol no pudo participar en los últimos ocho encuentros de su equipo debido a ataques de vértigo. El último partido que jugó ante su afición fue el disputado el uno de abril ante Portland Trail Blazers. Aquella fue la última cita en seis años y medio de estadía en Los Ángeles, un tiempo en el que Gasol ha sonreído hasta la saciedad gracias a muchos momentos que quedarán grabados en su memoria. Uno de ellos fue cuando se enteró que recalaría en los Lakers.

Él mismo describió el momento como el más feliz de su periplo en el equipo cuando los reporteros se empeñaban en escribir su obituario lagunero antes de tiempo. Poco antes de la ventana de febrero de la campaña pasada, los rumores sobre su salida tomaron fuerza una vez más. Gasol lidió con preguntas que anunciaban una despedida inminente.

- "¿Qué recuerdo guardas con mayor agrado de tu estancia en los Lakers?", se le cuestionó.

- "Además de los campeonatos, el momento en el que me enteré que jugaría en el equipo", llegó a contestar.

LLEGADA INESPERADA
En febrero de 2008, arribó a la franquicia que le haría doble campeón de la NBA envuelto en un halo de niño grande. De la noche a la mañana tuvo que despedirse de una ciudad como Memphis, donde había pegado su estirón deportivo. Allí se erigió como Novato del Año en 2002 y allí se le comenzó a respetar.

Pau llegó acompañado de una primera ronda de draft, mientras que Memphis Grizzlies recibió a Kwame Brown, Javaris Crittenton, Aaron Mackie, los derechos de Marc Gasol y dos rondas de draft.

Aquel año se convirtió en el primer jugador español en disputar unas Finales de la NBA, pero no pudo erigirse campeón después de que los Lakers fueran superados por Boston Celtics. Sin embargo sus éxitos no tardarían en llegar.

Logros deportivos aparte, Gasol también guarda un grato recuerdo del primer enfrentamiento contra su hermano Marc, quien recaló en la NBA después de brillar en la ACB española. Los Grizzies tenían los derechos del menor de los Gasol y ambos se vieron las caras en la que fue la casa de Pau durante casi siete años.

Ambos jugadores guardan un grato recuerdo de aquel enfrentamiento que marcará un hito en la historia del básquetbol español al tratarse de la primera ocasión en la que dos hermanos ibéricos se ven las caras en la NBA. La veteranía se impuso en el primero de muchos duelos. Pau convirtió 15 puntos, siete rebotes y seis asistencias; Marc, logró ocho puntos, siete rebotes y dos asistencias.

LA GLORIA DE DOS ANILLOS
La primera gloria la tocó en las Finales de 2009 ante Orlando Magic (4-1) en una campaña en la fue All Star por segunda vez en su carrera. Jugador del Mes en el Oeste (febrero) y en la que promedió 18.9 puntos, 9.6 rebotes, 3.5 asistencias y un bloqueo por juego. En aquella exultante celebración lejos de Los Ángeles, Pau cumplió un sueño que repetiría en 2010.

Antes de su segundo anillo, Pau firmó su renovación con los Lakers. Se trató de un salto profesional tras extender su contrato por tres años y 64.7 millones de dólares el 24 de diciembre de 2009. Aquel contrato confirmó la importancia del jugador en una franquicia que apostaba por él a largo plazo.

Entonces llegaron las Finales de 2010, las de la revancha contra un eterno rival como Boston Celtics, que fueron capaces de amargar el dulce de las Finales de 2008 a Gasol y los Lakers. Vencieron 4-3 con un último juego en el Staples Center que guardó altas dosis de éxtasis por partida

Aquel año, Gasol siguió encumbrando su figura gracias a su tercera aparición en el Juego de las Estrellas y a unos números de lujo (18.3 ppj, 11.3 rpj, 3.4 apj y 1.7 bloqueos). Sin embargo, a partir de entonces, su relación con críticos y aficionados de la NBA siempre fue de amor-odio. Fue adorado por muchos gracias a su presencia ofensiva marcada por los reversos rápidos y penetraciones sin complejos, solventando muros de contención, asistencias sin mirar o alley oops brillantes; pero también fue defenestrado por otros que clamaban a los cuatro vientos su blandura defensiva. Aún así, nadie duda que Gasol supo brillar y aportar su grano de arena para que los Lakers se hicieran con el campeonato en 2009 y 2010.

BRYANT Y GASOL, HERMANOS
Tanto Kobe como Pau hablan de hermandad más que de amistad cuando definen su relación. Fue de menos a más y los éxitos de los laguneros fueron clave para que ambos sellaran su fidelidad mutua. Tal y como el propio Kobe relata, en Pau encontró aun tipo "humilde, inteligente, equilibrado en sus acciones, y sabio en su forma de entender"; a un "jugador elegante pero a la vez duro".

Y es que si hay un defensor acérrimo de Pau, ése es Bryant. Su mano en la gerencia y la influencia del jugador franquicia de los Lakers ha sido clave para que Pau continúe en Los Ángeles hasta su ingreso en la agencia libre. La predilección del uno por el otro es innegable y su relación se extiende más allá de las canchas.