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ANAHEIM -- Dodgers de Los Ángeles se quedaron con la Serie del Freeway por primera vez desde 2006 tras ganarle tres de los cuatro partidos a Angelinos de Los Ángeles. Los dirigidos por Don Mattingly se van con balance positivo, tras conseguir una perfecta armonía entre el pitcheo y su ofensiva. Los blanquiazules sacaron a relucir el poderío de su rotación abridora, y allí estuvo la diferencia en un emparejamiento que fue reñido en los dos juegos del medio y desnivelado en el primero y el último, cuando los visitantes salieron vencedores por 7-0. A lo largo de los cuatro días los dos fueron capaces de utilizar a su mejor póker de carabineros, y el contraste no pudo haber sido más claro. Los serafines se llevaron el partido del lunes gracias a una magnífica noche de Garrett Richards, pero el resto del camino desnudó las debilidades del remanente de la rotación. 
Mientras que C.J. Wilson, Matt Shoemaker y Heéctor Santiago debieron trabajar de más y sin resultados favorables, el trío formado por Clayton Kershaw, Dan Haren y Hyun-jin Ryu demostró su superioridad. Incluso Zack Greinke, a quien se le adjudicó la derrota el lunes, mostró una cara aceptable, siendo capaz de completar 7.0 innings a pesar de las cinco carreras tempraneras.
"Hicieron un gran trabajo para nosotros a lo largo de todo el año", dijo Mattingly. "Siempre decimos que el buen pitcheo frenará a una ofensiva". Sin embargo, no todo es color de rosa para los blanquiazules, ya que se rumorea que Josh Beckett iría a parar a la lista de lesionados (con chances de perderse toda la temporada), pero al menos el jueves adquirieron al dominicano Roberto Hernández, y contaron con un debut alentador de Carlos Frías. Despertaron los bates de los Dodgers
Quizás la mayor revelación, más allá de la gran salida de Haren, fue el renacimiento de varios de los bates de los Dodgers. 
Matt Kemp está confirmando que su levantada no es cuestión de una buena semana, y en total terminó de 13-3 con un jonrón y dos carreras impulsadas. Algo similar le pasó a Hanley Ramírez, que aprovechó la chance de poder ser bateador designado en Anaheim y culminó la serie de 17-6 con un par de RBIs. El promedio de bateo del dominicano subió hasta .277.
Yasiel Puig, por su parte, no estuvo tan fino: de 16-3 sin empujar carreras, pero se lució con una atrapada contra la pared del jardín central el jueves, y con una asistencia desde la pradera el miércoles, que le quitaron el sabor amargo del incidente con Albert Pujols del lunes en Los Ángeles. El que sí brilló con luz propia fue Juan Uribe: de 12-4 (solo disputó tres de los juegos) con cuatro carreras empujadas, tres de ellas mediante un bombazo el martes en el Chávez Ravine. Uribe está bateando ya .299 en lo que va de 2014. "Estamos emocionados porque fue una serie divertida", resumió Mattingly. "Ambos tenemos buenos clubs y estamos en carreras por los playoffs. La única manera que fuera mejor sería vernos en la Serie Mundial. Creo que ambos lo aceptaríamos". Angelinos: ofensiva ahogada
Aparte de algunas actuaciones decepcionantes en el pitcheo, los Angelinos cerraron de la peor manera en ofensiva, conectándole solo tres hits a los Dodgers en toda la noche. Esto fue parte de una sequía generalizada, sobre todo en el corazón del orden de bateo. Mike Trout, quien el jueves cumplió 23 años, acabó de 15-3, siendo dos de esos inatrapables contra Kershaw el martes. El jardinero solo aportó un RBI. Sin embargo, el que más sufrió fue Josh Hamilton, quien solo conectó un hit en 15 turnos, producto de haber enfrentado a dos de los zurdos más difíciles de las Grandes Ligas. Su único inatrapable, sin embargo, fue un batazo de cuatro esquinas el lunes, su tercero en los últimos 10 juegos. Pujols fue la excepción, al irse de 14-5 con un vuelacercas y tres carreras impulsadas. Pese a eso, durante los últimos 24.0 innings de la serie, los Angelinos solo fueron capaces de conectar seis hits y anotar dos carreras. "Muchas veces el bateo es cíclico", argumentó Mike Scioscia. "Creo que lo hicimos bien lunes y martes, pero no en los dos últimos días. Ojalá podamos recuperar un poco de continuidad. Estos muchachos son buenos".
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