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Lin intenta comprender a Kobe

"Mis compañeros necesitan que ataque y cree juego. Que meta presión...", dijo Lin sobre su juego Richard Mackson/USA TODAY Sports

LOS ÁNGELES -- No corren buenos tiempos para Los Angeles Lakers y una de las muchas causas de su mal comienzo de campaña son las primeras actuaciones de Jeremy Lin. Hay muchas carencias en el tintero como las transiciones defensivas, la defensa en los 'pick-and-roll', la labor de los hombres grandes en la pintura, la gestión de los espacios sobre la duela y otras actuaciones que están dejando mucho que desear.

En líneas generales, el nuevo armador de los Lakers no lo ha pasado bien en pista después de la primera semana de competición. No se le ha visto esa agresividad continuada de la que hablan sus actuales y antiguos coaches, como en de Houston Rockets, Kevin McHale. Hemos visto píldoras de lo que puede llegar a hacer, momentos destacables en el despropósito de cuatro juegos perdidos, de cuatro tropiezos que vislumbran un futuro poco alentador para los laguneros.

Lin no está cómodo en sus funciones y gran parte de su incomodidad reside en su capacidad para amoldarse al juego de Kobe Bryant. Jugar por y para Kobe es algo que le está llevando tiempo asimilar tras cinco semanas juntos. Los espacios, las habilitaciones y los sacrificios son muchos, y la falta de costumbre en este sentido ha marcado la pauta de los primeros juegos.

"Ha sido más frustrante de lo que esperaba. No hice lo que tenía que hacer y tomo toda la responsabilidad", afirmó Lin tras la práctica de este lunes. "Por eso he pensado en ello. Es un nuevo sistema y nuevo personal. Aún estamos tratando de asimilar cómo darle a Kobe su espacio, dejarle operar como él lo hace pero con dos pívots como los que tenemos, y con dos armadores y escoltas atacantes, como yo, ¿cómo metes todo eso en la ecuación? Eso es lo que debemos descubrir", esgrimió.

Ofensivamente el mejor de los cuatro encuentros de Lin fue el que disputó ante Los Angeles Clippers. Sus números se asemejaron más a lo que ha demostrado durante sus cuatro años en la NBA (17 puntos y nueve asistencias) y demostró esa agresividad que le pide Byron Scott. Ante los Clippers se olvidó de implementar todos los nuevos conceptos y se dedicó a ser él mismo. En los otros partidos ha estado más concentrado en hacer lo que se le pedía.

"Mis compañeros necesitan que ataque y cree juego. Que meta presión constante a la defensa, que sea el chico que persiga al base contrario y cree ritmo y presión. No he sido capaz de hacerlo, pero es temprano y no es por falta de esfuerzo. Voy a seguir jugando tan fuerte como pueda", aseveró.

Scott es consciente de que hay mucho que mejorar y la mayoría de los ajustes han de ser defensivos después de haber encajado una media de 118 ppj, lo que le convierte en el peor equipo defensivo de la liga. Además de eso, lo que busca es que su pupilo esté lo más cómodo posible, algo que ha recalcado en varias ocasiones.

"Cada individuo es diferente. Le digo que trate de ser el que disfruta sobre la duela y que sea agresivo. Creo que está pensando demasiado, cuándo pasar, a quién, cuándo lanzar, con eso pierde agresividad. Quiero que sea él mismo", llegó a afirmar antes del fin de semana.