"Ya solté mis lágrimas, estoy bien"

LOS ÁNGELES -- El jugador de primer año de Los Ángeles Lakers Julius Randle compareció por primera vez ante los medios tras confirmarse la rotura en la tibia derecha que le obligará a perderse la temporada completa. Se le vio dolorido, ayudado por unas muletas después de haber pasado por quirófano hace una semana. Aunque su rostro se torció por el esfuerzo para llegar hasta la sala de prensa, el jugador confesó que las molestias estaban menguando poco a poco, tanto las físicas como las mentales.

"El dolor está mejorando relativamente cada día. Esto es un proceso. No estoy frustrado ahora, ya solté mis lágrimas, pero estoy bien", afirmó sin poder sentarse en la silla y tras confesar que lo que más le cuesta es dormir por las noches. "Después de la cirugía estoy mejor. Antes estaba enfadado y frustrado, pero gracias a la familia, los amigos y los coaches, me animé".

Randle se fracturó la pierna en el primer partido de la temporada, el juego de su debut en la NBA ante Houston Rockets. Recuerda cómo escuchó un crujido, pero no supo que era su pierna hasta que, una vez en el suelo, trató de levantarse y sintió la debilidad en la extremidad. Fue entonces cuando Gary Vitti, médico de la franquicia, y varios de sus compañeros se acercaron a ver qué le sucedió.

"No me preocupé porque fuera mi primer juego en la NBA, me preocupé por mi pierna. Le dije a Vitti lo que tenía y me contestó que la cirugía seria el día siguiente. Yo quería que fuera esa noche para acabar con eso", declaró.

Durante su periodo ingresado recibió las visitas de varios de sus compañeros. Kobe Bryant fue uno de los que le aconsejó. La misma noche que Randle se rompió, la Mamba Negra le escribió interesándose por él.